Nuestro trabajo en América Latina Generated by CMS Made Simple Nuestro trabajo en América Latina Género y política: entrevista a la Senadora Isabel Allende 1. Usted ha vivido distintas fases, seguramente muy contrastantes, de la historia de los movimientos de mujeres y de las mujeres políticas en Chile. Desde esa perspectiva ¿cuáles considera que son los avances más valorables que ha dejado Michelle Bachelet durante su presidencia? Lo más importante de Michelle Bachelet es haber sido electa como la primera mujer que ha accedido a la Presidencia de la República de Chile. Este hecho tiene un peso simbólico que rompe una tradición cultural y política en un país como el nuestro, de una arraigada tradición machista. Además, junto a Cristina Fernández y Dilma Rousseff, muestra que las mujeres llegamos para quedarnos y ejercer el poder en América, y en otras regiones. En el ámbito de las políticas públicas, lo más relevante es la generación de un Sistema de Protección Social, impulsado por Bachelet, en donde el componente de género es fundamental para el mejoramiento de la calidad de vida de las mujeres y la efectiva búsqueda de condiciones de igualdad. En este sentido, en el Sistema se busca conjugar un objetivo de ciudadanía, a través de los derechos sociales y un objetivo de igualdad centrado en mejorar la situación de las mujeres. En ese contexto, los principales alcances del Sistema de Protección Social corresponden a la ampliación de la cobertura preescolar a través de salas cunas y jardines infantiles, incidiendo directamente en la mayor autonomía de las mujeres y en el aumento de su incorporación laboral. Estas medidas se expresan en los programas “Chile Crece Contigo” y en el “Sistema Integral de Protección a la Primera Infancia”. Si disponemos de una oferta de atención para nuestros hijos, podemos salir a trabajar y hacerlo con tranquilidad. La otra iniciativa central es la Reforma Previsional, que incluye al 60% de las mujeres de menos recursos, con más 65 años, que no tengan derecho a pensión en ningún régimen previsional, en este sentido se ha visibilizado y valorado las labores del hogar, que hace un gran aporte económico y social no sólo a las familias, sino también al país. Además, se asegura que la mayoría de las mujeres reciban una jubilación independientemente si han cotizado o no, unido a la entrega de un bono por hijo vivo, que complementa la pensión solidaria básica y que se extiende como derecho universal para todas las mujeres, independiente de su condición social. 2. Desde comienzos del año 2010 Chile está gobernado por una alianza liberal-conservadora. ¿Considera que esto puede implicar retrocesos en materia de políticas de género? Si fuera así, ¿en qué áreas o en qué ámbitos de la política percibe los mayores riesgos? La orientación ideológica conservadora de la derecha en el gobierno actual, puede implicar retrocesos en materia de políticas de género y hay que ir revisando muy certeramente las propuestas legales e iniciativas de políticas públicas que se tomen. Sin embargo, también es importante observar que dada la incorporación que los presidentes Lagos y Bachelet hicieron a sus gabinetes, hoy, el Presidente Piñera tiene cinco ministras mujeres, varias subsecretarias, intendentas y gobernadoras, como también jefas de servicios. Es decir, el concepto de paridad de Bachelet tuvo un impacto importante y es imposible que se eche pie atrás en ello. 1/3 Nuestro trabajo en América Latina Generated by CMS Made Simple El debate respecto al Post-natal así lo demuestra cuando un derecho universal, queda reducido sólo a las mujeres que tienen contrato y, por tanto, contrataciones previsionales, con un sueldo igual o inferior a menos de € 1.000. Sabemos que ese grupo de mujeres es menor, porque ya mencionamos las condiciones de precariedad laboral en que se encuentran la mayoría de las chilenas. De igual forma, esta situación tiende a perjudicar a aquellas mujeres que han alcanzado mejores posiciones profesionales, y por ende, desincentivan otra vez la incorporación laboral de las mujeres. Un botón de muestra fueron las desafortunadas expresiones que vimos por parte de la ex Directora de JUNAEB sobre el cuidado de los hijos o algunas similares alusiones de seremis con respecto a la vestimenta de las mujeres. Son demostraciones del conservadurismo de derecha que esperamos que no se instale en la agenda pública. De todas formas, la posición de la ciudadanía es mucho más liberal y más bien han tendido a hacer mofa, que a tomarse seriamente estos planteamientos. Probablemente en el marco de la legislación es donde más incidencia podamos observar, pero dadas la equivalencia de las fuerzas de la Concertación con la derecha, todo tendrá que concordarse y estoy cierta que los parlamentarios del conglomerado, como igualmente los representantes del PC y otros independientes, nos opondremos a cualquier intento por perder derechos adquiridos por las mujeres, con por ejemplo, la reducción del fuero maternal. Nos mantendremos alertas para denunciar lo que se produzca, y votaré en contra de toda iniciativa que tenga esa dirección. 3. Vinculado a la pregunta anterior, como senadora y dirigente del Partido Socialista ¿cuáles considera que son los principales desafíos para las mujeres políticas que en este periodo 2010-2014 forman parte de la oposición? El primer desafío es evitar que se produzcan retrocesos en lo alcanzado durante los 20 años de gobiernos de la Concertación, y asimismo, que avancemos en los temas pendientes. Lo paradójico ha sido hasta ahora, la posición “continuista” que ha querido marcar este nuevo gobierno, aunque otra cosa es cuando se lee “la letra chica” de los proyectos legales. Tres temas me parecen fundamentales para este período. El primero dice relación con los avances en materias laborales, dado que seguimos siendo el país de América con más bajas tasas de trabajadoras mujeres, sin las condiciones de un trabajo decente, como señala la OIT. La precariedad laboral a la que se enfrenta una gran mayoría de chilenas es sin contrato, sin previsión, y afecta siempre a las mujeres más pobres. De la misma manera, la diferencia entre los sueldos entre hombres y mujeres, por la misma tarea son entre 30% y 50% en Chile, demostrando claramente la mentalidad de nuestros empresarios. Un segundo tema relevante es la validación de los derechos de las mujeres, donde los organismos internacionales cumplen un rol relevante porque hay acuerdos e instrumentos que tenemos que cumplir, que están instalados en el debate global y que no podemos obviar, en el marco de articulación de los derechos humanos. En este sentido, los temas de género han ido adquiriendo relevancia en los debates estatales, académicos, en las propias organizaciones de mujeres, y también entre la ciudadanía. Sin embargo, el principal problema que tenemos es que aunque varias normas hayan sido ratificadas, en la práctica no se aplican, principalmente porque no contamos con la posibilidad de reclamar su exigibilidad y porque nos falta jurisprudencia para ello, por ejemplo, el Protocolo Facultativo de la CEDAW. El paradigma que pervive es más bien alusivo a la vulnerabilidad de las mujeres que a la igualdad de oportunidades. Asimismo, un tercer aspecto central es la participación política de las mujeres. Este es un problema no menor, ya que en la propia Concertación y entre las parlamentarias de nuestro conglomerado no hay unanimidad al respecto. La iniciativa de un proyecto de Ley de Cuotas que ha sido impulsada desde comienzos de la recuperación de la democracia nunca ha contado con los votos suficientes para su aprobación, e incluso cuando la propia ex Presidenta Bachelet la envío al Congreso en 2007. La gran mayoría de las experiencias internacionales demuestran la importancia de esta legislación para promover una efectiva participación de las mujeres. No podemos continuar con el discurso que “las mujeres deben acceder a estos cargos por sus propias capacidades” , como si solo las parlamentarias y dirigentas políticas actuales 2/3 Nuestro trabajo en América Latina Generated by CMS Made Simple fuéramos capaces. Esta situación se produce por las dificultades propias de un sistema político machista y discriminatorio, que tenemos que rectificar. De todas formas, aunque no contemos con los votos para ello, pienso que es importante que continuemos bregando en esta línea, para al menos generar mayor conciencia en la ciudadanía sobre esta necesidad, y también tenemos que terminar con el sistema binominal, porque afecta directamente la participación de las mujeres. Durante los 20 años de democracia en que gobernó la Concertación, se produjeron importantes avances para la participación de las mujeres y eso es innegable. Pero necesitamos de una mayor institucionalización de los diversos mecanismos para la equidad de género, de tal manera que no pongamos en riesgo los avances logrados. La participación de las mujeres es fundamental para mejorar la calidad de la política y la democracia. Print Return 3/3