El déficit atencional no afecta sólo a los niños Chile es uno de los países con más altos índice de este trastorno en la población adulta: cerca de uno de cada 10 chilenos presenta este problema, que afecta tanto sus relaciones personales como su eficiencia laboral. Una conferencia gratuita sobre el tema se dictará el 9 de abril en Coyhaique. ¿Comete con frecuencia errores por descuido al trabajar en tareas aburridas o difíciles? ¿Tiene dificultades para organizar su trabajo? ¿Evita o retrasa comenzar una tarea que requiera concentración? ¿Se distrae por la actividad o ruido a su alrededor? Éstas son sólo algunas de las situaciones con las que deben lidiar a diario las personas adultas que tienen déficit atencional. Un trastorno nada de excepcional en la realidad chilena. Chile es unos de los países con mayores índices de este trastorno, con una prevalencia aproximada de 15% en niños y 8% en adultos. Es decir, cerca de uno de cada 10 chilenos se ve afectado por este síndrome que se caracteriza porque la persona presenta dificultad para concentrarse, para rendir eficientemente y, en ocasiones, manifiesta intolerancia a la frustración, hiperactividad o impulsividad, explica el Doctor Jorge González, neurólogo y Jefe del Programa de Memoria de la Pontificia Universidad Católica de Chile. La manifestación de déficit atencional es diferente en niños que en adultos, pues en el contexto laboral, los adultos disimulan muchas veces su sintomatología. Quizás no se les vea corriendo por la oficina o saltando en los bancos de la universidad, pero a los adultos de sintomatología impulsiva- hiperactiva, también se les nota. Son los típicos compañeros de trabajo que buscan excusas para salir de una reunión, pues les incomoda permanecer sentados por mucho tiempo: van a la impresora, se preparan un café, salen a recibir una llamada. Habitual es también que no presten atención cuando otras personas hablan: miran involuntariamente para otros lados, consultan el reloj, interrumpen, no responden, cambian de tema. Eso les acarrea más de un mal rato en su vida laboral, familiar y social, pues suelen ser percibidos como indiferentes o insensibles. “Esto constituye un importante problema de salud pública si consideramos la mayor frecuencia de fracaso académico y familiar e incluso los mayores índices de abuso de drogas, promiscuidad, trastornos emocionales y accidentes, que esta entidad conlleva”, agrega el neurólogo. Afortunadamente, agrega, desde algunos años existen tratamientos eficaces para adultos, lo que ha permitido a numerosos pacientes mejorar en forma sustancial su calidad de vida a nivel personal y laboral. Lo fundamental es diagnosticar a tiempo. Algunos autores han señalado que un número elevado de estos pacientes presentarían un elevado índice de creatividad, poniendo como ejemplos a Leonardo da Vinci o Einstein. “El desafío entonces es ver cómo potenciar esta creatividad a través de un manejo integral y adecuado del problema”. Para hablar de este interesante tema, cada vez más visible en la sociedad actual, el doctor Jorge González, realizará una completa conferencia llamada “Trastorno por Déficit Atencional en el Adulto: entre la genialidad y la frustración”.