EL MISTERIO DE LA REDENCION 2 Algunas interpretaciones históricas erróneas sobre la redención. 1.- “Los derechos del demonio” (algunos escritos cristianos de los primeros siglos): al cometer el pecado de origen, el hombre voluntariamente se habría hecho esclavo del demonio. La sangre de Jesús sería el rescate, el precio pagado al demonio para librar al hombre de su esclavitud Esta teoría fue combatida por San Gregorio de Nacianzo: es errónea pues interpreta la redención según los usos humanos (alguien que paga y alguien a quien se paga) y es ajena a la unidad de toda la Escritura, por ejemplo en cuanto al poder del demonio, que parece tener derechos absolutos sobre nosotros. 2.- Para Lutero, la satisfacción (cfr. San Anselmo) tiene lugar mediante un castigo. Cristo cae bajo la ira de Dios, porque tomó sobre sí no sólo las consecuencias del pecado sino el pecado mismo. Cristo nos redime por medio de una “sustitución penal”: toma nuestro lugar y es castigado por Dios en lugar nuestro. Calvino añade que Jesús no sólo murió como pecador, sino que también bajó al infierno y sufrió las penas de los condenados. Estas teorías presentan a Dios no como Padre que nos ama sino como un soberano vindicativo y, además, injusto (condena al inocente en lugar del culpable). 3.- En teorías del siglo XX, Cristo es el maestro, el guía ético y el ejemplo de vida. Su influjo en el hombre es sólo moral: la salvación no nos viene de Él, sino que es el hombre quien se redime a sí mismo autónomamente, siguiendo a Cristo. Su muerte es simplemente el símbolo supremo del esfuerzo de la humanidad por librarse del mal. En esa corriente hay quienes han pensado que Cristo sería el modelo de lucha contra las estructuras sociales injustas (teologías de la liberación, algunas inspiradas en el marxismo). La salvación del hombre nace del amor misericordioso de Dios. La redención es ante todo una intervención descendente y misericordiosa de Dios en la historia de los hombres. La salvación también sigue el orden de la justicia divina: ningún hombre podría satisfacer por todo el linaje humano. Aunque fuera muy santo, no repararía el pecado más que en él mismo y no en todos y cada uno de los seres humanos. (cfr. CCE 616). La redención concilia admirablemente la misericordia y la justicia divinas. Si el hombre no pusiera algo de su parte, Dios habría actuado al margen de su justicia (no injustamente), movido sólo por su misericordia. Nos libera gratuitamente (misericordia) y del modo más conveniente y digno para nosotros (justicia). Aspecto ascendente de la obra de Cristo: Jesús, representando a los hombres ante Dios, como nuevo Adán y Cabeza de la humanidad, sella una nueva relación de Alianza entre Dios y los hombres, y obtiene de su Padre la salvación para nosotros. Con su actuación humana libre, alcanza que Dios Padre nos conceda el perdón. Aspecto descendente de la obra de Cristo: enviado por el Padre, comunica a los hombres los dones divinos de la salvación: nos revela a Dios y nos comunica la vida sobrenatural. Ha venido al mundo para comunicar a los hombres la gracia que quita el pecado y les hace partícipes de la vida divina. Existe un orden en la dispensación de la economía salvífica: primero Cristo debía satisfacer el pecado de la humanidad y merecer su glorificación junto con nuestra salvación (aspecto ascendente). Una vez exaltado como Señor sobre todas las cosas a la diestra del Padre, nos dispensa los bienes que nos había ganado con su sangre y nos concede el don del Espíritu Santo (aspecto descendente). Estos dos aspectos están estrechamente unidos en el designio divino: el don de la gracia es fruto del sacrificio de Cristo. El plan de Dios Padre es que los hombres entremos en comunión con Él por medio del Verbo encarnado. La obra de Cristo debe alcanzar a cada uno de los hombres. Es el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, quien, con su poder infinito, alcanza a todos los hombres de todos los tiempos, y hace que las acciones y méritos de Cristo se puedan aplicar y tener eficacia salvífica en cada uno. Hace posible que cada uno pueda entrar en comunión con el Hijo de Dios, se incorpore a Él y participe de la redención. El Espíritu Santo se sirve de la Iglesia, “sacramento universal de salvación”(Lumen gentium 48), para que los hombres encuentran a Cristo y participen de la salvación. “los derechos del demonio”, es una interpretación errónea sobre la redención ¿Cuál es su doble error? Es errónea pues interpreta la redención según los usos humanos (alguien que paga y alguien a quien se paga) y es ajena a la unidad de toda la Escritura, por ejemplo en cuanto al poder del demonio, que parece tener derechos absolutos sobre nosotros. ¿Con quién se interpretaba, que Dios no era un Padre, sino un soberano vindicativo e injusto? Lutero y Calvino ¿Qué caracterizaba a algunas teorías erróneas del siglo XX sobre la redención? Cristo es el maestro, el guía ético y el ejemplo de vida. Su influjo en el hombre es sólo moral. Su muerte es simplemente el símbolo supremo del esfuerzo de la humanidad por librarse del mal. ¿De dónde nace la salvación del hombre? Del amor misericordioso de Dios Explique cualquiera de los 2 aspectos: ascendente o descendente.