3. La Península Ibérica en la Edad Media: Al

Anuncio
3. La Península Ibérica en la Edad Media: Al-Ándalus.
3.1. Evolución política: Conquista, Emirato y Califato de Córdoba.
Cuando en el año 711 Tariq, al mando de 7.000 bereberes, cruzó el Estrecho de Gibraltar e inició la
conquista del Reino Visigodo dio comienzo un periodo de la historia de España conocido como AlÁndalus (nombre que dieron a la Península) que finalizó en 1492. Esta conquista hay que enmarcarla
en el proceso general de expansión del islam.
Los visigodos, debilitados por las continuas disputas internas, fueron derrotados en la Batalla de
Guadalete (711), en la que murió el rey Rodrigo. En muy poco tiempo los musulmanes controlaron la
mayor parte del territorio, la conquista encontró poca oposición, la mayor parte de los nobles visigodos
firmaron pactos de rendición que les permitieron conservar sus bienes y la mayoría de la población,
campesinos hispanorromanos, simplemente vio con indiferencia como unos señores: los visigodos, eran
sustituidos por otros: los árabes.
Desde el 714 hasta el 756 Al-Ándalus se convirtió en una provincia más del califato de Damasco. Ese
año llegó a la Península el único miembro de la familia Omeya que había sobrevivido a la matanza
organizada por los abassies, derrotó al gobernador y se autoproclamó emir independiente con el
nombre de Abd-al-Rahman I, aunque mantuvo la obediencia religiosa al califa. El emirato
independiente de Córdoba duró hasta el año 929 y fue un periodo de inestabilidad política con multitud
de conflictos (árabes contra bereberes, musulmanes contra cristianos,…). Esa situación se encontró
Abd-al-Rahman III cuando en el 912 alcanzó el poder, pero tras varias campañas militares controló
todo el territorio de Al-Ándalus e impuso tributos a los reinos cristianos del norte.
Ese poder político y militar unido a que su familia había tenido ese título, hizo que Abd-al-Rahman III
se proclamase califa, jefe político y religioso de todos los musulmanes. Aumentó su poder personal
sobre el gobierno y el de Al-Ándalus, que también controló el norte de África. El esplendor político y
económico se mantuvo durante el reinado de su sucesor, Al-Hakam II (961-976). Durante el reinado de
Hixam II (976-1013) el poder real lo ejerció su visir Al-Mansur, que practicó una política autoritaria, lo
más destacado fueron sus victoriosas expediciones militares contra los reinos cristianos del norte. A su
muerte ni sus sucesores ni el califa lograron restaurar el poder político centralizado en Córdoba y a
comienzos del s. XI el Califato se descompuso en una multitud de pequeños reinos.
Historia de España. Tema 3[Escribir texto]
Página 1
3.2. La crisis del siglo XI. Reinos de taifas e imperios norteafricanos.
En el año 1002 muere Almanzor y el califato de Córdoba entró en una profunda crisis debido a la
debilidad de los califas y la ambición de los hijos de Almanzor. Las diferentes ciudades, hasta una
treintena, se fueron declarando independientes hasta que en el año 1031 una asamblea de nobles
reunida en Córdoba declaró extinguido el califato.
Durante 60 años Al-Ándalus estuvo dividido en una serie de pequeños reinos independientes,
conocidos como taifas, con un proceso de conquistas de los más pequeños por los más poderosos
como Sevilla, Toledo o Granada. Los reinos de taifas vivieron una época de desarrollo económico y
esplendor cultural, a la par que de debilidad política y militar, debiendo pagar a los reinos cristianos
del norte un tributo (parias) a cambio de treguas.
En 1085 Alfonso VI de Castilla conquistó Toledo, lo que provocó una profunda conmoción ya que era
la primera gran ciudad que caía en manos cristianas y la frontera se trasladaba hacia el sur. Algunos
reyes, como el de Sevilla, pidieron ayuda al reino almorávide que dominaba el norte de África. Tras
derrotar a los cristianos en Zalaca, desde 1090 iniciaron la conquista de todo el territorio de AlÁndalus, en el que impusieron un mayor rigor religioso, lo que unido a una bajada de los impuestos
les hizo ganar el favor popular. La incapacidad para detener el avance cristiano, con derrotas como la
pérdida de Zaragoza (1118) y el ataque por el sur de otro pueblo norteafricano: los almohades, hizo
que en 1144 el imperio almorávide se hundiese.
Los almohades sustituyeron a los almorávides en el control de Al-Andalus, tras conquistar los
distintos reinos de taifas en que de nuevo se había dividido la España musulmana formaron un
imperio, con capital en Sevilla, que abarcaba además el norte de África, también eran de un gran
rigor religioso y durante más de medio siglo, con victorias militares como la de Alarcos (1195),
detuvieron la expansión de los reinos cristianos. La batalla de las Navas de Tolosa (1212) cambió la
tendencia, una coalición de reinos cristianos derrotó a los almohades y abrió el valle del
Guadalquivir a la conquista. Entre 1223 y 1248 cayeron en manos cristianas Valencia, Murcia, La
Mancha y una parte de Andalucía, incluidas 2 grandes ciudades: Córdoba (1236) y Sevilla (1248),
con lo que se ponía fin al imperio almohade.
A la expansión cristiana del s. XIII solo sobrevivió un estado musulmán: el Reino nazarí de Granada,
fundado por el emir Muhammad I, que controló un territorio que abarcaba aproximadamente las
actuales provincias de Málaga, Granada y Málaga. Pese a su debilidad militar, el reino nazarí se
mantuvo prácticamente intacto durante 2 siglos y medio gracias a los altos impuestos que pagaba a
Castilla; esto era posible gracias a unas prósperas agricultura y artesanía, además de un activo
comercio exterior. En la segunda mitad del s. XV las continuas disputas por el trono unidas al afán
expansionistas de los Reyes Católicos, facilitaron el fin de Al-Ándalus, que llegó el 2 enero de 1492
cuando Isabel y Fernando entraron en Granada.
Historia de España. Tema 3[Escribir texto]
Página 2
3.3. La organización económica y social.
1.- La organización económica.
La economía de Al-Ándalus se basaba en 3 pilares: la agricultura, la artesanía y el comercio.
La triada mediterránea: trigo, olivo y vid, siguió siendo la pieza fundamental de la agricultura , pero
los árabes introdujeron importantes innovaciones tanto en lo referido a las plantas, generalmente
procedentes de oriente (arroz, naranjos, limoneros o cultivos industriales como el algodón), como a
las técnicas de cultivo, especialmente la extensión del regadío gracias la construcción de norias,
acequias y albercas.
La producción artesanal era fundamentalmente urbana, tuvieron mucha importancia los talleres de
productos de lujo tales como la orfebrería, el vidrio y el trabajo del cuero, también destacaron los
textiles de lana, lino y seda, estos últimos vendían un producto, la seda, que fabricado con técnicas
importadas desde China alcanzaba altos precios en la Europa cristiana y en el entorno mediterráneo.
El comercio local se centraba en el mercado (zoco), en el que se comercializaban los productos
agrícolas, con un estricto control sobre calidades, pesos y medidas ejercido por un magistrado
llamado sahib al suk; la producción artesanal se vendía en los propios talleres. Además hubo un
activo comercio internacional en el que Al-Ándalus importaba de los reinos cristianos del norte
pieles y esclavos, además de maderas preciosas y especias de Oriente. A cambio exportaban frutos
secos, azafrán, pieles curtidas, tejidos de seda y paños de lana y lino.
La economía funcionó con un sistema monetario bimetálico de calidad, con monedas de oro (dinar)
y de plata (dirhem) completado con monedas de menor valor para los pequeños intercambios
comerciales.
2.- La organización social.
El criterio divisor fundamental de la sociedad andalusí fue la religión; así había musulmanes y no
musulmanes. Dentro de cada gran grupo había importantes diferencias sociales en función de la
riqueza. Los musulmanes estaban exentos de pagar los tributos personales y ocupaban todos los
cargos administrativos, militares o judiciales. Pero no todos los musulmanes tenían la misma
situación, la minoría de origen árabe formaba una aristocracia que controlaba una gran parte de la
riqueza y los principales cargos, más numerosos eran los bereberes, que fueron asentados en las
peores tierras dedicándose básicamente a la ganadería y la agricultura. La mayoría de los
musulmanes eran los muladíes, antiguos hispanovisigodos que se habían convertido al Islam y se
ocupaban fundamentalmente en la agricultura.
Los no musulmanes tenían que pagar impuestos personales y vivían preferentemente en las
ciudades, se dividían en: mozárabes (cristianos) y judíos. Los mozárabes inicialmente fueron muy
numerosos, pero las sucesivas conversiones al Islam y la huida hacia los reinos cristianos del norte
redujeron su número de manera drástica. Los judíos fueron siempre una pequeña minoría que vivía
encerrada en sus propios barrios (juderías), la ocupación más extendida era la artesanía.
El escalón inferior de la sociedad lo ocupaban los esclavos, muchos de origen europeo, que se solían
convertir al Islam con la esperanza de obtener la libertad.
Historia de España. Tema 3[Escribir texto]
Página 3
3.4. El legado cultural.
En la mayor parte de sus ocho siglos de existencia Al Ándalus vivió un desarrollo cultural muy
superior al de los reinos cristianos del norte, lo que ha provocado que nos haya dejado una herencia
muy rica.
El primer elemento clave de ese legado es el idioma, desde muy pronto el árabe se convirtió en la
lengua oficial y más tarde en la de uso general, pero conviviendo e influyéndose en ambos sentidos
con el latín vulgar y más tarde con las lenguas romances. El árabe permitió que una minoría culta
tuviese relaciones con centros intelectuales tan importantes como El Cairo, Damasco o Bagdad y que
llegasen a la península los conocimientos más avanzados de matemáticas (el sistema de numeración
que empleamos es de origen hindú, pero fue introducido en Europa gracias a los matemáticos árabes,
aunque en su difusión colaboró de manera importante el matemático italiano Fibonaci), medicina,
astronomía o agricultura. Herencia del uso del árabe y de su influencia son las aproximadamente
4000 palabras del castellano que tienen origen árabe.
La religión tuvo una gran influencia muy notable en la cultura, pero solo en contados periodos la
intolerancia religiosa influyó negativamente por lo que el ambiente de libertad ideológica ayudó al
progreso cultural y científico la mayor parte del tiempo.
El primer gran momento de esplendor cultural se vivió durante el califato de Córdoba, especialmente
bajo el reinado de Al Hakam II, que mandó construir escuelas y bibliotecas y favoreció la llegada a
Córdoba de intelectuales de todo el mundo islámico. Durante el periodo de los reinos de taifas los
gobernantes se preocupaban por el desarrollo cultural como forma de incrementar su prestigio ante
los súbditos y los rivales.
La figura intelectual más destacada de Al-Ándalus fue el médico y filósofo cordobés Averroes (s. XII),
que revitalizó el conocimiento de la figura de Aristóteles. También fue una figura destacada en la
filosofía y medicina medievales su discípulo, el judío cordobés Maimónides (s. XII). La figura literaria
de mayor importancia fue Ibn Hazn (s. XI), poeta cordobés autor de la obra titulada “El collar de la
paloma”.
Historia de España. Tema 3[Escribir texto]
Página 4
3.5. La mezquita y el palacio en el arte hispano-musulmán.
La arquitectura fue la principal realización del arte hispanomusulmán. Como los árabes no tenían
una tradición arquitectónica propia, habían sido nómadas en el desierto, tomaban elementos de
las culturas que conquistaban, así lo hicieron en la Península con las arquitecturas romanas y
visigodas fundamentalmente. Destacan 2 tipos de edificios, uno religioso: la mezquita y otro civil:
el palacio.
1.- La mezquita. En Al-Ándalus se construyeron muchas mezquitas, pero la más importante por
su tamaño y su calidad arquitectónica fue la Mezquita de Córdoba. Inició su construcción Abd-alRahman I, en la segunda mitad del s. VIII, aprovechando un templo visigodo, tuvo como modelo la
mezquita de Damasco y ya desde el principio se establecieron sus rasgos más singulares: a) la
doble arquería superpuesta, con un arco de herradura en la parte inferior y uno de medio punto en
la superior; b) la alternancia de dovelas de color blanco y rojo. El aumento del número de
musulmanes hizo necesarias varias ampliaciones, la de Abd-al-Rahman II a mediados del s. IX, la
de Al-Hakam II (962-966) que abarca la macsura y el mihrab con la decoración más rica a base de
mosaicos bizantinos. La última ampliación se llevó a cabo a finales del s. X, bajo el mandato de AlMansur; fue la de mayores dimensiones, pero también en la que se utilizaron materiales más
pobres.
2.-El palacio. A diferencia de las mezquitas que tenían un modelo, los palacios
hispanomusulmanes podían tener formas muy diversas. Sobresalen 2 palacios: el de Madinat-alZahra mandado construir en las afueras de Córdoba por Abd-al-Rahman III a mediados del s. X.
El otro gran palacio es La Alhambra, construido en varias fases a lo largo del s. XIV en una colina
que domina la ciudad de Granada. No se trata de un edificio si no de un conjunto de edificios con
distintas funciones, militares como la alcazaba o residenciales como el Cuarto de Comares o el
Cuarto de los Leones, ambos organizados en torno a patios. Los materiales son pobres: madera,
azulejos y yeso, pero con ellos consiguieron una gran riqueza decorativa en paredes y techos,
destacando las cúpulas de mocárabes y la fuente de los leones.
Historia de España. Tema 3[Escribir texto]
Página 5
Descargar