UNIVERSIDAD DE MONTEMORELOS MAESTRÍA EN EDUCACIÓN NOMBRE DEL DOCENTE: JORGE O. TRISCA ASIGNATURA: DESARROLLO DE CARÁCTER TEMA: EDIFICANDO EL CARÁCTER EQUIPO: ESCALADORES ALVARADO REYES SUSANA DELFIN GARDUZA NELLY GALVAN MORQUECHO MARTHA PAZ CRUZ EVER “Tened buena conciencia para que se avergüence en los que hablan mal de nuestra buena conducta en Cristo.” (1ra. De Pedro 3:16) “Bajo el acercamiento teológico al desarrollo moral se define moralidad como santidad, la moralidad no puede ser separada de la virtud, y la virtud no puede ser separa de Dios”. (Close) “Moralidad viene de la palabra latina moralis; esto significa costumbres, manera o patrones de comportamientos que se conforman a las normas del grupo”. (Hurlock) La moral se refiere a lo espiritual. La moralidad surge, de lo que somos como seres humanos. El desarrollo moral ocurre dentro de la persona y no puede ser generado. La moralidad deja de ser un proceso no diferenciado de razonamiento global a un razonamiento integrado. REDENCION TRANSFORMACION CONOCIMIENTO MORAL POR TRES PARTES INTERRELACIONADAS ACTITUD MORAL CONDUCTA MORAL TOMÁNDOLA COMO UN PRINCIPIO DE VIDA QUE TRANSFORMA EL CARÁCTER Y RIGE LA CONDUCTA. CON UN ARREPENTIMIENTO GENUINO. CON UN REAVIVAMIENTO MORAL Y ESPIRITUAL QUE ALCANCE TODOS LOS ASPECTOS DE NUESTRA VIDA. Antes que zaqueo mirara el rostro de Cristo ya estaba redimido, había iniciado la obra que ponía de manifiesto que era un verdadero penitente, antes que fuera acusado por el hombre, había confesado su pecado se había rendido a la convicción del Espíritu Santo por que escuchó las palabras “Hoy ha venido la salvación a esta casa, por cuanto él también es hijo de Abraham”. (Lucas 19:9) Los publicanos habían formando una confederación, para oprimir al pueblo y ayudarse mutuamente en sus fraudulentas prácticas, pero tan pronto como Zaqueo se rindió a la influencia del Espíritu Santo, abandonó toda práctica contraria a la integridad, cuando dijo: “Señor la mitad de mis bienes doy a los pobres, y si en algo defraude a alguien le adeudo cuatro tantos más”. (Lucas 19:8)