El inicio de la escuela media: la tarea de enseñar y el anhelo de aprender Educar y contener, los desafíos docentes Los profesores afirman que, en un contexto social complejo, los estudiantes hoy necesitan ser comprendidos y estimulados Los pizarrones de los colegios secundarios porteños se poblaron ayer de palabras como "geografía", "literatura" o "matemática", y las voces de los jóvenes se entremezclaron con las de los profesores que pasaban lista y explicaban el programa de cada materia. También en las provincias de Santa Fe, Chubut y Jujuy empezaron las clases en las escuelas medias, por lo que se completa el inicio de este nivel en todo el país. En la ciudad, más de 98.000 chicos comenzaron ayer el secundario, en un año lectivo que encuentra a los docentes porteños ante el renovado y creciente desafío de entender las problemáticas y la cultura de los adolescentes, y generar un espacio de aprendizaje y contención. La tarea no es sencilla porque el contexto social es complejo, según expresaron a LA NACION profesores y directivos que ayer por la mañana volvieron a las aulas de los colegios públicos y privados de la ciudad. Sin embargo, los docentes iniciaron el ciclo escolar con optimismo frente a la tarea que tienen por delante. "El desafío actual en el secundario tiene dos aspectos esenciales: la posibilidad de incluir y que el alumno pueda terminar su 5° año", consideró Ana María Cadario, rectora del Normal N° 9. Y estimó: "Todo adolescente necesita que lo miren, que lo acompañen, que lo comprendan, y nosotros tenemos que estar alertas y atentos a eso. La sociedad actual es compleja y el adolescente no está apartado de ella, por lo cual su realidad también es compleja". Gloria Ascurra es profesora de matemática del mismo colegio y comentó su preocupación por la desintegración familiar y porque hay chicos que están mucho tiempo solos en sus casas. "[En consecuencia] la escuela tiene que cumplir roles que antes no tenía, como la contención", expresó. Consideró también que hay un problema de valores y que los padres son muy permisivos: "Si el profesor exige un poco más, los papás se quejan". Su colega Ivonne Trapani, también profesora de matemática y tutora, se desempeña en escuelas públicas y privadas, y está preocupada por la calidad de la educación. "Los docentes sentimos que la calidad de la escuela secundaria no está en primer plano y decae cada vez más", consideró. "Los chicos y los padres son emergentes de una realidad social difícil -estimó Jorge Firpo, profesor de historia-, como también los docentes que a veces por problemas salariales o por falta de materiales adecuados para trabajar sienten que no se realizan, todo lo cual tiende a la depresión de la calidad. De todas formas, cuando se abriga la carrera de la docencia, es por vocación; que existan momentos ingratos pasa por otro lado." La ciudad cuenta desde hace tiempo con tutores y psicopedagogos para un mejor seguimiento de los jóvenes, y dispuso hace cinco años la obligatoriedad del secundario. Daniela Fernández es psicopedagoga del Normal N° 9. "Trabajar en la escuela es un desafío porque implica dar conocimientos y ayudar en el desarrollo de la subjetividad del chico", dijo. Captar la atención El Colegio del Salvador abrió una vez más sus puertas con la misión de ofrecer calidad educativa y comprensión de las problemáticas de los jóvenes de hoy, según dicen sus autoridades. "El colegio busca profundizar cada vez más el nivel de exigencia académica. A su vez, por el impacto de los nuevos medios de comunicación, a los chicos les cuesta el esfuerzo y mantener la atención, y entonces los profesores tienen que elaborar estrategias para captarla", comentó Jorge Morando, coordinador pedagógico de la institución educativa. El docente destacó que, en ocasiones, los jóvenes no logran ver la significación que tiene el conocimiento y cuestionan su utilidad práctica. "Tenemos que transmitir valores que muchas veces van a contramano de lo que propone la sociedad, y por eso trabajamos mucho junto con las familias -explicó Morando. Un desafío educativo de estos tiempos es que los chicos aprendan a convivir en la diversidad en una sociedad que cada vez está más fragmentada." Por Laura Casanovas De la Redacción de LA NACION