EL MODELO ENERGÉTICO DEL PERÚ

Anuncio
Energía: sector clave pare el desarrollo
Formación para organizaciones sindicales
peruanas en desafíos y oportunidades hacia una
economía social y ambientalmente sostenible
EL MODELO ENERGÉTICO DEL PERÚ
La energía ha jugado un papel fundamental
en el crecimiento de la economía peruana
en los últimos años, siendo que entre el
2006 y el 2012 la producción de energía se
ha multiplicado por dos como consecuencia
del aumento de la demanda. De hecho, el
último informe del Foro Económico Mundial
sobre desarrollo energético ha puesto de
relieve que el sistema energético del Perú
se encuentra entre los primeros del mundo
en
relación
a
su
contribución
al
crecimiento económico del país.i
Sin embargo, crecimiento económico no es
equivalente a desarrollo, cuanto menos a
desarrollo sostenible. En este sentido, el
modelo energético del Perú es altamente
dependiente
de
recursos
fósiles,
especialmente petróleo y gas natural (y
sus derivados). En 2012, el 64,7% de la
producción primaria de energía procedía de
gas natural y sus líquidos derivados, y el
14,1% de petróleo crudo. A pesar del
potencial hidroeléctrico del país (muchas
veces localizado en zonas altamente
sensibles), sólo el 9,6% provenía de
energía hidráulica. El 11,65% restante
correspondería
a
las
biomasas
de
subsistencia
(leña,
bosta
y
yareta,
bagazo), el carbón mineral y la energía
solar,
siendo
ésta
completamente
marginal.ii
La matriz de generación de electricidad
continuaba en 2012 con predominio de
fuentes hidroeléctricas (55,5%), aunque
con una sensible disminución respecto al
72% de 2006, fundamentalmente por
aumento de la participación del gas
natural. La explotación de Camisea ha
supuesto en el Perú un cambio radical en
su matriz energética.
Fuente: Ministerio de Energía y Minas (MEM)
El inicio de esta explotación en 2004 habría
permitido atender el incremento de la
demanda y reducir la dependencia del
petróleo - del que se venía importando más
de la mitad - como principal fuente de
energía en favor del gas natural, que habría
sentado las bases de un nuevo modelo
energético basado en la explotación de un
recurso natural “barato”. El gas ha
permitido
precios
más
bajos
en
la
electricidad para la industria y una mayor
independencia energética del Perú. Por otro
lado, habría llevado a nuevo modelo
dependiente del gas, especialmente por
parte del sector eléctrico y de transporte
urbano.
Esta
concentración
de
la
dependencia del sistema energético peruano
en prácticamente una sola fuente de energía
(gas natural) - que además se obtiene de un
solo pozo de extracción (Camisea) - implica
una seria vulnerabilidad energética del
sistema.
Por otro lado, Perú cuenta con un gran
potencial para la generación de energías
renovables
no
convencionales,
especialmente energía solar en la sierra y
eólica en el norte. Sin embargo, aun cuando
existe desde hace cinco años el programa
“Nueva Matriz Energética Sostenible” financiado por Banco Interamericano de
Desarrollo y orientado a la diversificación de
la matriz energética contando con fuentes
renovables -, y a pesar del objetivo del
Ministerio de Energía y Minas de promover
las energías renovables a través de
subastas para su generación,iii a día de hoy
la participación de éstas en el sistema
energético peruano es insignificante.
Así pues, el sistema energético del Perú se
caracteriza por una alta y peligrosa
dependencia
de
los
hidrocarburos
(petróleo y gas), una clara disminución de
la participación de energía hidroeléctrica, y
la prácticamente total ausencia de fuentes
de energías renovables no convencionales,
también con un gran potencial que aún no
se ha sabido explotar.
COBERTURA Y POBREZA
ENERGÉTICA
Si bien de un tiempo a esta parte se ha
realizado un gran progreso en el ámbito de
la cobertura energética, en la actualidad
aún unos seis millones de personas
carecen de acceso a la electricidad.
La cobertura eléctrica a nivel nacional ha
pasado de ser del 54,9% en 1993 (un 77%
en áreas urbanas y sólo un 7,7% en áreas
rurales), a un 69% ya en el 2000 (23% en
áreas rurales), y finalmente a un 87,2%
en 2012, con una ampliación de la
cobertura de hasta el 63% en áreas
rurales.iv
Si bien son cifras alentadoras, todavía hoy
uno de cada tres peruanos carece de
acceso a la energía en áreas rurales, por lo
que aún queda trabajo por hacer para
lograr
una
cobertura
cercana
a
la
universal. En este sentido, otra cuestión
pendiente es la necesidad de ir más allá del
mero uso de la energía para iluminación y
uso doméstico y facilitar el desarrollo
productivo de las zonas más alejadas.
esto conlleva. La quema de combustibles
sólidos como la leña o el uso de bosta para
la cocción de alimentos contaminan el aire,
con un gran riesgo para la salud de las
personas. Otro efecto derivado es la
deforestación fruto de la gran cantidad de
combustibles fósiles (como la leña) que
requiere un hogar (2 toneladas por año).vii
IMPACTOS AMBIENTALES
El modelo energético imperante en el Perú
tiene claras implicaciones ambientales que
no pueden ser pasadas por alto. Los cada
vez más altos patrones de consumo y
demanda de energía - especialmente de la
actividad urbana e industrial - ligados a una
economía en pleno crecimiento, tienen como
consecuencia directa el aumento de la
contaminación
atmosférica
y
de
las
emisiones de Gases de Efecto Invernadero
(GEI). Esto se debe a que la producción
energética
en
el
Perú
se
basa
principalmente en uso de combustibles
fósiles (petróleo y gas natural).
El aumento de emisiones de GEI contribuye
al cambio climático, a cuyos impactos el
Perú es especialmente vulnerable por sus
condiciones geográficas y climáticas, y por
el predominio en su economía de sectores
sensibles al cambio climático, como la
agricultura, la energía y la pesca.
Dos medidas son fundamentales para paliar
el cambio climático: eficiencia energética,
que puede jugar un papel catalítico para
alcanzar reducciones significativas en las
emisiones, y energías renovables como una
opción para reducir emisiones sin afectar el
crecimiento económico.viii
Por otro lado, respecto a la calidad de la
cobertura, existe una clara y creciente
brecha entre las principales metrópolis de
Lima y Callao y el resto del país. Las
interrupciones de suministro son mayores
fuera de estas ciudades, lo que afecta
tanto a la calidad de vida de la población y
como a la competitividad de la industria.v
Por
otro
lado,
la
explotación
de
hidrocarburos en el país tiene como
consecuencia la contaminación de los cursos
de agua continentales y la deforestación. A
este respecto, 49 millones de las 70
millones de hectáreas de la Amazonia del
Perú (entre las que se encuentran áreas
naturales protegidas) han sido concedidas
para
actividades
de
exploración
y
explotación de hidrocarburos. Y cada año se
vienen perdiendo unas 150.000 hectáreas
de bosque en la Amazonía.ix
Finalmente, el hecho de que casi un tercio
de la población padezca de “pobreza
energética” implica que aún usan leña para
cocinar y velas o similares para iluminar la
vivienda,vi con los impactos negativos que
A esto hay que sumar que, fruto de la
explotación de petróleo especialmente en la
zona norte de la Amazonía, tienen lugar
esporádicamente derrames de petróleo, así
como el vertido en ríos de aguas de
formación
(agua
presente
en
los
yacimientos petroleros) en las que se
encuentran compuestos metálicos y sales
(como es el caso del río Corrientes).x
CUESTIONES LABORALES
El sector de la energía cubre los
trabajadores
de
la
extracción
de
hidrocarburos así como otros relacionados
con el suministro de electricidad.
Según
la
Encuesta
de
Demanda
Ocupacional realizada por el Ministerio de
Trabajo el sector de hidrocarburos es un
sector en expansión de contratación que
además
tiene
uno
de
las
mejores
retribuciones.
Se
calcula
que
el
subsector hidrocarburos llega a pagar
S/.3.434 en promedio a sus trabajadores.
Sin embargo, la tercerización en el sector
hidrocarburos es un fenómeno constante
en el sector. Dada la alta especialización
que exige la actividad petrolera es
necesario que algunas partes del proceso
productivo
se
encarguen
a
otras
empresas especializadas. Sin embargo, la
utilización de esta modalidad ha llegado a
copar la integridad del desarrollo de las
actividades de la cadena productiva.xi
Esta terciarización que ha visto el sector de
la energía en el Perú, no sólo ha afectado a
ámbitos de menor especialización como
mantenimiento o limpieza, sino que ha
invadido actividades de áreas técnicas
como la administración de personal y
nóminas e incluso de tecnologías de
información. Esto se habría dado junto a la
reducción de plantillas de trabajadores.xii
En el sector de la energía los trabajadores
del Perú se organizan por sindicatos de
rama (distribución, comercialización y
generación de energía). No obstante, las
negociaciones con las empresas no se
realizan
de
forma
colectiva,
sino
directamente entre los representantes de
la empresa y la sección sindical de la
misma. Esta forma separada de negociar
implica
que
se
obtienen
diferentes
beneficios en función del éxito de las
negociaciones y la relación entre empresa
y sindicato correspondiente, lo que explica
la diferenciación entre las condiciones
laborales de los trabajadores del sector (por
ejemplo, los trabajadores de las empresas
de generación tendrían mejores condiciones
laborales y más beneficios). Además, el
hecho que los procesos de negociación se
realicen en plazos de dos a tres años, limita
la capacidad de negociación sindical y
conlleva desventajas para los trabajadores,
y beneficia a las empresas.xiii
Con todo, entre 2012 y 2013 el número de
nuevos afiliados en el sector privado formal
aumentó en un 38,4% en la minería, y 50%
en el sector de la electricidad, gas y agua
(los sectores en los que más habría crecido
la afiliación después del de la construcción).
En cuanto a los convenios colectivos
registrados en 2012, ambos sectores se
encuentran entre los que más presentaron
(41 y 28 respectivamente).xiv
i
Luyo, Jaime. Desempeño económico, energético y ambiental
del Perú, 2013
ii
Ministerio de Energía y Minas. Balance Nacional de Energía,
2012
iii
Ministerio de Energía y Minas. Elaboración de la Nueva
Matriz Energética Sostenible y Evaluación Ambiental
Estratégica, como instrumentos de Planificación, 2012
iv
Ministerio de Energía y Minas. Plan Nacional de
Electrificación Rural. Periodo 2013-2022, 2012
v
Universidad de San Martín de Porres - Instituto del Perú.
Mercado eléctrico en el Perú: Balance de corto plazo y agenda
pendiente, 2013
vi
La República. Casi un tercio de la población del Perú aún
cocina con leña, 2012
vii
Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería
(Osinergmin). Acceso a la tecnología de las cocinas de
avanzada y la leña en las zonas rurales y su rol en la inclusión
energética en el Perú,
viii
PNUMA. Eficiencia en el uso de recursos en América
Latina, 2011
ix
ProNaturaleza - Fundación Peruana para la Conservación de
la Naturaleza. Amazonía Peruana en 2021. Explotación de
recursos naturales e infraestructuras: ¿Qué está pasando? ¿Qué
es lo que significan para el futuro?, 2009
x
Grupo de Trabajo Multisectorial - Preparación del Ministerio
del Ambiente (GTM). Diagnóstico Ambiental del Perú, 2008
xi
PLADES, 2011
xii
Tapia, Miguel. El outsourcing en el sector energético, 2005
xiii
Themis Castellanos y Limberg Chero. Calidad de
generación de Energía en el Perú: Estudios de caso de las
empresas transnacionales Endesa y SN Power (Informe
elaborado por encargo de PLADES), 2008
xiv
Oficina de Estadística del Ministerio de Trabajo y
Promoción del Empleo
Programa de formación a organizaciones sindicales peruanas promovido por Sustainlabour
y el PNUMA dentro de las iniciativas PAGE, Alianza de Acción por la Economía Verde.
Descargar