La calle de las brujas Texto: Elisa Ramón Ilustraciones: José M.a Lavarello edebé 2 3 © del texto, Elisa Ramón, 2001 © de las ilustraciones, José M.a Lavarello, 2001 © Ed. Cast.: edebé, 2001 Paseo de San Juan Bosco, 62 08017 Barcelona www.edebe.com Directora de la colección: Reina Duarte. Diseño de las cubiertas: DMB&B. ISBN 84-236-5723-X Depósito Legal: B. 2105-2001 Impreso en España Printed in Spain EGS - Rosario, 2 - Barcelona No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La calle de las brujas era bastante rara. Sobre todo por la noche, cuando las casas se dibujaban a la luz de la luna. 4 5 En la calle de las brujas, vivían brujas de todas las razas y medidas. Ellas estaban muy orgullosas de su calle y por nada del mundo vivirían en otro lugar. 6 7 Eso mismo pensó Violeta cuando se mudó allí. Pero muy pronto, Violeta se dio cuenta de que sus vecinas eran unas chismosas. Fisgaban a todas horas. De lejos y de cerca. ¡Hasta asomaban la nariz dentro de su casa! 8 9 Además de chismosas, eran malas y envidiosas. Por eso, en seguida decidieron que Violeta no les gustaba ni pizca. No les gustaba que fuera más joven. Ni más alegre. Tampoco les gustaban sus medias amarillas. No les gustaba nada de nada. Las ganas de fastidiar a Violeta empezaron a chincharlas fuerte, como un ejército de pulgas. 10 11 Pronto comenzaron con sus bromas pesadas. Las vecinas se las ingeniaban para molestar a Violeta. Y aquella misma noche, Violeta se quedó sin tejado. Como Violeta tenía buen carácter, se armó de paciencia. No quería estar a malas con sus vecinas. Confiaba en que pronto se cansarían y la dejarían en paz.