CARMEN AROZTEGUI MASSERA Resumen En 1996, y después de casi 150 años desde su apertura, cerró la mina de carbón de Lota en Chile. La ciudad, fundada a partir de la mina, inicia entonces una búsqueda por recomponer una nueva identidad y sustento laboral. Esta ponencia propone una reflexión acerca de los métodos digitales tradicionales de reconstrucción digital del espacio urbano y sus limitaciones en tanto visualización desvinculada de la vivencia de sus pobladores. A partir del desarrollo de un ejercicio en un taller de arquitectura y tomando como caso el asentamiento minero de Lota, se propone una aproximación a la reconstrucción urbana que introduzca los relatos de los pobladores. Los relatos permiten, por un lado, identificar cómo se significa individualmente el espacio urbano, entendido como el lugar emotivo que entrelaza condiciones existentes y la memoria del narrador indistintamente. Por otro lado, el relato enhebra espacios distantes geográficamente y en el tiempo, revelando por tanto la problemática urbana en su condición intangible. La estrategia de visualización desarrollada en el ejercicio de taller se basa en el estudio del espacio fílmico como articulador de los relatos. Alejada de las prácticas tradicionales de reconstrucción digital del espacio urbano, la cinematografía expresa el espacio a partir del relato. El análisis fílmico de las escenas introductorias de "Que bello era mi valle" (Ford, 1941), interpretación hollywoodiana de la vida de los mineros de Gales, nos permite reflexionar acerca de la concepción espacial urbana en el film y en los posibles vínculos con la tarea proyectual del arquitecto. Por un lado, se analiza como se construye el espacio urbano a partir del enunciado fílmico. Por otro lado, vincula esta enunciación a la visión de la identidad minera en un pasado épico idealizado.