Ramírez Gómez María Teresa Teoría de la Arquitectura III LUIS BARRAGÁN La necesidad humana de la vista es esencial en la arquitectura, por medio de ella podemos despertar interés en el espacio o por el contrario, eliminarlo. La arquitectura de Barragán se vale de muchos elementos visuales: remates, metáforas de la luz y el color, planos que se intersecan y se prolongan, agua, reminiscencia a espacios solitarios, lugares que invitan a la reflexión y al reencuentro del el ser que vive, aunque sea por un instante, su visión. Pensar en todos estos elementos que hacen vibrar el alma, hacen que me pregunte la validez comercial de su obra, fotografías meramente intencionadas para captar el interés visual y espacial de su obra, pero que finalmente eran detalles que pocas veces antes de que el había notado se habían interpretado sin llegar a la sucia intención de ser meras copias, intención que se ve perfectamente lograda y llevada a lo sublime creando en el espectador una sensación que invita a la reflexión y a la soledad, perfectos antídotos para sanar un alma confundida. Sin embargo, creo firmemente que cuando un artista sabe de la calidad y la calidez emocional de su obra, debe dársela conocer al mundo, ya que sería un acto totalmente egoísta privar de tal perfección a quien busca conocer y por tanto no veo como negativo la noble intención de mostrar un trabajo completamente bueno y acertado en su tiempo y espacio no habiendo nadie mejor que el propio creador, que, valiéndose de las posibilidades que tiene para poder llegar a su ambicioso cometido mostró a el mundo lo que el ve como arquitectura, que además es percibida tal como él quería que fuera y que tantas opiniones y tantos juicios diversos que en algunos puntos convergentes coincidieran en la perfecta armonía de sus interpretaciones. Es cierto que Barragán no inventó nada ni descubrió nada nuevo, pero supo inteligentemente y de forma perfecta adaptar y reinterpretar todo el bajage de formas, espacios y detalles que el se buscó en sus viajes y consiguió el mayor poder de todos: el conocimiento, que le sirvió de base para poder plasmar sus ideas y además defenderlas dándole a nuestro arte una connotación emotiva, reflexiva y solitaria, que nos confirma lo que un magnífico artista debe tener y aportar.