Filippo Brunelleschi (1377-1446) Artista italiano, uno de los maestros fundamentales de la transición hacia el renacimiento. Sus aportaciones, como la recuperación de los motivos clásicos y la capacidad para trasladar a sus obras las leyes matemáticas de la proporción y la perspectiva, le convirtieron en el primer arquitecto de la edad moderna. Brunelleschi nació en Florencia en 1377, hijo de un notario de alto rango que le proporcionó una sólida educación humanística, basada en las siete artes liberales. Más tarde, su vocación artística le impulsó a ingresar en un prestigioso taller florentino de orfebrería, donde alcanzó el grado de maestro en 1393. Pero su formación autodidacta como arquitecto fue posible gracias a una original combinación de conocimientos científicos y tradición artesanal. En 1401 participó en el famoso concurso para el diseño de las segundas puertas de bronce del baptisterio de su ciudad, realizadas por Lorenzo Ghiberti, con quien no quiso colaborar a pesar de empatar en el primer puesto. Más tarde, después de viajar a Roma con Donatello para estudiar la escultura clásica, se dedicó en exclusiva a la arquitectura. En 1418 volvió a compartir con Ghiberti el premio del concurso para la construcción, de acuerdo al proyecto de 1387, de la cúpula del Duomo, la catedral gótica de Florencia. Aunque el encargo fue conjunto, la responsabilidad de la obra fue siempre de Brunelleschi, que en 1426 asumió la dirección de obras en solitario. Su trabajo, concluido en 1432, es un prodigio de ingeniería no sólo por su audacia y precisión, sino también por el estudio detallado de cada fase constructiva y los medios auxiliares. El problema que suponía una cúpula de tales dimensiones (40 metros de diámetro y 56 de altura), irresoluble hasta ese momento, estribaba en el peso de la mampostería, imposible de resistir con las clásicas nervaduras góticas y sus refuerzos de cadenas horizontales. Su proyecto, que representó una gran innovación no sólo técnica, sino también artística, consistía en la superposición de dos bóvedas esquifadas octogonales, una dentro de otra. Esta disposición permitía un reparto de esfuerzos junto con una ligereza excepcional de la plementería, y se convirtió en el modelo constructivo durante varios siglos. De hecho, aunque la idea de partida fue medieval, esta cúpula de ocho nervios sobre tambor se considera la primera obra arquitectónica del renacimiento. En otros edificios florentinos, como el hospital de los Inocentes (1419-1444) y la iglesia de San Lorenzo (14211428), Brunelleschi perfeccionó su estilo austero y geométrico, inspirado en la antigua Roma y completamente diferente del gótico florido que prevalecía en su época. Su característica principal consistía en el predominio de las proporciones matemáticas, marcado por un orden espacial modular, basado en las formas cúbicas, con nervios ortogonales, líneas rectas y planos lisos. Esta arquitectura austera se convirtió con su rigor geométrico en un paradigma para la mayoría de los edificios posteriores del renacimiento florentino. Hacia el final de su carrera, sobre todo en edificios como la inacabada iglesia de Santa Maria degli Angeli (comenzada en 1434), la basílica del Santo Spirito (comenzada en 1436) y la capilla Pazzi (comenzada en 1441), todos ellos en Florencia, evolucionó desde su primer estilo lineal para adoptar otro más escultórico. En el segundo de los ejemplos citados, por ejemplo, el edificio es un objeto perfecto y completo, con un interior compuesto por muros que alternan con profundos nichos, abiertos hacia un espacio interior octogonal. Esta tipología de iglesia centralizada, con su espacio racionalista y sus rítmicos contrastes entre vacíos y llenos, se convirtió en el paradigma de la arquitectura humanista y fue el primer paso hacia el renacimiento tardío de Miguel Ángel, que a su vez inspiró a los arquitectos barrocos. En sus últimas obras, la linterna de la cúpula y las exedras de la catedral de Florencia, Brunelleschi estableció casi todas las formas ornamentales del arte clasicista, entre ellas la invención de la voluta (una ménsula romana invertida) como contrafuerte. Brunelleschi también fue un artista innovador en otras disciplinas. Junto con el pintor Masaccio, fue el primer maestro renacentista que recopiló las leyes geométricas de la perspectiva. Además de la influencia de esta nueva ciencia en la forma de proyectar la arquitectura, realizó dos pinturas siguiendo sus leyes, quizá entre 1415 y 1420, y también se cree que pintó el fondo arquitectónico de una de las obras primitivas de Masaccio. La influencia de Brunelleschi fue enorme entre sus contemporáneos y sus sucesores inmediatos, como Michelozzo, Donatello o el propio Ghiberti, e incluso ha llegado hasta el siglo XX, dado que los críticos modernos le han destacado como el primer arquitecto racionalista. En su tiempo ya fue considerado como una de las figuras más decisivas del renacimiento italiano, el gran genio que reformó el arte medieval y definió el nuevo orden interno y el lenguaje arquitectónico. Murió en Florencia en 1446. Obras importantes Catedral de Florencia La obra cumbre de Brunelleschi fue el proyecto y construcción de la cúpula de la catedral de Florencia (1420-1436). Sus bellas proporciones y su novedoso sistema estructural están inspirados en la arquitectura de la antigua Roma. Iglesia de san spirito Leon Battista Alberti (1404-1472) Arquitecto y escritor italiano, fue el primer teórico del arte del renacimiento, y uno de los primeros en emplear los órdenes clásicos de la arquitectura romana. Alberti nació en Génova el 14 de febrero de 1404. Hijo de un noble florentino, recibió una educación acorde con su clase social, primero en la escuela de Barsizia (Padua) y luego en la Universidad de Bolonia. Allí estudió griego, matemáticas y ciencias naturales. Como poeta, filósofo y organista —uno de los mejores de su tiempo— ejerció una gran influencia entre sus contemporáneos. En 1432 fue nombrado secretario del papa Eugenio IV. Durante su primera estancia en Roma (1432-1434) Alberti se inició en el estudio de la arquitectura clásica. Más tarde se incorporó a la corte papal, establecida en Florencia. Allí se introdujo en los círculos culturales de la ciudad: entre sus amigos destacaban el gran arquitecto Filippo Brunelleschi y el escultor Donatello. En esta época estudió las leyes de la perspectiva que había desarrollado Brunelleschi. Como explicará en su tratado Della Pittura (1436), estas leyes serían fundamentales para la pintura de su época y de las venideras. Alberti participó plenamente en la vida literaria florentina, y defendió el uso del italiano frente al latín. Después de su estancia en Florencia y en otras ciudades de Italia, Alberti volvió a Roma en 1452. Fue secretario de seis papas, y uno de ellos, Nicolás V, le encargó el proyecto de reconstrucción de la basílica de San Pedro en el Vaticano. Alberti comenzó a trabajar como arquitecto alrededor del año 1450. Aunque sus edificios están entre los más importantes de la arquitectura renacentista, se destacó más como teórico que como constructor. Proyectaba todos los elementos con detalle, pero nunca participó en la construcción real de sus edificios. Impuso una pureza clásica que fue el precedente de las obras de Bramante y sus sucesores, como muestra la fachada del Templo Malatestiano en Rímini (1446-1455), basada en el arco de triunfo de Augusto de la misma ciudad. Alberti contó con numerosos discípulos y seguidores, que realizaron, entre otros edificios conocidos, los proyectos para la fachada de Santa María Novella y el Palacio Rucellai, ambos en Florencia. Su libro De Re Aedificatoria (1453; terminado en 1485) fue el primer tratado sobre arquitectura del renacimiento. También escribió sobre escultura, la familia, el estado y literatura. Alberti murió el 25 de abril de 1472 en Roma. Obras importantes Iglesia de Santa Maria Novella en Florencia La fachada de Santa Maria Novella (1456-1470) en Florencia es una de las obras más importantes de Leon Battista Alberti. Con esta composición geométrica de mármol de colores, completó la antigua iglesia gótica. Donato Bramante (1444-1514) Arquitecto italiano, el más influyente junto a Rafael del alto renacimiento, desarrollado en Roma como nuevo estilo clásico a principios del siglo XVI. Nació el año 1444 en Monte Andruvaldo, cerca de Urbino, y su nombre auténtico era Donato di Pascussio d'Antonio. Al principio se formó como pintor, y de su obra más temprana se conservan los frescos de la fachada del Palacio del Podestà en Bérgamo, realizados en el año 1477. En 1482 se instaló en Milán y comenzó su carrera como arquitecto. En su proyecto para la iglesia de Santa Maria presso San Satiro (1488, Milán) consiguió resolver las dificultades que presentaba el solar utilizando, por primera vez en la arquitectura, un juego perspectivo o trampantojo en las pinturas del presbiterio fingido, que falsea las proporciones de la iglesia y procura una sensación de profundidad insólita. El resto de sus obras en Milán, como el ábside de Santa Maria delle Grazie (1492-1495), muestran la influencia de Leon Battista Alberti y del renacimiento florentino, pero sobre todo la de Leonardo da Vinci, a quien conoció en la capital lombarda y del que tomó las plantas centralizadas rescatadas de la antigüedad como modelos ideales para el nuevo clasicismo humanista. Con la caída del duque Ludovico Sforza en 1499, Bramante huyó a Roma, donde trabajó casi en exclusiva a las órdenes del ambicioso papa Julio II. En la ciudad eterna, rodeado por las ruinas del antiguo Imperio, evolucionó hacia un estilo más monumental y austero, que ya se puede apreciar en el proyecto del claustro de Santa Maria della Pace en Roma (1500), con su pórtico inferior de arquerías sobre pilastras. Una de las primeras obras romanas maduras de Bramante es el templete de San Pietro in Montorio (1502), un pequeño templo circular cubierto por una cúpula semiesférica, quizá inspirado en el desaparecido templo de la Sibila, en Tívoli. Encargado por el rey de España en el lugar donde la tradición sitúa el martirio y crucifixión de san Pedro, fue el primer edificio de la nueva arquitectura romana y el único concluido enteramente por Bramante. Con su columnata exenta y homogénea, el espacio interior diminuto y sus superficies desprovistas de ornamentos figurativos, representa un momento culminante de la arquitectura del renacimiento. Con él Bramante se acerca como nadie al espíritu clásico, combinando los ideales romanos de severitas y dignitas (austeridad y decoro) con la elegancia y la vitalidad del cinquecento italiano. Al parecer, el proyecto original enmarcaba el templete en un patio circular de 16 columnas, que habrían aumentado la monumentalidad de esta pequeña joya y sus efectos perspectivos. Pese a todo, gracias a su rápida ejecución, se convirtió en un modelo decisivo del estilo clásico, difundido con la importancia de las obras antiguas en los tratados de Sebastiano Serlio o Andrea Palladio. Los dos grandes proyectos que ocuparon el resto de su actividad creativa, y que desgraciadamente se llevaron a cabo de forma parcial y con sucesivas aportaciones de otros arquitectos, fueron la reconstrucción de la basílica de San Pedro y el plan para los palacios del Vaticano. En 1503, Julio II volvió a Roma para ser elegido sumo pontífice y encabezar el resurgimiento de la ciudad eterna como capital de la cristiandad. Allí se encontró con Bramante y su floreciente estilo, que adoptó como símbolo del nuevo esplendor romano. Su primer encargo fue el cortile (patio cuadrado) del Belvedere, que debería haber sido un gran patio de 300 m de longitud y 25 m de altura, dispuesto en tres terrazas unidas por escalinatas. Las dos superiores albergarían un jardín, que se convirtió en esquema teórico del nuevo paisajismo renacentista, el patio inferior se emplearía para torneos y el conjunto, flanqueado por logias de arquerías clásicas, se culminaría con una exedra monumental. Se trataba de un nuevo concepto espacial, ideado para exhibir la colección papal de escultura antigua, cuyo origen sólo se puede situar en los palacios imperiales romanos, pero que nunca llegó a realizarse con la forma que Bramante había imaginado. De su mano tan sólo se conservan la puerta oriental del patio inferior y la rampa en espiral de la torre. El proyecto para la basílica de San Pedro consistía en un gran templo centralizado de planta cuadrada, cubierto por una monumental cúpula central, inspirada en el Panteón de Agripa, cuatro cúpulas subsidiarias y cuatro torres en las esquinas. Sin embargo, después de la muerte de Julio II en 1513 y las sucesivas intervenciones de otros autores, el proyecto que definitivamente se acometió fue el de Miguel Ángel, una planta centralizada que recogía muchas de las ideas de Bramante y del que se conservan los tres ábsides posteriores y la gran cúpula central. Carlo Maderno terminó el templo extendiendo la nave de acceso hasta generar una planta de cruz latina, siguiendo la ideología litúrgica de la contrarreforma, en detrimento de la armonía del espíritu bramantino. Bramante está considerado uno de los grandes genios artísticos del alto renacimiento italiano. Consiguió fundir con éxito los ideales de la antigüedad clásica y los de la cristiandad, al tiempo que su grandeza, su expresividad y su dramatismo espacial fueron los cimientos del barroco del siguiente siglo. Su estilo clásico, junto al de su discípulo Rafael, ilumina la obra de Baldassare Peruzzi, Giulio Romano, Iacopo Sansovino y la familia Sangallo, los arquitectos que dieron forma al nuevo esplendor de la ciudad eterna. Murió en Roma el 11 de marzo de 1514. Obras importantes Templete de San Pietro in Montorio, Roma Bramante proyectó el tempietto o templete (1502) siguiendo los modelos de la antigüedad clásica. Esta pequeña obra maestra, situada en el claustro del convento de San Pietro in Montorio (Roma), está compuesta como un espacio circular cubierto por una cúpula y rodeado por una columnata de orden toscano. Iglesia de santa maria delle grazie Leonardo da Vinci (1452-1519) i. introduccion Artista florentino y uno de los grandes maestros del renacimiento, famoso como pintor, escultor, arquitecto, ingeniero y científico. Su profundo amor por el conocimiento y la investigación fue la clave tanto de su comportamiento artístico como científico. Sus innovaciones en el campo de la pintura determinaron la evolución del arte italiano durante más de un siglo después de su muerte; sus investigaciones científicas —sobre todo en las áreas de anatomía, óptica e hidráulica— anticiparon muchos de los avances de la ciencia moderna. ii. Los comienzos en florencia Leonardo nació el 15 de abril de 1452 en el pueblo toscano de Vinci, próximo a Florencia. Hijo de un rico notario florentino y de una campesina, a mediados de la década de 1460 la familia se instaló en Florencia, donde Leonardo recibió la más exquisita educación que esta ciudad, centro artístico e intelectual de Italia, podía ofrecer. Leonardo era elegante, persuasivo en la conversación y un extraordinario músico e improvisador. Hacia 1466 acudió a formarse al taller de Andrea del Verrocchio, figura principal de su época en el campo de la pintura y escultura. Junto a éste, Leonardo se inició en diversas actividades, desde la pintura de retablos y tablas hasta la elaboración de grandes proyectos escultóricos en mármol y bronce. En 1472 entró a formar parte del gremio de pintores de Florencia y en 1476 todavía se le menciona como ayudante de Verrocchio, en cuya obra Bautismo de Cristo (c. 1470, Galería de los Uffizi, Florencia), pintó el ángel arrodillado de la izquierda y el paisaje de matices neblinosos. En 1478 Leonardo alcanzó la maestría. Su primer encargo, un retablo para la capilla del palazzo Vecchio, sede del ayuntamiento florentino, no llegó a ejecutarse. Su primera gran obra, Adoración de los Magos (Uffizi), que dejó inacabada, se la encargaron los monjes de San Donato de Scopeto, cerca de Florencia, hacia 1481. Otras obras de su etapa juvenil son la denominada Madonna Benois (c. 1478, Museo del Ermitage, San Petersburgo), el retrato de Ginebra de Benci (c. 1474, National Gallery, Washington) y el inacabado San Jerónimo (c. 1481, Pinacoteca Vaticana). iii. Los años en milan En 1482 Leonardo entró al servicio de Ludovico Sforza el Moro, duque de Milán, tras haberle escrito una carta en la que el artista se ofrecía como pintor, escultor, arquitecto, además de ingeniero, inventor e hidráulico y donde afirmaba que podía construir puentes portátiles, que conocía las técnicas para realizar cañones, que podía hacer barcos así como vehículos acorazados, catapultas y otras máquinas de guerra y que incluso podía realizar esculturas en mármol, bronce y terracota. De hecho, sirvió al duque como ingeniero en sus numerosas empresas militares y también como arquitecto. Además, ayudó al matemático italiano Luca Pacioli en su célebre obra De Divina Proportione (1509), que trata sobre el sistema de relaciones armónicas conocido como sección áurea. Existen evidencias de que Leonardo tenía discípulos en Milán, para los cuales probablemente escribió los textos que más tarde se agruparían y publicarían en París después de la muerte del artista bajo el título Tratado de la pintura (1651). La obra más importante del periodo milanés son las dos versiones de la Virgen de las rocas (1483-1485, Louvre, París, y 1505, National Gallery, Londres), donde aplica un esquema compositivo triangular que encierra a la Virgen, el Niño, san Juan y el ángel, y por otro lado, utiliza por primera vez la técnica del sfumato (ver definición en el apartado La obra pictórica). De 1495 a 1497 trabajó en su obra maestra La última cena, pintura mural para el refectorio del monasterio de Santa Maria delle Grazie, Milán. Desgraciadamente, el empleo de una técnica experimental de pintura al óleo sobre yeso seco provocó problemas técnicos que condujeron a su rápido deterioro hacia el año 1500. Desde 1726 se llevó a cabo un largo proceso de restauración y conservación que culminó en 1999. Una vez completado el proceso, no exento de cierta polémica, han reaparecido muchos detalles ocultos durante años. También se ha puesto de relieve el brillante colorido de la obra original, que había quedado ensombrecido por las restauraciones anteriores. Aunque la mayor parte de la superficie original se ha perdido, la grandiosidad de la composición y la penetración fisonómica y psicológica de los personajes dan una visión aproximada de su pasado esplendor. Durante su larga estancia en Milán, Leonardo también realizó otras pinturas y dibujos (la mayoría de los cuales no se conservan), escenografías teatrales, dibujos arquitectónicos y maquetas para la cúpula de la catedral de Milán. Su mayor encargo fue el monumento ecuestre en bronce a tamaño colosal de Francesco Sforza, padre de Ludovico, para su ubicación en el patio del castillo Sforzesco. Sin embargo, en diciembre de 1499, la familia Sforza fue expulsada de Milán por las tropas francesas. Leonardo dejó la estatua inacabada (fue destruida por los arqueros franceses que la usaron como diana) y regresó a Florencia en 1500. De esta primera etapa milanesa también cabe citar algunos retratos femeninos como el de La dama del armiño (Museo Czartoryski, Cracovia). iv. Retorno a florencia Durante su estancia en Florencia, viajó un año a Roma. En 1502 entró al servicio de César Borgia, duque de Romaña, hijo del papa Alejandro VI. En su calidad de arquitecto e ingeniero mayor del duque, Leonardo supervisó las obras en las fortalezas de los territorios papales del centro de Italia. En 1503, ya en Florencia, fue miembro de la comisión de artistas encargados de decidir sobre el adecuado emplazamiento del David de Miguel Ángel (1501-1504, Academia, Florencia), y también ejerció de ingeniero en la guerra contra Pisa. Al final de este año comenzó a planificar la decoración para el gran salón del palazzo della Signoria con el tema de la Batalla de Anghiari, victoria florentina en la guerra contra Pisa. Realizó numerosos dibujos y completó un cartón en 1505, pero nunca llegó a realizar la pintura en la pared. El cartón se destruyó en el siglo XVII, conociéndose la composición a través de copias como la que realizó Petrus Paulus Rubens. Durante su segundo periodo florentino, Leonardo pintó varios retratos, pero el único que se ha conservado es el de La Gioconda (1503-1506, Louvre, París), uno de los retratos más famosos de toda la historia de la pintura, también conocido como Mona Lisa, al identificarse a la modelo con la esposa de Francesco del Giocondo, aunque se han barajado varias hipótesis sobre su verdadera identidad. Si algo merece destacarse de forma especial es la enigmática sonrisa de la retratada. Parece ser que Leonardo sentía una gran predilección por esta obra ya que la llevaba consigo en sus viajes. v. Ultima etapa de su trayectoria En 1506 regresó a Milán al servicio del gobernador francés Carlos II Chaumont, mariscal de Amboise. Al año siguiente fue nombrado pintor de la corte de Luis XII de Francia, que residía por entonces en la ciudad italiana. Durante los seis años siguientes Leonardo repartió su tiempo entre Milán y Florencia, donde a menudo visitaba a sus hermanastros y hermanastras y cuidaba de su patrimonio. En Milán continuó sus proyectos de ingeniería y trabajó en el monumento ecuestre de Gian Giacomo Trivulzio, comandante de las fuerzas francesas en la ciudad. Aunque el proyecto no se llegó a finalizar, se conservan dibujos y estudios sobre el mismo. De esta misma época parece ser la segunda versión de la Virgen de las rocas y Santa Ana, la Virgen y el Niño (c. 1510, Louvre, París). Desde 1514 hasta 1516 vivió en Roma bajo el mecenazgo de Giuliano de Medici, hermano del papa León X. Se alojaba en el palacio del Belvedere en el Vaticano, y se ocupaba fundamentalmente de experimentos científicos y técnicos. En 1516 se trasladó a Francia a la corte de Francisco I, donde pasó sus últimos años en el castillo de Cloux, cerca de Amboise, en el que murió el 2 de mayo de 1519. vi. La obra pictorica Aunque Leonardo dejó gran parte de su producción pictórica inacabada, fue un artista extremadamente innovador e influyente. Al comienzo de su trayectoria su estilo es similar al de Verrocchio, pero poco a poco abandonó la manera del maestro en lo que ésta tenía de rigidez o dureza de líneas en el tratamiento de las figuras y evolucionó hacia un estilo más libre, de modelado más suave en el que incluyó efectos atmosféricos. La temprana Adoración de los Magos introduce una nueva forma de composición, en la que las figuras principales quedan reagrupadas en el primer plano, mientras que en el fondo un paisaje con ruinas imaginarias y escenas de batalla se diluye en la lejanía. Las innovaciones estilísticas de Leonardo se hacen patentes en La última cena, en la que recrea un tema tradicional de manera completamente nueva. En lugar de mostrar a los doce apóstoles aislados, los presenta agrupados de tres en tres dentro de una dinámica composición. Cristo —en el momento de anunciar la traición de uno de ellos— sentado en el centro y teniendo como fondo un triple ventanal en el que un paisaje se difumina en la distancia, representa un núcleo de serenidad, mientras que los rostros y gestos de los discípulos exteriorizan el drama que supone este momento. Leonardo reintroduce, con la monumentalidad de la escena y el volumen de las figuras, un estilo que ya había iniciado 30 años antes Masaccio. La Gioconda, la obra más famosa de Leonardo, sobresale tanto por sus innovaciones técnicas como por el misterio de su legendaria sonrisa. La obra es un ejemplo consumado de dos técnicas —el sfumato y el claroscuro— de las que Leonardo fue uno de los primeros grandes maestros. El sfumato consiste en eliminar los contornos nítidos y precisos de las líneas y diluir o difuminar éstos en una especie de neblina que produce el efecto de inmersión en la atmósfera. En el caso de La Gioconda el sfumato se hace evidente en las gasas del manto y en la sonrisa. El claroscuro es la técnica de modelar las formas a través del contraste de luces y sombras. En el retrato que nos ocupa las delicadas manos de la modelo reflejan esa modulación luminosa de luz y sombra, mientras que los contrastes cromáticos apenas los utiliza. Especialmente interesantes en la pintura de Leonardo son los fondos de paisajes, en los que introduce la perspectiva atmosférica (creación de efectos de lejanía aplicando el sfumato y otros recursos ambientales). Los grandes maestros del renacimiento en Florencia, como Rafael, Andrea del Sarto y Fra Bartolommeo, aprendieron esta técnica del artista florentino. Asimismo, transformó la escuela de Milán y, en Parma, la evolución artística de Correggio está marcada por la obra de Leonardo. Los numerosos dibujos que se conservan de Leonardo revelan su perfección técnica y su maestría en el estudio de las anatomías humana, de animales y plantas. Estos dibujos se encuentran repartidos por museos y colecciones europeas como la del castillo de Windsor, Reino Unido, que constituye el grupo más numeroso. Probablemente su dibujo más famoso sea su autorretrato de anciano (c. 1510-1513, Biblioteca Real, Turín). vii. Dibujos escultoricos y arquitectonicos A causa de que ninguno de los proyectos escultóricos de Leonardo fue finalizado, el conocimiento de su arte tridimensional sólo puede hacerse a través de sus dibujos. Idénticas consideraciones pueden aplicarse a su arquitectura. Sin embargo, en sus dibujos arquitectónicos, demuestra maestría en la composición de volúmenes, claridad de expresión y, fundamentalmente, un profundo conocimiento de la antigüedad romana. viii. Preoyectos científicos y teoricos Leonardo destacó por encima de sus contemporáneos como científico. Sus teorías en este sentido, de igual modo que sus innovaciones artísticas, se basan en una precisa observación y documentación. Comprendió, mejor que nadie en su siglo y aún en el siguiente, la importancia de la observación científica rigurosa. Desgraciadamente, del mismo modo que frecuentemente podía fracasar a la hora de rematar un proyecto artístico, nunca concluyó sus planificados tratados sobre diversas materias científicas, cuyas teorías nos han llegado a través de anotaciones manuscritas. Los descubrimientos de Leonardo no se difundieron en su época debido a que suponían un avance tan grande que los hacía indescifrables, hasta tal punto que, de haberse publicado, hubieran revolucionado la ciencia del siglo XVI. De hecho, Leonardo anticipa muchos descubrimientos de los tiempos modernos. En el campo de la anatomía estudió la circulación sanguínea y el funcionamiento del ojo. Realizó descubrimientos en meteorología y geología, conoció el efecto de la Luna sobre las mareas, anticipó las concepciones modernas sobre la formación de los continentes y conjeturó sobre el origen de las conchas fosilizadas. Por otro lado, es uno de los inventores de la hidráulica y probablemente descubrió el hidrómetro; su programa para la canalización de los ríos todavía posee valor práctico. Inventó un gran número de máquinas ingeniosas, entre ellas un traje de buzo, y especialmente sus máquinas voladoras, que, aunque sin aplicación práctica inmediata, establecieron algunos principios de la aerodinámica. Un creador en todas las ramas del arte, un descubridor en la mayoría de los campos de la ciencia, un innovador en el terreno tecnológico, Leonardo merece por ello, quizá más que ningún otro, el título de Homo universalis. Obras importantes Alzado y planta de una iglesia de planta central, hacia 1488 Miguel Ángel (1475-1564) i. introducción Uno de los mayores creadores de toda la historia del arte y, junto con Leonardo da Vinci, la figura más destacada del renacimiento italiano. En su condición de arquitecto, escultor, pintor y poeta ejerció una enorme influencia tanto en sus contemporáneos como en todo el arte occidental posterior a su época. Nació el 6 de marzo de 1475 en el pequeño pueblo de Caprese, cerca de Arezzo, aunque, en esencia, fue un florentino que mantuvo a lo largo de toda su vida unos profundos lazos con Florencia, su arte y su cultura. Pasó gran parte de su madurez en Roma trabajando en encargos de los sucesivos papas; sin embargo, siempre se preocupó de dejar instrucciones oportunas para ser enterrado en Florencia, como así fue; su cuerpo descansa en la iglesia de la Santa Croce. ii. Primera juventud en florencia El padre de Miguel Ángel, Ludovico Buonarroti, oficial florentino al servicio de la familia Medici, colocó a su hijo, con tan sólo 13 años de edad, en el taller del pintor Domenico Ghirlandaio. Dos años después se sintió atraído por las esculturas del jardín de San Marcos, lugar al que acudía con frecuencia para estudiar las piezas antiguas de la colección de los Medici. Invitado a las reuniones y tertulias que Lorenzo el Magnífico organizaba en el palacio de los Medici con otros artistas, Miguel Ángel tuvo la oportunidad de conversar con los miembros más jóvenes de la poderosa familia, dos de los cuales posteriormente llegaron a ser papas (León X y Clemente VII); conoció también a humanistas de la talla de Marsilio Ficino y a poetas como Angelo Poliziano, habituales visitantes del palacio. Por entonces Miguel Ángel, que contaba con 16 años de edad, ya había realizado al menos dos esculturas en relieve, el Combate de los lapitas y los centauros y la Virgen de la escalera (ambas fechadas en 1489-1492, casa Buonarroti, Florencia), con las que demostró que ya había alcanzado su personal estilo a tan temprana edad. Su mecenas, Lorenzo el Magnífico, murió en 1492; dos años después Miguel Ángel abandonó Florencia, en el momento en que los Medici son expulsados por un tiempo de la ciudad por Carlos VIII. Durante una temporada se estableció en Bolonia, donde esculpió entre 1494 y 1495 tres estatuas de mármol para el arca de Santo Domingo en la iglesia del mismo nombre. iii. Primera estancia en roma Más tarde, Miguel Ángel viajó a Roma, ciudad en la que podía estudiar y examinar las ruinas y estatuas de la antigüedad clásica que por entonces se estaban descubriendo. Poco después realizó su primera escultura a gran escala, el monumental Baco (1496-1498, Museo del Barguello, Florencia), uno de los pocos ejemplos de tema pagano realizados por el maestro, muy ensalzado en la Roma renacentista y claramente inspirado en la estatuaria antigua, en concreto en el Apolo de Belvedere. En esa misma época Miguel Ángel esculpió también la Pietà (1498-1500) para la basílica de San Pedro en el Vaticano, magnífica obra en mármol que aún se conserva en su emplazamiento original. La Pietà, una de las obras de arte más conocidas, la terminó casi con toda seguridad antes de cumplir los 25 años de edad, es además la única obra en la que aparece su firma. Sentada majestuosamente, la juvenil Virgen sostiene a Cristo muerto en su regazo, iconografía que toma del arte del norte de Europa. En lugar de aparentar dolor, María se contiene, se refrena, con una expresión en el rostro de total resignación. Con esta obra Miguel Ángel resume las innovaciones escultóricas de sus predecesores en el siglo XV, como Donatello, a la vez que introduce un nuevo criterio de monumentalidad característico del estilo del cinquecento italiano. iv. Primer retorno a florencia El punto culminante del estilo de juventud de Miguel Ángel viene marcado por la gigantesca (4,34 m) escultura en mármol del David (Academia, Florencia), realizada entre 1501 y 1504, después de su regreso a Florencia. El héroe del Antiguo Testamento aparece representado como un joven atleta desnudo, musculoso, en tensión, con la mirada fija en la distancia, buscando a su enemigo, Goliat. La intensa y penetrante mirada, la fuerza expresiva que emana del rostro del David es, junto con la escultura de Moisés, realizada posteriormente, el mejor ejemplo de la terribilità miguelangelesca, rasgo distintivo de muchas de las figuras del artista toscano así como también de su propia personalidad. El David, la escultura más famosa de Miguel Ángel, llegó a convertirse en el símbolo de Florencia, colocada en un principio en la plaza de la Señoría, frente al Palazzo Vecchio, sede del ayuntamiento de la ciudad. En 1910 se colocó en ese lugar una copia del original que se encuentra en la Academia. Con esta obra Miguel Ángel demostró a sus coetáneos que no sólo había superado a todos los artistas contemporáneos suyos, sino también a los griegos y romanos, al fusionar la belleza formal con una poderosa expresividad, significado y sentimiento. Paralelamente a su trabajo como escultor, Miguel Ángel tuvo la oportunidad de demostrar su pericia y habilidad como pintor al encomendársele un fresco para el salón de los Quinientos del Palazzo Vecchio, La batalla de Cascina, frente a otro encargado a Leonardo sobre la Batalla de Anghiari. Ninguno de los dos artistas llevó a cabo su cometido, limitándose a realizar un dibujo preparatorio sobre cartón a escala natural. En el caso de Miguel Ángel, el cartón presenta una combinación de figuras vestidas y desnudas en diferentes posturas y actitudes que anuncian su siguiente gran proyecto, la decoración de la bóveda de la Capilla Sixtina en el Vaticano. v. La boveda de la capilla sixtina En 1505, Miguel Ángel interrumpió su trabajo en Florencia al ser llamado a Roma por el papa Julio II para realizar dos encargos. El más importante de ellos fue la decoración al fresco de la bóveda de la Capilla Sixtina, que le tuvo ocupado entre 1508 y 1512, 24 años antes de comenzar, en 1536, el Juicio Final. Pintando en una posición forzada, acostado de espaldas al suelo sobre un elevado andamiaje, Miguel Ángel plasmó algunas de las más exquisitas imágenes de toda la historia del arte. Sobre la bóveda de la capilla papal desarrolló un intrincado sistema decorativoiconográfico en el que se incluyen nueve escenas del libro del Génesis, comenzando por la Separación de la luz y las tinieblas y prosiguiendo con Creación del Sol y la Luna, Creación de los árboles y de las plantas, la Creación de Adán, Creación de Eva, El pecado original, El sacrificio de Noé, El diluvio universal y, por último, La embriaguez de Noé. Enmarcando estas escenas principales que recorren longitudinalmente todo el cuerpo central de la bóveda, se alternan imágenes de profetas y sibilas sobre tronos de mármol, junto con otros temas del Antiguo Testamento y los antepasados de Cristo. Estas imponentes y poderosas imágenes confirman el perfecto conocimiento que sobre la anatomía y el movimiento humanos poseía Miguel Ángel, cambiando con ello el devenir de la pintura occidental. vi. La tumba de julio ii Con anterioridad a la bóveda de la Sixtina, en 1505, Miguel Ángel había recibido el encargo del papa Julio II de realizar su tumba, planeada desde un primer momento como la más magnífica y grandiosa de toda la cristiandad. Pensada para ser emplazada en la nueva basílica de San Pedro, entonces en construcción, Miguel Ángel inició con gran entusiasmo este nuevo desafío que incluía la talla de más de 40 figuras, pasando varios meses en las canteras de Carrara para obtener el mármol necesario. La escasez de dinero, sin embargo, llevó al Papa a ordenar a Miguel Ángel que abandonara el proyecto en favor de la decoración del techo de la Sixtina. Cuando, años después, retomó el trabajo de la tumba, la rediseñó a una escala mucho menor. No obstante, Miguel Ángel pudo terminar algunas de sus mejores esculturas con destino a la tumba de Julio II, entre las que destaca el Moisés (c. 1515), figura central de la nueva tumba, hoy conservado en la iglesia de San Pedro ad Vincula, Roma. El musculoso patriarca aparece sentado en actitud vigilante dentro de un nicho de escasa profundidad, sosteniendo las tablas de la ley y con su larga barba entrelazada en sus poderosas manos. Parece una figura distante, en comunicación directa con Dios, y con una mirada que resume a la perfección la sensación de terribilità. Otras dos magníficas estatuas destinadas a esta tumba, el Esclavo moribundo y el Esclavo rebelde (c. 1510-1513, Louvre, París), demuestran claramente los modos miguelangelescos de abordar la escultura. Concibió las figuras como seres atrapados en el bloque marmóreo, que al ser tallados van liberando sus formas. Aquí, como en muchas otras obras suyas, deja las formas inacabadas ( non finito), algunas veces por considerar que ésa era la forma deseada y otras por haber abandonado el proyecto durante su realización. vii. Biblioteca laurenciana Pese a que el proyecto para la tumba de Julio II había requerido una planificación arquitectónica, la actividad de Miguel Ángel como arquitecto no comenzó de hecho hasta 1519, cuando diseñó la fachada (nunca realizada) de la iglesia de San Lorenzo en Florencia, ciudad a la que había regresado tras su estancia en Roma. Durante la década de 1520 diseñó también la biblioteca Laurenciana (sala de lectura y vestíbulo con la escalinata de acceso), anexa a la citada iglesia, aunque los trabajos no finalizaron hasta varias décadas después. Miguel Ángel tomó como punto de referencia el tipo de articulación de muros desarrollado por sus predecesores florentinos, pero infundiendo en ella la misma fuerza y energía que caracterizó su escultura y su pintura. En lugar de seguir con fidelidad los cánones clásicos estipulados por griegos y romanos, Miguel Ángel utilizó estos motivos —columnas, frontones, ménsulas— de manera más personal y expresiva. viii. Tumbas de los medici También durante esta larga etapa de residencia en Florencia, Miguel Ángel emprendió —entre 1519 y 1534— el encargo de hacer las tumbas de los Medici en la sacristía Nueva de San Lorenzo. La sacristía, con cubierta cupuliforme sobre pechinas, acoge en dos de sus muros los sepulcros a modo de fachada o retablo en los que dispone ventanas cegadas, enmarcando la calle central donde va el sarcófago con las esculturas alegóricas y los retratos monumentales de los allí enterrados. Una de las tumbas se destinó a Lorenzo II de Medici, duque de Urbino (1492-1519); la otra a Giuliano de Medici, duque de Nemour (1479-1515). Ambas se concibieron como representación de dos actitudes yuxtapuestas: la de Lorenzo, contemplativa, introspectiva; la de Giuliano, activa, extrovertida. Dispuso también sobre ellas magníficas figuras desnudas personificando a la Aurora y el Crepúsculo, bajo la figura sedente de Lorenzo, y el Día y la Noche bajo la de Giuliano. Los trabajos en las tumbas de los Medici continuaron tras el regreso de Miguel Ángel a Roma en 1534. Nunca más volvió a ver su añorada Florencia. ix. El juicio final Ya en Roma, Miguel Ángel comenzó a trabajar en 1536 en el fresco del Juicio Final para decorar la pared situada tras el altar de la Capilla Sixtina, dando por concluidos los trabajos en 1541. Cristo, en actitud de juez, se convierte en el centro de la composición; a la izquierda, la salvación de las almas que van ascendiendo al cielo; a la derecha, los condenados que van cayendo a un infierno dantesco. Como era normal en él, Miguel Ángel representó a todas las figuras desnudas, desnudez que fue tapada una década después con los paños de pureza, realizados por Daniele da Volterra (conocido como Il Braghettone precisamente por este motivo) en un momento en el que el clima cultural se había vuelto mucho más conservador. El propio Miguel Ángel aparece retratado en la piel desollada de san Bartolomé, a los pies de Cristo. A finales de la década de 1970 comenzaron los trabajos de restauración de los frescos de la Capilla Sixtina, que con el paso del tiempo se habían deteriorado enormemente. Al limpiarlos, para lo que se emplearon las técnicas más modernas, aparecieron los colores originales de las pinturas. También se eliminaron gran parte de los paños que cubrían los desnudos de las figuras, y sólo se han conservado los que tapaban partes que se habían borrado. La restauración se llevó a cabo en dos fases: en la primera se restauraron la bóveda y las paredes, en la segunda se restauró el Juicio Final, que fue presentado al público el día de Pascua de 1994 por el papa Juan Pablo II. Pese a que durante la década de 1540 recibió también el encargo de decorar al fresco la Capilla Paulina, la principal actividad en esta fase de su vida la encaminó hacia la arquitectura. X, el capitolio Entre 1538 y 1539 se iniciaron las obras de remodelación de los edificios en torno a la plaza del Capitolio (Campidoglio), sobre la colina del mismo nombre, corazón político y social de la ciudad de Roma. Lo concibió como un espacio ovalado y en su centro colocó la antigua estatua ecuestre en bronce del emperador Marco Aurelio. En torno a ella dispuso el Palazzo dei Conservatori y el Museo Capitolino, así como también el Palazzo del Senatori, dando al conjunto una nueva uniformidad constructiva acorde con la monumentalidad propia de la antigua Roma. xi. La basílica de san pedro La obra cumbre de Miguel Ángel como arquitecto fue la basílica de San Pedro, con su impresionante cúpula. La dirección de las obras, iniciadas por Donato Bramante y continuadas, entre otros, por Antonio Sangallo el Joven y Rafael, le fueron encomendadas por el Papa en 1546. Siguiendo el esquema de Bramante, Miguel Ángel diseñó un templo de planta de cruz griega coronado por una espaciosa y monumental cúpula sobre pechinas de 42 metros de diámetro. Posteriormente, Carlo Maderno modificó la planta original y la transformó en una planta de cruz latina. xii. Trascendencia artistica A lo largo de su dilatada vida, Miguel Ángel fue amigo de príncipes y papas, desde Lorenzo de Medici a León X, Clemente VII y Pío III, así como también de cardenales, pintores y poetas. Él mismo llegó a componer versos de indudable calidad, en los que pone de manifiesto sus pensamientos, ansiedades, frustraciones, ideas estéticas y su relación con la filosofía neoplatónica. El gran poeta del renacimiento Ludovico Ariosto escribió refiriéndose a él: "Miguel Ángel, más que mortal, divino". Ciertamente, el epíteto 'divino' fue extensamente aplicado a este artista gracias a sus extraordinarias dotes y talento. Dos generaciones de pintores y escultores italianos, entre los que se encuentran Rafael, Annibale Carracci, Pontormo, Rosso Fiorentino, Sebastiano del Piombo y Tiziano, admiraron su manera de tratar el cuerpo humano. La cúpula de San Pedro del Vaticano se convirtió en modelo y paradigma para todo el mundo occidental. Obras importantes Basílica de San Pedro Miguel Ángel comenzó a trabajar en la basílica de San Pedro en 1546, a la edad de 71 años. El edificio comenzado por Bramante y, más tarde, continuado por Antonio Sangallo, era de cruz griega. Miguel Ángel conservó la planta centralizada original y demolió parte de las adiciones del segundo. Posteriormente, Madorno modificó la planta y la transformó en una cruz latina. La cúpula original de Miguel Ángel fue rematada por otros dos arquitectos. Rafael (1483-1520) I. introduccion Pintor renacentista italiano considerado como uno de los más grandes e influyentes artistas de todos los tiempos. Su nombre completo era Rafael Sanzio (o Santi) de Urbino. Nació en Urbino y su primera formación la adquirió de su padre, el pintor Giovanni Santi. Según la opinión de muchos historiadores del arte, también estudió con Timoteo Viti en Urbino y realizó bajo su influencia numerosas miniaturas, dentro de una atmósfera delicada y poética, como en Apolo y Marsias (Museo del Louvre, París) y El sueño del caballero (1501, National Gallery, Londres). En 1499 se trasladó a Perugia, en Umbría, y se convirtió en pupilo y ayudante del pintor Perugino. Durante este periodo realizó obras en un estilo muy próximo al de su maestro, hasta el punto de que han existido dudas respecto a algunas atribuciones. Entre las obras de Rafael realizadas en Perugia destacan dos grandes composiciones: Los desposorios de la Virgen (1504, Brera, Milán, obra pintada ya en Florencia) y la tabla del retablo de Città di Castello, en la que representa la Crucifixión con dos ángeles, la Virgen y los santos Jerónimo, Magdalena y Juan Evangelista (1503, National Gallery, Londres). ii. Periodo florentino En 1504, Rafael se trasladó a Florencia, donde estudió la obra de reconocidos pintores contemporáneos suyos, como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y Fra Bartolommeo, de quienes aprendió sus métodos de representación de luces y sombras, sus estudios anatómicos y actitudes dramáticas. En esta época cambió su forma de pintar, basada en las composiciones geométricas y el interés por la perspectiva, hacia unas maneras más naturales y suaves. Su evolución durante el periodo florentino puede seguirse a través de sus numerosas madonnas (vírgenes). El primer ejemplo es la Madonna del Granduca (1504-1505, palacio Pitti, Florencia). Ejemplos posteriores muestran la influencia de Leonardo en la expresión de serenidad y en los esquemas compositivos triangulares y equilibrados, como es el caso de La bella jardinera (1507-1508, Museo del Louvre, París) y La Virgen del jilguero (1505, Galería de los Uffizi, Florencia). La última de las vírgenes florentinas, la Madonna del baldaquino (1508, palacio Pitti, Florencia), forma parte de un retablo y se asemeja estilísticamente a la obra de Fra Bartolommeo. Los encargos más importantes que Rafael recibió durante su estancia en Florencia procedían de Umbría. Su composición más original en este periodo es el Entierro de Cristo (1507, Galería Borghese, Roma). Forma parte de un retablo y muestra la fuerte influencia de Miguel Ángel en la disposición y actitudes de los cuerpos y en el tratamiento anatómico de los mismos. iii. Periodo romano En 1508 Rafael se trasladó a Roma, requerido por el papa Julio II, quien le encarga la decoración mural de cuatro pequeñas stanze (habitaciones) en el palacio de la Ciudad del Vaticano. En el techo de la primera de ellas, la Stanza della Segnatura (1509-1511), están pintadas las alegorías de la Teología, la Filosofía, la Poesía y la Justicia, respondiendo a un programa iconográfico elaborado e intelectualizado. En una de las paredes, bajo la teología, se sitúa La disputa del sacramento, que representa la discusión del dogma de la Trinidad. La escuela de Atenas, situada debajo de la Filosofía, representa un espacio arquitectónico abierto donde Platón, Aristóteles y otros filósofos discuten y argumentan. Bajo la Poesía se encuentra el célebre Parnaso, en el que el dios Apolo aparece rodeado por las musas y los grandes poetas. Por último, bajo la Justicia, se puede observar el fresco Gregorio IX aprobando los Decretales. La segunda estancia, la Stanza d´Heliodoro (1512-1514), pintada por Rafael y sus discípulos, contiene escenas que representan el triunfo de la Roma católica sobre sus enemigos. Tras la muerte del papa Julio II en 1513 y el ascenso de León X aumentan la influencia y las responsabilidades de Rafael. Se le nombra maestro mayor de la basílica de San Pedro en 1514, y un año después se le pone al frente de la dirección de todas las excavaciones arqueológicas en Roma y alrededores. Debido a sus numerosas actividades, sólo consiguió pintar parte de la tercera stanza del palacio del Vaticano, la del Incendio del Borgo (1514-1517). El resto es obra de sus ayudantes. De igual forma, para la cuarta cámara, la sala Constantina, simplemente realizó los bocetos preparatorios. Durante este periodo también diseñó diez tapices con los hechos de los apóstoles destinados a la Capilla Sixtina. Esos cartones o dibujos se encuentran en la actualidad en el Museo Victoria y Alberto de Londres. Rafael también proyectó la arquitectura y decoración de la capilla Chigi en la iglesia de Santa Maria del Popolo y la decoración de la villa Farnesina, que incluye el Triunfo de Galatea (c. 1513). Además de estas empresas mayores, ejecutó cierto número de pinturas de caballete, entre las que destacan el retrato de Julio II (1511-1512); series de vírgenes, como la Madonna Sixtina (c. 1514, Gemäldegalerie, Dresde), y otras pinturas religiosas, como la Transfiguración (1517-1520, Vaticano), completada tras su muerte por el más notable de sus discípulos, Giulio Romano. Rafael murió en 1520 en Roma, cuando sólo contaba 37 años. Obras importantes Palazzo pandolfini Francesco Borromini (1599-1667) Arquitecto italiano, uno de los más importantes del siglo XVII. Junto con otras grandes figuras de su época, como Gian Lorenzo Bernini y Pietro da Cortona, y principalmente gracias a sus iglesias, transformó la antigua Roma en una ciudad barroca. Al contrario que Bernini y Cortona, Borromini tan sólo se dedicó a la arquitectura, llegando hasta la obsesión su empeño heterodoxo de encontrar nuevas formas espaciales. En sus edificios, el vacío y el lleno se combinan en una culminación de la búsqueda barroca de espacios dramáticos. Francesco nació el 25 de septiembre de 1599 en Bissone, junto al lago de Lugano, y su auténtico apellido era Castelli, pero lo cambió a los 28 años por el de su madre, Borromini. Su padre era un cantero y heredó este oficio, gracias al cual pudo participar en la construcción de la basílica de San Pedro, bajo la dirección de Carlo Maderno. El anciano maestro le nombró supervisor de sus obras en el Vaticano y en el Palacio Barberini. Su agria rivalidad con Bernini comenzó hacia el año 1627, cuando trabajó a las órdenes del escultor en la talla del baldaquino de San Pedro. El primer encargo que recibió Borromini como arquitecto fue la iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane (16381641; fachada concluida en 1667). La traza general se compone de una planta en forma de rombo, formada por la unión de dos triángulos equiláteros, cubierta por una cúpula oval. Como todos los proyectos de Borromini, se ajusta a unas leyes estrictas de simetría y proporciones. Su fachada, más alta que la propia iglesia, presenta una ondulación que se convirtió en el arquetipo de las iglesias barrocas de Roma. Borromini construyó Sant'Ivo della Sapienzia entre 1642 y 1660, que sigue siendo la iglesia de la Universidad de Roma. El templo se levanta a partir de un hexágono regular estrellado, pero lo más original es su cúpula hexagonal sin transición con la planta, construida como una continuación solidaria con la geometría fundamental del templo. Otras de las obras del maestro italiano fueron la nueva fachada de Sant'Agnese (1653-1666) en la Plaza Nabona o la remodelación de la basílica paleocristiana de San Juan de Letrán (1647-1650), que perdió así su aspecto original para convertirse en un templo barroco. Su último gran proyecto fue el Colegio de Propaganda Fide (1646-1667), centro de la orden jesuita en Roma, un sorprendente palacio barroco completamente sometido a un concepto geométrico unitario. El 2 de agosto de 1667 Borromini se suicidó. Más que cualquier otro arquitecto coetáneo, Borromini consiguió una nueva forma de expresión arquitectónica con sus muros ondulantes, cóncavo-convexos, así como con sus originales volúmenes, desarrollados a partir de un motivo geométrico. Sin embargo, nunca rechazó el estudio de los modelos clásicos, incorporando a su obra rasgos de la arquitectura antigua y de la renacentista. La influencia de las ideas de Miguel Ángel fue importantísima, como el mismo arquitecto explicó en su tratado Opus architectonicum (1648). Obras importantes Iglesia de san ivo della sapienza Iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane La iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane (1638-1641), proyectada por Francesco Borromini, es uno de los edificios más representativos del barroco romano. La fachada, comenzada en 1665, se completó en 1667, después de la muerte de su autor. Oratorio de filippini, roma Iacopo Barozzi da Vignola (1507-1573) Arquitecto italiano, uno de los más destacados del bajo renacimiento, precursor del barroco y pionero del estilo asociado a la Contrarreforma. Nació en Vignola, cerca de Módena, con el nombre de Giacomo Barozzi. El cardenal Alejandro Farnesio (el futuro Pablo III) le llevó a Roma, donde comenzó trabajando como pintor. Su actividad arquitectónica comenzó en Bolonia, pero en 1551 volvió a la ciudad eterna como arquitecto del papa Julio III, que le encargó su villa de recreo en las afueras de la ciudad. La villa Giulia, realizada en colaboración con Giorgio Vasari y Bartolommeo Ammanati, forma un conjunto ordenado por un fuerte eje de simetría visual donde priman las diferencias de nivel y los recorridos interrumpidos. Vignola definió así el modelo de residencia ajardinada manierista, consolidado en la villa Lante de Bagnaia, donde planteó algunas innovaciones fundamentales para el desarrollo del jardín barroco francés. El apogeo de esta tipología llegó con la villa Farnese en Caprarola (comenzada en 1559), un emblemático edificiofortaleza de planta pentagonal alrededor de un patio circular, construido cerca de Viterbo para la familia Farnese. De mayor trascendencia fue, si cabe, su proyecto para el Gesù, la iglesia principal de la Compañía de Jesús en Roma, cuya construcción comenzó en 1568. En ella recuperó el modelo de iglesia longitudinal de una sola nave y capillas laterales, cubierta por una enorme bóveda de cañón sobre pilastras pareadas e iluminada por lunetos practicados en la bóveda. Aunque la fachada final es obra de Giacomo della Porta, la estructura interior del templo tuvo una importancia decisiva para la evolución de los templos católicos de toda Europa, imbuidos en la nueva ideología litúrgica de la Contrarreforma. Sin embargo, Vignola también proyectó iglesias centralizadas, como Sant'Andrea in via Flaminia (1550-1553) o Sant'Anna dei Palafrenieri (comenzada en 1565), ambas en Roma, precursoras de los espacios ovales popularizados casi cien años después por Francesco Borromini y Gian Lorenzo Bernini. El estilo de Vignola, pese a sus numerosas aportaciones precursoras del barroco, fue sosegado y tradicional. Los espacios que proyectó, aunque innovadores, buscaron la sistematización antes que el dramatismo. Su Tratado de los cinco órdenes arquitectónicos (1562) se tradujo a numerosos idiomas y llegó a ser una obra de referencia durante los siglos XVII y XVIII como catálogo de composición clasicista. El libro se basa en la exposición gráfica de los órdenes de la arquitectura y su desarrollo en diversas soluciones constructivas. Realizado a partir del estudio de los monumentos antiguos, su principal éxito residió en su carácter práctico frente a los tratados de Sebastiano Serlio, Alberti o el propio Vitrubio. Obras importantes Villa caprarola, viterbo iglesia del Gesù El Gesù es la iglesia principal de la Compañía de Jesús en Roma, Italia. El encargado del proyecto, elarquitecto italiano Iacopo Vignola, ideó un templo longitudinal que sentó las bases para edificios posteriores. En esta imagen podemos admirar la nave central con el crucero al fondo. ANDREA PALLADIO (1508-1580) i. introduccion Arquitecto italiano del renacimiento tardío, uno de los más importantes de la historia de la arquitectura occidental. ii. Vida y obra Nació en Padua el 30 de noviembre de 1508 y comenzó su formación como simple cantero. Su nombre auténtico era Andrea di Pietro dalla Gondola, pero cambió su apellido por el de Palladio (en honor de Palas Atenea, diosa griega de la sabiduría) a partir de la tutela del poeta Gian Giorgio Trissino, quien supervisó sus estudios de arquitectura. Trissino lo llevó a Roma, donde Palladio analizó las ruinas clásicas y estudió a fondo los tratados de Vitrubio, el único legado teórico de la arquitectura romana. El fruto de sus investigaciones fue la publicación del libro Le Antichità di Roma (1554), considerado durante más de dos siglos como la mejor guía sobre las ruinas de la ciudad eterna. Una de sus primeras obras de gran envergadura fue la transformación (comenzada en 1549) del recinto exterior del palacio della Ragione o Basílica, el ayuntamiento de Vicenza. En esta ciudad y sus alrededores construyó numerosos edificios residenciales y públicos. Entre ellos destacan los palacios Chiericati, Thiene y Valmarana, y las villas Badoer, Barbaro (en Maser), Emo, la Rotonda y Foscari, en Malcontenta di Mira. Entre 1560 y 1580 también construyó varias iglesias en Venecia, entre las que sobresalen San Francesco della Vigna, San Giorgio Maggiore e Il Redentore. Su última gran obra fue el teatro Olímpico de Vicenza, que finalizó Vincenzo Scamozzi después de su muerte. iii. valorizacion Aunque su estilo arquitectónico tiene sus antecedentes inmediatos en la obra de los maestros del alto renacimiento, como Donato Bramante (que a su vez se inspiró en la tradición constructiva de la antigua Roma), Palladio siempre cultivó una interpretación propia de los motivos romanos, derivada del estudio directo de la arquitectura antigua. Combinó libremente muchos de los elementos del lenguaje clásico, de acuerdo con las exigencias del emplazamiento o de las necesidades funcionales de cada edificio, y en este sentido se le puede considerar como un arquitecto manierista. Sin embargo, al mismo tiempo compartió la búsqueda renacentista de las proporciones armónicas, y sus fachadas se caracterizan por una excepcional elegancia basada en la sencillez —casi austera— y la serenidad compositivas. Palladio fue el primer arquitecto que desarrolló un sistema organizado para la disposición de las habitaciones privadas. También fue el primero que ubicó en edificios residenciales pórticos con frontones, propios de los templos clásicos, como los que se pueden contemplar en las cuatro fachadas idénticas de la villa Rotonda, compuestas por seis columnas jónicas sobre un elevado podio precedido por una escalinata. Los edificios de Palladio a menudo incorporaban soluciones ingeniosas, en ocasiones para facilitar la entrada de luz o para hacer más cómodos los tránsitos entre distintas estancias. En la Basílica de Vicenza, por ejemplo, proyectó una elegante fachada formada por dos pisos de arquerías donde empleó la ventana o motivo serliano, conocido también como palladiano (un vano tripartito compuesto por una parte central arqueada y más ancha que las dos laterales, separadas por delgadas columnas), gracias al cual pudo estrechar los pilares estructurales y con ello captar mucha más luz para el espacio interior. Otra de sus aportaciones a la historia de la arquitectura fueron los tratados, entre los cuales destaca I quattro libri dell'Architettura (1570, segunda edición en 1580), que se convirtió en un canon para la arquitectura occidental de los siglos venideros. Esta influencia se extendió sobre todo por Inglaterra, donde apareció una corriente llamada palladianismo, que seguía fielmente sus preceptos y reglas compositivas. Entre los seguidores de esta tendencia se hallaban arquitectos de la importancia de Inigo Jones o Christopher Wren, que a su vez fueron antecesores de algunos estilos neoclasicistas, como el neopalladiano o el georgiano ingleses y el federal de Estados Unidos. Obras importantes Villa Barbaro en Maser Andrea Palladio proyectó la villa Barbaro hacia 1560. En ella se observan algunos rasgos característicos en la obra de este arquitecto, como las fachadas clasicistas y las combinaciones de arcos y dinteles. Guarino guarini (1624-1683) Arquitecto italiano, que destacó en la época barroca por sus proyectos complejos e imaginativos. Pasó en Turín la mayor parte de su vida y allí reconstruyó la capilla della Santa Sindone (capilla del Santo Sudario, 1667-1694), una especie de camarín sobre base circular, cubierto por una cúpula cónica de base octogonal compuesta por nervaduras segmentadas, que se traman imitando las labores de cestería. En su obra maestra, la iglesia de San Lorenzo (16681687), parte de una base cuadrada que se transforma en octogonal gracias a los pilares y las columnas que sostienen las arcadas curvas. La cúpula que cubre el espacio central es de ascendencia califal cordobesa, formada por ocho nervios entrecruzados que arrancan desde la misma galería de las ventanas del tambor. Los palacios proyectados por Guarini destacan por sus fachadas ondulantes. Las fantasías arquitectónicas del maestro piamontés sirvieron de ejemplo para gran parte del barroco europeo, sobre todo en Austria y Baviera. Sin embargo, no se puede afirmar con certeza si Guarini ejerció o, por el contrario, recibió influencias del barroco popular hispano-portugués. Obras importantes Palacio Cariguano, Turin Santa Sindone, Turín San Lorenzo, turin Claude nicholas ledoux (1736-1806) Claude Ledoux nación en Dormans, Francia en 1736. Fue educado en una escuela privada de arquitectura en Paris.. Establecida por J. F. Blondel, la escuela enfatizaba a originarios de la tradición Barroca pero expuso a los estudiantes a la arquitectura Inglesa. Después de completar sus estudios, Ledoux asumió varias posiciones gubernamentales como ingeniero, principalmente de diseño de puentes. El estilo dramático de Ledoux le debe mucho al hecho de que nunca visitó Roma. Sus conceptos de la arquitectura Romana fueron por eso retorcidos por grabados de Piranesi de donde deribó su conocimiento. Visitó Inglaterra, donde fue influenciado por la tradición Palladiana con la que ya estaba familiarizado. Aunque mucha de la arquitectura de Ledoux es práctica y funcional, los aspectos "visionarios" de su trabajo son los más conocidos. Sus diseños se convirtieron en símbolos del régimen antiguo y el exagerado uso de elementos clásicos parecieron anticipar el clasicismo post-modernista. Obras importantes Rotonde de la Vilette, París Barrière du Trone, París Royal Saltworks of Arc-et-Senans fiedrich gilly (1772-1800) Nace en 1772 en Altdamm cerca de Szczecin y muere en 1800 en Karlsbad. Después de terminar sus estudios de construcción, carpinteria y el aprendizaje de tallado de piedra con su padre David Federico Gilly (1748-1808) en cursos privados. Se fue a estudiar a Berlín 1787 y se graduó en 1788 a 1789 de la clase de arquitectura de la academia de las artes. En 1789 él consiguió una cita con las autoridades de edificio de tribunal altas y ha sido llevado en 1797 con 25 años al inspector de edificios de tribunal alto. Después de establecimiento de la academia de construcción, bajo los rboles cal 38, en 1799 G. enseñado allí ya con 27 años como un profesor. Él promovió el resultado acertado del Clasicismo en Prusia y afectó una multiplicidad de arquitectos, entre otras cosas Karl Federico Schinkel. De sus proyectos, tan para un monumento Federico del los grandes sobre Leipzig el lugar, nadie ha sido realizado(comprendido). G. Ha sido implicado entre otras cosas en 1795/96 con el equipo del castillo da una parte y creado en 1791 juntos con P. L. Simon el Spreeflügel el Stadtvogtei, el mercado de suero (destruye). Johann Gottfried Schadow fabricó el friso para la moneda nueva según sus (sus) esbozos. La granja de leche bosquejada por él en 1799 en el castillo aparca Bellevue ha sido dañado con la II guerra mundial y luego ha sido usado. También más las casas formadas según sus (sus) proyectos no son existen Jägerstrasse 14, Behrenstraße 68, la Amplia Calle 30 y el chalet el M ö ller en el zoo Grande. G. vivido de 1788 a 1794 en el Calle de Leipzig Universidad de san pedro sula Escuela de arquitectura Historia de la arquitectura iii Biografias de arquitectos del renacimiento ALUMNA: Melissa irene benitez ·# CTA: 1990029 CATEDRÁTICA: arq. Dora drada FECHA: septiembre 03, 2002