Nuestros alumnos y las Matemáticas AURORA CAMPUZANO / Experta en educación Profes.net El informe PISA publicado hace unos meses sobre los resultados de nuestros alumnos en matemáticas supuso un jarro de agua fría para nuestra Educación. Los análisis a posteriori siguen llegando. En esta ocasión la valoración procede de los miembros de la Comisión de Educación del Comité Español de Matemáticas; hacen un análisis de las posibles causas que nos han llevado a esos malos resultados y también una propuesta de futuro destinada a mejorar las cosas. La puntuación media en matemáticas de los estudiantes españoles en PISA fue de 485 sobre un valor medio de 500 puntos para los países de a OCDE, nos quedamos por debajo de Francia (511), pero por encima de USA (483) o Italia (468), países con "extraordinaria y centenaria tradición matemática. Otros datos importantes de la encuesta hacen referencia a las actitudes de los alumnos hacia esta área del conocimiento: el interés y la satisfacción por la asignatura, la motivación instrumental o la confianza en las propias destrezas. Y en todos los casos los españoles quedamos por debajo de la media. ¿Cuál es la lectura de estos datos? Los matemáticos españoles miembros del CEMAT hacen una primera valoración: las competencias examinadas no son el objeto principal de estudio en nuestras aulas. En otras palabras, a nuestros alumnos se les ha evaluado en una serie de competencias matemáticas que no resaltan en el currículo español y que se refieren a la resolución problemas en contextos familiares y situaciones cotidianas. Mientras tanto, lo que hace nuestro sistema educativo, en opinión de los miembros de la Comisión, es insistir demasiado en el dominio de conceptos formales y destrezas de cálculo, en detrimento de otro tipo de formación, más adecuada para preparar el camino hacia el mundo profesional. Pero los miembros del Comité Español de matemáticas evitan asignar responsabilidades. Dicen que " culpabilizar a los estudiantes y a los profesores de la situación que muestra el informe PISA es trivializar los resultados". Y piden una reflexión más profunda. Para empezar, resaltan que los datos obtenidos no evalúan tanto a los escolares como al rendimiento del sistema, y ponen de manifiesto el fracaso de nuestro sistema educativo y las enormes deficiencias estructurales que soporta. Las propuestas Los matemáticos reclaman una serie de cambios en nuestra política educativa -en nuestro sistema educativo- que consigan sacarnos del atolladero. Piden, por ejemplo, un Pacto de Estado sobre la educación obligatoria y en particular sobre la enseñanza de las matemáticas, que unifique criterios: "Desde mediados de los ochenta se han incrementado las discrepancias sobre finalidades educativas y prioridades en la formación de los ciudadanos. No tenemos un modelo estable y así es muy difícil que los rendimientos escolares mejoren". Reclaman, sobre todo, mejoras en la formación de los profesores de matemáticas de todos los niveles educativos. En secundaria, un plan de formación que "sea algo más que un conjunto desarticulado de consideraciones pedagógicas, retóricas y generales, que contemple los nuevos avances sobre el currículo de las matemáticas, la incorporación de las nuevas tecnologías y los modelos de aprendizaje basados en competencias (lo que evalúa precisamente el informe PISA). Y respecto a los profesores de primaria más de lo mismo, con un punto añadido de crítica. Dicen los miembros del Comité que en el plan de formación de profesores de primaria las matemáticas "brillan por su ausencia y denuncian que "muchos padres de este país ignoran que se puede enseñar matemáticas en la escuela primaria sin otros conocimientos de la materia que los obtenidos por el maestros hasta los 14 años". Los datos del informe PISA han sido un toque de atención que servirá, al menos, para mirar hacia delante. Este grupo de matemáticos cree que la dirección que llevamos no es la correcta y que hay que encontrar un modelo que haga recuperar a nuestros estudiantes la satisfacción por el dominio de las herramientas matemáticas y la autoestima por abordar y resolver problemas. Tendremos, entonces, parte del camino allanado.