EL AGUA ES VIDA “CUIDALA” Érase una vez, en un poblado del desierto del Sahara, había una niña que se llamaba Jadyu. Vivía en una choza con toda su familia, 4 hermanos que se llamaban Mohamed, Agdul, Ragib y Josué y dos hermanas llamadas Hamadlu y Pinehe. Sus padres Abdul y Sara eran muy pobres pero muy felices. Compartían la poca comida que había y todos ayudaban a sus padres a conseguir comida y agua para vivir. El padre era pastor y tenía cuatro cabras que casi no podía alimentar por la falta de alimentos y sobre todo porque el agua tenían que recogerla de un pozo a 10 kilómetros de su poblado. En el mes de marzo vino una gente a su poblado de un país que se llamaba España. Esta gente se reunió con todas las familias que tenía hijos y les pidieron que los dejaran ir de vacaciones a España para que conocieran otros lugares y otra forma de vivir. A algunas familias les dio miedo pero a los padres de Jadyu les pareció bien, aunque, por ser la primera vez, solo iría la hija mayor Jadyu de diez años. Cuando llegó julio, Jadyu y veinte niños más de su poblado se fueron a España, primero en autobús y luego en un avión. Todos iban muy nerviosos porque nunca habían salido de su poblado, y mucho menos habían visto un avión. En España llegaron a una ciudad llamada Córdoba. La gente decía que hacía mucho calor pero no tanto como en el desierto. Lo que más le llamó la atención a todos fue que por las calles de aquel poblado tan grande había como unas bañeras gigantes por los que corría el agua y que allí llamaban fuentes. Jadyu no se podía creer que allí aburriera tanta agua y que la desperdiciaran con lo difícil que era conseguirla en su país. Entonces contó a su familia de acogida como vivían en su poblado y entre todos le ayudaron para poder hacer allí un pozo y así tener una vida mejor. Jadyu siguió viniendo a España todos los veranos y, cuando se hizo mayor, se dedicó a contar su historia por muchos países para que todo el mundo supiera lo importante que es el agua para vivir. Con todo el dinero que ganó con las charlas, ayudó a todos los poblados de su país a hacer pozos para que la gente tuviese agua para vivir, alimentar los animales y regar los huertos.