29/09/2003 VENTA DE DATOS SANITARIOS El descuido y mercadeo que hacen mutuas y clínicas privadas con los datos de sus clientes, que suelen acabar en manos de aseguradoras y empresas de rehabilitación, es otro grave indicio de las lagunas de aplicación de las leyes de protección de la intimidad. Esas normas son de obligado cumplimiento para todos, y no resulta suficiente que las respeten la sanidad pública y las grandes compañías de seguros. También la sanidad privada y las pequeñas aseguradoras deben atenerse a las reglas. Las facilidades que existen para almacenar y difundir la información sobre las dolencias de los ciudadanos y sobre los tratamientos que pueden convenirles han abierto en la práctica un mercado prohibido por la ley española: el de los archivos informáticos --con fines lucrativos-- sin autorización expresa del afectado. Si esa práctica ya es molesta en cuestiones ordinarias no esenciales, como la recepción de publicidad comercial, resulta delicadísima y grave cuando afecta a la intimidad de las personas con datos sobre su salud. Los poderes públicos tienen que salir de la ambigüedad y perseguir con severidad y sin tregua a quienes comercian con esos conocimientos. Y también deben garantizar que se borren todos los ficheros ilícitos. Clínicas y mutuas almacenan más información de la que necesitan y encima no la protegen debidamente Información facilitada por HELGUERO ASOCIADOS C/ Magallanes, 24 – 1º C 28015 Madrid Tfno. 902.440.003 www.protegemostusdatos.com 1