RAY BRADBURY FAHRENHEIT 451: la temperatura a la que el papel de los libros se inflama y arde. Este libro cuenta la historia de un futuro muy distinto a la época en la que vivimos ahora, teniendo en cuenta, que actualmente, una de las cosas más importantes en las personas es su inteligencia y para ello, los libros lo son todo. Pues en este futuro, eso no parece importar demasiado, ya que lo más importante es que las personas sean felices o al menos, que crean serlo, y por ello la lectura de libros es algo que está totalmente prohibido ya que creen que eso obliga a la gente a pensar, y eso no es nada bueno para un mundo en el que se quiere que todos sean felices. Debido a la prohibición de la lectura muchísima gente ha perdido su empleo como: profesores, filósofos, maestros, etc., y estas y otras muchas más personas se niegan a dejar de leer porque saben que los libros son algo muy importante, y no creen que todas esas tonterías que han inventado para entretener a la gente les haga realmente felices, simplemente les distraen para que no tengan tiempo de pensar. Pero tener libros, significa ser un criminal, y por ello estas personas tienen que tener mucho cuidado de que no les descubran ya que alguien podría llamar a los bomberos y estos vendrían, quemarían su casa y después los arrestarían. El protagonista del libro es una de estas personas, pero no se da cuenta de ello hasta que un día, en su trabajo de bombero, tiene que dejar que una mujer se queme dentro de su casa porque se niega a separarse de sus libros. En ese momento es en el que Montag, que así se llama el protagonista, se percata de la importancia de los libros y se da cuenta de que en ellos tiene que haber algo. Montag, decide acudir a la casa de Faber, un hombre al que conoció un día en el parque, y pedirle ayuda para enfrentarse a su jefe de trabajo Beatty que es seguro que tratará de comerle la cabeza para que se olvide de todo lo ocurrido y vuelva a ser como era en un principio. Junto a Faber ideará un plan para hacer desaparecer todos los cuerpos de bomberos de la ciudad, y para ello primero deberá volver a su trabajo y seguir quemando. Pero entonces surge un gran imprevisto, Montag a sido delatado nada más ni nada menos que por su mujer, y es obligado a quemar su casa. Para no ser arrestado, Montag tiene que matar a su jefe Beatty y salir corriendo de allí. Pero en su huida, pasa por casa de Faber quien le ayuda a escapar y le aconseja que se dirija hacia el río, y una vez allí busque las viejas vías de tren, donde encontrará a otras personas que le ayudaran a seguir su plan. Montag consigue despistar a las cámaras y a la policía que le seguía y como Faber le dijo aquellas personas que le ayudarían estaban allí junto a las vías. Aquellos seis hombres, eran todos personas muy cultas: profesores, catedráticos, reverendos, escritores... es decir que ninguno de ellos tenía ya trabajo al igual que él. Aquellos hombres, a pesar de saber quien era Montag y que estaba siendo buscado por la policía, le acogieron sin ningún problema. Montag les explicó el plan que tenía de esconder libros en todas las estaciones de bomberos, para después dar la alarma y hacer que las quemaran. Los hombres dijeron que no era mala idea, pero que sería mejor que se olvidara de ella, ya que ellos y otras miles de personas en su mismo lugar llevaban mucho tiempo planeando una revolución. Habían descubierto el modo de retener libros enteros en la memoria y según ellos, cada persona era uno o varios libros y de ese modo nadie podría detenerles porque es imposible que encontraran nada si lo tenían escondido en la cabeza. Su plan era reunirse y escribir los libros nuevamente, y luego manifestarse hasta que todos se dieran cuenta de que los libros no son nada malo y de que aquella idea de que todos los que leían eran criminales era una estupidez. 1 Pero entonces la guerra que había comenzado aquel mismo día empezó a dar señales de vida, y los aviones se dirigían a la ciudad donde descargarían sus bombas creando un enorme estruendo que dejaría a todos sordos durante unos instantes. En aquel Momento, Montag no pudo evitar pensar en su mujer, Millie quién en esos momentos podría estar muerta, pero Montag descubrió que eso no le importaba demasiado, ya que se dio cuenta de que nunca la había querido de verdad, pero aún así sintió pena, porque pensó que Millie, al igual que la mayoría de las personas era una ignorante que no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor. Ella solo quería ser feliz y seguir con su vida monótona sin que nadie la molestara. En este libro, descubrimos como un mundo entero, poco a poco va cayendo en la ignorancia. La gente, lo único que quiere es felicidad ajena, sin importarle lo más mínimo lo que sientan los demás. En ese caso, por qué llevarles la contraria. El mundo deberá adaptarse a la gente, y la mejor manera de hacerlo es haciendo desaparecer todo aquello que les impida conseguir su objetivo como la lectura y creando cosas nuevas que puedan entretenerles durante largo tiempo. FIN 2