PFIP 2004 Adaptación de tecnologías para la preparación de vegetales frescos cortados estos consumidores, figuran los vegetales mínimamente procesados, productos con gran potencial en nuestro país. Las entidades inicialmente intervinientes en este proyecto son: la Universidad Nacional del Nordeste a través del Laboratorio de Tecnología Química dependiente de la FaCENA; su Unidad de Vinculación Tecnológica y la Cooperativa Frutihortícola Noreste Limitada como proveedores de materias primas. Posteriormente se incorporaron además la Asociación de Frutihorticultores, Granjeros de Producción no Tradicional y afines y el INTA Centro Regional Chaco-Formosa también como proveedores de material. A partir de los años 80, la población mundial empezó a tener conciencia acerca de la relevancia que tiene para la alimentación la ingesta de frutas y hortalizas frescas, situación que ha ido provocando modificaciones graduales en los hábitos alimentarios. Además, entre otros fenómenos socioeconómicos que han ocurrido últimamente, se observa que en ciertos sectores de la población se ha reducido el número de integrantes de la familia, ha aumentado el número de personas que viven solas y de hogares en donde ambos integrantes de la pareja trabajan fuera del mismo, lo cual ha provocado un cambio en el estilo de vida y en las preferencias alimenticias. El ritmo de vida actual de determinados segmentos de la población, los cuales tienen un nivel de actividad y ocupación alto, evidencian una menor disponibilidad de tiempo para las tareas domésticas, por lo que se tiende a utilizar alimentos preparados, precocidos, etc. Entre las alternativas que se pueden ofrecer para satisfacer las necesidades de A través de esta tecnología se ofrecen productos listos para usar, frescos, livianos, ricos en nutrientes, de fácil almacenamiento y que requieren poca manipulación posterior, lo cual incrementa su sanidad e higiene. El manejo de los vegetales frescos cortados tiene una problemática particular dado que se trata de tejidos “vivos” que siguen respirando y manteniendo su actividad metabólica. Son productos muy susceptibles a alteraciones fisicoquímicas y biológicas, por lo que tienen una corta vida útil. Esta puede prolongarse a 15-20 días para tejidos vegetativos, inflorescencias, raíces y tallos y alrededor de 5 a 7 días para los frutos a través del empleo de tecnologías apropiadas. Se los prepara mediante operaciones de lavado, pelado, corte, rebanado. Se utilizan agentes sanitizantes, antipardeantes, leves tratamientos térmicos, control de pH, y se los mantiene a temperaturas ligeramente por encima del punto de congelación envasados. Dos son los factores a tener en cuenta en el diseño de tecnologías de conservación de estos productos, su corta vida útil y la distancia entre las zonas de producción y los centros de consumo importantes. Tienen la ventaja de ser productos de fácil almacenado y transporte, uniformidad en la calidad organoléptica y seguridad higiénico-sanitaria. Por otra parte, están listos para el consumo (“ready to use”) y pueden ser ofrecidos tanto para la venta al detalle como mayorista (mercado institucional) con un mayor valor agregado que los vegetales enteros. La Micro Región Oriental Chaqueña zona productora de frutihortícolas, se dedica fundamentalmente a la comercialización de frutas y hortalizas enteras dirigida al mercado regional y hacia el resto del país, demandando este último la provisión de productos en carácter de ‘primicia’. No existe oferta de vegetales mínimamente procesados en la provincia del Chaco y este mercado se está expandiendo gradualmente en otras regiones, principalmente las de mayor densidad poblacional. El objetivo de este proyecto es ofrecer la adaptación y el desarrollo de tecnología para la elaboración de productos vegetales mínimamente procesados de importancia en la región Micro oriental Chaqueña. Se trata de un proyecto de 36 meses de duración. En primera instancia se trabajó con frutihortícolas en forma individual y se prevee seguir con la preparación de mezcla de vegetales destinados al consumo bajo la forma de sopas, ensaladas, platos especiales. Se buscan las condiciones óptimas de las diferentes operaciones requeridas para la elaboración: lavado, pelado, corte entre otras; se ensayan diversas tecnologías de conservación y almacenamiento del producto. Este proyecto finaliza con el diseño de las líneas de producción a escala industrial. Por otra parte, estas actividades son complementadas con un proceso sensibilización del público consumidor, tendientes a aumentar la aceptación de productos de estas características además del análisis de mercado. Desde el punto de vista regional, el desarrollo de este proyecto, permitirá aplicar tecnologías sencillas a la producción zonal, que implicará un incremento en la mano de obra y la posibilidad de expansión a otros mercados. Además, se podría asegurar el acceso a productos nutricionalmente importantes (las frutihortícolas aportan vitaminas, minerales, antioxidantes, fibra dietaria y agua) y de buena calidad higiénicosanitaria, con lo que se minimizarían los riesgos de enfermedades transmitidas por alimentos.