"La Casa del Paisa" “La Casa del Paisa” No me cabe la menor duda de que puede catalogarse como una de los más típicos rincones de Murcia, o que algunos conocemos por “La Casa del Paisa”, que si bien subsiste en la Calle del Mesón, dejó de ser tal cuando murió quien dio lugar a su nombre. Estoy mencionando, de una manera implícita, a Carlos Rodríguez Galiano, pintor y escultor, quién desaparecido en diciembre de 194, dejó la estela de una personalidad que difícilmente borrarán los años venideros. Carlos era un auténtico murciano; tanto, que su alma, mísiticamente cuajada y llena de cuanto pudiera referirse a nuestra Patria Chica, se exaltaba en cualquier sentido, bien si era criticada acremente o sí por el contrario,ponderada hasta el infinito, como efectiiamente a su juicio y el nuestro, se merece. En “La Casa del Paisa”, florecieron, durante el último cuarto de siglo, todos los valores que en la actualidad tienen literaria y plásticamente, alguna solvencia De ello, podrían decir mucho quienes asistieron al homena que en svida se le dio al mencinado Carlos Rodríguez Galiano, en una tarde del estío del año 1949, precisamenrte casi seis meses antes de su muerte, y a cuyo homenaje acudieron casi todos los que en aquella fecha significaban, en las letras, en la escultura y en la pintura murcianas”. “La Casisa del Paisa” fue durante este último cuarte de siglo, rincón acogedor de cualquier iniciativa literaria o plástica, Díganlo quienes en todo omento lo recordarán, sino cuando un “mecenas” que no podía serlo por su escaso patrimonio, sí como una aleccionador consistente para los que en principio ansiaban obtener un nombre aunque modesto, dentro de nuestra literatura, o bien, encontrarlo en las pinacotecas, museos, o entidades oficiales que premian el trabajo plástico en cualquiera de sus aspectos. De ello, mucho podrían escribir CVarlos Ruiz-Funes, Garay, Bolarín, Victorio, el mismo Garrigós que siempre y con sus Auroros se vió totalmente asistido por Rodríguez Galainao, y otros que no cito para no olvidarme involuntariamente nombres en ella, pero sobre todo aquel que se forjaron artísticamente n en la Casa del Paisa, Juan Gónzález Moreno, nuestro genial escultor, podría escribir mucho de cuanto dejo dicho, pues nunca podrá negar que los principios de su triunfante carrera, los efectuó en “La Casa del Paisa” Allí se podía discutir de todo, y siempre que se hacía, incluso dentro de la pasión, se efectuaba enmarcado en un tono de cordialidad a la que el “Paisa” ponía colofón, mediante sus atinadas observaciones, que no llegando sin embargo a la posición ecléctica, dejaban a unos y otros absolutamente satisfechos. ¿Cuántos extranjeros que al marchar de Murcia se llevaron la impresión de lo que significa “nuestro pequeños Paraíso”, no visitarían la Casa del Paisa? Muchos, y entre ellos, no quiero olvidar la cita de Walter Starquie, muy conocido en nuestros medios intelectuales como eslabón entre la Península y la insular Inglaterra.. Si “La Casa del Paisa” no estuviera enclavada en unsitio llamado a desaparecer yo pediría que se respetara como él la dejó a a su muerte. Pervivirían así, recuerdos imperecederos de una vida y de una actuación murcianista cien por cien, ya que no hubo, dentro de lo plástico y literario, además del mecenazgo que dejo dicho, actividad del Paisa” que no fuera por y para Murcia, Evoquemos sus carrozas para el “Bando de la Huerta”, “Entierro de la Sardina”, y “Batalla de las Flores” entre otras, pero no olvidemos, aparte de sus cuadros en Bellas Artes, sus magníficas esculturas de reconocido mérito que existían en diversas iglesias,y también, por último, citemos los “pasos”, que en Melilla figuran en algunas de sus procesiones, por obra y actuación de este murciano. ¿Quién no le recuerda contando anécdotas diversas cuando con motivo del anterior año Jubilar, fue junto con otros murcianos a visitar Roma? ¿Quién no sabe que fue tomado por “toreador” cuando recorría, castizo y vehemente, la vecina Francia?. En fin, tantas cosas podrían decirse de Carlos Rodríguez y de su Casa, que bien merece, como rincón murciano, digna de aparecer en esta Antología de Cuadernos, hasta el extremo, de que por la necesaria demolición del edificio, enclavado en 1/2 "La Casa del Paisa" lugar de ensanche urgente y preciso, bien podrían dedicarse unos metros cuadrados dentro de ese Museo murcianista que se pretende llevar a acabo, y que al ser copia.más o menos exacta del Rincón del Paisa, reflejara para los años futuros el recuerdo de quien llevó el nombre de su tierra, muy lejos del solar patrio. Antonio MARTINEZ ENDIQUE CUADERNOS MURCIANOS, número 6 de Velasco. (Rafael García Velasco) año 1951 Signatura 14-E-48 Archivo Municipal Ayuntamiento de Murcia, “Almudí” 2/2