Daniel Scioli Vicepresidente de la Nación Argentina Quiero darle la más cordial bienvenida a nuestro país y a la ciudad de Buenos Aires a todos los delegados y participantes de esta trigésimo cuarta Reunión Ordinaria de la Asamblea General de ALIDE. Deseo destacar el esfuerzo y la perseverancia de sus organizadores para llegar hoy aquí, tanto del Consejo Directivo de la Asociación y su Presidente, Licenciado William Hayden, como del Presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior, Dr. Arnaldo Bocco, quien conduce con gran profesionalismo esta institución encargada de abrir nuevas oportunidades de negocios para beneficio de los argentinos. Estamos aquí reunidos alrededor de un mismo propósito: avanzar hacia una mayor integración con crecimiento económico en Latinoamérica y el Caribe. Es con vistas a ese objetivo que el gobierno del Presidente Kirchner definió como ejes centrales de su gestión la producción y el empleo en el marco de la integración al mundo desde nuestra clara vocación regional. La primera decisión, de carácter netamente política, fue reconstruir la autoridad estatal para establecer desde allí un principio con alto consenso en nuestra sociedad: los instrumentos económicos y financieros deben estar orientados a lograr el desarrollo humano. Se trata de un aprendizaje fruto de una dolorosa experiencia: no existe posibilidad alguna de crecimiento sostenido cuando se invierten estos valores. Las prioridades de la Argentina y de América Latina son: superar el desempleo, la falta de infraestructura básica y el retraso educativo, mejorar los indicadores de salud y aumentar los niveles de seguridad ciudadana. No debemos perder de vista lo obvio en una región con más de 200 millones de pobres: el objetivo final de la economía es el bienestar de la comunidad. Queremos y necesitamos de instrumentos de financiación para el desarrollo, que nos ayuden a movilizar recursos para estimular a las Pymes, diversificar nuestra producción, alcanzar nuevos mercados, incorporar tecnologías y capacitar nuestra mano de obra. Buscamos ser competitivos económica y socialmente, porque la eficiencia no es un fin en sí mismo sino un medio para alcanzar una vida mejor. Nuestra región cuenta con una gran cantidad de emprendedores, muchos de los cuales requieren con urgencia de oportunidades financieras que les permitan desarrollar sus proyectos y materializar sus iniciativas. Nuestro deber y nuestro objetivo es estimularlos porque de su éxito depende el éxito de todos. La mejor política social es la que fomenta las condiciones para abrir fábricas y empresas viables que creen empleos genuinos. El crédito mejor otorgado es aquel que permite la multiplicación de las posibilidades a aquellos que las esperan desde hace años. Cuando los argentinos decimos al mundo que necesitamos crecer para regularizar nuestra situación es porque queremos confianza sobre bases distintas, más sólidas, permanentes. En cuanto a al deuda pública en cesación de pagos, como desde un principio, estamos actuando con total responsabilidad y buena fe. Hemos contratado a seis bancos locales e internacionales junto con los cuales estamos terminando de diseñar un menú de bonos atractivo, basado en la capacidad de pago sustentable. Una vez cumplidos los requisitos legales, haremos la propuesta final a los acreedores. Dejamos atrás una mentalidad financiera distorsionada, que impulsaba al Estado a acudir a los mercados internacionales para financiar gastos corrientes e improductivos e inauguramos una etapa basada en la disciplina fiscal que se mantendrá en el largo plazo. El país creció el 8,7 % del PBI en términos de PBI en el 2003, y hasta abril de 2004, se acumulan 24 meses de crecimiento. Entre marzo del 2002 y enero de 2004, el producto bruto industrial creció un 33%, que es el nivel más alto de los últimos tres años. Las economías regionales lideran el repunte. Esto se dio en un marco aún afectado por algunas de las consecuencias del derrumbe de diciembre de 2001. Los invito a pensar cuánto podemos alcanzar su recuperamos plenamente el crédito. Lograrlo es nuestra prioridad estratégica. Para consolidar este proceso sabemos que se requiere de reglas claras al servicio de un capitalismo serio y empresarios conscientes de su responsabilidad social. Marchamos hacia una economía con rostro humano y queremos que ustedes y todos nos ayuden a seguir avanzando en los resultados obtenidos. En el terreno social la caída del nivel de pobreza del 54.3% en octubre del 2002 al 43.2% al terminar el año 2003 señala una buena tendencia. Lo mismo se observa con los niveles de indigencia, que cayeron 7 puntos desde el pico de la crisis. Ambos indicadores, al igual que la tasa de empleo, acusan el impacto favorable de un proceso de crecimiento basado en la producción. Los temas que abordarán en cada uno de los paneles, especialmente los que serán considerados en los seminarios respecto al financiamiento de la agricultura, el comercio exterior, las micro, pequeñas y medianas empresas y la vivienda tienen una especial relevancia para nosotros. Todos ustedes saben de la importancia vital que tiene para la economía argentina la industria agroalimentaria. Ella, merced a las importantes inversiones, la innovación tecnológica y el espíritu emprendedor de nuestros productores ha desarrollado uno de los clusters más competitivos a nivel internacional a pesar de soportar la competencia desleal de las naciones más desarrolladas. Pudo hacerlo por su apuesta a la modernización, la revolución en los métodos de producción como la siembra directa el desarrollo de la biotecnología y el apoyo indispensable de la acción financiera y crediticia de ese orgullo de los argentinos que es el Banco de la Nación. Este, junto al Banco Provincia de Buenos Aires y al Banco Ciudad, demuestran los importantes aportes de la banca pública a la hora de financiar proyectos y su rol complementario con la banca privada. En este sentido, estamos llevando adelante un proceso licitatorio para adjudicar a distintas firmas consultoras, un proceso de eficientización de modo de acentuar los aportes mencionados. Quiero también reconocer el rol de la banca cooperativa, que tiene nuestro país un excelente exponente en la acción del Banco Credicoop. Les pido que durante estas jornadas sepan formular nuevas alternativas e instrumentos para ampliara el acceso a las pymes al crédito aprovechando el intercambio de experiencia con la prestigiosas instituciones de otros países aquí presentes. Particular importancia reviste el financiamiento de la vivienda, especialmente en un subcontinente donde el 40% de las mismas no garantizan las condiciones básicas para el desarrollo de una vida digna. Se trata de la posibilidad de cumplir con una responsabilidad social aprovechando a la vez una excelente oportunidad de extender la cartera de créditos con garantía hipotecaria y estimulando herramientas con gran potencial como el leasing. En un marco de estabilidad y confianza nuestra sociedad privilegia el acceso o el mejoramiento de su hogar. Estamos comprometidos con la reconstrucción de la seguridad jurídica, a partir del fortalecimiento institucional, marco imprescindible para el desarrollo de ese tipo de emprendimientos. Señoras y señores de la Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras para el Desarrollo: Tienen ustedes un rol fundamental en esta hora que vive la región. El desafío de alcanzar sociedades con inclusión social requiere de su participación. Cientos de miles de familias latinoamericanas, ansiosas de superar su situación actual y reinstalarse como pilares de desarrollo, esperan que nosotros sepamos desarrollar estrategias de manera sinérgica, para articular y fortalecer cadenas productivas que las tengan como protagonistas. Este siglo debe ser para nosotros el siglo del capital social, entendiendo como aquel que posibilita redes de cooperación entre el mundo financiero, productivo, universitario y el sector público. De este modo podremos sumar esfuerzos para respaldar la producción, crear empleo calificado, extender la enseñanza sobre la base de inteligencia aplicada y extender la infraestructura básica al conjunto de la población. No se trata de una utopía sino de una necesidad a la que debemos responder juntos. Nuestro país siempre se caracterizó por ser una tierra fecunda para los emprendedores. Inmigrantes y capitales de distintos países se asociaron a nosotros para generar el progreso social y económico que sorprendió y marcó una época. Hoy estamos comprometidos con la recreación de esa mística. Los invito a asociarse y a desarrollar nuevos negocios en la gran empresa que es la recuperación de Argentina. Muchas Gracias.