“La importancia de la formación académica y capacitación tecnológica en el Traductor e Intérprete Profesional a nivel regional” Lección Inaugural en la Escuela de Ciencias Lingüísticas de la Universidad de San Carlos de Guatemala, por Dr. Alfonso Fuentes Soria Secretario General del Consejo Superior Universitario Centroamericano Día Lunes 24 de enero 2011 8:00 horas Salón Actos, Ed. M-2, USAC Contextualización En la historia del ser humano se sostiene que dos factores han sido claves para el desarrollo evolutivo del Homo sapiens: el Trabajo y el Lenguaje. Siempre se ha discutido sobre la génesis del lenguaje y su papel en el pensamiento, tanto si se considera un origen convencional o un origen onomatopéyico. El lenguaje no está al servicio ni de la razón pura, ni del arte puro, sino de la vida y sus necesidades; por eso nuestra poeta chilena Gabriela Mistral en 1945, decía: “El habla es la segunda posesión nuestra después del alma, y tal vez no tengamos ninguna otra posesión en este mundo.” En los albores del tercer milenio, son varios los desafíos que el traductor/intérprete profesional debe afrontar; muchos de ellos ligados al proceso de la globalización y fundamentalmente a los cambios que desde la segunda mitad del siglo pasado, se han venido realizando cada vez más vertiginosos a nivel de la ciencia, la tecnología, y sus impactos en todos los saberes, en lo político, lo económico, lo social, lo ambiental y cultural. Una civilización es una entidad cultural, el más elevado agrupamiento cultural de gente y el más amplio nivel de identidad cultural que la gente tiene aparte de todo aquello que distingue a los humanos de otras especies. Se define tanto por elementos objetivos comunes como la lengua, la historia, la religión, las costumbres, como por la autoidentificación subjetiva de la gente. Las lenguas, distinguen a los pueblos, son portadoras de su sistema de valores culturales, constituyen un elemento importante de la nacionalidad como concepto, y son factor unificador, tanto al interior de una nación multiestado como en la lengua árabe, por ejemplo, o al interior de un grupo de estados que comparten una misma lengua, como es el caso de América Latina. Por eso, algunos autores entienden la “globalización” como: el pasaje de identidades culturales tradicionales y modernas de base territorial, a otras modernas y posmodernas de carácter transterritorial. 1 Las identidades culturales de la globalización, en lo esencial, no se basan en comunicaciones orales y escritas, sino que operan mediante la producción industrial de la cultura, su comunicación tecnológica y el consumo diferido y segmentado de los bienes. En ese sentido, los países de la periferia –como los nuestros de la región centroamericana- están sometidos a un intenso bombardeo, por la vía de los medios masivos de comunicación y los flujos de bienes simbólicos, que generan nuevas actitudes y preferencias en los individuos y las comunidades. De lo anterior es fácil deducir que el lenguaje, en tanto forma principal de expresión del pensamiento y vehículo de la cultura, no podrá escapar a los efectos del fenómeno de la globalización. La historia ha demostrado que las lenguas cambian y que la evolución es inconsciente, colectiva, y producto del instinto de sociabilidad del ser humano y sus necesidades; sin embargo, ahora no sólo tenemos el instinto natural de sociabilidad del ser humano que, junto con sus necesidades origina y transmuta los distintos idiomas, sino que se constata un marcado interés consciente e intencional de lograr modelos unificados de pensamiento, esta vez, a escala mundial y mediante un avance tecnológico sin precedentes. Si la globalización continúa su marcha actual predominante, podría pensarse que nuestro futuro lingüístico, ante realidades y necesidades globalizadas, sería el del idioma universal tantas veces soñado por filósofos y pensadores, como Leibniz en el siglo XVII y el planteamiento del Esperanto de Lazarus Zamenhof (1887). Los Desafíos para el Traductor e Intérprete Profesional Advirtiendo que la virtualización de los medios educativos y su uso intensivo en los procesos de enseñanza-aprendizaje tenderá a crecer aceleradamente, cobra enorme importancia el papel de la educación superior en la formación de profesionales con juicio crítico y estructuras de pensamiento capaces de transformar la información en conocimiento, para el buen ejercicio de sus profesiones y liderazgo en los sectores público y privado. Los Traductores e Intérpretes deben poseer una sólida formación a nivel de cultura general y en el campo específico de su profesión que incluye el dominio de habilidades y destrezas respecto a las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs). Las TICs a su vez deben tener un sistema de estricto control de la calidad para ser una herramienta positiva de expansión geográfica y temporal del proceso de enseñanza aprendizaje. Cada vez las lenguas interactúan más frecuentemente con los procesos de la globalización. Son cada vez más los préstamos, asimilaciones, calcos o adaptaciones que se hacen, influidos sobre todo por el idioma inglés; y son cada vez más las personas que utilizan más de un idioma en un mismo discurso, (por ejemplo los discursos en la Asamblea de la Organización Universitaria Interamericana -OUI- se escriben y disertan 2 con párrafos en inglés, francés, portugués y español), o bien los discursos son traducidos simultáneamente a más de un idioma en conferencias internacionales, en procesos judiciales, en el entorno transnacional empresarial público y privado, entre otros ambientes. Este es el campo de la industria del lenguaje. La industria del lenguaje es el sector de actividad dedicado al diseño, producción y mercadeo de herramientas, productos o servicios relacionados con el procesamiento de lenguajes. Es parte de la industria de las tecnologías de la información, pero también abreva en campos, como la lingüística, lexicografía, lingüística computacional, entre otros. La moderna industria del lenguaje se ha desarrollado a gran velocidad, gracias a internet. Los logros de la industria incluyen la capacidad de procesar grandes volúmenes de textos y producir traducciones a varios idiomas; es común hoy en día que un cliente espere disponer, por ejemplo, de cien mil palabras traducidas a diez idiomas en tan sólo dos semanas. Esto, a su vez, ha planteado nuevos desafíos respecto de la actividad tradicional del traductor, en particular, la gestión de calidad. Existen nuevos estándares de calidad en traducción, como la norma EN 15038 en Europa y la ASTM F2575-06 en los Estados Unidos. Otro factor clave ha sido el desarrollo de herramientas de traducción asistida por computadora (abreviatura TAO o CAT), que se sirven de memorias de traducción, alineadores y extractores de terminología; programas como Trados, Transit, Wordfast, SDLX, Passolo, DejaVu, OmegaT, etc. son muy populares entre los traductores. Los recursos humanos en traducción también son de muy diverso nivel; internet ha reunido traductores profesionales, estudiantes, docentes de lenguas y profesionales procedentes de diversas disciplinas, todos ofreciendo servicios de traducción. Un campo de investigación en este contexto incluye la posibilidad de llegar al pleno reemplazo de la traducción humana por traducción automática. Sin embargo, -como ustedes mejor que yo saben- coordinar un proyecto de traducción supone, además de los aspectos técnicos, tener en cuenta que se está interactuando con un grupo humano, en el que se debe generar una interdependencia en el trabajo. Como en todo grupo, a veces hay desigualdad en los conocimientos. Esto representa un desafío y una ventaja, ya que se aprende mucho al participar. Me parece que acá existe una gran oportunidad para el estudiante de esta profesión, al involucrarlo en procesos reales de traducción, desde el momento en que comienzan a traducir las primeras palabras hasta que hacen la entrega final del trabajo. Por una parte, aprenden a traducir mejor corrigiendo y corrigiéndose. A esto se le suma la práctica en el uso de las TIC y la interacción con el grupo. Lo anterior nos hace pensar que las TIC, además de servir como herramientas de trabajo, actúan como elementos de relación social. Sin embargo, no podemos dejar de mencionar su aspecto negativo como generadoras de una brecha que excluye al que no sabe manejarlas, no las tiene o no las conoce. 3 Para finalizar, nos parece que la Escuela de Ciencias Lingüísticas, debe jugar un rol estratégico en los procesos de la Internacionalización de la Educación Superior en nuestra Alma Mater. Incidir y apoyar para que todas las carreras incluyan en su estructura curricular el dominio de un idioma extranjero como el inglés. Los futuros profesionales no deberían graduarse si no dominan el idioma inglés, ya que para insertarse en el mundo del trabajo o para continuar estudios de posgrado, cualquier universidad tiende ser más exigente con este requisito. Muchas Gracias. 4