La Aplicación del artículo 60 del Código de Comercio al Libro del

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LA APLICACIÓN DEL ARTICULO 60 DEL
CODIGO DE COMERCIO AL LIBRO DEL
ARTICULO 52 DE LA LEY DE CONTRATO DE
TRABAJO
Autores: FABRIS Lorena Laura - RAPOPORT Diego Alberto
Instituto de Derecho Comercial de Lomas de Zamora.
PONENCIA
El objeto de esta ponencia es analizar la posible aplicación del artículo 60 del Código de
Comercio al Libro del artículo 52 de la Ley de Contrato de Trabajo, cuando su exhibición es
ordenada fuera de la sede del empleador.FUNDAMENTOS
La norma del artículo 52 de la Ley de Contrato de Trabajo (en adelante LCT) establece la
carga en cabeza del empleador de llevar un libro especial, registrado y rubricado, en las mismas
condiciones que se exigen para los libros principales de comercio.
En tal libro se deben registrar los datos que la LCT exige con relación a la obligación de
registrar todos los datos concernientes al empleado y a la relación laboral.
Constituyen los recibos de haberes, por otra parte, los documentos respaldatorios que
hacen a la veracidad de estas registraciones, que atañen no sólo a la cuestión laboral sino
también a la seguridad social.
Y, al igual que los libros de comercio, constituyen un medio de prueba, en este caso,
respecto de la debida registración de la relación laboral.
Las formalidades previstas por el artículo 54 del Código de Comercio para los libros de
comercio tienen su equivalente en las del artículo 52 de la LCT.
En el supuesto de no llevar libros, o ser llevados en forma defectuosa o irregular, generan
una presunción iuris tantum contraria al sujeto en cabeza del cual pesa la obligación. Aquí
también se aprecia el paralelismo entre el artículo 56 del Código de Comercio y el artículo 54 de la
LCT.
Los sujetos obligados a llevar el libro del artículo 52 LCT, no necesariamente por su calidad
tienen la carga de llevar libros de comercio. En este sentido, la comparación se realiza no sobre la
calidad de comerciante de dichos sujetos sino sobre la particularidad de cómo deben ser llevados
los libros; o sea, las formalidades que presentan como la propia LCT establece, ya que los
equipara –en cuanto a las formalidades- a los Libros de Comercio.
A modo de ejemplo basta citar que la jurisprudencia ha establecido que los libros
societarios deben ser llevados con las mismas formalidades que los libros de comercio.
Ahora bien, la cuestión se plantea puntualmente cuando -por requerimiento de una
autoridad administrativa del trabajo o judicial de extraña jurisdicción a la de la sede del
empleador en la cual se encuentra el libro del artículo 52-, se exige su exhibición a tenor del
artículo 55 LCT.
Nada dice al respecto la LCT, pero a nuestro criterio resulta plenamente aplicable el artículo
60 del Código de Comercio o sea “si los libros se hallasen fuera de la residencia del tribunal que
decretó la exhibición, se verificará ésta en el lugar donde existan dichos libros, sin exigirse en
ningún caso su traslación al lugar del juicio”.
La norma se justifica por sí sola, por los perjuicios que pueden causar al obligado a llevar
libros tener que trasladarlos a todas las jurisdicciones del país donde le sean exigidos.
Las soluciones pueden ser varias, exhibición a peritos designados por la autoridad judicial o
administrativa o a través de pertinentes rogatarias entre las diferentes autoridades locales.
Ante el silencio guardado por la LCT respecto de este último punto debemos recurrir a los
principios establecidos en el artículo 11 de la LCT, artículo 8 inciso 9 del Código de Comercio (no
hay que dejar de recordar que algún momento en nuestra legislación nacional, el contrato de
trabajo se rigió por las disposiciones del Código mercantil) y artículo 16 del Código Civil.
CONCLUSIÓN
De los fundamentos expuestos se concluye que el artículo 60 del Código de Comercio es
aplicable al Libro del artículo 52 de la LCT, toda vez que su exhibición sea exigida en causas de
extraña jurisdicción a la del lugar donde el mismo exista, no pudiendo requerirse la salida del
mismo de la sede del empleador.
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