Quagliarello

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Consideraciones sobre los roles del sector público privado en el desarrollo de la
cunicultura local en Mendoza. Argentina.
Gaby Quagliariello.
INTA EEA Mendoza
AER Luján de Cuyo
gabyquaglia@mendoza.inta.gov.ar
Palabras clave: cunicultura, desarrollo local, instituciones, políticas públicas, desarrollo
rural, Mendoza.
Resumen:
Históricamente, la producción de conejos para carne ha sido en Argentina, una
producción cíclica, alternativa y, en algunos casos marginal.
Esta producción se realiza, bajo un sistema industrializado efectuada en galpones
abiertos, en jaulas. Estos animales tienen ciclos productivos cortos, lo que permite al
productor adecuarse a las oscilaciones del mercado.
En el año 2001, se presentó en Argentina una crisis económica y social; gran cantidad
de personas desocupadas buscaron una salida en la actividad, instalando pequeños
criaderos de conejos, con recursos propios o a partir de subsidios provenientes del Estado
Nacional. De esta forma, se constituyó un conjunto de pequeños productores muy
heterogéneo, en términos de capacitación, niveles productivos, de inversión, dedicación
y otros.
Las instituciones que participaron en planes de desarrollo cunícola, entre los años 2002
y 2005, lograron un impacto, a través de variadas acciones. Entre los años 2005 y 2007,
la comercialización encontró graves dificultades. Tanto los productores, como algunas
instituciones se fueron retirando ante la imposibilidad de encontrar respuestas.
Este trabajo se basa en los aportes del marco SIAL para el análisis de procesos de
activación a nivel territorial de sistemas productivos. Asimismo se utilizan los conceptos
de desarrollo local y territorial para el anclaje de la cunicultura en Mendoza. Desde la
perspectiva de las políticas públicas, se utilizaron los conceptos de emergencia e
inclusión y exclusión social.
1-Introducción:
Dentro del contexto histórico de desarrollo agropecuario, la producción de conejos para
carne ha sido en Argentina una producción cíclica, alternativa y, en algunos casos,
marginal (limitada a la auto producción de alimentos a nivel familiar).
“La cunicultura (…) tiene una historia tan lejana como las corrientes inmigratorias que
se observaron en el país, inicialmente como complemento en la canasta de alimentos que
las familias rurales producían y a medida que el consumo mundial de carne de conejo
aumentaba, la actividad se reconvertía a sistemas de producción más intensivos o
industriales y se convertían de producciones de autoconsumo a explotaciones
comerciales. Este crecimiento de la producción se observó con relevancia desde
principios de la década de los ’90 y muy marcadamente a partir del 2002”. (Ministerio de
Asuntos Agrarios. Provincia de Buenos Aires. Programa Cunícola.)
1
Desde el aspecto técnico, la producción cunícola se realiza, bajo un sistema
industrializado. Es una actividad intensiva, efectuada en galpones abiertos, en jaulas con
distribución de agua y alimento balanceado en forma sistematizada. Esta especie posee
una gran capacidad productiva y reproductiva; es de ciclo breve, alrededor de 31 días de
gestación y 75 a 90 días de engorde, alcanzando un peso vivo apto para faena de 2,5
kilogramos, obteniéndose 1,5 kilogramos de carne, aproximadamente. Esto implica un
gasto de 10 kg de alimento balanceado por animal, lo que representa un 80% del costo
total de producción.
“Estas características dan gran flexibilidad a la producción, facilitando su aumento o
disminución en tiempos cortos, que permiten adecuarse con cierta rapidez a las
oscilaciones del mercado. Su principal insumo es el alimento balanceado, siguiéndole en
importancia la mano de obra, los reproductores y los productos sanitarios”. (Extraído y
adaptado de: Informe IICA 2003).
En Mendoza, la actividad se ha desarrollado en general, en numerosos y pequeños
establecimientos con una media apenas superior a 50 hembras por productor. Desde la
perspectiva del sistema productivo, los cunicultores trabajan en establecimientos
agrícolas pequeños y medianos.
Hacia fines de 2001, ante la crisis económica y social que se presentó en Argentina, gran
cantidad de personas desocupadas buscaron una solución en la actividad, instalando
pequeños criaderos de conejos, con recursos propios o a partir de subsidios
implementados a través de programas sociales, con recursos del Estado Nacional. De
esta forma, se constituyó un conjunto de pequeños productores muy heterogéneo, en
términos de capacitación, niveles productivos, de inversión, dedicación y otros.
Analizando el rol de las instituciones que participaron en los planes de desarrollo
cunícola, se puede afirmar que, entre los años 2002 a 2005, el apoyo del Estado fue de
alto impacto, existió una importante presencia y espíritu de promoción de la actividad en
el que se involucraron distintos organismos de gobierno a nivel nacional, provincial y
municipal, a través de variadas acciones. Posteriormente, entre los años 2005 y 2007,
algunas instituciones se fueron retirando ante la imposibilidad de encontrar respuestas
válidas para el sector. La crisis sufrida superó todo lo previsible en un proceso que
comprendió a todo el país.
Este estudio se basa en los aportes del marco SIAL para el análisis de procesos de
activación a nivel territorial de sistemas productivos. Asimismo se utilizan los conceptos
de desarrollo local y territorial para el anclaje de la cunicultura en Mendoza. Desde la
perspectiva de las políticas públicas, se utilizaron los conceptos de emergencia e
inclusión y exclusión social.
Entre los resultados que se destacan en esta investigación, se observa por parte de los
planes gubernamentales de desarrollo cunícola una significativa debilidad en la
planificación de los aspectos relacionados con la comercialización y mercadeo del
producto. En contraposición a ello, se observó una enérgica programación de aspectos
relacionados con lo tecnológico y lo productivo.
En este contexto, los objetivos del trabajo son, por un lado, conocer la contribución de
políticas de emergencia al desarrollo de sectores productivos y, por otra parte, conocer el
2
rol que tuvieron las instituciones locales y el sector privado, apoyados por programas
nacionales de desarrollo social, en el avance de la cunicultura en la zona norte de la
provincia de Mendoza, en los departamentos: Lavalle, Las Heras, Guaymallén, Maipú y
Luján de Cuyo.
La problemática que se analiza es el crecimiento y decrecimiento de tipo exponencial
que se observó en la cunicultura en Mendoza entre los años 2002 y 2007 y el papel
desempeñado por los actores del sector público -a través de los planes nacionales de
desarrollo local implementados a través de los gobiernos locales municipales- y por los
actores del sector privado en la dinámica que caracterizó a este sector productivo.
“Hoy en día los modelos alimentarios están en crisis, en los países ricos como en los
países pobres. En los países pobres persiste la incertidumbre acerca del tipo de desarrollo
a emprender para superar la crisis de escasez, que aún aflige a gran parte de la población.
En cambio, en los países ricos la crisis está expresada con el sentido de ansiedad con el
cual el consumidor vive la selección y el consumo de los alimentos” (Fonte, 2002).
“En los países más pobres, los gastos en alimentación constituyen la mitad o más del
presupuesto de los hogares de una gran parte de la población; por ello, los precios de los
alimentos adquieren una importancia política y social que es difícil de apreciar desde la
perspectiva de los países ricos”. FAO. Política de desarrollo agrícola
Cuando en el presente trabajo se habla “lo local”, se hace referencia a que “Local tiene
un doble sentido: proximidad geográfica y proximidad social. La proximidad geográfica
evoca un sistema de pertenencia, una historia común que se encuentra en las reglas y en
las representaciones colectivas (Camagni-Capello, 2003). La proximidad social se refiere
a una estratificación social poco diferenciada, en la cual en todo caso las diferencias son
amortiguadas por el hecho de compartir valores y visiones comunes. Ambas acepciones
se encuentran en el concepto de territorio. En la economía de los sistemas locales, el
territorio es considerado un “conector” de las actividades económicas, complementario o
alternativo respecto a otros conectores como el mercado, la jerarquía, el network extraterritorial. Se trata de un sistema cognitivo específico, “que transforma y multiplica el
conocimiento sedimentado por factores históricos, continuamente reproducido y
amplificado por las innovaciones de los sujetos que viven en el territorio” (Rullani, 2003:
111). Citados por Fonte, 2006
2- Metodología
La metodología usada abarcó dos partes complementarias. En primer lugar, el análisis de
información cuantitativa y cualitativa en base a recopilación de fuentes secundarias y
relevamiento de datos primarios del sector cunícola. Se realizó una revisión y análisis
crítico de información secundaria existente al respecto: documentos históricos; artículos;
trabajos previos; datos estadísticos; etc.
La segunda parte fueron entrevistas a actores claves de las áreas de desarrollo social y
económico de los gobiernos municipales de la zona norte de la provincia de Mendoza y
de la Dirección Provincial de Ganadería. También se realizaron entrevistas
semiestructuradas a grupos de productores cunícolas y organizaciones locales, que
incluyeron visitas y observación de emprendimientos cunícolas seleccionados en la nona
norte. Estas entrevistas abarcan aspectos organizacionales, económico-productivos,
3
comerciales y sociales para identificar momentos y puntos clave de desarrollo de la
actividad en lo local.
Por último se utilizó la técnica de la observación participante en talleres con productores
e instituciones realizados para la organización de los productores y la constitución del
Consejo Cunícola provincial.
3- Caracterización de la actividad
3.a Comercialización:
A nivel nacional, la actividad cunícola, como producción de conejos para carne, ha
tenido un desarrollo sumamente particular entre los años 2002 y 2007. “En una primer
etapa, despertó un renovado interés a partir de la modificación del sistema cambiario a
principios del año 2002. Se trataba de una actividad incipiente, con una incursión en el
mercado exportador en la primera mitad de la década de 1990, luego interrumpida y
retomada con gran fuerza en 2002”. (Informe IICA 2003).
Hasta fin del año 2005 tanto la producción a nivel nacional, como las ventas al mercado
exportador aumentaron exponencialmente así lo muestra la estadística: entre los años
1996 al 2001, la faena se mantuvo por debajo de los 170 000 animales, ya en el año 2002
ascendió a poco menos de 250 000; año 2003 casi se duplica : 460 000 animales; año
2004 subió a más de 1 700 000; y en el 2005 se faenaron 2 618 000 conejos; para luego
caer fuertemente en 2006 a 1 325 000 aproximadamente.( Fuente: SAGPyA - Sobre base
de datos SENASA).
AÑO
E
F
M
A
M
J
J
A
S
O
N
D
TOTAL
1998
1999 2000 2001 2002 2003
13421
14026
15700
13220
10705
11689
12737
11102
11933
13319
13066
7986
15383
12197
12956
10995
12034
9845
9460
8179
10092
10474
21007
161925
13005
132606
8500
7743
8896
8607
8472
7504
7969
9503
7626
8575
7531
7996
7762
13959
9905
10088
9278
10169
11492
10435
10442
11614
23655
22186
22078
27470
13934
16066
19602
21739
19111
19937
19937
26867
30406
26692
35518
25117
29514
28435
42360
38141
48715
59537
2004
89166
97166
118827
109750
109037
125810
139714
160452
160027
155257
225329
2005
241460
249463
228281
200506
195326
208390
133354
273744
263481
212869
226688
2006
147248
211115
196718
155818
99853
89448
59099
135210
114703
116377
2007
106754
118030
81495
97713
67685
60080
63030
54796
55430
46103
53303
65956
8738 17222 24776 65746
212022
185163
99410
99664 130362 250091 457048 1702557 2618725 1531753
819878
56991
Fuente: Área Cunicultura Dirección de Ganadería, SAGPyA - Sobre base de datos SENASA.
4
Evolución de Faena 1996 - 2007
3.000.000
2.500.000
2.000.000
1.500.000
1.000.000
500.000
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Fuente: Área Cunicultura Dirección de Ganadería, SAGPyA - Sobre base de datos SENASA.
La similitud de las situaciones que se presentaron en el país, quedan bien expresadas en:
“En cuanto a la faz comercial podemos resumir que el mercado interno considera el
consumo interno de carne de conejo res completa, sin elaboración y en menor cuantía
trozado. Si bien no se cuenta con información actualizada sobre el consumo interno de
carne de conejo la SAGPyA estima 100gr/hab/año y un consumo de aproximadamente
940 toneladas anuales. Esto significa que el consumo interno representa el 26 % del total
producido dentro del país. Dentro del mercado interno es posible diferenciar dos
sectores, el formalizado o autorizado y el no formalizado o no autorizado; el sector
formalizado está formado por frigoríficos habilitados por SENASA que faenan y
comercializan animales provenientes de granjas registradas y autorizadas por este
organismo.(…) El sector informal está constituido por productores que generalmente no
posee habilitación de SENASA (R.618/02), faenando y comercializando de manera no
autorizada.
El mercado exportador está formado por los frigoríficos que poseen habilitación
conforme a las normas de la Comunidad Europea.(…) Cabe destacar que estas empresas
radicadas dentro de la provincia ( Buenos Aires) son las únicas que efectúan
exportaciones a nivel Nacional.
Estas empresas provienen de la faena y comercialización de la liebre y se
introducen en el mercado del conejo a partir de la devaluación del Peso del 2001 que
convierte a la carne de conejo argentina en un producto con precios competitivos en el
mercado Europeo.
El primer frigorífico que inicia fuertemente la exportación de carne de conejo es
Industrias A. Cnel. Vidal S.A. y luego entre el 2002 y el 2004 se suman los frigoríficos
Costanzo, Infriba, UN-AR S.A. y Euro-Tapalque. A medida que los frigoríficos se
sumaban en la compra, el precio del conejo vivo en granja aumentaba por lógica de
oferta – demanda. Durante estos últimos cuatro años (2001-2004) la cantidad de cabezas
faenadas aumento alrededor de 2000% transformándose en una actividad de importancia
para los frigoríficos. Este sector es el formador de precios de la actividad cunícola del
5
2007
país, no solo del precio de compra en pie a los productores habilitados para la
exportación sino también de forma indirecta a los productores que abastecen el mercado
interno”. (Ministerio de Asuntos Agrarios. Provincia de Buenos Aires. Programa
Cunícola.)
3.b. Consumo:
El consumo interno ha sido históricamente muy bajo en comparación con otros países,
especialmente europeos. La informalidad de buena parte de la producción y de la faena y
comercialización, impiden llegar a un dato de consumo aparentemente confiable. La
información cualitativa, indica que el consumo en el mercado interno se triplicó en el
período de referencia. Con los datos disponibles, de faena y producción, y considerando
este elevado porcentaje informal, sigue estando por debajo de 100 gramos por habitante
en el año. Precisamente este bajo consumo sumado al alto precio de las carnes, en
general, son los factores que se consideraron como fuerte oportunidad para el desarrollo
de esta actividad.
“La carne de conejo es un producto cuyas características resultan benéficas para el
consumo humano, ya que es una carne rica en proteínas, vitaminas y minerales, de fácil
digestibilidad, reducida en calorías y con bajos porcentajes de materia grasa y colesterol.
La cría del conejo brinda muchas posibilidades de mejorar la calidad de la ingesta a base
de carnes no solo en la Argentina sino en todo el mundo.
El consumo de carne de conejo se encuentra muy difundido entre los habitantes de los
países mediterráneos, cuyas dietas implican un alto consumo de carne de cerdo, pescado
y conejo. En Francia, Italia y España el consumo per capita supera los 3 kg/hab/año. En
Argentina, el consumo es relativamente más bajo, según estimaciones de la Dirección de
Ganadería el mismo ronda entre los 50 a 80 grs/ capita /año.
Este bajo consumo, puede atribuirse a diversas causas entre las que cabe mencionar la
escasez de conocimientos culinarios, la falta de hábitos de consumo, carnes tradicionales
más baratas, elevados precios relativos por kilogramo en góndola, poca difusión de las
cualidades de la carne de conejo y poco desarrollo en los eslabones de comercialización
que derivan en un bajo acceso al abastecimiento de carne de esta especie en el mercado”.
(Análisis de la Cadena de la Carne de Conejo. Ing. Agr. Erica MaggiSAGPyA)
Dirección Nacional de Mercados
3.c Aspecto técnico-productivo:
La producción cunícola bajo un sistema industrializado, es una actividad intensiva que se
realiza en jaulas, en un ambiente controlado, con monitoreo de la temperatura, la
humedad y la aireación y con buen acceso al agua potable; la disponibilidad de tierra,
constituye un factor secundario. Otro factor de importancia es el clima, que debe ser el
adecuado Estas características, sumadas a la gran capacidad de reproducción y al ciclo
reproductivo corto -30 a 32 días de gestación y entre unos 75 y 90 días de engorde (para
llegar al peso vivo para faena de 2,5 kilogramos, obteniéndose entre 1,5 y 1,6 kilogramos
de carne- dan una gran flexibilidad a esta producción, facilitando su disminución o
aumento en tiempos cortos, que permite adecuarse con cierta rapidez a las oscilaciones
del mercado. Su principal insumo es el alimento balanceado, un animal “terminado”
6
implica un gasto de 10 kg de alimento balanceado por animal, lo que representa un 80%
del costo total de producción, siguiéndole en importancia la mano de obra, los
reproductores y los productos sanitarios. Las instalaciones principales son el galpón o
tinglado (abierto, con cortinas móviles laterales) y las jaulas
Desde el punto de vista micro económico, un factor estimulante es que se trata de una
actividad que se puede expandir rápidamente y las inversiones son menos costosas que,
por ejemplo, una plantación de frutales perennes. La tecnología está disponible en el
mercado y hasta se puede comprar un criadero “llave en mano”, incluyendo jaulas,
reproductores y capacitación. ”. (Extraído y adaptado de: Informe IICA 2003).
3.d Producción y comercialización local:
En Mendoza, la actividad se ha desarrollado en general, en numerosos y pequeños
establecimientos con una media apenas superior a 50 hembras por productor. Entre los
años 2002 y 2005 la cunicultura tuvo un crecimiento exponencial, debido entre otras
cosas, a su progresiva rentabilidad. El objetivo principal de la actividad era en ese
momento, la venta al mercado exportador. La producción de conejos para carne, alcanzó
una rentabilidad de 30% para el productor. Sin embargo, a principios de 2005 se produjo
una fuerte disminución del precio que se pagaba a los productores, por parte de los
frigoríficos exportadores que comercializaban en ese momento. Esto constituyó una
práctica de tipo oligopsónica, sin precedente alguno en la actividad.
Las consecuencias fueron casi dramáticas, ya que los productores fueron retirándose de
la actividad paulatinamente. Así, de un total de casi 300 productores hacia fines de 2004,
quedaron alrededor de 30 a fines de 2007. La gran producción que no podía volcarse a
mercado externo buscó canales alternativos de comercialización, durante los años 2005 a
2007 se fue extendiendo el mercado interno en forma paulatina por la presión ejercida
por parte de los productores que intentaban vender en éste. Lamentablemente, este
mercado no había evolucionado en forma paralela al crecimiento del sector, razón por la
cual, no podía absorber la oferta de ese momento y rápidamente se saturó. El principal
problema al que se enfrentó el productor fue la comercialización. Si bien el consumo en
el mercado interno se triplicó, en ese momento, esto no alcanzó a dar una respuesta al
pequeño productor.
En síntesis, la falta de estrategias de comercialización a largo plazo, tuvieron un costo
muy alto. La actividad en un inicio, se planteó dirigida a la exportación. El mercado
interno fue descuidado debido a la alta rentabilidad y aparente seguridad que ofrecía el
mercado externo.
El apoyo del Estado fue importante durante los años 2002 a inicios de 2005. Existió una
importante presencia y espíritu de promoción de la actividad del que participaron
distintos organismos de gobierno a nivel nacional, provincial y municipal, a través de
variadas acciones. Sin embargo, a partir de 2005 las instituciones se fueron retirando
ante la incapacidad de dar respuestas válidas al productor, la crisis vivida superó todo lo
previsible en un proceso que comprendió a todo el país.
Tanto en el mercado interno como en el externo, no se realizaron actividades
sustanciales de promoción. En el mercado interno, se considera que debió acrecentarse la
promoción para aumentar el consumo por habitante, dado que el conejo no pertenece,
históricamente, a los hábitos alimentarios de la mayoría de la población. Por otra parte,
por su precio, necesitaba acciones que lo destacaran a los ojos y paladares de los
consumidores de mayores ingresos. Si bien esto último se fue revirtiendo por los fuertes
7
aumentos de la carne bovina, ya que el conejo llegó a tener un precio inferior al
histórico, hablando en forma comparativa con otras carnes.
Otra dificultad la constituyó, la insuficiente cantidad de salas de faena para mercado
interno; si bien en Lavalle y en Guaymallén funcionaban dos salas, gran cantidad de
productores realizaban faena informal, empujados por las distancias, en primer lugar y
por los costos, en segundo; aunque los productores expresaban la importancia de
formalizar la actividad, no se cumplía con la normativa vigente. La presencia de
suficiente cantidad de salas de faena
Existían grandes posibilidades de acción en el mercado interno que no llegaron a ser
exploradas, con un producto diferente: “carne de conejo” y con características que lo
distinguieran por su alta calidad, en un mercado cada vez más creciente de productos
sanos y naturales. Es decir, la falta de un mercado interno amplio, brindaba también una
fuerte oportunidad de desarrollo del mismo, que fue mostrando una presencia
paulatinamente mayor de carne de conejo .
Hacia finales de 2007, las instituciones que aún acompañaban la actividad local,
realizaban algunos análisis, teniendo en cuenta incluso, la existencia de circuitos
informales de faena, distribución y venta; y proponían acciones que no encontraron el
impacto deseado para lograr la estabilidad tan deseada de la actividad. A modo de
ejemplo se citan las conclusiones finales de un trabajo sobre rentabilidad de pequeños
criaderos locales en el departamento Luján de Cuyo, realizado por el Municipio:
Conclusiones del Análisis:
1- Condición necesaria: tener una productividad eficiente del criadero (infraestructura,
sanidad y manejo). Base para solucionar inconvenientes presentes y futuros.
2- La venta de conejos vivos a frigoríficos para exportación, correspondiente a
cunicultores locales, hoy no presenta perspectivas positivas, ya que se rige por la natural
acción de un mercado oligopsónico. Expectativas del Frigorífico de Lavalle.(Frigorífico
local)
3- Se debe explorar y acrecentar el Mercado Interno, a través de la comercialización
directa al cliente consumidor, por parte del productor:
Condición suficiente:
Cliente distribuidor interno (carnicerías)
Cliente carne como insumo gastronómico.
Clientes consumidor final.
4- Si bien la comercialización de conejos faenados por el productor permite una mayor
rentabilidad por conejo, esta es acotada en cantidad vendida y no permite un crecimiento
de la actividad.
5 La comercialización de conejos faenados en frigorífico para mercado interno permite
una rentabilidad menor por conejo, pero esta posibilita, mayores cantidades vendidas y
por consiguiente, un crecimiento sostenido y consolidado de la actividad.
6- Se debe crear la cultura de consumo de carne de conejo de manera masiva para
acrecentar el mercado.
Ser portavoces para aumentar el consumo.
Promover campañas publicitarias de gastronomía cunícola (platos sencillos).
Diseñar estrategias de contacto directo productor – consumidor.
Establecer nuevas formas de presentación de la carne de conejo.
8
4- Los roles de los actores:
4.a El ámbito privado: productores, vendedores locales de alimentos, de
reproductores e insumos.
Un factor limitante al desarrollo de la actividad es que se trataba de una producción con
corta tradición en nuestro país y en Mendoza en particular y como consecuencia, la
escasez de insumos y capacidades de los actores, era evidente. Debido a la facilidad de
ingreso- aún con escaso capital se puede comenzar a producir- en el período 2002-2007,
de buenas perspectivas en cuanto a la rentabilidad, se incorporaron numerosos
productores sin experiencia previa. Esto marcó la necesidad de contar con programas
permanentes de capacitación y la búsqueda de profesionales e insumos locales para esta
producción.
Otra dificultad fue la falta de formación empresarial de los productores, aunque existió
una incipiente percepción de la necesidad de diferenciación del producto a través de la
creación de marcas, adopción de sistemas de calidad y otros.
Sin embargo y a pesar de las dificultades descriptas, tal y como se mencionó
anteriormente, la cantidad de productores fue creciendo, como así también su nivel de
organización. Hacia fines de 2004 se estima que la cantidad de productores llegó a 300,
en general organizados para la venta del producto “conejo vivo” a los frigoríficos
exportadores y la compra de algunos insumos y alimento balanceado.
Existieron 5 grupos definidos: Cooperativa Cayé (Lavalle), otro grupo de cunicultores
que operaba con ésta desde Maipú, Cooperativa Sumampa (Guaymallén) Cooperativa
Conecuy (Guaymallén) y otro grupo independiente en el departamento Maipú. La
definición de grupos como tales, es difícil de enunciar, debido a que en algunos casos
esta incipiente organización sólo obedecía a la operatividad de la venta del conejo vivo,
ya que un camión enviado por el frigorífico o contratado realizaba la carga de los
animales en algún punto de encuentro, generalmente el criadero de algún productor de
mayor poder y desde allí se organizaba la correspondiente pesada, carga y venta de los
animales.
La mayor parte de los productores, desarrollaba esta actividad económica como
complemento de otra principal. Desde la perspectiva del sistema productivo, los
cunicultores trabajaban en establecimientos agrícolas pequeños y medianos.
Factores inherentes a la producción
Paulatinamente, entre 2002 y 2007, se fue mejorando la disponibilidad de infraestructura
y de genética de mejor calidad que en los años previos, para desarrollar la actividad. Si
bien los avances conseguidos en cuanto a la genética fueron limitados comparado a los
países de mayor tradición en cunicultura, se trabajó con líneas mejoradas, de
productividad notablemente mayor. Asimismo se disponía de apoyo tecnológico y
técnico, análisis de costos locales actualizados a partir de los avances en capacitación y
la articulación interinstitucional conseguidos en los últimos años de la etapa de análisis.
Sin embargo, se evidenciaba un alto costo del alimento balanceado que además se
trasladaba de otras provincias; resultando el kilogramo entre 20 y 30 centavos más caro
que en el lugar de origen. (Representaba un 20% del costo/kg.). Tengamos en cuenta que
el gasto de la alimentación representa entre el 70% y el 80% de los costos de la
producción; por lo que las variaciones pequeñas de sus precios pueden llegar a anular el
9
margen de rentabilidad. Para llevar un gazapo a su peso de faena, se requiere alrededor
de 10 kilogramos de alimento balanceado.
Entre 2005 y 2006, se organizaron dos grupos que pudieron elaborar su propio alimento
balanceado, como consecuencia de las acciones de la primer etapa del Proyecto de
INTA en articulación con la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo, que
promovieron esta y otras acciones en la búsqueda permanente de un aumento de la
rentabilidad a partir de la disminución de los costos de los alimentos balanceados.
A pesar de estos avances, la cunicultura se presentaba en Mendoza en una situación de
desventaja, en lo referente a precios de alimentos balanceados y otros insumos con
respecto a otras provincias que contaban con producción de granos y forrajes y donde
tenían asiento los frigoríficos exportadores, ya que el traslado de alimentos y animales
sumaba costos a la producción. Era claro que la producción se encontraba deslocalizada
territorialmente, sin embargo la alta rentabilidad permitió, hasta principios de 2005, que
la actividad se encontrara justificada.
Factores inherentes a la organización
Desde el enfoque de la organización de los productores, uno de los inconvenientes que
se presentó, fue la diversidad de formas de explotación: se encontraba desde productores
que escasamente excedían el autoconsumo, hasta aquellos que superaban la unidad de
negocio (según la región geográfica entre 100 y 300 hembras), existiendo numerosos
gradientes intermedios entre unos y otros. Así como el grado de inversión era diferente
en uno y otro caso, también lo era la capacitación, la experiencia, la tecnología y la mano
de obra invertidos. En esos años se lograron importantes avances referidos al manejo de
los criaderos, incorporando en casi todos los casos, un componente tecnológico
importante, con lo cual el manejo, la alimentación, las instalaciones y las razas
empleadas se nivelaron en gran parte de los criaderos.
Los productores que llegaron al final del período de referencia, (2002-2007) y siguieron
trabajando, lograron superar una larga etapa de crisis y permanecieron en la actividad. Se
puede afirmar que estos productores, mejoraron sustancialmente aspectos técnicos y de
gestión, como así también encontraron alternativas de comercialización, en general
individuales, que les permitieron continuar.
Argentina estaba atravesando por un período de crisis y conflictividad subyacente del
sector agropecuario, esta realidad en un país con una base productiva agraria suma
gravedad al hecho, en sí mismo complejo. La falta de políticas en este sentido nos
muestra hacia adentro y hacia el mundo, características de informalidad, precariedad, e
improvisación que aunque naturalizadas, en cierto grado, no dejan de sorprendernos
cuando las organizaciones se hacen escuchar.
Este hecho queda plenamente retratado en un documento elaborado por el Foro Nacional
de la Agricultura Familiar en 2006, algunos de cuyos párrafos relatan:
“Una de las principales debilidades de las organizaciones de la Agricultura Familiar es la
falta de institucionalidad adecuada a las necesidades de desarrollo y crecimiento, tanto
como sector como a nivel local en un determinado territorio. Esta situación está
caracterizada por la extrema dispersión y fragilidad de las organizaciones, las cuales en
su mayoría son pequeñas, locales y carentes de recursos para su consolidación y
funcionamiento.
10
Estas carencias dificultan la posibilidad de articulación, de coordinación entre las
mismas y, en consecuencia, restringen decisivamente las posibilidades de representación
en ámbitos provinciales, regionales o a nivel nacional.
Para superar esta debilidad estructural de las organizaciones representativas de los
productores y dotarlas de la capacidad necesaria para interactuar con el Estado y demás
actores en condiciones de equidad, es necesario apoyo y financiamiento desde el Estado
para el desarrollo y la consolidación de sus entidades gremiales, de asociaciones que
integran distintas cadenas de producción, cooperativas, organizaciones campesinas,
comunidades indígenas, etc.”
4.b El ámbito profesional: técnicos y veterinarios
Un capítulo aparte merecería el tratamiento de este segmento esencial para esta
producción de corta tradición en el país. En una primera etapa, la insuficiente cantidad de
profesionales preparados, requirió de importantes esfuerzos de capacitación. Esto trajo
aparejado algunos avances para todo el sector: asociación de innovaciones tecnológicas
a la cría tradicional, mejoramiento de instalaciones, implementación de planes sanitarios,
inseminaciones artificiales, mejoramiento genético y elaboración local de alimento
balanceado.
Sin embargo la escasa estructura profesional no daba abasto a la exigente y creciente
demanda que se imponía con el paso del tiempo. Este hecho atentó contra el sano
desarrollo de la actividad, debido a que no todos los profesionales y técnicos tenían
conocimientos acabados de la cunicultura industrial, por un lado y aquellos técnicos y
profesionales que entendían en la materia, asumían numerosos roles, trabajando para
distintas instituciones y para el ámbito privado al mismo tiempo, lo cual desacreditaba la
idoneidad con que llevaban a cabo sus tareas. Esto también afectó en forma negativa el
crecimiento de la cunicultura y el desarrollo de redes entre lo público y lo privado.
4.c El ámbito público: las Instituciones
Tanto los gobiernos municipales como otras Instituciones participaron en el desarrollo de
la cunicultura, con diferentes grados de compromiso por la actividad, tales como:,
Dirección de Ganadería del Gobierno Provincial, , Consejo Asesor Cunícola Provincial,
Programa Social Agropecuario (PSA), Facultad de Ciencias Agrarias e INTA (Instituto
Nacional de Tecnología Agropecuaria). Así como fue diferente el grado de compromiso
asumido, también lo fueron las actividades desarrolladas por cada institución.
En algunos casos, se trabajaron proyectos de implementación de criaderos, desde el
autoconsumo, hasta otros de mayor envergadura, a partir de entregas de subsidios,
acompañados de capacitación y asistencia técnica en diverso grado.
A partir de la creación del Consejo Cunícola Provincial (con representación de varios
departamentos e instituciones), se puso en evidencia la necesidad de ordenar y legalizar
toda la faena de animales para el mercado interno que se realizaba en su mayoría
informalmente. El Consejo trabajó activamente en numerosos temas, como la
presentación de la Ley Cunícola.(no alcanzó a ser reglamentada), la regularización de la
actividad, y en capacitación. En 2004 se brindó un curso de postgrado gratuito para
profesionales veterinarios de toda la provincia, con el compromiso de que luego fueran
agentes multiplicadores en sus lugares de residencia de los conocimientos adquiridos.
Más de 30 profesionales tomaron el curso, sin embargo, luego no se logró el impacto
esperado con respecto a la devolución a la sociedad de los aprendizajes adquiridos.
11
Las instituciones que siguieron apoyando al sector, después de 2005, atravesaron
también la crisis, y mostraron la misma convicción de continuar que los productores; se
disponía de análisis de costos actualizados, ensayos permanentes para seguir
disminuyendo los costos de los alimentos balanceados en forma local, sala de faena
municipal habilitada para tránsito federal y con vistas a exportación y otros avances.
La EEA Mendoza del INTA participó activamente, brindando asesoramiento a
productores y personas que deseaban iniciarse en la actividad, como así también dando
cursos de iniciación en la crianza de conejos tanto para autoconsumo a través del
programa Pro-Huerta como para criaderos de tipo industrial, dentro del marco de un
proyecto de desarrollo.
El PSA (Programa Social Agropecuario), Programa Nacional, dependiente de la
SAGPyA, desarrolló acciones dirigidas principalmente al autoconsumo, implementando
también entregas de insumos de producción, capacitación y asistencia técnica a grupos
para ejecución de micro emprendimientos cunícolas.
Sin embargo y a pesar de todos los esfuerzos realizados, no pudo sostenerse a la
actividad en la totalidad de su capacidad productiva, al respecto Carlos Pomareda en
2006 decía sobre la Innovación tecnológica: “ En todos los países (latinoamericanos)
existen institutos nacionales e investigación agropecuaria, pero su capacidad técnica y
disponibilidad de recursos son cada vez más limitadas, siendo una de las razones para
ello su concentración en rubros de uso genérico y la insuficiente atención a los productos
nativos y el potencial agro ecológico de los territorios. El uso de fondos competitivos
para la investigación adaptativa está surgiendo como una alternativa interesante. Estos
mecanismos deben extenderse para construir alianzas de los gobiernos locales con las
universidades y cubrir no solo la producción primaria sino los procesos agroindustriales
y la búsqueda de mercados”. En este sentido, cabe destacar las acciones llevadas a cabo
por INTA y Facultad de Ciencias Agrarias que tuvieron importante repercusión hacia el
resto del país.
Cuando se analiza a las instituciones que brindaron servicios de extensión agrícola
relacionados con la cunicultura puede observarse que si bien, como se señala en el
párrafo precedente, los recursos son limitados, las acciones estuvieron en un principio,
bien encauzadas, tal como queda plasmado en el siguiente párrafo: “Las diversas
modalidades de la extensión agrícola se encuentran igualmente sujetas a fuertes
presiones para que su transformación se oriente en direcciones similares, concediendo
mayor papel al sector privado y a las ONG, parcialmente en razón de la necesidad de
reducir el costo fiscal de los grandes equipos de extensión. Qamar subraya las nuevas
tendencias de la extensión agrícola: La propia definición, alcance y enfoque técnico de la
extensión agrícola se encuentran ahora sujetos a un examen riguroso. Se plantea la
pregunta de ¿por qué concentrar los servicios de extensión exclusivamente en la
transferencia de tecnología, que no sólo es una función pasiva sino que además utiliza
enfoques “de arriba hacia abajo”? El resultado es que ahora se otorga mayor prioridad al
desarrollo de los recursos humanos, es decir, a mejorar las capacidades de los
productores para solucionar los problemas y para adoptar decisiones. ... Hay un impulso
hacia la descentralización de la extensión agrícola y varios países han desmantelado las
estructuras organizativas de niveles múltiples y enfoques “desde arriba”. La modalidad
de usar tanto instituciones públicas como no públicas para hacer llegar los servicios de
extensión a las comunidades agrícolas, conocida como sistema pluralista de extensión,
está ganando popularidad. ... La antigua práctica de transmitir el mismo mensaje a todos
los productores, utilizando la misma metodología de extensión, está siendo desplazada
12
paulatinamente por métodos enfocados hacia los clientes” (M. K. Qamar, FAO). En este
sentido pudo observarse que el rol desempeñado por las instituciones de extensión,
concuerdan con los conceptos vertidos, hacia una extensión más participativa, ajustada a
las necesidades y capacidades de los productores y en donde los técnicos desarrollan
aprendizajes paralelamente con éstos.
El rol de los Municipios:
Implementación de líneas de subsidios para producción de conejo de carne.
La gran crisis económica y social de 2001 empujó al Ministerio de Desarrollo Social del
Estado Nacional a implementar el programa “Manos a la obra” a través de Municipios y
ONG para asignar recursos a personas con NBI (necesidades básicas insatisfechas).
El panorama exportador para el conejo de carne era muy alentador en ese momento.
Gran cantidad de gente de distintos sectores se inició en la actividad, cientos de personas
presentaron proyectos de cría y producción de conejo para carne, en distintos
Municipios.
Si bien estos proyectos eran posiblemente viables desde el punto de vista técnicoproductivo, no se realizó un análisis exhaustivo de lo que ocurriría con la situación
comercial. Era previsible que tal situación de bonanza no podía mantenerse (la
rentabilidad rondaba un 30%) pero nada hacía suponer una caída tan estrepitosa. Tal
rentabilidad permitió la viabilidad de criaderos de pocas hembras (30 o menos).
Pudo observarse que estos proyectos de innovación productiva eran probablemente
adecuados, participativos y aplicables a distintos estratos sociales y culturales, pero el
resultado final no fue positivo a largo plazo por falta de planificación en el aspecto
comercial.
Ejemplo de esto fue el Municipio de Guaymallén, que elaborara un trabajo de
caracterización de donde se extraen los siguientes párrafos:
“El primer paso para poder pensar una propuesta que pueda situarse y desarrollarse a
nivel local, requiere revisar el contexto histórico y social en el que esperamos llevar
dicha propuesta a la práctica.
Nuestro país ha sido protagonista voluntaria o involuntariamente de formidables cambios
que han transformado profundamente nuestra manera de vivir. Estos cambios se ven
reflejados en todos los planos: familiar, social y productivo. La dinámica de los mismos
ha generado una sociedad marcada por una creciente inestabilidad conduciendo a
amplios sectores de la población a situaciones de vulnerabilidad y exclusión social.
El fenómeno de la exclusión social se ha ido agudizado a lo largo de los años,
provocando una profunda inequidad en la distribución del ingreso y la riqueza. El
problema de la exclusión es un problema social, que afecta de manera directa o indirecta
a todas y cada una de las esferas de la sociedad.
El tema laboral se constituye como elemento primordial para comprender la exclusión.
El lugar que ocupan las personas en el mercado laboral, determina sus niveles de
ingresos y las posibilidades de acceder a bienes y servicios y por ende permiten su
inclusión social.
En las nuevas condiciones de funcionamiento del sistema económico, el mercado tiende
a operar con una lógica excluyente, que aparta o deja afuera del mismo a amplios
contingentes de la oferta laboral disponible. Por otra parte, el contexto donde se
desarrolla la actual crisis de desempleo, presenta características diferentes respecto de
13
otras crisis, incluso de aquellas que marcaron un hito en la historia, como la de 1890 o la
de 1930.
Antes, la desocupación era un problema de algunos que perdían su trabajo, inmersos en
un contexto en donde existían esperanzas razonables en cuanto a la reinserción laboral.
Hoy, el problema no es de un individuo sino de un “conjunto social”, el problema del
desempleo se desarrolla en un contexto de desesperación en cuanto a las posibilidades
de volver a encontrar trabajo.
Robert Castel, señala al respecto, la existencia de grupos o individuos expulsados del
circuito ordinario de los intercambios sociales encontrándose “marginados”,
entendiendo la marginación como un proceso, en donde la situación de estos individuos
es el desenlace de una dinámica de exclusión que se manifiesta antes de que se
produzcan esos efectos desocializantes. La marginalidad profunda se presenta al final del
recorrido”.
“Otro elemento a considerar cuando se analizan datos poblacionales es el indicador de
NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas). (…) Encontramos que el 11,1% de la
población de Guaymallén se encuentra bajo estas condiciones, las cuales son comunes
tanto a los espacios periurbanos, como a los urbanos. (…)
Según el último dato disponible de esta fuente, el 33,7% de la población del Gran
Mendoza se encuentra por debajo de la Línea de Pobreza y el 10,3% se ubica bajo la
Línea de Indigencia.
Este indicador tiene que ver con los niveles de ingreso y estos con el tipo de actividad, de
ahí la importancia de considerar cuales han sido los valores de mayor actualidad en lo
que respecta a ocupación y desocupación”.
El estudio realizado por Gaby Quagliariello, (Técnica Univ. en Producción Animal) y
Sophie Chaxel, estudiante Escuela Superior de Agronomía de Montpellier (ENSAM),
Francia, desde INTA – EEA Mendoza -Agencia de Extensión, denominado
“DIAGNOSTICO DE LA COMERCIALIZACIÓN DE CONEJO EN LA PROVINCIA
DE MENDOZA Y POSIBILIDAD DE DESARROLO DEL MERCADO INTERNO”
evidenció que la actual situación del sector cunícola muestra claramente la relevancia
que tiene el Departamento de Guaymallén en el nivel de actividad de la zona norte de la
Provincia de Mendoza, según los datos relevados en este estudio que fueron presentados
el 15 de Junio del presente año 2006.
Si bien el desarrollo de esta actividad surge a partir de la posibilidad de exportar y
adquiere características de “boom” (momento en el cual se entregaron los subsidios para
la instalación de criaderos). Este escenario cambia radicalmente a partir de la baja en el
precio de exportación y la proliferación de las cuencas más próximas a los frigoríficos
(que son los titulares de las cuotas de carne a exportar)”.
Finalmente señala: “A partir de esta situación entra en crisis el sector y comienza un
proceso que lleva a la desaparición de criaderos de baja productividad, que no son
competitivos. A pesar de estos cambios hoy según los datos relevados existe un sector
que tiene una capacidad de producción que no logra mejorar la escala porque faltan
algunos eslabones para completar la cadena de valor que permitan desarrollar el mercado
interno. Siendo esta la posibilidad de desarrollo actual de la actividad.
Los criadores de Guaymallén han participado protagonizando todas las acciones
desarrolladas en el departamento, para consolidar la actividad productiva. Y hoy
podemos decir que los resultados son un producto de aquellas decisiones, que nos han
permitido soportar los vaivenes de los precios y demás reveces de la actividad”.
14
Otro claro ejemplo de implementación de proyectos subsidiados fue el del Municipio
Las Heras en 2004, que abarcó a un total aproximado de 35 personas agrupadas en los
siguientes proyectos:
Programa Manos a la Obra: Belmonte Hnos., Alfa, Colita de la Suerte, Guillen, Largas
Orejas, Beri-San, Todos Unidos, Los Ángeles, 9 de Julio, FERNADEZ, Cunicultura
Carrizo, Criadero Mana, Don Juan, El Edén de Chiquita, Promenco, Conejos JR, El
Milagro, El Capricho I, El Capricho II, Medihuen.
Al igual que en otros casos se entregaban diferentes insumos para la producción,
capacitación y asistencia técnica. Lo particular del caso fue haber realizado una Jornada
de capacitación abierta a la región con referentes técnicos europeos.
Sin embargo y sin lugar a dudas, el Proyecto Municipal que mayor inversión llevó a
cabo, fue el del Municipio de Lavalle.
Un mega-proyecto que no sólo incluyó la entrega de jaulas, reproductores, alimento
balanceado y construcción de reparos (galpones adaptados, tipo quincha), sino también
la construcción de un matadero y frigorífico con proyección a la Exportación,
inaugurado en Octubre de 2005, previamente a un acto eleccionario. Además el
Municipio contaba con un equipo para realizar la asistencia técnica de los criaderos,
formado por un profesional veterinario y algunos técnicos.
La Municipalidad de Luján de Cuyo con un gran proyecto de encadenamiento
productivo, llegó un poco retrasada a la cunicultura, comenzó con la entrega de insumos
cuando ya la actividad estaba en plena decadencia, en 2005.
En su Proyecto expresaba: “El proyecto cunícola del Municipio del Departamento de
Luján de Cuyo pretende iniciar e incrementar la producción de esta actividad en forma
industrial.
Para lo cual se realiza un estudio pormenorizado del mercado cunícola actual y
proyectado en la región, en el que se confirma la solvencia del mercado en cuanto a
precio y cantidad.
En forma simultánea se planifican y ejecutan actividades de fortalecimiento con los
productores potenciales y en desarrollo, las cuales constan de:
- Entrevistas individuales para el Diagnostico de Situación de la Unidad Socioproductiva de cada interesado.
- Coordinación de Actividades con Instituciones y Empresas especialistas en la materia.
- Foro de discusión para la validación del mercado presente y futuro con los productores.
- Capacitación de nivelación técnica por especialistas del EEA INTA Mendoza (Luján de
Cuyo).
- Conformación de equipo de apoyo para determinación de proyecto de inversión de
acuerdo al Diagnostico de Situación Socio-productiva de cada interesado.
De estas actividades, se determina la necesidad de invertir en animales, equipamiento,
herramientas e insumos de base, para materializar el desarrollo y crecimiento de cada
unidad económica.
El éxito de la propuesta se potencia por integrar horizontalmente a productores en:
- Conocimientos y aplicación de los mismos, de manera uniforme en el proceso de
crianza.
- Permanente búsqueda de nueva tecnología.
15
- Unificación para la compra de insumos a gran escala.
- Conformación de una oferta conjunta para satisfacer la demanda existente.
La incorporación de nuevos cunicultores, se realizará a través de su inscripción y
participación en el Consejo Cunícola Departamental, así como la exigencia de
realización de cursos de nivelación y bases para el Desarrollo de la actividad en el
Departamento. Por las expectativas de crecimiento se prevé incorporar una cantidad
estimada de 25 cunicultores potenciales en el término de un año, con las características y
exigencias de manejo y calidad determinadas por el Consejo, teniendo como base las
normativas del SENASA y Dirección de Ganadería de la Provincia de Mendoza. La
localización son las zonas que se consideran permitidas, dada su escala de producción,
en el Departamento de Luján de Cuyo. Actualmente integran este proyecto 57
cunicultores entre potenciales y avanzados, todos pueden calificarse como microemprendedores. La actividad se incrementará a través de la incorporación de nuevos
emprendedores y el aumento paulatino de reproductores en los ya iniciados, con el
otorgamiento de hembras reproductoras, que serán entregados por los productores
beneficiarios de este proyecto, en forma de retribución encadenada al Consejo Asesor
Cunícola.
Los productores agrupados en proyectos de 3 personas conformaron los siguientes
emprendimientos: Cunícola Carrodilla, Cunícola Agrelo, Cunícola Perdriel, Cunícola
Perdriel III, Cunícola Olavaria, Cunícola Cabañas de Potrerillos, Cunícola Olavarria II,
Cunícola Vistalba, Cunícola Vistalba II, Cunícola Carrizal, Cunícola Ugarteche,
Cunícola Terrada, Cunícola Potrerillos I, Cunícola Potrerillos II, Cunícola Potrerillos
III, Cunícola Bella Vista , Cunícola Carrizal.
Las inversiones públicas y privadas
Como se dijo, a pesar de todos los esfuerzos públicos y privados, la actividad local no
llegó a consolidarse; si bien se desarrolló el mercado interno y teniendo en cuenta que
éste podría haber absorbido buena parte de la producción, la cunicultura continuó con su
línea descendente hasta llegar a un punto similar en su nivel productivo al de su inicio.
Las inversiones llegaron a ser millonarias, se estima que la suma proveniente del Estado
para insumos, capacitación, asistencia técnica, (frigorífico municipal incluido), se
aproxima a los $ 3.000.000, teniendo en cuenta que la inversión estimada del sector
privado rondaría una cifra similar, se estima entonces una inversión total de $ 6.000.000
en la zona Norte de la Provincia de Mendoza, entre loas años 2002 y 2007. Así entonces
resulta casi obligatorio realizar algunas reflexiones al respecto, dado que después de esa
etapa, toda la infraestructura de los criaderos, quedó armada y en desuso. Como así
también quedaron desaprovechadas las capacidades desarrolladas por todos los actores
del territorio.
Parece oportuno realizar la siguiente cita, por duro que parezca: “A menudo, los
responsables de adoptar decisiones en el sector público no son conscientes de los
resultados obtenidos y de los recursos necesarios en el largo plazo. En muchas
instituciones, la calidad del capital humano para el SCIA/DR (Sistema de conocimientos
e información agrícola para el desarrollo rural) es baja lo que indica que la inversión en
capital humano es inadecuada y las instituciones de educación y capacitación no
responden suficientemente a las demandas cambiantes”. FAO. Roma, 2004.
16
El enfoque de desarrollo territorial de algunas instituciones
Cuando se hace referencia a las Instituciones que trabajaron en el desarrollo de la
cunicultura en ese período, parece oportuno citar los enfoques, las semejanzas y
diferencias entre las instituciones al hablar de desarrollo y de territorio, ya que es a partir
de las coincidencias conceptuales que se puede lograr la verdadera articulación, y en
definitiva el desarrollo.
Comparación de los elementos de la definición de territorio presentes en documentos
de INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) y
PSA (Programa Social Agropecuario):
INTA, define Territorio desde la perspectiva del enfoque del desarrollo territorial, como
“un espacio geográfico caracterizado por la existencia de una base de recursos naturales
específica; una identidad (entendida como historia y cultura locales) particular;
relaciones sociales, instituciones y formas de organización propias, conformando un
tejido o entramado socio institucional (resultado de las diversas interacciones entre los
actores e instituciones) característico de ese lugar; y determinadas formas de producción,
intercambio y distribución del ingreso.”
En tanto PSA define Territorio de la siguiente manera: “Comprendemos al territorio
como el resultado del uso que hacen del espacio los hombres y mujeres. El territorio es
una construcción humana, “un cuadro de vida” socialmente apropiado. Pero en tanto
producto social, el territorio es algo inacabado, una realidad en permanente movimiento
de territorialización. Estamos frente a procesos de dominio (político-económico) y/o de
apropiación (simbólico-cultural) que realizan los grupos humanos en un espacio
determinado. El territorio, como construcción social, emerge de procesos económicos,
culturales y políticos”.
Evidentemente el enfoque de PSA hace foco en el aspecto social y humano del
desarrollo, con énfasis en lo organizacional, punto que comparte con INTA pero
contemplando claramente el conflicto que existe, diciendo:
…“entendemos que el territorio es una construcción social, y que es el resultado de
relaciones entre actores sociales con proyectos, significaciones sociales e intereses
diferenciados. Con lo cual, si bien se comparte con los enfoques “consensuales” del
“desarrollo territorial rural”, un punto de partida que hace eje (….) en las relaciones
sociales de un espacio geográfico determinado, también se reconoce la necesidad de
sostener una postura crítica frente al mismo. O sea, evitar naturalizar las diferentes
perspectivas e intereses y las asimetrías de recursos (materiales y simbólicos), existentes
entre los actores que se trenzan en un territorio, y más aun, presentes en la conformación
de un territorio.
Emprendemos la adopción de un enfoque que contemple al conflicto como elemento
constitutivo de las relaciones sociales que construyen un territorio determinado. Siendo
así, la premisa para proyectar estrategias de desarrollo rural que tengan en cuenta la
territorialidad, pasa por sopesar las desigualdades que están presentes en cualquier
proceso de territorialización, asumiendo que el antagonismo es una variable intrínseca de
las relaciones que en tales procesos se despliegan. En este sentido, más que crear
supuestas condiciones para consensos o arreglos institucionales, un enfoque
17
socioterritorial busca detectar y actuar sobre puntos críticos en los territorios, situaciones
en las cuales se (re)instituyen las asimetrías y se despliegan los conflictos.
El enfoque socioterritorial comprende que el territorio es producto de la conflictualidad
social, es un producto humano, pero lo es en tanto disputa política (negociaciones,
alianzas, enfrentamientos, etc.), lo es en tanto espacio donde existen sujetos sociales que
se mueven y orientan sus acciones dentro de relaciones de poder. En este marco el
territorio es resultado de concepciones en pugna, de subordinaciones, y de articulaciones.
Desde la visión que permite el enfoque socioterritorial una política pública debería
impulsar la democratización del control del espacio de vida local: de la tierra, del agua,
de la infraestructura, de la educación, de la salud. Ya no se trata de “reducir la pobreza”,
“otorgando” derechos, “proveyendo” y “asistiendo” desde el Estado los derechos. En
esta clave que proponemos de lo que se trata es de apoyar con toda la capacidad de que
dispone el Estado el ejercicio de los derechos por parte de las poblaciones rurales. O sea,
promover condiciones o procesos que generen territorios en los cuales sus habitantes
sean los protagonistas y el reaseguro del cumplimiento de sus derechos. Es por ello que
para el enfoque socioterritorial el nudo se ubica en la promoción de la organización
social de las comunidades rurales, las energías se concentran en contribuir con la
conformación de comunidades campesinas-indígenas organizadas.”
Se considera oportuno sumar a este análisis el producto del documento de RIMISP
(Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural), en donde se observa un enfoque más
amplio, abarcativo y general del Desarrollo Territorial y su problemática, con un
concepto de territorio más despojado del conflicto a que alude el documento de PSA, por
un lado pero apunta a la pobreza rural de una manera más acentuada y particular :
”Territorio no es un espacio físico objetivamente existente, sino una construcción
social, es decir, un conjunto de relaciones sociales que dan origen y a la vez expresan
una identidad y un sentido de propósito compartido por múltiples agentes públicos y
privados”. “Un proceso de transformación productiva en un espacio rural determinado,
cuyo fin es reducir la pobreza rural” Schejtman, Berdegué. 2004.
En cuanto a las referencias de Desarrollo Territorial de INTA, se puede extraer:
…”En este marco, el desarrollo territorial es un proceso implementado por los actores
del territorio, que procura fortalecer las capacidades locales y aprovechar los recursos
propios y externos para consolidar el entramado socio institucional y el sistema
económico-productivo local , con el propósito de mejorar la calidad de vida de esa
comunidad.
Sili define al Desarrollo Territorial Rural como un proceso de "…transformación
rural que, a través de la organización y dinamización del territorio y de la puesta en
marcha de metodologías dinámicas y flexibles de organización social, pretende alcanzar:
- un alto grado de innovación y diversificación económica productiva con actividades
agrícolas y no agrícolas que permita construir sistemas productivos locales competitivos,
reducir el riesgo y la vulnerabilidad frente a los cambios en los mercados
y reducir drásticamente los niveles de pobreza y marginalidad
- altos niveles de capital social y cultural rural a fin de fomentar la inclusión social, el
arraigo de la gente a su tierra y una mayor capacidad de innovación social y cultural
-infraestructura y equipamientos y servicios eficientes para el desarrollo económico y el
mejoramiento de la calidad de vida” Sili, 2005
18
Puede considerarse que las coincidencias generales de las tres vertientes están muy bien
expresadas en el documento de RIMISP, al enunciar criterios para el diseño e
implementación de los Programas de Desarrollo Territorial Rural: (extractado)
 …el territorio es un espacio con identidad y con un proyecto de desarrollo
concertado socialmente. En cada proceso de desarrollo rural, el territorio es una
construcción social y no un espacio “objetivamente existente”…

Los programas de DTR deben considerar explícitamente la heterogeneidad entre
territorios…, para lo cual se plantea una tipología sobre la base de los dos
elementos del DTR: transformación productiva y desarrollo institucional.
 … deben convocar a la diversidad de agentes del territorio. Los sectores rurales
pobres pueden por sí mismos desarrollar (…) capacidades y competencias, a partir de su
propia organización. Sin embargo, habrá otras determinantes del desarrollo a la que los
pobres sólo accederán a través de puentes que los vinculen con otros agentes económicos
y sociales. Por ende, la construcción de estos puentes y el relacionamiento con estos
otros actores, es decir, la promoción de la concertación social, son tareas ineludibles del
DTR.
 …requieren una compleja arquitectura institucional, que dé lugar a instituciones
mediadoras entre el Estado, el mercado y la sociedad civil
A modo de cierre, puede citarse las palabras que definen con toda claridad que los
agentes de extensión deben empezar concebir el enfoque territorial con un espíritu
critico y profesional que les permita, como agentes de desarrollo, objetivar la acción, con
criterio adecuado para cada caso: "El enfoque territorial permite, pues, dar a cada
situación concreta un tratamiento adecuado según sus recursos, circunstancias y
capacidades potenciales de desarrollo." (Alburquerque, 2002)
2006, el principio del fin
En el año 2006, ya la tendencia era clara, sin embargo la cantidad de productores era
significativa, se realizó desde INTA un trabajo, con el objetivo de definir algunas
acciones, tendientes a mejorar la comercialización, con los siguientes resultados:
19
Nivel de producción por departamento
“A partir de un relevamiento realizado durante el año 2006, se realizó un diagnóstico,
cuyos resultados son los siguientes:
En total, 175 productores fueron censados en la zona de estudio. La distribución del
número de productores por departamento es presentado en la figura 1:
Numero de productores por departamento
63
Lavalle
Guaymallén
31
Las Heras
30
Luján de Cuyo
38
Maipú
21
0
10
20
30
40
50
60
70
Numero de productores
Figura 1 : Número de productores por departamento de la zona de estudio
“El departamento de Lavalle cuenta con el mayor número de productores. Esto se
explica por el hecho de que la Municipalidad ha iniciado estos últimos años un programa
de Micro-emprendimientos. Este programa social está acompañado de la construcción de
un frigorífico de exportación. Sin embargo, debido al contexto socio-económico y de las
dificultades actuales del sector, el funcionamiento del frigorífico ha sido retardado.
Para evaluar la capacidad de producción de los criaderos de conejo de carne se
determina el número de hembras reproductoras. Una hembra al 100% de su capacidad
conduce a una producción de 3 conejos por mes en nuestra zona. Se puede observar que,
en la provincia, los criaderos en general, no funcionan al 100% de su capacidad. Dicho
esto, para tener una primera idea del nivel de producción, se contó el número total de
hembras reproductoras en cada departamento. En total, se contabilizaron 9.900 hembras
reproductoras en la zona de estudio. La figura 2 presenta el nivel de producción por
departamento”.
20
Número de hembras por departamento
3601
Lavalle
2140
Guaymallén
Las Heras
1649
Luján de Cuyo
1072
Maipú
1435
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
4000
Numero de madres
Figura 2 : Número de hembras reproductoras por departamento
“El diagnóstico confirmó el carácter familiar de la actividad en todos los departamentos.
En efecto, el número medio de hembras reproductoras por criadero es 54, los criaderos
son de pequeña escala. Esto confirma la necesidad de los productores de agruparse en
asociaciones o cooperativas a fin de hacer frente a las dificultades del mercado actual y
lograr bajar los costos de producción”.
5- Conclusiones
Los Programas de Desarrollo requieren minuciosas planificaciones con evaluaciones
continuas que abarquen los aspectos de producción, industrialización, comercialización,
capacitación, asistencia técnica, organización y provisión de insumos críticos. De esta
manera se podrá dar respuestas adecuadas a las necesidades que plantea el sector, logrando
un desarrollo territorial que permita sostenibilidad de los sistemas productivos, equidad
social y sustentabilidad ambiental.
Las entregas de subsidios para desarrollo de pequeños criaderos atentaron justamente
contra algunos de esos principios enunciados. En la búsqueda de soluciones a la
desesperante situación ante la crisis del país y observando que la cunicultura tenía alta
rentabilidad y era una actividad demandante de mano de obra se entregaban insumos,
produciendo situaciones de falta de equidad. Una competencia del sector privado en
una situación de desventaja, en ambas direcciones, en función de las leyes del mercado.
Argentina posee una realidad económica, política y social que ha mostrado históricamente
ciclos productivos y de comercialización con etapas de auge y caídas extremadamente
abruptas, que han arrasado al sector; perjudicando siempre más al pequeño productor. En
este sentido una planificación debe tener especial énfasis en los aspectos de la
comercialización del producto, fundamentalmente cuando se dirige al mercado
exportador.
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Justamente entre los resultados que se destacan en este trabajo, se pudo observar, por parte
de los planes gubernamentales de desarrollo cunícola, una significativa debilidad en la
planificación de los aspectos relacionados con la comercialización del producto. Es claro
que el crecimiento de la venta para exportación, debió ser acompañado en forma paralela
por la venta a mercado interno, para lo cual era necesario formalizar los circuitos de faena,
venta y distribución de la carne. En este sentido, una acción pendiente fue concebir
estrategias de vinculación del sector de la producción con el de los restaurantes y del
consumidor a través del marco SIAL. Estableciendo un producto diferenciado, con
controles de calidad.
En general se observó una marcada programación de aspectos relacionados con lo
tecnológico y lo productivo. Se generaron acciones de mejoramiento de la genética
disponible, se implementó un sistema organizado de elaboración local de alimento
balanceado, se abrieron salas de faena, se realizaron capacitaciones, asistencia técnica. Se
produjo un proceso de territorialización de la actividad.
Se observa en la fase de industrialización de distintas producciones de pequeña escala un
vacío con respecto a las reglamentaciones en la elaboración. Se debería promocionar la
adecuación de la normativa vigente respecto de la fase de industrialización (faena y
elaboración de subproductos como escabeche, paté) para escalas intermedias de
producción.
Al implementarse un Programa de Desarrollo, éste debería tener como uno de los
objetivos centrales atender la conformación de sólidas redes institucionales de
organizaciones públicas y privadas, con una estructura tal que pueda asumir los momentos
críticos con total integridad y sepa acompañar al productor en la búsqueda de las
soluciones más adecuadas. La historia de la cunicultura local nos indica que existió un
insuficiente acompañamiento por parte de las organizaciones y estructuras del Estado en
el momento de la crisis. Existió una evidente falta de planificación en los programas en lo
que respecta a las etapas de evaluación y seguimiento. Lo cual fue agudizado por una
limitada capacidad de integración, organización y gestión de
los productores,
especialmente a partir del momento de conflicto en la comercialización.
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