LA ÉTICA PROTESTANTE Y EL ESPIRITU DEL CAPITALISMO. MAX WEBER. Cuando se pasa revista a las estadísticas profesionales de aquellos países en los que existen diversas concepciones religiosas, suele ponerse de relieve con notable frecuencia un fenómeno: el carácter eminentemente protestante tanto en la propiedad y empresas capitalistas, como de las esferas superiores en las clases trabajadoras. ¿Cuál es la causa? El hecho obedece a que a motivos históricos, que tienen sus raíces en el pasado, y en los que la adscripción a una determinada confesión religiosa no aparece como causa de fenómenos económicos, sino más bien como consecuencia de los mismos. Es posible comprender la mayor participación de los protestantes en la posesión del capital y en la dirección de la moderna economía como consecuencia de la mejor posición económica que han sabido mantener en el transcurso del tiempo. La menor participación de los católicos en el moderno capitalismo en alemán resulta más chocante, cuando el contradice en una experiencia que se da en todo tiempo, a saber: Que en las minorías nacionales, ambiciosas que se contrapone en, suelen lanzarse decididas a la actividad industrial, que permite a sus miembros más dotados satisfacer una ambición que no pueden colmar sirviendo al estado. El concepto de "espíritu del capitalismo" no puede definirse como un fenómeno cuya significación radica en su peculiaridad individual, sino que, tiene que con ponerse en o reconstruirse con distintos elementos tomados en la realidad histórica. La ganancia no es un medio para la satisfacción de necesidades vitales materiales del hombre, sino que más bien este debe adquirir, porque tal es el fin de su vida. Para el común sentir de las gentes, esto constituye una "inversión" antinatural de la relación entre el hombre y el dinero; para el capitalismo, empero, ella es algo tan evidente y natural, como extraña para el hombre no rozado por su hálito El capitalismo actual, educa y crea por la vía de la selección económica con los objetos que necesita. Saltan a la vista los límites del concepto de "selección" como medio de explicar los fenómenos históricos. El capitalismo actual contenido a numerosos adversarios, el 1º contra el que tuvo que luchar fuerte aquella especie de mentalidad y de conducta que se puede designar como "tradicionalismo". El tradicionalismo: lo que el hombre quiere "por naturaleza" no es ganar más y más dinero, sino vivir pura y simplemente, como siempre ha vivido, y ganar lo necesario para seguir viviendo. Cabe vez que el moderno capitalismo intentó acrecentar la "productividad" del trabajo humano aumentando su intensidad, hubo de tropezar con la tenaz resistencia de éste leiv motiv precapitalista, con el que siguen luchando a un hoy en proporción directa del "retraso" en que se halla la clase trabajadora. Desde un punto de vista comercial, el salario bajo como base de desenvolvimiento capitalista fracasa siempre que se trataba de conseguir productos que exigen un trabajo cualificado, o bien el empleo de máquinas costosas y fácilmente no utilizables, sin pericia del que los maneja, o, en general, un mayor esfuerzo de la atención y una mayor iniciativa. El tipo ideal de empresario capitalista posee el sentimiento irracional de "cumplir buenamente en su profesión". La "concepción del mundo" va determinada por la situación de los intereses politico−comerciales y politico−sociales. Quien no adapta su conducta práctica a las condiciones del éxito capitalista, se hunde o no asciende demasiado, en una época donde el moderno capitalismo ya ha triunfado. 1 El "racionalismo" es un concepto histórico, que encierra un mundo de contradicciones, y necesitamos investigar de que espíritu es hijo aquella forma concreta del pensamiento y la vida " racionales" que dio origen a la idea de "profesión" y a la dedicación abnegada al trabajo profesional, que era y sigue siendo uno de los elementos característicos de nuestra civilización capitalista. Es evidente que en la palabra alemana "profesión", como quizás más claramente aún en la inglesa calling, hay cuando menos una reminiscencia religiosa: la idea de una misión impuesta por Dios. En su sentido actual la palabra nació precisamente de traducciones de la Biblia, y no del espíritu del texto original, sino precisamente del espíritu del traductor. Lutero estimaba que el trabajo en el mundo, pertenece al orden de la materia, siendo como fundamento natural indispensable de la vida prodigiosa, no susceptible de valoración ética. Lo propio y específico de la Reforma, en contraste con la concepción católica, es el haber acentuado el matiz ético y aumentado la prima religiosa concedida al trabajo en el mundo y racionalizado en profesión. El tradicionalismo económico es resultado de la indiferencia paulina, es fruto más tarde de la creencia cada vez más fuerte en la predestinación, que identifica la obediencia incondicional de los preceptos divinos y la incondicional resignación con el puesto en que cada cual se encuentra situado en el mundo. El concepto de profesión mantuvo todavía en Lutero un carácter tradicionalista. Profesión es aquello que el hombre ha de aceptar por que la providencia se lo envía, y esta idea de terminar la consideración del trabajo profesional como misión, como la misión impuesta por Dios al hombre. Este tesis doctrinaria sólo había podido hacer por influencia de la Reforma, con lo que el capitalismo seria producto de la misma. En primer término, hay formas importantes de economía capitalista que son notoriamente anteriores a la Reforma, y ya este hecho desmiente aquella crisis. Dada la variedad de recíprocas influencias tendrían los fundamentos materiales, las formas de organización político−social y el contenido espiritual de las distintas épocas de la reforma, la investigación habrá de concretarse en saber si existen ciertas afinidades electivas entre la fe y la ética profesional. Los ponentes en tanteos históricos del protestantismo ascético son fundamentalmente cuatro: 1º el calvinismo, en la forma que adoptó en los principales países del occidente europeo en que dominó, principalmente en el siglo XVII 2º el pietismo, vio la luz por primera vez en el seno del calvinismo inglés y singularmente del holandés, y a través de transiciones quedó unido a la ortodoxia y más tarde se incorporó al Luteranismo en parte por razones dogmáticas. 3º el metodismo, nació hacia la mitad del siglo XVIII dentro de la iglesia oficial anglicana y en la intención de esos fundadores no aspiraba a ser tanto una nueva iglesia como una renovación del espíritu ascético dentro de la iglesia antigua, al pasar a América se independizó de la iglesia anglicana. 4º las sectas nacidas de un movimiento bautizante. En un principio calvinismo castigo tirantes se hallan en una oposición, pero ya afines del siglo en XVII mantenían estrechos Opciones, piedras sectas independizarse de en la tierra y Holanda la transición fue de la aduana desde comienzos lo mismo. El movimiento ascético en el más amplio sentido de esta palabra, es lo que llamamos nosotros "puritanismo" atacó en la masa de sus partidarios y en sus defensores mas consecuentes, de los fundamentos del anglicanismo, pero también aquí, con la lucha, se fue a agudizando progresivamente la oposición. El calvinismo ha sido determinante en cuantas luchas se llevaron a cabo en torno a la religión y a la cultura en 2 los países civilizados mas progresivos desde el punto de vista del capitalismo durante los siglos XVI y XVII; Su dogma característico es el de las "predestinación ". El ascetismo puritano trabajaba por capacitar a los hombres en la afirmación de esos "motivos constantes" frente a los "afectos"; aspiraba a educarlo como "personalidad". La finalidad era poder llevar una vida alerta, clara y consciente; la tarea más urgente era terminar de una vez con el goce despreocupado de la espontaneidad vital, y el medio más adecuado de lograrlo , poner un momento en la conducta de los ascetas. Históricamente, la idea de la predestinación constituye el punto de partida de aquella dirección ascética que se suele designar corrientemente como "pietismo". El pietismo, significa, tan solo la "ascetización" de la conducta, con el cultivo y el control sistemáticos, aun en la esfera de la religiosidad no calvinista. El metodismo se aplicó especialmente para producir el acto sentimental de la "conversión. Tomó un fuerte tinte emocional ya que aspiró a ejercer una misión sobre las masas. Una lucha expiatoria exacerbada llevada a creer en la gracia inmerecida de Dios , a la conciencia de la justificación y la reconciliación. Los efectos del calvinismo desencadenaron las energías económicas individuales, el afán de lucro inmoderado. Para percibir las conexiones de las ideas religiosas del protestantismo ascético con las máximas de la actividad económica, debe recurrirse a los escritos teológicos directamente inspirados en práctica de la cura de almas; pues en una época en la que las preocupaciones sobre la otra vida lo eran todo, en que de la admisión a la comunión dependía de la posición social del cristiano, y en que la acción del sacerdote ejercía una influencia de la que apenas podemos formarnos idea los hombres, es evidente que las energías religiosas que operaban en esta practica habían de ser necesariamente los factores decisivos en la formación del "carácter popular". Para ellos el principal y primero de todos los pecados es la dilapidación del tiempo, perder el tiempo en la vida social, es absolutamente condenable desde el punto de vista moral, todo hora perdida es una hora que se roba al trabajo en servicio de la gloria de Dios, por ello existe el domingo. Dios no exige trabajar por trabajar, sino el trabajo racional en la profesión. En este carácter metódico de la ascesis profesional radica el factor decisivo de la idea puritana de profesión, no en el que conformarse con lo que, por disposición divina le toca a uno en suerte. Hasta que punto una profesión es grata a Dios, se determinará, en primer lugar, según criterios éticos y, en segundo, con arreglo a la importancia que tienen para la "colectividad" los bienes que en ella han de producirse; algo que se añade como tercer criterio es el provecho económico que produce al individuo. Por uso y nacional de la riqueza se entendía, el aprecio de las formas ostentosas de lujo de las que tanto gustó el feudalismo, en lugar de la utilización racional y utilitaria querida por Dios, para los fines vitales del individuo y de la colectividad. El ascetismo se propuso trasformar el mundo y quiso realizarse en el mundo. En el país donde tuvo mayor arraigo, los Estados Unidos de América, el afán de lucro, ya hoy exento de sus sentido ético−religioso. 3