Lee el texto y subraya las ideas principales. LOS MEXICAS Según

Anuncio
Lee el texto y subraya las ideas principales.
LOS MEXICAS
Según la leyenda, los mexicas salieron de un lugar al norte del país llamado Aztlán (lugar de las garzas), de donde
deriva su nombre de aztecas con el que también se les conoce.
Desde ese lugar hicieron un largo recorrido buscando la señal que su dios Huitzilopochtli les había dado para
fundar su ciudad: un águila devorando una serpiente sobre un nopal.
En su peregrinar los acompañaba el sacerdote Tenoch. Durante su recorrido se detuvieron en varios lugares, se
alimentaban de la carne de los animales que cazaban y pescaban, así como raíces y frutas que recolectaban.
Los mexicas fueron la última tribu náhuatl en llegar al Valle de México; cuando lo hicieron, las mejores tierras ya
estaban pobladas, por lo cual tuvieron que en varios lugares como Chapultepec, Cunhuacán, Tizapán y otros, hasta
que encontraron la señal en el lago de Texcoco, que entonces pertenecía a los tecpanecas de Azcapotzalco.
En ese tiempo, el gobernante de Azcapotzalco permitió a los aztecas ocupar un islote con la condición de pagar
tributo. Establecidos los mexicas en el pequeño islote, se dedicaron a construir su ciudad que fundaron en el año de
1325.
Edificaron templos y palacios de piedra, también tenían un mercado o tianguis muy grande y surtido, el de
Tlatelolco.
El gobernante supremo era el Tlatoani o gran señor. El primer tlatoani fue Acamapichtli en el año de 1375; el
último fue Cuhautémoc, quien murió el 13 de agosto de 1521.
La nobleza estaba formada por los sacerdotes y militares quienes recibían el nombre de Pipiltin y vivían en los
palacios que estaban en el centro de la cuidad. Afuera habitaba la gente del pueblo, macehualtin, que eran artesanos,
agricultores, etcétera.
Cada calpulli debía entregar parte de sus productos al gobierno como tributo.
Los mexicas eran politeístas, adoraban al Sol, al que llamaban Huitzilopochtli; a Tláloc, dios de la lluvia; a
Quetzalcóatl, dios de la sabiduría; a Tezcatlipoca, dios de la noche; a Coatlicue, diosa de la tierra; Ehécatl, dios del
viento y otros más. A todos esos dioses les ofrecían sacrificios humanos.
Los aztecas comenzaban su educación en el hogar, los padres iniciaban a sus hijos en la religión, les enseñaban sus
costumbres, su propio oficio y a las niñas, las tareas domésticas. A los quince años podían ingresar a la escuela, en el
calmécac los hijos de los nobles se preparaban para ser sacerdotes, en el tepochcalli los jóvenes del pueblo se
entrenaban como guerreros.
Respecto a la educación de las mujeres, solamente las hijas de los nobles podían asistir al calmécac, donde se
preparaban como sacerdotisas.
El idioma de los mexicas era el náhuatl. Conocían la escritura jeroglífica, para ello, empleaban pequeños dibujos y
pinturas descriptivas. Escribían en pliegos de corteza de árboles llamados amates.
Su numeración era vigesimal; es decir, basado en el número veinte. Tenían dos calendarios: uno religioso y otro
civil en el que fijaban el año solar.
Los mexicas fueron grandes arquitectos, construyeron pirámides, palacios, templos, acueductos, calzadas,
etcétera; empleaban piedras, ramas, adobes, tepetate y cal.
Cultivaron las artes como la música, la escultura, la pintura y la danza.
Desarrollaron mucho las artesanías, trabajaron la piedra, la obsidiana, el hueso, la madera, los metales y las
plumas.
Los cultivos básicos eran el maíz, frijol, chile, maguey, algodón, árboles frutales y hortalizas.
El pueblo mexica era trabajador y organizado, pronto alcanzó un esplendor que no habían logrado las otras
tribus. La mayoría de los pueblos agricultores construían canales para llevar el agua a sus siembras, los mexicas
hicieron al revés, como el islote era pequeño y necesitaban mucho espacio para cultivar, decidieron llevar la tierra al
agua. Construyeron las chinampas con estacas de auhejote, varias tiras de pasto y lodo. Con ellas fueron rodeando el
islote y empezó a crecer una gran ciudad, Tenochtitlan, fundada en el año de 1325.
Sufrieron grandes penalidades para sobrevivir, por mucho tiempo soportaron la tiranía de los tecpanecas, hasta
que su cuarto tlatoani, Itzcóatl, ayudado por Nezahualcóyotl, gran señor de Texcoco, y el de Tacuba, formaron
alianzas y lograron independizarse, ganaron territorio y pronto superaron a sus vecinos.
Los mexicas sometieron a todos los pueblos del valle y les exigían tributos consistentes en alimentos, productos
como plumas y cacao, soldados y esclavos para sus sacrificios.
Los sucesores de Itcóatl engrandecieron la ciudad de Tenochtitlan, construyeron hermosos templos y
monumentos, diques y acueductos; realizaron grandes conquistas militares y extendieron sus dominios. En medio de
la ciudad se construyó el centro ceremonial, rodeado por un muro con esculturas en forma de serpiente. El edificio
más importante era el Templo Mayor, ahí se les rendía culto a Huitzilopochtli, dios de la guerra y a Tláloc.
Dios Tláloc
El Templo Mayor
Vista panorámica de la ciudad de Tenochtitlan.
Descargar