Bebidas deportivas o agua? Qué debemos elegir para hidratarnos Existen muchas opciones para mantener hidratado a nuestro cuerpo, por eso, en función de la finalidad y de la actividad física que realicemos, te ayudaremos a elegir la alternativa correcta para una adecuada hidratación Existen algunas actividades que más allá de la pérdida de agua, ocasionan pérdidas de electrolitos por lo que, en estos casos, la sola ingesta de agua es insuficiente para reponernos después del ejercicio. Créditos: Carol Kohen (Getty Images) Foto 1 de 1 Más de la mitad de nuestro cuerpo está conformado por agua, por lo tanto, es imprescindible mantener una adecuada hidratación en todo momento del día, en todas las épocas del año y sea cual sea la actividad que realicemos. Lo más habitual cuando se realizan ejercicio físicos con regularidad es recurrir al agua o a alguna bebida isotónica que tanto se promueven para recuperarse tras el esfuerzo. Existen algunas actividades que más allá de la pérdida de agua, ocasionan pérdidas de electrolitos, por lo que en estos casos, la sola ingesta de agua es insuficiente para reponernos después del ejercicio. En cambio, para quienes realizan actividades de corta duración y de intensidad moderada, el sólo consumo de agua será suficiente para reponer las pérdidas ocasionadas por el sudor. Entonces, lo que hemos dicho hasta el momento se traduce en lo siguiente: • Para actividades intensas o de larga duración: lo recomendable es consumir bebidas isotónicas, ya que habitualmente se pierden durante el esfuerzo, además de líquidos, minerales, vitaminas y se reducen drásticamente las reservas de glucógeno. Por lo tanto, las bebidas isotónicas se pueden usar durante y después de la actividad para reponer las pérdidas y evitar hipoglucemias que nos impidan seguir con el entrenamiento, porque contienen azúcares simples de fácil absorción justamente con éste objetivo. • Para actividades de 1 a 2 horas de duración, de intensidad moderada o menor: por ejemplo para quienes asisten al gimnasio, no es conveniente hacer uso de las bebidas isotónicas, ya que lo único que lograremos es compensar el gasto calórico con la ingesta de algunos nutrientes que aportan calorías por medio de estas bebidas. Además, con agua es suficiente, ya que los fluidos corporales son los más afectados por la sudoración en este tipo de ejercicios. Lo que básicamente debemos comprender es que las bebidas isotónicas contribuyen en gran medida a retardar el desarrollo de la fatiga y evitar hipoglucemias, pero no en todos los casos son útiles ni necesarias. En cambio, en ambientes calurosos y realizando actividades de larga duración y gran intensidad, el agua será insuficiente y podríamos sufrir desequilibrios electrolíticos importantes a causa de las pérdidas mayores que ocasionan este tipo de ejercicios. Concluyendo, utilizar bebidas isotónicas cuando son necesarias y no en exceso, es lo ideal para prevenir un incremento significativo de las calorías de la dieta, así como de los gastos de nuestro bolsillo. No se trata de un líquido creado para ingerir a diario tal como si fuera agua, sino que tiene objetivos y finalidades específicas a las cuales debemos respetar. Por Gabriela Gottau