EL LENGUAJE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE El habla en los humanos es natural, está determinado por nuestros genes (el gen descubierto hasta ahora relacionado directamente con el lenguaje es E FOXP2) y con las modificaciones evolutivas que tuvieron lugar en nuestro aparato fonatorio (laringe baja) que nos permite emitir sonidos articulados. Por el contrario, la escritura es artificial, cultural. Tenemos que ir a la escuela para aprender a escribir y leer, pero no para aprender a hablar: basta con oír a otros a la edad adecuada (entre 1 y 3 años) para que los genes, a través del cerebro, se encarguen del resto. Hay dudas, sin embargo, de cuándo se produjo ese proceso, que parece estar relacionado con la aparición del homo sapiens y el proceso evolutivo del neocortex, dónde se encuentran las áreas que responden a las funciones del lenguaje. Como dijo el filólogo americano Chomsky, “el lenguaje hablado no se aprende, es como la pubertad, algo a lo que se accede naturalmente al llegar a cierta edad.” El aprendizaje en los primeros años tiene lugar inicialmente por imitación y repetición y el factor de socialización es fundamental para que nuestras cualidades innatas no se atrofien, tal como demuestran los estudios realizados con los “niños salvajes” ( niños que sobrevivieron hasta la adolescencia al margen de cualquier contacto con humanos) o de las dificultades de producir sonidos que no aparecen en la lengua materna o primera lengua, que es la que se aprende de forma natural ( por ejemplo, las dificultades de los japoneses con el sonido r). Sin embargo, los genes no nos programan para aprender a escribir, por muchas personas que veamos escribiendo. LENGUAJE Y PENSAMIENTO Decía Platón en El Sofista que “el pensamiento y el discurso son la misma cosa, pero ¿no le hemos puesto a uno de ellos, que consiste en el diálogo interior del alma consigo misma, el nombre de razonamiento?”. Sin embargo, ¿no hay veces que no hemos dicho lo que queríamos decir, o que no sabemos bien como expresar lo que queremos decir? También hay defectos y enfermedades cerebrales que afectan a la capacidad lingüística, pero no al razonamiento, y viceversa. Hablamos porque pensamos y pensamos porque hablamos y el lenguaje es el armazón sobre el que se construye el conocimiento, siendo las diferencias entre las lenguas son las que determinan las diferencias en los modos de pensar. Los mecanismos cerebrales subyacentes al lenguaje y al pensamiento tienen que estar entrelazados, aunque ignoramos en qué consisten y cómo interrelacionan. En cualquier caso, el lenguaje permite articular y representar el pensamiento, potenciando la inteligencia, el conocimiento y la capacidad de resolver problemas. Pesamos en el concepto de persona a través de la palabra persona. El lenguaje es el molde en el que entra el conocimiento de la realidad y la riqueza del lenguaje está condicionada por las necesidades reales y el mundo perceptivo en que nos movemos. Por ejemplo, lo árabes tienen 400 términos diferentes para designar al camello). No es posible, por tanto, el conocimiento al margen del lenguaje. El lenguaje organiza las impresiones que recibimos de la realidad a través de los conceptos universales y las categorías (causa, espacio, tiempo, cualidad, cantidad...) que según Aristóteles están en la realidad (realismo) y según Kant los pone el entendimiento “a priori” (previos a la experiencia) haciendo posible su conocimiento. Estas categorías serían como las 1 estanterías dónde vamos ordenando los libros (datos de la experiencia) para que puedan ser conocidos y comprendidos. Es la forma de testificar que un predicado pertenece a un sujeto porque dice algo de ese sujeto. Al decir que “todos los hombres son mortales” estamos aplicando una cualidad (mortal) a una substancia común (hombre) y decimos que se cumple siempre (totalidad). FUNCIONES DEL LENGUAJE Las funciones del lenguaje son básicamente tres: - Representativa. El lenguaje está en lugar de las cosas, denota, describe la realidad. - Expresiva. El lenguaje manifiesta los estados interiores del hablante. - Apelativa. Pretende provocar una reacción determinada en el receptor, influir en su conducta. DIMENSIONES DEL LENGUAJE HUMANO. El leguaje funciona como un código que tiene que ser conocido por el emisor y el receptor para que se produzca la comunicación. Así, unos pocos signos y sonidos permiten construir infinidad de mensajes. En todos los idiomas podemos distinguir tres dimensiones: - Dimensión sintáctica. La sintaxis nos indica el modo y el orden en que hay que colocar las palabras para que la frase pueda transmitir un mensaje. - Dimensión semántica. Se refiere al significado de las palabras en función de los usos que de la palabra hace la comunidad lingüística. - Dimensión pragmática. Se refiere a la relación entre los signos y los usuraos en función del contexto en que tiene lugar la comunicación. La transmisión de conocimiento implica comunicar de acuerdo con unas reglas sintácticas, semánticas, y pragmáticas. Si no se satisfacen se provocan errores u equívocos. Por ejemplo, en “no perro muerde tu me” hay errores sintácticos, en “la ballena está encima de la silla” hay errores semánticos y en “éste todavía está verde” necesitamos saber el contexto para interpretar su significado. Equívocos o malas interpretaciones se pueden producir en frases como “¿las preguntas del examen van a ser cortas?” o “este cuadro es de Picasso”. Para poder convertir la información en conocimiento hay que dominar las distintas dimensiones del leguaje. Así, la informática es una gran fuente de información, pero si no comprendo su contenido no se convierte en conocimiento. Como dice el filósofo Marina, “un burro delante de un ordenador, siempre será un burro”. LENGUAJE, CULTURA Y POLÍTICA. El lenguaje es algo vivo y social, de ahí que las Academias que fijan la norma, introduzcan términos en el diccionario que surgen en el habla de una determinada comunidad lingüística, o se introducen correcciones gramaticales. La capacidad que se le supone al lenguaje de trasmitir ideas sociales o políticas hace que se establezca un uso ¨políticamente correcto” evitando expresiones que puedan tener connotaciones raciones como “esto parece una merienda de negros”. Es España está especialmente vivo el debate sobre el plural genérico como “los alumnos” frente al que visibiliza lingüísticamente a las alumnas en “los/as alumnos/as” 2 El desarrollo o muerte de las lenguas va paralelo al desarrollo y auge de la comunidad que las habla. Desde el latín en el imperio romano hasta el inglés en la sociedad actual, pasando por el auge del chino, se explica desde la situación de dominio comercial, económico o militar de las sociedades que lo tienen como lengua materna. Por el contrario, lenguas minoritarias del tercer mundo sin apoyo económico y político, desaparecen constantemente con graves repercusiones culturales y etnográficas. Si bien las lenguas minoritarias merecen ser apoyadas como parte sustancial de la cultura de los pueblos, no es menos cierto que esas lenguas pueden ser empleadas políticamente como elemento diferenciador que separa más que une, que incomunica más que comunica, de ahí que la recuperación y la utilización de esas lenguas, y el papel que debe jugar en la educación aparezca a veces como un tema político controvertido. A diferencia de la primera lengua que, como ya vimos, se aprende de forma fácil y espontánea, las otras se aprenden de forma más lenta y laboriosa, quedando inscritas en zonas del cerebro distintas de la primera, de manera que ciertas hemorragias o accidentes pueden dar lugar a que se pierda una lengua, pero no la otra. FILOSOFÍA Y LENGUAJE EN WITTGENSTEIN El filósofo austriaco Wittgenstein, autor de obras como el Tractatus lógico- filosófico o Las investigaciones filosóficas es considerado como uno de los grandes estudiosos del lenguaje des siglo XX. Para Wittgenstein, los problemas de la filosofía vienen dados por un mal uso del lenguaje. Conocer bien el lenguaje es saber usarlo en diferentes contextos. Así, el lenguaje es como una caja de herramientas donde cada cosa sirve para una función y debemos saber dónde se encuentra. El ansia de conocer puede provocar “trampas” que son los pseudo-problemas filosóficos (Dios, esencia, libertad...). La filosofía no tiene un objeto concreto de conocimiento, como los saberes científicos; no es un saber sustantivo, sino que tiene la función de dilucidar, aclarar los usos del lenguaje, ya que este no es un espejo de la esencia del mundo – como diría Aristóteles-. Por ejemplo, si yo digo que conozco lo que siento estoy haciendo un mal uso de “conocer” que tiene un contenido: conozco algo, un objeto, un método de investigación pero no algo instantáneo, evanescente. Sólo podría decir que estoy sintiendo lo que siento, pero eso es una tautología, es como decir que como la comida. El lenguaje debe ser puesto a prueba y utilizado con rigor. Algunas frases de Wittgenstein que nos ayudan a conocer su pensamiento y que deben ser comentadas en clase son “los límites del lenguaje son los límites de mi mundo”, “de lo que no se puede hablar lo mejor es callarse”, “la filosofía debe ayudar a salir a la mosca de la botella” o “los problemas de la filosofía surgen cuando el lenguaje está de vacaciones”. 3