LICENCIATURA EN LENGUA CASTELLANA Y COMUNICACIÓN CLAUDIA CRISTINA GRAJALES BOLIVAR Tutora PEDAGOGÍA Y ÉTICA EN LA FORMACIÓN AUTOEVALUACIÓN UNIDAD III GLORIA CONSUELO ALFONSO CELIS SEMESTRE III Chía 2011 AUTOEVALUACIÓN UNIDAD III El Sujeto de La Ética y los Actos Humanos 1. Juzgar en las siguientes afirmaciones anotando si son falsas o verdaderas según el caso: • Todo hombre y solo el hombre es sujeto de moralidad. V • No solamente el hombre - individuo sino también el hombre comunidad es sujeto de moralidad y por ello todo grupo social es co - responsable de sus actos. V • La antropología actual afirma que el hombre es una dualidad, cuerpo y alma con actuaciones y responsabilidades separables. V • Ser persona implica individualidad y solidaridad, autonomía e interrelación. V • Filosóficamente hablando hay distinción entre acto humano y acto de hombre. V • Conciencia puede ser el juicio acerca de la existencia o no existencia de un acto prescindiendo de su moralidad. V • Conciencia puede ser el juicio acerca de la moralidad o inmoralidad de un acto. V • Puede existir conciencia moral sin conciencia psicológica. V • La libertad del hombre es ilimite y toda limitación de la misma constituye una lesión a un derecho natural. V • Las circunstancias tanto individuales como sociales en que actúa una persona tienen gran, influencia en la moralidad y en los juicios de moralidad. V 2 Responder: • ¿Cuáles son los elementos constitutivos del acto humano? Elemento cognoscitivo o sea la aprehensión o conocimiento interno del bien, de los valores y conocimiento externo de la ley o normas del comportamiento en el momento del juicio o de la opción y luego la plena advertencia en el obrar. Esto es lo que en términos genéricos se llama “conciencia del acto”. • Elemento volitivo o la plena deliberación y libre consentimiento de la acción tanto en la opción como en la ejecución o sea en la libertad. • Elemento ejecutivo o sea el compromiso: es la opción o aceptación explícita o implícita del sujeto hacia determinada actitud o comportamiento y su consiguiente ejecución externa. • ¿Cuándo y cómo surge la conciencia moral en la persona? Con el uso de la razón. Cuando el niño es capaz de razonar, empieza a distinguir entre el bien y el mal, pero más que todo comienza a aparecer la conciencia cuando el individuo empieza a vivir y a actuar como persona, cuando va desarrollando la capacidad valorativa, y esto es más que la sindéresis o simple uso de la razón, es todo un proceso de perfeccionamiento y maduración, de modo que es difícil de identificar el momento preciso de la génesis de la conciencia moral pues en ella concurren muchos factores: biológicos, psíquicos y sociales. La formación de la conciencia moral está sometida a un proceso tan largo como la vida misma. • ¿Cuáles son los orientadores de la conciencia moral para toda persona? Para todos los hombres: la ley natural o propia naturaleza humana y las leyes positivas que tutelan el bien común. • ¿Cuáles son los orientadores de la conciencia moral para el creyente o el que profesa una religión? • Para los teístas: (cristianos o que profesan cualquier religión). Además de la ley natural y de las leyes positivas humanas que tutelan el bien común, la ley positiva divina que especifica la ley natural y la ley religiosa o eclesiástica que especifica la divina. Así, la conciencia del cristiano no obedece solamente a los dictados de la naturaleza sino a la fe y a la caridad esclarecida por la revelación. • ¿Cuál es la diferencia entre responsabilidad jurídica y responsabilidad moral? La responsabilidad moral es personal, es con uno mismo y su conciencia y la responsabilidad jurídica es ante las autoridades, ante la sociedad. Cuando existen todos los elementos externos del delito, la autoridad social debe presumir la culpa ya que ella debe juzgar el fuero interno solamente por lo que parece externamente. Sin embargo, el mismo derecho penal distingue entre delito doloso o voluntario directo, a quien que se ha hecho con plena advertencia y pleno consentimiento y delito culposo o voluntario indirecto en el cual hay culpa por ignorar una ley que se debe conocer o por omitir la diligencia de vida para poner los medios necesarios con el fin de prever o evitar la mal acción, pero o hay mala voluntad en la ejecución.