Lecciones de la Casen 2011 Lunes, 30 de Julio de 2012 09:58 Lo que la Casen nos dice es que no sólo basta crecer, sino cómo se crece, lo que implica inversiones crecientes en innovación, ciencia y tecnología, así como en recursos humanos, con más y mejor educación en el sistema educativo y en el proceso de formación continua de trabajadores. Por Clarisa Hardy, ex Ministra de Planificación UN ANALISIS desapasionado de los resultados preliminares entregados por la Casen 2011 deja algunas lecciones importantes. Si exceptuamos el 2009, año en que por primera vez se realiza la encuesta en medio de una recesión económica -la mayor desde los años 30 y que arrojó un incremento de la pobreza al 15,1%-, los resultados del 14,4% obtenidos el 2011 muestran mayor pobreza que el 2006. Por entonces, ésta alcanzaba el 13,7%, no obstante que en 2006 el ritmo de crecimiento de la economía era considerablemente inferior al 2011. Asimismo, si exceptuamos el 2009 -cuando, con economía estancada, pérdida de empleos y alza desmedida del precio de los alimentos, la distancia entre el 10% más rico y el 10% más pobre se elevó a 46 veces-, los resultados de la Casen 2011, con una distancia de 35,6 veces entre el 10% más rico y el 10% más pobre, reflejan el índice de concentración del ingreso más alto de los últimos 20 años. Es decir, habiéndose aplicado la última encuesta Casen 2011 en un momento de alto crecimiento económico y de empleo, tenemos que la pobreza es mayor a la del 2006, y la desigualdad es más alta que en toda la década del 90 y hasta el 2006. De modo que superada la severa crisis económica del 2008-2009, el país retoma la senda de reducción de pobreza 1/2 Lecciones de la Casen 2011 Lunes, 30 de Julio de 2012 09:58 que venía ocurriendo de manera sostenida desde 1990. Sin embargo, se advierte una lenta reducción de la pobreza, notoriamente desacoplada del mayor ritmo de crecimiento del país. Y, por otra parte, se aprecia, además, que la brecha en la distribución de los ingresos permanece irreductible. Como vemos, la economía ha crecido mucho más rápido que la reducción de la pobreza, y los empleos creados, que pudieron contribuir a que muchos hogares salieran de la extrema pobreza, no han permitido contar con ingresos suficientes como para impactar la brecha distributiva de los hogares. Estas dos evidencias debieran preocupar al gobierno, no sólo porque ante cualquier otra crisis económica los avances pudieran esfumarse con gran rapidez, sino también porque ponen en cuestión los fundamentos ideológicos de las actuales fuerzas políticas gobernantes y su visión del modelo de desarrollo. Lo que la Casen nos dice es que no sólo basta crecer, sino cómo se crece, lo que implica inversiones crecientes en innovación, ciencia y tecnología, así como en recursos humanos, con más y mejor educación en el sistema educativo y en el proceso de formación continua de trabajadores. Pero, además, nos dice que no sólo basta crear empleos, sino que se requieren empleos de calidad, socialmente protegidos y con mejores ingresos. Lo que implica una agenda de trabajo decente que supone reformas laborales pendientes. Y ambas condiciones son posibles si se promueve una reforma tributaria, cuya mayor carga y progresividad permitan contar con los recursos necesarios y avanzar efectivamente en la doble tarea de superar la pobreza y desigualdad. Cuestión que es factible si somos capaces de acordar, como país, un pacto fiscal por la equidad. Y tal pacto no parece posible de alcanzar si no abordamos las reformas políticas que permitan elevar su calidad, legitimidad y representatividad. 2/2