Principios de las Técnicas. Las técnicas básicas de bloqueo, golpe, ataque y pateo son el medio a través del cual el practicante de Karate-Do persigue su objetivo final. Aunque se requiera poco tiempo para aprenderlas, sul dominio completo es una búsqueda constante. El discípulo debe practicar con regularidad, con un máximo de concentración y esfuerzo en la ejecución de todos y cada uno de los movimientos. La forma correcta se relaciona íntimamente con los principios de física y fisiología. Los prerrequisitos para una forma correcta son: buen equilibrio, alto grado de estabilidad y orden en los movimientos de cada parte del cuerpo, puesto que los movimientos se realizan en sucesión rápida dentro de un periodo corto de tiempo. La fuerza se acumula con la velocidad. La fuerza muscular, por si sola, no habilitará al discípulo a que sobresalga en las artes militares. La fuerza del kime de una técnica de Karate básica se deriva de la concentración de la fuerza máxima al momento del impacto, y esto, a su vez, depende en gran parte de la velocidad del golpe. El golpe de un Karateka bien entrenado puede viajara a una velocidad de 13 m/s y generar una fuerza equivalente a 6800 Newton. La fuerza máxima es la concentración de la fuerza de todas las partes del cuerpo sobre el blanco, no solamente de los brazos y las pernas. Básicamente, la fuerza debe empezar en 0%, el clímax deberá ser 100% al momento del impacto, e inmediatamente regresar a 0%. La respiración no debe ser uniforme; debe cambiarse de acuerdo con las situaciones y coordinarse con la ejecución de una técnica. Kata. Las técnicas fundamentales del Karate, se combinan de manera lógica en los Katas. Desde tiempos remotos, las diversas Kata han sido la parte central del Karate, que han sido ideadas y perfeccionadas por antiguos maestros a través de largo entrenamiento y experiencia. Las Kata de las cuales cincuenta han llegado hasta hoy, pueden dividirse en dos grupos. Por una parte, se encuentran las que aparentemente son simples pero exhiben grandeza, compostura y dignidad. A través de la práctica de este tipo de Kata, los karatekas pueden desarrollar su físico, templar sus huesos y forjar músculos fuertes. El otro grupo es apropiado para la adquisición de reflejos rápidos y movimientos veloces. Se practican sin un oponente visible, debe tenerse en presente que es preciso deshacerse de enemigos que vienen de cuatro u ocho direcciones. Ya que las Kata contienen todos los elementos esenciales para ejercitar todo el cuerpo, son ideales para este propósito. La practica puede hacerse solo o en grupo, de acuerdo con su habilidad y sin importar la edad. A través de estos ejercicios formales, el karateka puede aprender el arte de defensa personal, que lo capacita para hacer frente a una situación peligrosa natural o que oportunamente se presente. Kumite. Kata y Kumite son como dos ruedas de una carreta. La Kata se aprende con objeto de aprender técnicas, ofensivas y defensivas, así como movimientos del cuerpo; al practicar de esta manera, el enemigo existe únicamente en el ojo de la mente. En el Kumite, dos hombres se encuentran frente a frente y muestran sus técnicas. De esta manera puede considerarse una aplicación de los principios fundamentales aprendidos en las Kata, y puede decirse que es un tipo de combate. En la antigüedad, el Karate se basaba casi exclusivamente en las Kata. En muy raras y contadas ocasiones se medía la fuerza de un puñetazo o bloqueo por lo que se conoce como kakedameshi. El Kumite básico, que se practicó por primera ocasión a fines de los años veintes, se estudió y refinó, y así se desarrollo el Jiyu Kumite (práctica de lucha libre). Hoy en día el Kumite se practica como forma de entrenamiento. Ya que el Kumite vino a existir únicamente tras su introducción en Japón es, hablando comparativamente, un nuevo especto de este arte de defensa personal. Así, tal como nuestros predecesores de antaño se empeñaron en perfeccionar las Kata, es la labor de los grandes maestros karatekas de hoy en día perfeccionar el Kumite hasta el mismo nivel de la Kata. Los tres tipos de Kumite son: Kumite Básico, Ippon Kumite y Jiyu Ippon Kumite . El Kumite básico es para el refinamiento de las técnicas básicas, teniendo presente el nivel de habilidad individual de cada estudiante. El Ippon Kumite estudia las técnicas ofensivas y defensivas, el entrenamiento en movimientos del cuerpo y el aprendizaje del maai (fijar distancia). Dentro del Jiyu Ippon Kumite no existe un arreglo previo de técnicas. A los contrincantes se les permite hacer uso libre de sus poderes mentales y físicos, pero el estudiante debe controlar estrictamente sus golpes y patadas. El contacto real con el blanco está estrictamente prohibido, de manera que el golpe debe pararse precisamente antes de que toque el punto vital del oponente. Un karateka bien entrenado puede hacer esto con facilidad, sin importar la fuerza con la que la técnica sea ejecutada.