El Gabinete del Doctor Caligari Sinopsis Sentado en un banco del parque, Francis le cuenta su historia a un compañero: En la ciudad de Holstenwall, situada al norte de Alemania, aparece de repente una feria ambulante, y Francis convence a su amigo Alan, estudiante, para que vaya a verla con él. El Dr. Caligari, uno de los componentes de la feria, le pide a un empleado del Ayuntamiento que le consiga los permisos necesarios. El empleado se burla de él y al día siguiente aparece asesinado. Francis y Alan, que están en la feria, acuden a ver al Dr. Caligari y a su sonámbulo, Césare. Este lee a Alan su porvenir: vivirá hasta el amanecer. Al día siguiente Alan aparece muerto exactamente de la misma manera que el funcionario. Francis, que sospecha de Caligari lleva al padre de Jane, la mujer que ama, y que es médico de profesión, a que conozca a Césare, pero el doctor no logra encontrar nada raro. Francis continúa sus investigaciones y se dedica a vigilar a Caligari, sin saber que éste ha reemplazado a Césare por un muñeco, que descansa ahora en el féretro, mientras que el sonámbulo se dedica a cumplir las órdenes de su jefe. Enviado a matar a Jane, Césare decide raptarla y se ve perseguido por la familia de la joven. Cae finalmente agotado. La policía descubre el muñeco en el féretro, pero Caligari consigue escapar. Francis sigue a Caligari hasta un manicomio y, al entrar, descubre que es el director. A la noche siguiente, Francis y tres empleados del manicomio examinan los papeles del director y descubren un relato sobre un showman italiano del siglo XVIII llamado Caligari, que utilizaba a un sonámbulo, Césare, para matar a la gente. Francis enfrenta al director con el cadáver de Césare y el doctor es atado con una camisa de fuerza. Tras finalizar su relato, Francis vuelve al patio del manicomio en el que tanto él como Jane y Césare están internos. Aparece el director y Francis le ataca. Los enfermeros le reducen y el director dice que por fin se ha dado cuenta de que Francis le toma por Caligari, con lo que podrá curarle su locura. Antecedentes cinematográficos de Caligari Como primer antecedente en el campo cinematográfico podemos incluir la producción del pionero Georges Méliès. Sin este mago e ilusionista, no hubiese surgido Caligari. Méliès, precursor del primer trucaje en cine, de la sobreimpresión que probo por primera vez en La Cueva Maldita (1898), veía esta técnica como un fin en si mismo. En este sentido Caligari supero el fin, utilizando estas técnicas para contar una historia, es decir, la forma coincidía con el contenido. Pero en otro aspecto, la película de Wiene retoma la herencia del precursor francés ya que El Gabinete del Doctor Caligari se filmó en estudios cerrados, con decorados fijos, fabricados con un sentido escenoplástico. De alguna manera, Caligari revive el talento de Méliès pero retoma el cine-maqueta. Pero también Caligari tiene antecedentes más próximos a su salida a la luz en 1919. Una de las películas que influyó en su estética fue El estudiante de Praga (1913) de Paul Wegener y del danés Stellan Rye, drama del estudiante de Baldwin que por amor vende su imagen reflejada en espejos; y Golem (1914) de Paul Wegener y Henrik Galeen, antigua leyenda judía sobre un hombre de arcilla al que el rabino Loew consiguió infundir vida mediante una fórmula mágica. El romanticismo y su reflejo filosófico sobre la paradoja entre razón y misticismo, junto a un idealismo, han dominado la cultura alemana prevaleciendo esa influencia en la actualidad. La posibilidad de la imagen de un ser que viva en si misma, como si se tratara de otro, o sea la técnica del desdoblamiento, aparece como un tópico del cine y de la literatura alemana. Por otro lado, la inminencia de darle vida a algo inerte, convertir la materia muerta en materia viva a través de la especulación y manipulación científica que surge en El Golem, da el empuje inicial para el nacimiento de Caligari y junto a él se abre una puerta al género fantástico y maravilloso dentro del relato cinematográfico, que luego desencadenará en el policial, en el género de terror, en la ciencia-ficción y el futurismo. Aparece el concepto de lo siniestro. Éste se alza en lo familiar, en lo cotidiano y lo conocido, que se enrarece al surgir una actitud que iría contra el curso normal de lo vincular y de lo previsible. Entonces, lo familiar se vuelve amenazante, peligroso, una cárcel sin salida, como el vínculo entre el Dr. Caligari y el sonámbulo Césare. Pequeña explicación del film El argumento del Dr. Caligari fue imaginado por el poeta checo Hans Janowitz y por el austriaco Carl Mayer, y según escribe Kracauer, estuvo inspirado en un caso de criminalidad sexual acaecido en Hamburgo. El guión original narraba los estremecedores crímenes que cometía el médium Césare, bajo las órdenes hipnóticas del Dr. Caligari, el cual recorría las ferias de las ciudades alemanas mostrando a su sonámbulo, como si éste fuera un objeto. La idea de los guionistas era denunciar la criminal actuación de Estado alemán, que utilizó a sus súbditos durante la guerra como lo hacia Caligari con Césare. Propusieron el guión a Erich Pommer de la DeclaBioscop y uno de los puntuales del renacimiento del cine alemán, que a su vez lo ofreció al realizador Fritz Lang. Pero Lang encontró el asunto excesivamente truculento y Pommer encomendó su ejecución a Robert Wiene, un realizador de origen checoslovaco e hijo del actor Carl Wiene. Wiene tomó el guión y, a pesar de la protesta de sus autores, añadió dos nuevas escenas (una al principio y otra al final), que transformaron radicalmente el sentido de la narración, pues se convirtió en el relato cinematográfico de un loco que cree ver en el bondadoso director del manicomio en el que se halla, al temible Dr. Caligari. Es cierto que la escenografía, el decorado que conforman la estética, hablan del contenido del film: las chimeneas oblicuas, las ventanas flechiformes y con reminiscencia cubista pero sin buscar las simetrías sino que virando hacia la asimetría, no esta usado en función meramente ornamental sino que crea una atmósfera contaminada por lo amenazante, el sentido del peligro, provocando desde lo escenoplástico, un cuestionamiento a la razón cartesiana. El sujeto no está firme, equilibrado: Césare vaga por la feria de Holtenwall y su cuerpo se tambalea, tiembla, se dirige hacia un lugar pero su tránsito no es directo sino sinuoso, tiene un deseo que no puede llevar a cabo, es decir la razón, desde el punto de vista de la praxis, como discurso y método fracasa. A su vez surge la diversidad geométrica y esto es una vuelta a las esculturas primitivas, rasgos y trazos primarios, y al mismo tiempo surge una voluntad cubista y una ruptura de la perspectiva clásica ya que no se puede observar la película solamente desde un mismo punto de vista y desde un mismo plano, su estética revierte el sentido unívoco del espectador y determina una pérdida de la noción del tiempo en que transcurre el relato. Además, se asoma una relación entre la estética seudocubista y la estructura narrativa del film donde todo parece tratarse de un sueño de Francis. Si bien este personaje no está soñando, el relato de él considerado un "loco", bien podría tratarse de un sueño como le ocurre a Alicia en el país de las maravillas. Por otro lado, aparece otro tópico del romanticismo refinado y filosófico, Francis dice que no se detendrá hasta que descubra la verdad. Pensar en la verdad cuando hay fenómenos que no se pueden explicar resulta decepcionante. Francis quiere explicar con la razón, parámetro con el cual lo educaron y lo construyeron como sujeto social, algo que él siente que es misterioso. ¿Pero qué ocurre si una realidad que damos por verdadera, descubrimos, como le ocurre a Francis en su relato, que es aparente, ilusoria, irreal? ¿Hemos descubierto una mentira? Pues no. Quizá es la prueba de que no hay una sola verdad, como una sola realidad. O sea la verdad para fanáticos de la razón es sinónimo de "ser siempre", lo permanente es lo verdadero para los racionalistas, frente a lo cambiante. ¿No podríamos pensar acaso que a Francis lo conmociona ver que la realidad no es fija, que no hay una sola realidad?¿No puede haberse vuelto "loco" por quebrar un supuesto filosófico que era su forma de vida? Junto a la verdad, aparece la duda, vista como vacilación, como perplejidad, propia del espíritu romántico que reafirma la existencia de ese yo tan concéntrico pero que frustra al sujeto romántico-racionalista-expresionista porque se tiene que hacer cargo de los actos que comete. Por último, la búsqueda de la eternidad, es la temática recurrente del romanticismo que toma el expresionismo. La eternidad se pone de manifiesto por medio del suicidio como mecánica de permanencia. Y aquí nos encontramos con una diferencia entre el romanticismo y el expresionismo. El sujeto romántico se suicida para no presenciar su decadencia física, para no encontrarse con la vejez, es tanta la ansiedad que tiene por vivir que se mata en la espera por la muerte. En cambio, el sujeto expresionista es ingenuo y lo matan, de alguna manera se suicida por su ingenuidad latente. En Caligari, Alan pregunta: -¿Hasta cuando viviré? y Césare le responde: -Hasta el amanecer. Alan, obsesionado por la pérdida de la vida dejó sus manos en una criatura en tránsito que determinó con delirio que muera al amanecer. Esta es la última paradoja del expresionismo, es tan profunda la obsesión por vivir y el temor a la pérdida de la existencia, que la muerte acecha en cada esquina, debajo de la cama, en la calle, a través de una confesión o de la manera más misteriosa. Este film fue exhibido ininterrumpidamente en el mismo cine de París desde 1920 a 1927. Cineclub@salleurl.edu