La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más intimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos (La Educación, pág. 54) "Me mostró el sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle" (Zac. 3:1). "Salió el ángel de Jehová, e hirió en el campo de los asirios ciento ochenta y cinco mil". . . 2 Crónicas 32: 8 Después de la muerte de Gedeón, "no se acordaron los hijos de Israel de Jehová su Dios, que los había librado de todos sus enemigos alrededor: ni hicieron misericordia en la casa de Jerobaal Gedeón, conforme a todo el bien que él había hecho a Israel." Olvidándose de todo lo que debían a Gedeón, su juez y libertador, el pueblo de Israel aceptó por rey a su hijo ilegítimo, Abimelec, quien, para poder sostenerse en el poder, asesinó a todos menos uno de los hijos legítimos de Gedeón. Cuando los hombres desechan el temor de Dios, no tardan en alejarse del honor y la integridad. El aprecio por la misericordia del Señor le inducirá a uno a apreciar a aquellos que, como Gedeón, han sido empleados como instrumentos para beneficiar a su pueblo. El cruel proceder de Israel hacia la casa de Gedeón era lo que podía esperarse de un pueblo que manifestaba tan enorme ingratitud hacia Dios. Jotam: Jehová es perfecto CBA.- La moraleja de toda la parábola es ésta: los hombres débiles, inútiles y malvados serán siempre los primeros en colocarse en el poder, y al fin serán también los primeros en arruinarse a sí mismos y al desventurado pueblo sobre el cual presiden.