TEMA 2. ARISTà TELES • Contexto sociocultural Aristóteles fue un gran pensador del s. IV a.C., pero su obra no fue conocida hasta la Edad Media, época en la que es conocido como “El filósofo” por los pensadores árabes, judÃ−os y cristianos. La concepción aristotélica del universo constituyó la cosmologÃ−a oficial hasta la consolidación de la ciencia moderna en el s. XVII Su filosofÃ−a parte del platonismo, aunque pronto comienza a distanciarse de este, para terminar adoptando una postura crÃ−tica frente a la doctrina de Platón con un enfoque más empÃ−rico de las teorÃ−as filosóficas. Las diferencias entre Platón y Aristóteles son doctrinales, de talante y estilo. Platón sólo escribió diálogos, Aristóteles tratados dedicados a exponer sistemáticamente todas las ramas del saber. También difieren en la orientación última de su pensamiento: Platón tenÃ−a mente de matemático, Aristóteles de biólogo. Aristóteles, siguiendo a Sócrates y a Platón, afirma que el hombre está hecho para la ciencia y que esta consiste en un conjunto de afirmaciones necesarias, inmutables y eternas. Sin embargo, la teorÃ−a platónica, de la que rechaza su teorÃ−a de las ideas y su identificación de los saberes prácticos y teóricos, le plantea varios problemas: si las ideas están fuera de este mundo no pueden ser la causa, el fundamento y el origen de las cosas sensibles, y si son su esencia no pueden estar separadas de ellas; además de que si las ideas son inmutables e inmóviles la causa del movimiento no queda explicada. Por otro lado, los sofistas dan una pluralidad de los significados del ser, y Parménides, como Platón, no podÃ−a explicar el movimiento porque los entes reales no pueden experimentar cambio alguno. Aristóteles afirma la evidencia de la existencia del movimiento, para solucionarlo traslada la dualidad platónica al interior de las cosas mismas, a los seres individuales de la naturaleza. Las crÃ−ticas que le hace Aristóteles a la teorÃ−a de Platón se puede resumir en: • Para Aristóteles el lugar de las ideas es la mente, con lo que niega que las ideas subsistan fuera de la mente humana es un mundo suprasensible. • Opina que es el pensamiento el que debe reflejar la realidad. • Platón, al recurrir al mundo ideal para explicar la realidad, la duplica innecesariamente y duplica el problema, pues ahora se ve obligado a explicar dos mundos. El plan de la filosofÃ−a de Aristóteles apunta a una comprensión global de la realidad. Comienza por explicar el conocimiento humano a partir de la experiencia sensible, base de la posterior elaboración de conceptos abstractos. La inteligencia humana capta las esencias, que representan el conocimiento universal y necesario que hace posible la ciencia. A partir de ahÃ−, aborda los problemas de la filosofÃ−a: • Problema del conocimiento: ¿cómo lograr un conocimiento verdadero y hacer ciencia? Mediante la abstracción a partir de la experiencia sensible. De este se derivan dos problemas: ♦ Problema metafÃ−sico: ¿cuáles son los principios constitutivos del ser? ♦ Problema fÃ−sico: ¿Cómo son los seres que cambian? Compuestos de materia y forma. ◊ Problema cosmológico: ¿Causas del cosmos? Material, formal, eficiente y final. ◊ Problema psicológico: ¿Los seres humanos? Animal racional, con alma y cuerpo. ⋅ Problema ético: ¿Qué es el bien y cómo ser felices? à tica de la virtud 1 ⋅ Problema polÃ−tico: ¿Cómo organizar un estado justo y feliz? TeorÃ−a polÃ−tica. Para Aristóteles, el saber está articulado en diversos saberes particulares y autónomos, el conjunto de ellos constituye la Ciencia, el conocimiento de todos los aspectos de la realidad. Aristóteles establece tres grupos de saberes: • Teóricos: ♦ MetafÃ−sica: filosofÃ−a primera. Se divide en teologÃ−a (primer motor inmóvil) y ontologÃ−a (principios del ser) ♦ FÃ−sica: disciplina que se ocupa del movimiento y sus causas ♦ Matemática • Prácticos: ♦ à tica: se ocupa de la felicidad y de la virtud ♦ PolÃ−tica: se ocupa de la acción humana individual y social • Técnicos: se ocupan de la producción de cosas. Son la ingenierÃ−a, la medicina y la escultura. • Exposición de la filosofÃ−a de Aristóteles Aristóteles fue un gran pensador del s. IV a.C., pero su obra no fue conocida hasta la Edad Media, época en la que es conocido como “El filósofo” por los pensadores árabes, judÃ−os y cristianos. La concepción aristotélica del universo constituyó la cosmologÃ−a oficial hasta la consolidación de la ciencia moderna en el s. XVII Su filosofÃ−a parte del platonismo, aunque pronto comienza a distanciarse de este, para terminar adoptando una postura crÃ−tica frente a la doctrina de Platón con un enfoque más empÃ−rico de las teorÃ−as filosóficas. Aristóteles, siguiendo a Sócrates y a Platón, afirma que el hombre está hecho para la ciencia y que esta consiste en un conjunto de afirmaciones necesarias, inmutables y eternas. El saber está articulado en diversos saberes particulares y autónomos, el conjunto de ellos constituye la Ciencia, el conocimiento de todos los aspectos de la realidad. Aristóteles establece tres grupos de saberes: teóricos, prácticos y técnicos. Dentro de los saberes teóricos se encuentran la metafÃ−sica, la fÃ−sica y la matemática. La fÃ−sica es la disciplina que se ocupa del movimiento y sus causas. La naturaleza o Physis es el principio interno del movimiento que se da en los seres naturales. Estos poseen en sÃ− mismos el origen o principio de su propia actividad, de sus cambios o movimientos. La naturaleza tiende a alcanzar la perfección que le es propia. Los objetos naturales cumplen con un modelo teleológico, persiguen una finalidad interna que los orienta y dirige. La sustancia (ousia) de Aristóteles es el nombre que designa a todas las realidades concretas, un todo orgánico constituido por una unión entre la materia y la forma. Según la teorÃ−a hilemórfica todas las cosas están constituidas por dos principios: la materia y la forma. La forma (morphe) es el elemento que les impone una estructura inteligible, la idea de Platón que ahora se encuentra en el interior de la realidad concreta de cada sustancia. La materia (hyle) de los seres es aquello de lo que están hechos, es algo pasivo, informe, ininteligible, indeterminado. La materia de todos los seres está constituida por tierra, agua, aire y fuego. La materia y la forma son dos elementos que no se pueden separa fÃ−sicamente, sólo se pueden distinguir 2 mediante la abstracción. La realidad del movimiento es un hecho incuestionable, no hay necesidad de demostrar que el movimiento es real. Para explicar el movimiento nos dice que hay dos maneras de no ser algo: un no-ser absoluto, que ni es ni puede llegar a ser, y un no-ser relativo, que no es pero puede llegar a ser. El movimiento es imposible en el primer caso, pero no en el segundo. La potencia es lo que no-es, pero puede llegar a ser. Es la capacidad de poder llegar a ser aquello que algo es por naturaleza. El acto es aquello que es actualmente, “estar realizado”. Es la realización efectiva de las potencialidades especÃ−ficas de los seres. El movimiento es el paso de la potencia al acto. Cada ser, en cada momento concreto, posee unas caracterÃ−sticas, unas propiedades que constituyen su acto; y ese mismo ser, en ese mismo momento, posee unas posibilidades que puede desarrollar y constituyen su potencia. Es, por tanto, a la vez acto y potencia. Cuando lo que estaba en potencia se realiza pasa a acto. Todo cambio tiene un sentido teleológico, en función de la finalidad especÃ−fica de cada ser. Aristóteles distingue dos clases de movimiento: • Cambio sustancial: las sustancias sufren modificaciones en su forma. Se divide en dos tipos: ♦ Generación: se crea una nueva sustancia ♦ Destrucción: se destruye una sustancia ya existente. • Cambio accidental: la sustancia sufre cambios en aspectos accidentales de su ser. Puede ser: ♦ Cuantitativo: aumento o disminución de tamaño ♦ Cualitativo: alteración de algún rasgo ♦ Local: desplazamiento El movimiento se produce porque algo se pierde, algo permanece y algo se adquiere. En todo cambio son necesarios tres principios: la materia o sustrato que es lo que permanece, la privación de una forma (aquello que se puede adquirir con el cambio) y la forma que se adquiere. En un cambio sustancial lo que se genera o destruye es la sustancia. Lo que permanece es la materia, pierde una forma y adquiere otra nueva. Por lo tanto, la materia es potencia, se actualiza adquiriendo formas distintas. Según la forma que adquiera generará distintas sustancias. En un cambio accidental lo que permanece son las sustancias. Pierde y adquiere diferentes cualidades accidentales. Distingue cuatro tipos de causas del cambio: • Material: constituida por la materia donde se produce el cambio • Formal: viene dada por la forma, por aquello a lo que se llega con el cambio. Es el aspecto especÃ−fico que presta tras cada cambio. • Eficiente: lo que pone en marcha el proceso del cambio, el iniciador del mismo. • Final: aquello para lo que se produce el cambio, la meta o propósito final. Toda causa eficiente actúa otorgando una forma a una materia con un fin determinado. La metafÃ−sica es la filosofÃ−a primera. Se divide en teologÃ−a y ontologÃ−a. La teologÃ−a se basa en la existencia del Primer Motor Inmóvil, necesario para la existencia del movimiento de los entes. 3 Para que un cuerpo se mueva, para que pase de la potencia al acto, es necesario un motor que ponga en marcha el proceso del cambio. Si el motor de cada ser individual necesita de otro motor para mover a este, y este necesita de otro, y no se puede proceder asÃ− hasta el infinito (dado que el infinito no existe), es necesario admitir que existe un Primer Motor Inmóvil. El Primer Motor Inmóvil es capaz de mover, sin necesitar a su vez ser movido, y es la explicación última de todos los movimientos. Con eso se llega a las fronteras de la fÃ−sica, que estudia las realidades dotadas de movimiento, para adentrarse en las fronteras de la teologÃ−a, que estudia la suprema realidad inmóvil, Dios. La fÃ−sica necesita de la metafÃ−sica porque sin ella no puede explicar el movimiento, necesita del Primer Motor Inmóvil, y esto entra dentro de la metafÃ−sica. El objeto de la ontologÃ−a es lo real en cuanto tal. Estudia “lo que es”, el ente. A esta ciencia le corresponde el estudio de las propiedades más generales de lo real y de los principios universales que rigen la realidad. El más importante es el principio de no contradicción, en el que se afirma que algo no puede ser y no-ser a la vez y en el mismo sentido. Aristóteles muestra que la realidad básica es la sustancia individual, puesto que los accidentes no existen aparte de las sustancias. Dentro de su teorÃ−a del conocimiento, Aristóteles distingue dos tipos de conocimientos: el sensible y el intelectual. El conocimiento comienza por la acción fÃ−sica de un estÃ−mulo sobre un sentido, mediante lo cual se nos hace presente la realidad. El sentido capta, pero es incumbencia del entendimiento saber lo captado. El entendimiento conoce formas conceptuales; los conceptos son representaciones intelectuales producidas por el entendimiento y son muchos más inmateriales que las sensaciones. El conocimiento sensible es el nivel más elemental de conocimiento. Su fundamento es la sensación, el ejercicio de la facultad sensible que permite captar las cualidades de los objetos a través de los sentidos. Distingue 6 sentidos: los sentidos propios (vista, oÃ−do, tacto, gusto y olfato) y el sentido común, que permite coordinar a los demás sentidos. El sentido común unifica los diversos datos, los conserva en forma de imágenes en la imaginación y los acumula en la memoria. El conocimiento intelectual se lleva a cabo por el entendimiento. Obtiene el universal a partir del particular mediante la abstracción. Hay dos tipos de entendimiento: el agente y el paciente. El agente es el activo que realiza el proceso mental de la abstracción y la pasa al paciente. El paciente conoce el universal. Destaca la superioridad del conocimiento intelectual, pero este sólo existe en la media que hay conocimiento sensible ya que existe una continuidad entre el conocimiento sensible y el intelectual. Dentro de los saberes prácticos encontramos la ética y la polÃ−tica. Dentro de la ética, Aristóteles afirma que cada actividad tiende a un fin, y el fin último del hombre es la felicidad (eudaimonia), puesto que la felicidad se busca por sÃ− misma. Sin embargo, no existe acuerdo en decir que es la felicidad. Para descubrir el bien supremo del hombre, lo que le hace feliz, Aristóteles recurre a su concepción de la naturaleza: el bien de cada cosa sólo puede consistir en la realización de la función que le es propia. Para 4 Aristóteles la felicidad es un saber vivir, conforme a la areté. La areté, la virtud, es la estrategia para conseguir la felicidad. Hay dos tipos de virtudes: las dianoéticas, referentes al entendimiento, y las éticas, encaminadas a dirigir las acciones humanas. La virtud ética es un hábito, un término medio. Es el punto de equilibrio entre el exceso y el defecto en todas las acciones. VarÃ−a con cada individuo, y depende de las condiciones, necesidades y capacidades de cada uno. Aristóteles habla de diversos ideales de felicidad en relación con distintas formas de vida, pero considera la autarquÃ−a (capacidad de bastarse asÃ− mismo) como piedra de toque de la felicidad. La polÃ−tica se identifica con la ética, son dos aspectos de un mismo conocimiento práctico que se ocupa del bien del ser humano y que se rige por la prudencia. Esta identificación procede del carácter social del ser humano, el hombre es por naturaleza un animal polÃ−tico, incapaz de vivir aislado. Solamente en la sociedad es capaz de alcanzar una vida digna y feliz. Dedica gran parte de su obra PolÃ−tica a investigar el concepto de ciudadano y las virtudes y las condiciones que exige ser ciudadano. Trata de averiguar cuál es el mejor régimen polÃ−tico. El hombre está dotado de la palabra, a diferencia del animal, para manifestar lo justo y lo injusto. Por ello, el fin del ser humano es desarrollar sus capacidades más propias, y esto sólo es posible en la comunidad. La forma natural de agrupación humana viene determinada en función de la capacidad para satisfacer las necesidades de los hombres. Lo primero que se une por naturaleza es el hombre y la mujer para la procreación. Forman una comunidad primitiva que hace posible cubrir las necesidades básicas y cotidianas del hombre. La casa, constituida por todos aquellos que viven juntos, forma la unidad económica básica. Pero el hombre tiene más necesidades y necesita de una organización más compleja que es la aldea. La aldea no es la comunidad perfecta porque no es autosuficiente. La unión de las aldeas en una polis constituye la comunidad mejor. La polis será el fin de toda organización y por ello, el Bien. El fin último de la polis es la articulación de todos los individuos en su búsqueda de la felicidad. Para ello es necesario que las leyes sean acordes con la justicia, que consiste en dar a cada uno lo que le corresponde. Aristóteles no pretende que el dirigente plasme en el mundo sensible el detallado mapa que trae del mundo inteligible, sino que gobierne contando en cada caso las circunstancias que se presentan. El gobernante no debe pretender lo bueno en sÃ−, sino lo mejor en cada caso. Aristóteles presupone que hay diversas formas de organizar la ciudad, las cuales tiene como objetivo conseguir el bien común y todas ellas son rectas si cumplen con esta función. Como pensador realista distingue entre “la mejor constitución en absoluto” y la “mejor constitución dadas las circunstancias”. Una constitución, por muy buena que sea, puede no ser la adecuada para un paÃ−s debido a las circunstancias que este atraviesa. Las tres formas posibles de organización de un estado son monarquÃ−a (gobierno de una sola persona), aristocracia (gobierno de unos pocos) y república o politeia (gobierno de la mayor parte de los hombres). Son tres formas de constituciones legÃ−timas a los que corresponde otras tantas ilegÃ−timas. A la monarquÃ−a, tiranÃ−a; a la aristocracia, la oligarquÃ−a; y a la república, la democracia (favorece a los pobres descuidando el bien común). 5 La mejor de las tres dependerá de cada sociedad. Para Aristóteles, la politeia es la mejor forma de gobierno para las ciudades griegas de su tiempo, en la que existÃ−an muchos hombres capaces de gobernar y ser gobernados según la ley. La politeia es una vÃ−a intermedia entre la oligarquÃ−a y la democracia. Los saberes técnicos son los que se ocupan de la producción de cosas. Son la ingenierÃ−a, la medicina y la escultura. 6