Fotocopiadoras - IES Francisco de Goya

Anuncio
Fotocopiadoras: ¡precaución!
Quienes empezamos a preparar nuestras clases y exámenes ayudados
por el papel de calco y dibujando a punzón sobre los clichés
multicopistas, sabemos mucho de las ventajas de la fotocopiadora.
Pero, como casi todo, también tiene sus "peros". Pueden ocasionar
riesgos serios para la salud si se utilizan frecuentemente sin tomar las
precauciones oportunas. Esto puede evitarse si se tienen en cuenta
los siguientes consejos.
Las fotocopiadoras tienden a crear en su entorno un campo
electrostático que satura el ambiente de partículas positivas, que
pueden ocasionar dolores de cabeza, náuseas, estrés o cansancio.
El olor ácido característico, si se respira habitualmente puede producir
molestias en la garganta y la llamada "anestesia olfática".
El tóner contiene negro de humo que cuando se calienta emite
monóxido de carbono, que si se acumula puede provocar dolor de
cabeza, somnolencia, mareos y en caso de mujer embarazada,
atraviesa la placenta afectando también al feto. Luego, es necesario
dispersarlo mediante ventilación para que no se acumule en mayor
concentración que 50 partes por millón (TLV-VLU).
El ozono es un gas con un olor ligeramente dulce que se produce por
las descargas eléctricas y los rayos ultravioletas de la fotocopiadora.
El ozono es muy positivo cuando está allá arriba en la estratosfera.
Pero aquí en la troposfera donde estamos respirando, el ozono es
altamente tóxico a partir de 0,1 ppm (TLV) y su dispersión es más
lenta cuando encuentra un ambiente húmedo y cálido. Nos puede
provocar dolor de cabeza, mareos o bronquitis. Ventilando, lo dejamos
escapar a zonas altas de la atmósfera desde donde nos protege de los
rayos ultravioletas solares.
Por todo ello, cuando su uso es frecuente, es obligado que estén
instaladas en un espacio bien ventilado. Teniendo en cuenta que en
algunos lugares de trabajo se aprovechan "rincones" sin ventanas
para su instalación, o están en el mismo recinto que el público, habrá
que asegurarse de que la ventilación forzada funcione siempre y bien.
Hay que mantener la tapa siempre cerrada durante el funcionamiento.
La luz ultravioleta, además de intervenir en la producción de ozono,
puede provocar efecto térmico sobre piel y córneas, ocasionando
irritación de los ojos. Si no es posible cerrar la tapa se deben utilizar
gafas protectoras y nunca mirar directamente los destellos.
Igualmente hay que lavarse bien las manos tras hacer las fotocopias
o, sobre todo, tras manipular en su interior. y, por supuesto, no fumar
ni comer durante la manipulación. Las partículas de tóner que se
adhieren a la piel son muy tóxicas, fundamentalmente en aparatos
antiguos que no están encapsulados. Se deben utilizar guantes para
cambiar de tóner.
Es imprescindible la realización de un mantenimiento regular del
equipo por personal cualificado, sustituyendo los cartuchos de tóner
cada 10.000 ó 20.000 copias (según instrucciones de fábrica) y nunca
arrojarlos a la basura, por ser altamente contaminantes.
Según estudios sobre las profesiones de mayor incidencia de eczema
profesional, el colectivo de profesionales de artes gráficas ocupaba el
tercer lugar en el ranking. La dermatitis eczematosa alérgica de
contacto es provocada por la aplicación sobre la superficie cutánea de
sustancias alergógenas. Además, existen gran variedad de sustancias
químicas en productos de consumo habitual, como medicamentos,
aditivos de alimentos, cosméticos, etcétera, que actúan como
sensibilizantes y que cuando se añaden a los alérgenos cotidianos o
del lugar de trabajo, potencian altamente su acción haciéndoles
susceptibles de sensibilizarse a cualquiera de las sustancias que
manejan y sufrir este tipo de reacciones cruzadas.
Área de Salud Laboral del sindicato STEE-EILAS
Descargar