6 LATERCERA Martes 3 de septiembre de 2013 País Matthei lanza medidas contra delincuencia COLUMNA Bachelet popular, Concertación impopular L A encuesta CEP confirmó que la gente quiere a Bachelet, pero rechaza a la Concertación. Como Bachelet y la Concertación son indivisibles, esta disociación anticipa tensiones entre el gobierno y la gente si Bachelet regresa a La Moneda. Pero también permite entender la estrategia electoral de la Concertación. Cambiar de nombre de Concertación a Nueva Mayoría- y personalizar la campaña en Bachelet son la forma en que esa coalición busca que el 17 de noviembre la gente vote por ella, olvidando que así también está votando para que la Concertación regrese al poder. Si hace 10 años el Presidente Lagos nos recordaba que las instituciones funcionaban, la Concertación hoy tiene sus fichas puestas en el personalismo. Los partidos que la componen y los rostros más emblemáticos de la coalición saben bien que su retorno al poder depende de la popularidad de su candidata. Más que representar una garantía de gobernabilidad y ser la base de los equipos de personas preparadas y aptas para gobernar, los partidos de la Concertación saben que constituyen un gigantesco pasivo electoral. Si en las primeras dos décadas de democracia la Concertación era una marca imbatible, hoy la estrategia electoral de la campaña de Bachelet apunta a minimizar el papel de su coalición y la influencia que ésta tendrá en su futuro gobierno. Mientras más aparezcan los rostros tradicionales de la Concertación en la foto junto a Bachelet, más dudas despertará en el electorado la idea de escogerla para que vuelva al poder. Para ganar, Bachelet debe esconder a su coalición. Para poder cumplir sus promesas y llevar adelante sus propuestas de transformaciones institucionales profundas, Bachelet necesitará de amplias mayorías en el Congreso. Si su coalición no logra numerosos doblajes, Bachelet enfrentará los mismos obstáculos institucionales que frustraron pasados intentos de reformas. Pero impulsar doblajes implica potenciar los rostros de candidatos concertacionistas que distan de tener la misma popularidad de Bachelet. Al pedir doblajes para la Nueva Mayoría, Bachelet se termina asociando a los mismos rostros que, de acuerdo a la encuesta CEP, producen alto rechazo en la población. La tensión que produce tener una candidata popular representando a una coalición impopular se evidencia en la alta intención de voto para Bachelet y el escaso entusiasmo que generan los postu- Por Patricio Navia lantes a senadores y diputados de la Nueva Mayoría. Pero esa tensión será todavía mayor cuando, en caso de ganar, Bachelet deba armar su equipo de gobierno y tenga que poner rostros a sus promesas de cambio y transformación. Entonces, la disociación entre una líder popular y su poco querido ejército desnudará la principal debilidad de la estrategia concertacionista para retornar al poder. Si bien la estrategia de esconderse detrás de la figura de Bachelet para ganar la elección parece estar produciendo buenos resultados para la Concertación, una vez en el gobierno resultará imposible mantenerse sumergidos bajo las faldas de Bachelet. Entonces, recién sabremos qué pesará más en esta singular mezcla de una líder enormemente popular y una Concertación altamente impopular. Académico de la UDP La candidata de la Alianza, Evelyn Matthei, presentó ayer un conjunto de medidas con la que espera combatir la delincuencia de llegar a La Moneda en 2014. En la oportunidad, criticó la postura de la oposición en materia de seguridad ciudadana, afirmando que “la Concertación se niega a hacer leyes más duras con los delincuentes, se niega a darle más facultades a Carabineros”. Matthei también se refirió a la crítica que su generalísimo, Joaquín Lavín, hizo el domingo sobre la labor del gobierno, cuando dijo que “estaba al debe en la lucha contra la delincuencia”. La abanderada dijo que si bien los resultados del Ejecutivo “han sido buenos”, “estos no son suficientes”. Apuntó, sin embargo, a jueces, fiscales y las leyes.b