Subsidio para el retiro mensual de agosto AÑO DE GRACIA: CAMINO HACIA LA SANTIDAD Confianza en Dios es una de las virtudes más conocidas de nuestro fundador. Es indiscutible que cada una de nosotras sabemos mucho sobre la fe del P. Arnoldo en la Providencia de Dios. Conocemos de memoria muchos de sus dichos, pero ¿este filial abandono en Dios de nuestro fundador se hizo carne en nosotras, en nuestra vida diaria? Todas las mañanas rezamos "envíanos tu Espíritu y renueva la faz de la tierra" ¿ tenemos la seguridad que Dios puede hacer nuevas todas las cosas, que puede transformar, recrear? ¿ Vivimos diariamente la actitud de poner lo mejor de nosotros dejando todo lo demás en las manos de Dios? Este año será realmente un año de gracia para nosotras si nos seguimos abriendo al desafío de dejarnos interpelar por la vida de nuestros futuros santos y al desafío de querer contagiarnos con sus virtudes y actitudes frente a Dios y a los acontecimientos. Esta vez nuestra reflexión empieza con varias preguntas que quieren despertar la inquietud de leer los dichos ya conocidos del P. Arnoldo con una nueva mirada y apertura de corazón. Decía el P. Arnoldo: "La Providencia Divina no nos exime de dolores y dificultades. Pero nos asiste en estas circunstancias y procura que se cumplan las palabras: A los que aman a Dios, todas las cosas les sirven para el bien." Rom; 8, 28 " No hay que ponerse temeroso en las cosas que son necesarias. Si son necesarias, quiere decir que Dios las desea; y si las desea, ayuda a que se realicen siempre que se pongan por obra confiando en Él" "Cuanto más adversas sean las circunstancias, mayor a de ser nuestra confianza en Dios... agradezcamos a Dios, nuestro Señor, todas las contrariedades y dolores. Porque ¿cómo vamos a madurar nuestras virtudes si no las acrisola el sufrimiento?" "En medio de cruces y aflicciones que otros nos causan, no deberíamos olvidar que es consoladora la certeza de que en el mundo no pueden ocurrir más males de lo que Dios permite." "Hecho todo lo posible de nuestra parte a la medida de nuestra fuerza, Dios hará lo que reste por hacer. Cuando cumplimos con lo nuestro, Dios viene en auxilio nuestro y sabe sacar bien del mal." Después de haber meditado estas frases que nos hablan de la sencilla y a su vez profunda filosofía de vida del P. Arnoldo: abandonarse en Dios, poner todo de nuestra parte, y esperar el resto de Dios, contemplemos estas tres imágenes pidiendo la gracia de seguir las huellas del fundador en este: total abandono en Dios fuerza para poner lo mejor de nosotros y confianza de que "Dios hará el resto"