Autor: JUAN CARLOS ROSADO MADRID, Pág. 31 Jueves, 19/12/2002 El 'Gran hermano' laboral Las empresas están reforzando el control del uso de Internet y del correo electrónico por los empleados. El juego del Gran hermano ha provocado tal furor, que ya cuenta con una nueva variante en el mundo de las relaciones laborales. Las empresas están empezando a asumir el peligroso papel de vigilantes del uso que hacen sus empleados del correo electrónico y de Internet. Lo malo es que esta labor inspectora le está costando a más de un trabajador la nominación para el despido y, a veces, hasta la expulsión de la casa empresarial. Según un reciente informe realizado por la consultora PwC y la escuela de negocios IESE, el 45% de las compañías españolas supervisan la navegación de sus empleados por Internet, mientras que el 24% ejercen ese mismo control sobre el correo electrónico. El problema es que desarrollan esa vigilancia con "una falta de conocimiento acerca de los riesgos legales que conlleva una violación de la intimidad de sus empleados" , ya que "la práctica totalidad de estas empresas no cumplen los requisitos legales para ejercer la supervisión o no los conocen". Sin política escrita A esto hay que añadir que menos del 50% de las compañías cuentan con políticas escritas sobre el uso de estos medios, que han sido motivo de despido en el 3% de las empresas encuestadas y de algún tipo de sanción en el 10%. "La mayoría de ellas cree que es suficiente con las advertencias verbales sin darse cuenta de que la indefinición puede ser fuente de conflictos, al estar en juego la intimidad de los trabajadores", dice el profesor de Ética Joan Fontrodona, director del estudio. Para este profesor, está claro que "los empresarios tienen derecho a que el uso de esos recursos se haga en provecho de la empresa y no se pierda el tiempo, aunque el control no puede ir en detrimento de otros derechos de los empleados". También influye la "necesidad de evitar" las sanciones a las empresas por vulneración de normas sobre protección de datos o sobre mensajes publicitarios, que han sido prohibidos si no hay consentimiento expreso del receptor. El problema estriba, según el informe, en que existe en esta materia un "vacío legal" que está provocando la aparición de "prácticas que atentan contra el derecho a la privacidad". "Ante ese vacío, lo que hacen los tribunales es equiparar la inspección de los ordenadores de los empleados a la inspección de las taquillas de trabajo", apunta el abogado Javier Ribas, especialista en nuevas tecnologías. Causa justificada De ese modo, los requisitos para entrar en un ordenador son la concurrencia de una causa justificada, la existencia de una notificación previa o de una normativa interna aprobada por los trabajadores que lo Información facilitada por HELGUERO ASOCIADOS C/ Magallanes, 24 – 1º C 28015 Madrid Tfno. 902.440.003 www.protegemostusdatos.com 1 autorice y la presencia de representantes sindicales en la inspección. Ribas explica que la mayoría de los despidos declarados procedentes obedecen a un "uso excesivo de Internet para fines lúdicos o al envío por el correo electrónico de vídeos de gran tamaño con un contenido pornográfico". También recuerda el caso de una secretaria despedida por enviar las bases de datos de los clientes a su novio, que trabajaba en una empresa competidora. Los sindicatos están muy enojados con el "abuso" que cometen las empresas con la "propiedad" de los ordenadores. "Cada vez hay más sanciones y despidos porque las sentencias de los tribunales son contradictorias y las empresas actúan de mala fe", explica Josefa Solà, secretaria ejecutiva de UGT. "Estos temas se tienen que negociar en los convenios porque el derecho a la intimidad no admite renuncia", concluye Solà. Información facilitada por HELGUERO ASOCIADOS C/ Magallanes, 24 – 1º C 28015 Madrid Tfno. 902.440.003 www.protegemostusdatos.com 2