LOS ROMANCES Los romances, en su mayoría, son narraciones versificadas que pueden explicar una historia parcial o enteramente. A veces siguen un orden cronológico y suelen tener introducción (versos 1-10), desarrollo (versos 11-94) y desenlace (versos 95-104). En algunos romances no aparece el diálogo y en otros sólo hay diálogo. Se cree que estos últimos eran una primitiva forma de teatro. En este romance se alternan los fragmentos dialogados y los narrativos. Una clasificación temática de los romances los dividiría en tres grupos básicos: épicos, histórico-fronterizos y lírico-novelescos. El romance de este taller es novelesco y su tema, la doncella que va a la guerra, es frecuente en toda la literatura europea. Además del tema, en los romances se observan rasgos ideológicos y costumbristas de la época: la importancia de tener un hijo varón, la rueca como símbolo de las tareas femeninas, la indumentaria… Un romance está compuesto por series de versos octosílabos con rima asonante en los pares. Los rasgos de estilo más característicos de los romances son: La repetición de las palabras (“Adiós, adiós…”) o el paralelismo, recursos muy usados en el romance, dan ritmo a la narración. Abunda el vocativo: “mi padre”, “mi hijo”. El artículo se coloca ante el posesivo: “Las vuestras armas” Se usan fórmulas expresivas: “Pregonadas son las guerras…”, “el buen rey” Son frecuentes los arcaísmos para dar sensación de antigüedad: filar en lugar de hilar. La metáfora casi no aparece en los romances. Es más usada la comparación: “como un gavilán”. Los tiempos verbales son usados con mucha libertad: pareció por parece, era por es. El léxico de los romances es sencillo y abundan los diminutivos como signo de afectividad : “menudinos”, “chiquita”. Los aspectos mágicos o fantásticos de los cuentos se manifiestan en los romances en las pruebas que supera la heroína o el héroe, en las marcas de reconocimiento (ojos), en el uso de determinados números (siete, tres…) LA DONCELLA QE FUE A LA GUERRA “Pregonadas son las guerras 35 _”Don Martinos, hija mía, De Francia con Aragón. Que así me llamaba yo”. _”Tu qué tienes, Don Martinos, “Cómo las haré yo, triste, Yera en el palacio del rey, Que te poner a llorar?” Viejo, cano y pecador?” Y nadie la conoció, _”Que se me ha muerto mi padre, Si no es el hijo del rey, Y mi madre en eso va: Echando una mala maldición. Que della se namoró. 75 Si me diera la licencia _”Reventares tú, María, _”Tal caballero, mi madre, Fuérala yo a visitar”. Por medio del corazón; Doncella me pareció”. _”Esa licencia, Martinos, “que pariste siete hijas _”¿En qué lo conocéis, hijo, De tuyo la tienes ya.” Y entre ellas ningún varón”. En qué lo conocéis vos?”. En silla un caballo blanco 5. De allí fue para su casa La más chiquita de ellas 45 En poner el su sombrero 70 Luego empezará a llorar 80 y en el luego va a montar. Salió con buen corazón: Y en abrochar el jubón Por unas vegas arriba _ “No la maldigáis, mi padre, “y en poner de las calcetas, Corre como un gavilán, No la maldigáis, non, Mi Dios, como ella las pon.” Por otras vegas abajo “que yo iré a servir al reuy _”Brindaréislas vos, mi hijo, Corre sin le divisar. En hábitos de varón. 50 para en las tiendas mercar, 85 _”Adiós, adiós, el buen rey, “Compraréisme vos, mi padre, “si el caballero era hembra, Y su palacio real; Calcetas y buen jubón, Corales querrá llevar”. “que siete años le serví “daréisme las vuestras armas, El caballero es discreto Doncella de Portugal, Vuestro caballo trotón” Y un puñal tomó en la man. “y otros siete le sirviera _”Conoceránte en los ojos, 55 _”Los ojos de Don Martinos 90 si non fuese al desnudar.” Hija, que muy bellos son. Roban el alma al mirar.” Oyólo el hijo del Rey _”Yo los bajaré a la tierra _”Brindaréisla vos, mi hijo, De altas torres donde está; Cuando pase algún varón.” Al par de vos acostar, Reventó siete caballos _”Conoceránte en los pechos “si el caballero era hembra Para poderla alcanzar. Que asoman por el jubón.” 60 Tal convite non quedrá”. 95 Allegando ella a su casa, _”Esconderélos, mi padre, El caballero es discreto Todos la van a abrazar. Al par de mi corazón”. Y echóse sin desnudar. Pidió la rueca a su madre -“Conocérante en los pies, _”Los ojos de Don Martinos A ver si sabía filar”. 30 que muy menudinos son. Roban el alma al mirar.” _”Deja la rueca, Matinos, _Pondréme las vuestras botas 65 Bridaréisla vos, mi hijo, 100 non e pongas a filar; Bien rellenas de algodón A dir con vos a la mar. “que si de la guerra vienes, “¿Cómo me he de llamar, padre, “si el caballero era hembra A la guerra has de tornar. Cómo me he de llamar, yo?” Él se habrá de acobardar.” “Ya están aquí tus amores, El caballero es discreto, Los que te quieren llevar.”