En la aventura de un viaje, el Acto de Habitar y el construir como acción. TRAVESÍA LAS HUALTATAS/CURAMÁVIDA/VALLE HERMOSO REALIZADA CON UN TERCER AÑO DE ARQUITECTURA PUCV. CLAUDIO VILLAVICENCIO MOYA Trata de lo siguiente: En la tesis me he dedicado durante ya un tiempo a definir el Acto de habitar, apoyado por un lado en textos de filósofos como Heidegger, Paul Ricoeur entre otros y por otro lado, a investigar lo dicho dentro de la escuela de arquitectura y diseño de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y lo dicho y hecho en la Ciudad Abierta, que es una Experiencia creativa llevada adelante con muchos de los integrantes de esa misma escuela, en Chile. Así la tesis ha evolucionado por un lado en aspectos teóricos del habitar y el construir, y por otro en el análisis de este planteamiento desde la experiencia misma del proyectar y del construir como acto, es decir: del Acto de construir y del construir como acción. Lo que Heidegger llamaría un Habitar Poético, y que desde el fundamento de la escuela de Valparaíso correspondería a la proposición de un Acto de habitar o arquitectónico, en este caso, de una extensión americana que recae como territorio habitado con paisaje. En este último aspecto es que centraré la exposición; en una experiencia de estudio y construcción que se sostiene en la mirada arquitectónica de una realidad existencial que tiene lugar; o más bien dicho “ubicación” en un sector del Norte de Chile, (luego, en el desarrollo de la exposición se verá el por qué de esta precisión). Esto es en la cuarta región, específicamente en las “proximidades” de un pueblo llamado Combarbalá que se encuentra a unos 90 km de la costa y a los pies de la pre-cordillera. La motivación: tener una mirada desde la arquitectura a propósito de cómo se da hoy la vida de los arrieros en un sector retirado de los centros urbanos, aparentemente desolado y deshabitado que ha quedado ajeno a los planes e intensiones de valorización por parte de las autoridades y que subsiste en la trascendencia de una cultura local con un alto sentido patrimonial. Entrar a este capítulo de la investigación requirió de una empresa; la de ir, recorrer, observar, proponer y construir un refugio que se constituyera como sede de los arrieros que van desde la costa hasta Argentina atravesando la cordillera de los Andes en busca de pastos tiernos para los animales, en una actividad que ellos llaman “veranadas”. Proponer algo como esto a gente desconocida y con una vida muy distinta de los que íbamos podía haber sido un esfuerzo inútil e incluso impertinente si quedaba fuera de contexto; entonces la mayor de las prudencias y a pensar en lo que veíamos, lo que nos pasaba y a observar. Entonces el viaje y la experiencia misma de él en este capítulo se transformaron en parte de la investigación, pues se trataba que, desde el habitar como acto se diera un salto hacia el acto de construir como acción para ofrecer, en la realización de una “obra”, la posibilidad de una nueva forma de habitar (que sea o no obra, queda sometido al juicio de cada cual, sin dejar de considerar los escasos recursos y problemas de accesibilidad). Nueva en cuanto le trae al habitante el reconocimiento de un lugar donde antes no existía y a nosotros, los integrantes de esta aventura; el viaje como una travesía.