Loredo González, Deyanira. Caracterización neuropsicológica de una población infantil urbana. La neuropsicología infantil, a diferencia de la neuropsicología del adulto, tiene una historia corta y cuenta con pocas décadas de desarrollo. Durante sus primeras etapas de desarrollo se valió de los modelos teórico explicativos sobre la organización y estructura de la actividad psicológica y su relación con el sistema nervioso central. La neuropsicología comenzó a interesarse en el estudio de las funciones psicológicas superiores y su relación con las estructuras nerviosas durante su formación y desarrollo, tanto en la normalidad como en la patología, surge, así, la neuropsicología del desarrollo o neuropsicología infantil. Distintas escuelas neuropsicológicas intentan aproximarse al estudio de las funciones psicológicas durante el desarrollo normal y patológico, la mayoría de ellas se basan en un modelo de organización de las funciones psicológicas del adulto, entre ellas la escuela neuropsicológica cognitiva o escuela Americana. En la actualidad predominan dos aproximaciones teóricas, entre ellas, la mencionada escuela neuropsicológica cognitiva y la escuela neuropsicológica históricocultural representada por A.R. Luria y seguidores. Precisamente estas dos aproximaciones determinan la orientación de la evaluación y de la corrección en el área de la neuropsicología infantil. Ambas posturas difieren entres sí, por los conceptos teóricos que incorporan y en la forma de aproximarse al diagnóstico y a la evaluación de las funciones psicológicas. El primer capítulo de esta investigación exponemos las bases teórico-metodológicas de la escuela neuropsicológica cognitiva, la cual tiende a dividir a la psique en funciones psicológicas aisladas, cada una de las cuales representa la unidad de análisis teórico y del estudio experimental, además de considerar a las funciones psicológicas como producto de la herencia y de naturaleza biológica. Partiendo de igual manera de estas concepciones teóricas, el modelo lleva a la evaluación y al establecimiento del diagnóstico basado en la descripción de síntomas; la tendencia principal de esta aproximación es la valoración cuantitativa de las funciones aisladas, utilizando instrumentos psicométricos (WISC) y baterías neuropsicológicas estandarizadas originalmente creadas para adultos con daño cerebral y/o poblaciones extranjeras adaptadas a poblaciones infantiles, las cuales consideramos no son aptas para el trabajo con niños debido a que fueron elaboradas con objetivos diferentes a la valoración de las funciones psicológicas durante el desarrollo, debemos además considerar que las diferencias entre el adulto y el niño son amplias. En el segundo capítulo desarrollamos, de manera detallada, la postura que hemos elegido como fundamentación teórica, que es la escuela neuropsicología soviética de A.R.Luria. El marco conceptual de la escuela soviética se basa en los postulados de Vigotsky quien propone un modelo que concibe a las funciones psicológicas como sistemas funcionales complejos o formas complejas de actividad que interaccionan entre sí, como un todo. Se aborda, al mismo tiempo, el significado cambiante de las funciones psicológicas y de las zonas cerebrales en su proceso de desarrollo, es decir, en los primeros años de vida del ser humano. El desarrollo de las funciones psicológicas y sus correspondientes zonas cerebrales no sugieren un patrón estable ni se encuentran determinadas por un reloj biológico, tampoco son de origen biológico, sino que se forman dentro de la situación histórico-cultural individual del niño. De esta forma, la organización funcional sistémica, tal como se conoce en el adulto, no es posible observarla durante el desarrollo, ya que la organización cerebral cambia durante la ontogenia, por ello ante una lesión se observan síndromes neuropsicológicos diferentes tanto en el niño como en el adulto.