Abstract de nuestra ponencia en la mesa plenaria interdisciplinaria ¨Los padres como aliados¨ Los padres dentro de la escuela: ¿¨Aliados¨ o ¨Problemas agregados¨? Hablar de una escuela abierta, inclusiva, donde lo cooperativo estuviera presente entre todos los miembros de la comunidad: estudiantes, maestros y padres sonaba como algo raro, difícil de comprender en una década como la de los 90 donde el individualismo, el tener para ser y la pérdida de los valores esenciales, inundaban lo cotidiano. Hablar de una educación integral, sistémica, holística, fundada en la formación en valores humanos, no fue nada sencillo, pero sí constituyó para Armonía el mayor de sus desafíos. Fuertemente parados en esos ideales y habiendo aprendido de la experiencia que ¨la excelencia educativa comienza por hacer bien las pequeñas cosas¨, fuimos construyendo un estilo, una forma de hacer y caminar la escuela que, si bien seguramente llevó y lleva más trabajo por parte de todos los actores que cada día la transitamos, también deja resultados mucho más positivos a la hora de observar el crecimiento integral de los chicos, revisar nuestras prácticas y sentir el compromiso de toda la comunidad en su conjunto. Hoy, los que lideramos proyectos educativos, estamos en la aulas y desempeñamos algún rol docente, directivo o de investigación, debemos nutrirnos cada vez más de otras disciplinas, que nos ayuden a entender un poco más a ese niño que tenemos enfrente y a su familia que hoy queramos o no, empuja la puerta de la escuela con sus demandas, a veces pertinentes y muchas veces no. Que ellos, “Padres”, hayan estado desde un inicio en la constitución de nuestra escuela, que hayan participado del ideario fundante, de los valores compartidos como primordiales, da cuenta del lugar central que ocupan dentro de la organización y del sentimiento que habita en muchos de ellos respecto de sentir este espacio como propio. Da cuenta de un “ nosotros” actual del cual todos (familias y escuela) nos sentimos parte. Un “nosotros” en el cual, sin embargo, de lo que se trata es de ubicar y diferenciar las funciones que le competen a cada uno. Visualizar así la institución escuela, con sus protagonistas y sus historias, nos permitió comprender que un proyecto educativo está dirigido a dos destinatarios: los padres y los hijos. Y que, juntamente con los maestros, forman una trilogía interdependiente que entra y sale de ella todo el tiempo, formando o constituyendo la dinámica escolar. La dificultad, quizás a modo de competencia, que hemos encontrado en el vínculo entre padres y docentes, es la poca capacidad de salir del individualismo, es decir de descentrarse para integrarse en un proyecto en común, que tiene nada más ni nada menos, que a los chicos en el medio de esa relación. Cuando “pensamos” al padre con el que trabajamos en nuestra escuela, nos representamos a un sujeto comprometido. Comprometido con la identidad y los ideales básicos que invitamos a habitar, pero por sobre todo comprometido con la crianza de sus hijos. Ejercicio que, sin embargo, no se lleva a cabo sin deslices, falencias y, en el mejor de los casos, genuinas preguntas. La invitación, apoyada en la profunda convicción de la necesidad de encontrar a los padres en función, apunta a “encastrarnos” a partir de los huecos que cada institución (familia o escuela) presenta. Es desde esta posición de falta, del “no todo” que sentimos que alojamos a las familias. No convocamos al diálogo con la promesa de respuestas cerradas que hagan las veces de recetas infalibles, sino desde una actitud de escucha. Es la actitud de apertura a pensar juntos, lo que convoca al otro a un lugar de contención, de diálogo y de miradas compartidas. Cómo encontrarnos... Abrir las puertas de la escuela. Entrevistas individuales con cada familia. Otro formato para las Reuniones de Padres. Información y Comunicación. Abriendo espacios de diálogo e intercambio. Desayunos para Padres. Salas y Aulas Abiertas donde compartir actividades y proyectos. Inserción de los padres en ciertos Proyectos Institucionales y áulicos. De lo virtual a lo irremplazable de un café compartido. El camino hacia la confianza. La escuela como fuente inspiradora para toda la comunidad. La necesidad de la construcción de un equipo directivo para dar respuesta a las problemáticas de la escuela de hoy. Desarrollaremos cada uno de estos puntos con ejemplos prácticos que hacen a la cotidianeidad de nuestra escuela y que servirán seguramente para pensar cómo se puede construir un proyecto educativo donde los padres sean ¨verdaderos protagonistas¨. Sabemos que ¨enseñar¨ es hoy una tarea ardua, llena de interrogantes y de dificultades; pero también es una labor profundamente esperanzada, que hace que no cesemos jamás de reinventarnos y transformarnos. La clave para que sean más los encuentros que los desencuentros, tal vez radique en no ver a los padres como "problemas agregados" sino como un desafío tan importante como el que representa cada niño que entra a nuestras aulas. Bárbara Gelbaum Psicóloga Institucional Alejandra Antoniassi Fundadora Asesora Institucional Armonía Jardín de Infantes – Escuela Primaria A- 1260