PARÁLISIS CEREBRAL INFANTIL Codificación CIE 10 G80

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PARÁLISIS CEREBRAL INFANTIL
Codificación CIE 10
G80 parálisis cerebral infantil
Problema: La parálisis cerebral es un trastorno permanente, no progresivo que afecta la psicomotricidad del
paciente. Es un grupo heterogéneo de trastornos motores causados por lesiones cerebrales crónicas que se
originan en el período prenatal, perinatal o durante los primeros años de vida. El trastorno motor puede variar
de dificultades motoras leves a severa espasticidad en todos los miembros. Es la discapacidad infantil más
común. La parálisis cerebral espástica es el grupo más grande; alrededor del 75% de las personas con dicha
discapacidad presentan espasticidad; la espasticidad es un síntoma que refleja un trastorno motor del sistema
nervioso en el que algunos músculos se mantienen permanentemente contraídos. Dicha contracción provoca la
rigidez y acortamiento de los músculos e interfiere los movimientos y funciones: deambulación, manipulación,
equilibrio, habla, deglución, etc. La espasticidad está causada por daños en las zonas del cerebro o de la médula
espinal que controlan la musculatura voluntaria. Cursa habitualmente con hipertonía (aumento del tono
muscular), calambres (rápidas contracciones sin movimiento notable), espasmos (contracciones con
movimientos) e hiperreflexia de tendones profundos (reflejos exagerados). Es un trastorno permanente; no
obstante no se afecta la expectativa de vida.
Objetivos terapéuticos:
1.
2.
3.
4.
Reducir la hipertonía de grupos musculares que interfieren en la función motora.
Mejorar los patrones posturales estáticos y dinámicos.
Facilitar el crecimiento del músculo y prevenir deformidades músculo–esqueléticas.
Mejorar la calidad de vida, incluidos el manejo del dolor asociado a la espasticidad, sialorrea y el sueño.
Tratamiento no farmacológico:
- No hay cura para la parálisis cerebral.
- La meta del tratamiento es ayudar al paciente a llevar una vida independiente y segura.
- Cuidados seguros y confiables, cuando el paciente se mantiene en el hogar.
- Esquema apropiado de ejercicios.
- Protección contra golpes y el trauma.
- Rehabilitación, fisioterapia de estiramiento y movilidad muscular, medidas ortopédicas (para la corrección y
prevención de contracturas musculares o dolores osteoarticulares, mediante el empleo de dispositivos externos
conocidos como órtesis), estimulación eléctrica (transcutánea), y como última solución la cirugía empleada para
liberar tendones o canales nerviosos (rizotomía).
Selección del medicamento de elección:
Principios activos
Eficacia
Seguridad
Conveniencia
Niveles
1
Baclofeno
+++
+++
+++
2-3
2
Toxina botulínica A
+++
++
+++
NR*
NR* No se encuentra registrado en la edición séptima del CNMB.
Medicamento de primera elección – condiciones de uso:
Principio activo: baclofeno
Presentación: tabletas 10 – 25 mg.
Posología:
Adultos y adolescentes: dosis inicial: 5 mg, oral, 3 veces al día. Aumentar 5 mg por dosis cada 3 días, hasta una
dosis máxima de 80 mg, oral, diariamente.
Niños 8 – 11 años: 5 mg, oral, 3 veces al día. Aumentar 2.5 – 5 mg por dosis cada 3 días, hasta una dosis
máxima de 40 mg en menores de 8 años y de 60 mg en mayores de 8 años de edad.
Contraindicaciones:
Hipersensibilidad al medicamento a sus componentes. Insuficiencia renal severa.
Efectos indeseables:
Confusión, somnolencia, mareo, incoordinación. Náusea. Aumento de peso. Diaforesis intensa.
Orina oscura o sanguinolenta. Hipertensión, hipotensión, taquicardia. Dolor e inflamación en el sitio de
inyección. Dolor torácico. Anorexia. Retención de líquidos, disminución del volumen urinario. Disminución de
la líbido en varones. Congestión nasal. Dolor abdominal, diarrea. Arritmias cardíacas.
Precauciones:
Alteraciones funcionales renales. Ancianos. Epilepsia. Enfermedades psiquiátricas. Diabetes mellitus. Uso de
depresores del SNC. No suspender súbitamente su administración.
Medicamento de segunda elección:
Toxina botulínica A
50 a 100 U por frasco.
Toxina biológica producida por el Clostridium botulinium, una bacteria anaeróbica Gram positiva. Es la misma
toxina que produce el envenenamiento llamado botulismo. La toxina botulínica tipo A, es la más ampliamente
empleada en ensayos terapéuticos en humanos.
Presentación:
Se presenta en una preparación liofilizada y secada al frío. Las ampollas se guardan congeladas a – 5° C. La
toxina se reconstituye con suero fisiológico salino estéril, en el momento de la inyección.
Posología y forma de administración:
Menores de 1 año: 6.5 U/kg.
Mayores de 1 año: 8 U/kg.
Dosis en mayores de 4 años: 10 U/kg. Aplicar en miembros inferiores.
La dosis máxima depende de los números de músculos a inyectar por kg de peso.
- Un nivel: 5 - 10 U/kg.
- Dos niveles: 12 - 16 U/kg.
- Multinivel: 20 - 25 U/kg.
Duración del tratamiento:
Se inyecta directamente al músculo; la mayoría comienzan a sentir el efecto terapéutico en 24 a 72 horas
después de la inyección. El efecto máximo ocurre entre las 1 era y 4ta semanas; produce relajación muscular que
dura de 4 a 6 meses. Terapias concomitantes pueden mejorar la probabilidad de alcanzar los objetivos del
tratamiento pero el efecto terapéutico depende de otros factores, pudiendo mantenerse por períodos mayores
para evaluar la respuesta del paciente. La decisión de reinyectar debe considerarse después de cada sesión
terapéutica. Su aplicación es periódica y debe acompañarse de la terapia de rehabilitación.
Efectos indeseables:
Localmente puede producir dolor, hematoma, sensación de pérdida de fuerza, infección local. Raramente
alergia, atrofia focal, sudoración alterada. La sobredosis puede producir parálisis muscular. Se han reportado
ocasionales efectos indeseables de tipo cardiovascular, inclusive arritmias e infarto de miocardio; también
convulsiones.
Precauciones:
Alergia conocida al medicamento, infección en el lugar del bloqueo, embarazo y lactancia, uso de antibióticos
aminoglucósidos. Enfermedad neuromuscular asociada, falta de colaboración del paciente para el
procedimiento.
Observaciones
 La toxina botulínica es un péptido, relativamente termolábil.
 El efecto farmacológico tiene lugar a nivel de la unión neuromuscular. En esta región de transición entre el
nervio periférico y el músculo, se produce la liberación de acetilcolina, un neurotransmisor necesario para
producir la contracción muscular. La toxina botulínica actúa localmente mediante el bloqueo de la liberación de
acetilcolina, lo que se traduce en parálisis muscular temporal. El efecto final es una denervación química
temporal en la unión neuromuscular, sin producir ninguna lesión física en las estructuras nerviosas. Esta
parálisis nerviosa puede provocar fácilmente la muerte por asfixia o graves lesiones neurológicas por anoxia, al
bloquear la función respiratoria.
 La toxina botulínica tipo A es la más ampliamente utilizada y se ha convertido en el tratamiento de elección
para el blefaroespasmo, el espasmo hemifacial, la distonía cervical y la distonía laríngea. También provee una
alternativa terapéutica para pacientes con distonía oromandibular y distonía de extremidades, especialmente el
calambre del escritor, y se ha empleado con éxito en el tratamiento de la espasticidad y en la parálisis cerebral.
 Los beneficios de la terapia son múltiples. Incluyen mejoría en la ambulación, en la posición del paciente
confinado a silla de ruedas, en la facilidad de extender el brazo o la rodilla. La toxina también alivia el dolor y
puede utilizarse como prueba terapéutica en la predicción de la respuesta a cirugías de elongamiento. La toxina
botulínica permite la postergación de intervenciones quirúrgicas y por ende, la disminución del número total
de complicaciones e intervenciones quirúrgicas durante el desarrollo y crecimiento del paciente.
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