Comportamiento de los organismos con relación al tiempo. Uno de las situaciones que enfrentan los organismos es que el tiempo puede influir en algunos factores vitales como por ejemplo la posición del sol, o la luz del cielo, presentan un punto de referencia no constante, estos factores varían durante el transcurso del día. Las plantas adaptan sus estructuras receptoras de luz, como las hojas para captar una mayor proporción de luz durante el día, esta constituye un componente esencial para iniciar el proceso fotosintético, también realiza la apertura de estomas durante la noche para captar más humedad relativa del ambiente y así poder hidratarse, con la apertura de los estomas que están ubicados según el tipo de plantas en el envés (caso de los cítricos) de las hojas o en el haz de la misma en otro tipo de plantas, se propicia también la entrada de nutrimentos para la nutrición del vegetal y además la entrada tanto de oxígeno como de bióxido de carbono, este último compuesto es necesario para realizar la fotosíntesis. Muchas plantas realizan cambiantes correlacionadas con el tiempo, generalmente con los movimientos de la tierra y de la luna respecto al sol, que se reflejan en fenómenos (hecho difícil de explicar) cíclicos como son la duración del día y la noche, las estaciones del año. La actividad de las plantas, tiene que coordinarse con el tiempo, efectuándose una adaptación para que por ejemplo las actividades reproductoras de las plantas se lleven a cabo en las épocas más favorables del año. Las plantas y en general los organismos crecen cuando hay fuentes de alimento abundantes (ejemplo en primavera y verano) y disminuyen su crecimiento cuando entran en un estado metabólicamente inactivo cuando las plantas están en estaciones del año que les son desfavorables o cuando en las condiciones ambientales ocurre demasiado frio, demasiado calor o es muy seco. Frecuentemente podemos observar que las actividades de los animales están sincronizadas con la floración de plantas, así determinadas especies de insectos se encuentran en número suficiente para permitir, no solo que usen las plantas como fuentes de néctar sino también que polinicen a las plantas. En algunos casos, los individuos de una especie de planta realizan sus actividades reproductoras en un periodo determinado del año. Todavía no está totalmente entendido los mecanismos que coordinen en el tiempo las actividades de las planta. Parece probable que existan actividades básicamente cíclicas, pero se tiene poca información, acerca de los procesos y estructuras celulares que son causa de ellas. Aunque la actividad cíclica se origina en procesos internos del organismo vegetal, aparentemente puede ser iniciada o corregida por ciertas características del medio ambiente, que también son cíclicas, como la duración promedia del día, o la altura máxima de la marea en una región costera. Se piensa que las actividades cíclicas resultan de la combinación de procesos internos rítmicos y de sucesos cíclicos del medio ambiente. Se podría indicar que las actividades rítmicas se relacionan con la capacidad de medir el tiempo (o mantener procesos rítmicos involucrados con el tiempo) es, aparentemente, una propiedad básica de las plantas o todo organismo. El tiempo es el principal factor que regula la adaptación, comportamiento o respuesta de las plantas. Esta regulación está basada en ciclos que duran aproximadamente 24 horas, como podemos ver por la alternancia de las fases de actividad y reposo de los organismos. La fisiología vegetal presenta variaciones cíclicas diarias más o menos consistentes. Estos ciclos se denominan Circadianos, término que significa “cerca de un día”, pues presentan variaciones individuales en lo que respecta a su duración exacta. Generalmente se presenta un estado óptimo de actividad de la planta durante la luz del día, pero en determinado periodo del día dicha intensidad de actividad decrece doce horas más tarde, o bién cuande se presenta la oscuridad de la noche y/o antes del amanecer. El organismo por tanto se adapta al tiempo ajustando su ciclo biológico incluyendo en el periodo mensual, anual y bianual. Existen cultivos que pueden llegar a su madurez fisiológica en un periodo mensual como el caso del rábano, o bien presentan precosidad a alcanzando su madurez a los dos meses de ser establecidos. El maíz a los 100 días, sorgo de los 100 a 120 días. Existen otros como la alcachofa, la cebada, piña, la mora de castilla, el trébol de olor, o el forraje esparceta gigante, las cuales son plantas bianuales las cuales completan su ciclo de vida en un periodo de dos años. En contraste existen cultivos denominados perennes cuyo ciclo de vida es mayor de dos años pudiéndose extender hasta 60 a 100 años. Algunos de los cultivos perennes son los cítricos como el naranjo, el limón o bien el manzano o el nogal.