A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 5 de octubre de 2011, habiéndose establecido de conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden de votación: doctores Hitters, Pettigiani, Negri, Kogan, Soria, de Suprema Lázzari, Corte pronunciar de se Justicia sentencia "Astilleros reúnen los en definitiva Neptuno S.C.A. señores acuerdo en la jueces ordinario causa contra de B. la para 64.613, Municipalidad de Florencio Varela. Demanda contencioso administrativa". A N T E C E D E N T E S I. promovió, Astilleros ante el fuero Neptuno civil S.C.A., y por comercial apoderado, de Quilmes, demanda contra la Municipalidad de Florencio Varela, con el objeto de que se le abonaran las facturas 1003, 1024, 1049, 1070, 1071, 1120, 1121, 0142, por un total de pesos cuatro mil seiscientos siete con 69/100 ($ 4.607,68). Peticionó, además, la condena al pago de los intereses desde la fecha del vencimiento de las facturas hasta el día del pago, calculados según la tasa activa y la imposición de las costas del juicio a la demandada. Ofreció prueba (fs. 1/76). II. Corrido el traslado de ley se presentó a juicio la Municipalidad de Florencio Varela, también por apoderada, solicitando el rechazo de la pretensión deducida. En subsidio, cuestionó la tasa de interés requerida por el accionante. Ofreció prueba (fs. 78/128). III. Abierto el juicio a prueba, estando agregado el expediente administrativo 4037-10.229/99 (fs. 185/242), la parte demandada planteó una cuestión de competencia por razón de la materia (fs. 278/280), la que fue rechazada por el juez que previno, en razón de su articulación extemporánea (fs. 281). IV. Habiéndose deducido contra el aludido decisorio recurso de reposición con apelación en subsidio (fs. 284/286), 295/296), se Apelaciones Judicial previo elevaron en lo Quilmes, expediente a encontrarse esta traslado las Civil órgano involucrada la actuaciones y Comercial que Suprema a dispuso Corte su en demandante a del la razón competencia la (fs. Camára de Departamento remisión de que originaria del podía (fs. 305). V. Por resolución de este Tribunal de fecha 9-X2002 se radicaron las actuaciones ante la Secretaría de Demandas Originarias y se otorgó a la parte actora un plazo para adecuar su pretensión a las normas del proceso contencioso administrativo (fs. 308), lo que se cumplió a fs. 312/313. VI. Corrido el traslado a la accionada (fs. 314), ésta contestó la demanda y dedujo la excepción prevista en el art. 39 inc. 1° del Código Varela (fs. 315/321). Conferido traslado a la contraria de esta última (fs. 324), la replicó a fs. 325. VII. Agregados los cuadernos de prueba (actora, fs. 334/402 y demandada, fs. 403/412) y el alegato de la demandada (fs. 414/415), sin que la accionante haya eso uso de este derecho, la causa quedó en estado de pronunciar sentencia, por lo que el Tribunal resolvió plantear y votar las siguientes C U E S T I O N E S 1°) ¿Es fundada la oposición formal al progreso de la acción? En caso negativo: 2°) ¿Es fundada la demanda? V O T A C I Ó N A la primera cuestión planteada, el señor Juez doctor Hitters dijo: I. Radicadas las actuaciones ante esta Suprema Corte, la acción, comuna demandada interponiendo, se opone en primer no se al progreso término, de la excepción de incompetencia. Sostiene exigidos en el que art. 28 respetaron del los Código Administrativo entonces vigente (ley 2961). requisitos Contencioso a) Tras resumir los hechos antecedentes del caso destaca que la instancia judicial no se encuentra habilitada porque la actora no agotó la vía administrativa. En tal sentido pone de manifiesto que a partir del reclamo de la accionante administrativas, en las documentación que se se respaldatoria iniciaron le del actuaciones requirió adjuntara derecho perseguido (facturas originales, remito, orden de compra, pedido de suministros, etc.) Señala que por toda respuesta la empresa acompañó documentación, en forma insuficiente e irregular, lo que impidió a la Municipalidad acoger su pretensión. Advierte judiciales la que empresa previo debió a iniciar impugnar en las acciones legal tiempo y forma el acto por el que se solicitaba la documentación pertinente, como así también aquél que determinaba que la acompañada era insuficiente para establecer la relación contractual con el municipio. Alega que la habilitación de la instancia judicial requiere la existencia de un acto administrativo que cause estado, en forma expresa o tácita, pero que en autos no existió ningún pronunciamiento definitivo de la Municipalidad, ni tampoco la aquí actora instó el procedimiento a ese fin. b) Por otro lado y para el caso en que la demandante interpretara que existió retardo de la Administración en resolver, plantea que el silencio no se configuró debidamente porque no se presentó solicitud de pronto despacho. Para demostrar el carácter prematuro que tiene -a su juicio- la demanda, narra que su promoción ante el fuero civil y comercial del Departamento Judicial Quilmes dio origen al expediente administrativo ASSL y T 78/A/01, dado que la actuación original no había concluido, y que esta circunstancia era perfectamente conocida por la empresa actora. Manifiesta que el propio apoderado de la accionante se presentó a declarar en el sumario 102/99, instruido solución en consecuencia, conciliatoria del y que intentó asunto. Todo arribar lo cual, a una según entiende, no hace más que confirmar la inhabilidad de esta pretensión judicial. Además, demanda a administrativo, denuncia las la que normas parte en del actora la adecuación proceso no funda de la contencioso en derecho su pretensión, ni individualiza cuál es la actuación estatal que le causa agravio; por lo que a su juicio correspondería su rechazo in limine. En síntesis y con referencias jurisprudenciales, manifiesta deducir la excepción de incompetencia prevista en el art. 39 inc. 1° del Código de Procedimiento de lo Contencioso Administrativo (ley 2961). c) De manera subsidiaria y para el supuesto que se considerase que sí hubo un acto administrativo definitivo, sostiene que la demanda fue iniciada fuera de plazo, con cita del art. 13 del Código de rito mencionado. A ese efecto refiere que la hoy actora tomó vista del expediente tanto en la instancia administrativa como en la judicial. II. La accionante argumenta que inició un reclamo en su oportunidad, en el que sí agotó la vía administrativa, por lo que entiende deben rechazarse los planteos de inadmisibilidad opuestos por la representación comunal. III. Del expediente 4037-10.229/99, acumulado a la causa, se desprenden los siguientes datos de interés para la resolución de la cuestión bajo análisis: a. El 24-IX-1999, Astilleros Neptuno S.C.A., por apoderado, envió demandando, una carta intimándolo al documento pago de al ocho municipio facturas aquí en el plazo de diez días (fs. 186). b. Luego de varios pases por la Secretaría de Salud, Legal y Técnica y Economía, en octubre de 1999 la Contaduría municipal informó que sólo se registraba a favor de la peticionante la liquidación de pago 223 por $ 217,80, correspondiente a la factura 1071. Respecto de las restantes, señaló que no existía asiento contable alguno (fs. 187/188). c. El 29-X-1999 la Secretaría de Servicios Públicos manifestó que allí no existían antecedentes (fs. 190). d. El 26-X-1999 la interesada acompañó copias de todas las facturas reclamadas, más los remitos correspondientes (fs. 191/220). e. El 10-XI-1999 la Secretaría de Ceremonial y Protocolo negó que las firmas insertas en las facturas correspondieran al personal de esa dependencia, y el 16-XI1999 la Secretaría Privada también desconoció la contratación (fs. 222 y vta.). f. Social El informó 29-XI-1999 que las la Secretaría firmas insertas de en Desarrollo las facturas correspondían al personal de la Secretaría de Coordinación de Políticas Sociales. En cuanto a la factura 1071, reconoció ser de esa dependencia y manifestó que ya había sido abonada (fs. 223). g. Producción El 30-XI-1999 aconsejó evaluar la Secretaría la posible de Economía instrucción y de actuaciones presumariales para deslindar responsabilidades y asimismo determinar quiénes habían recibido las facturas para proceder a su reconocimiento, lo que resolvió el Intendente el 6-XII-1999 (fs. 224 y vta.). h. El 27-XII-1999 la Dirección de Dictámenes sugirió responder la carta documento de la interesada (fs. 225). i. El 7-II-2000 la Dirección de Compras y Suministros hizo saber que no se registraban requerimientos vinculados con los servicios de Astilleros Neptuno S.C.A. (fs. 225 vta.). j. El 10-II-2000 la Municipalidad respondió la carta documento a la hoy actora, solicitándole que adjuntara la orden de compra y el pedido de suministro (fs. 226) y el 6-III-2000 dispuso "reservar" el expediente (fs. 228). k. El 18-IV-2000 la interesada acompañó una copia del presupuesto remitido a la comuna el 12-VI-1998 y solicitó, asimismo, "una pronta respuesta" del reclamo (fs. 230/231). l. Después de sucesivos pases por las direcciones de dictámenes, sumarios, contaduría, economía y producción, compras y suministros y desarrollo social sin que se agregaran datos concretos, el 16-IV-2001 la Dirección de Dictámenes entendió que existían indicios de la prestación de servicios al margen de lo establecido en el reglamento de contabilidad. Aconsejó recabar información de las actuaciones sumariales. El 27-IV-2001 el Departamento de Sumarios produjo un informe, del que no resultan mayores novedades (fs. 238 y vta.). m. Finalmente, la Dirección de Dictámenes propuso el 22-VI-2001 suspender la tramitación, hasta tanto el Tribunal de Cuentas fijara el criterio a seguir en un caso análogo sometido a consulta (fs. 240). IV. De acuerdo con los antecedentes reseñados y los fundamentos que desarrollaré, adelanto que la defensa formal opuesta debe ser desestimada. a) De manera preliminar es menester recordar que este Tribunal ha declarado la aplicabilidad de las disposiciones de la ley 12.008 -texto según ley 13.101- a las causas iniciadas antes del 15 de diciembre de 2003, en tanto resulten compatibles con la jurisdicción atribuida a esta Suprema Corte por el art. 215, 2° parte de la Constitución provincial, con las excepciones previstas en el referido cuerpo legal (doctr. causas B. 64.996, "Delbés", res. del 4-II-2004; B. 59.618, "Suárez", res. del 11-II-2004 y posteriores; art. 78 inc. 3°, ley citada). De tal modo, la oposición de la demandada habrá de ser analizada a la luz de lo establecido en el art. 35 inc. 1, "i" de dicha norma adjetiva. b) Se encuentra fuera de discusión que en las actuaciones administrativas no fue dictado un acto definitivo, es decir, una resolución sobre el fondo de la cuestión objeto de reclamo. Cabe supuesto de analizar, retardación entonces, en el si trámite se configuró un del procedimiento administrativo, presupuesto que -de encontrarse configuradodesplazaría la exigencia tanto del agotamiento de la vía, como la necesidad de interponer la demanda dentro de los plazos de caducidad (arts. 14 inc. 1 ap. d] y 16 y 18, a contrario, C.P.C.A. ley 12.008 -texto según ley 13.101-, respectivamente). 1. La accionada sostiene que la empresa no configuró el silencio, porque omitió la presentación de un pedido de pronto despacho. Dispone el art. 16 de la ley 12.008 -texto según ley 13.101-, en la parte pertinente, que "podrá promoverse la pretensión sobre la base del silencio administrativo, cuando alguno de los entes enunciados en el artículo 1° del presente código omitiere o retardare el dictado de actos de trámite o preparatorios. En tal supuesto, el interesado podrá solicitar el pronto despacho en los términos establecidos en el inciso anterior y transcurridos treinta (30) días hábiles administrativos desde esta solicitud, sin que se dictare el acto correspondiente, se presumirá la existencia de una resolución denegatoria o adversa para el interesado y quedará expedita la instancia judicial". Este Tribunal tiene dicho que la configuración del silencio o retardación exige que la inactividad administrativa o la demora en resolver se concreten cuando el asunto se encuentre en estado de dictar resolución definitiva, o bien, cuando el trámite está paralizado por inercia de la Administración, en virtud de la omisión en el dictado de providencias de trámite. Además se precisa que, urgido el procedimiento por el interesado, se produzca una nueva demora (doctr. Construcciones "Bistolfi", S.R.L.", S.A.", sent. sent. del causas sent. del del B. 18-XI-1997; 23-III-1999; 8-III-2000; 55.121, B. B. "Riblam B. 56.062, 57.761, 53.312, "Sirma "Striebeck", sent. del 7-XI-2001; B. 62.308, "Clemeno", sent. del 3-XII2003; B. 55.347, "Canaves", sent. del 18-VI-2008, entre otras). Pues bien, a la luz de la norma y doctrina legal transcriptas, en virtud de los hechos corroborados en la causa, contrariamente a lo sostenido por la accionada, advierto configurado el silencio aludido. En efecto, como surge de la reseña de antecedentes, la aquí actora inició un reclamo el 24-IX1999 con el objeto de que le abonaran las facturas que a su juicio le adeudaba la comuna demandada (fs. 186). Cinco meses después documentación la (fs. Municipalidad 226, le 10-II-2000), requirió mayor suspendiendo el trámite el 13-III-2000 (fs. 228), sin que se verificaran circunstancias impeditivas para su continuación. El procedimiento desplegado para decidir acerca de la procedencia del reclamo dista de respetar las pautas contenidas en los arts. 49 a 57 de la ordenanza general 267/80, no advirtiéndose en su sustanciación un impulso verdadero y útil para definir la petición deducida. Por el contrario, salvando la documentación aportada por la aquí actora (fs. 191/220), los dictámenes de la Contaduría y el requerimiento de fs. 226, la actuación municipal se resume en una sucesión de pases y vistas a distintas dependencias, sin que se haya producido prueba concreta en relación al reclamo planteado, dilatándose la definición del procedimiento (v. fs. 187/190, 222/225, 228). Producido el retardo mencionado, la parte actora, el 18-IV-2000, documentación respuesta" al tiempo requerida (ver fs. que a 230), acompañó fs. 226, fotocopias rogó manifestación a "una la de la pronta que debe asignársele el efecto de un pedido de pronto despacho (art. 16 inc. 2, ley 12.008 -texto según ley 13.101-). Sin embargo, con posterioridad a esa intimación, en vez de decidirse instructorias condiciones de idóneas ser el reclamo para resueltos, o poner la adoptarse los medidas actuados administración en comunal continuó requiriendo informes que ningún dato aportaron (v. fs. 231, 232 vta., 238 vta.), efectuándose pases internos (fs. 232, 233 vta., 235, 236, 237). Casi un año después, al momento de iniciarse la demanda judicial (30-III-2001), el procedimiento seguía pendiente de decisión. En efecto, no obstante haberse requerido a una integrante de la Dirección de Dictámenes se expidiera sobre la situación planteada a la luz de la emisión de los evaluar la Reglamentación pasos y aplicable, requisitos procedencia de que hacer incluyendo tornaran lugar la posible o no al reconocimiento y, en cada caso, el procedimiento que deberá observarse en lo sucesivo ante situaciones como la presente (fs. 239), la funcionaria se limitó a sugerir se reservaran los actuados hasta tanto el Tribunal de Cuentas fijara un criterio en un supuesto en alguna medida análogo (v. fs. 240), criterio que, en definitiva, fue adoptado por la Dirección. En tales condiciones, cabe recordar que conforme doctrina de ulterior a realización trámite. esta la denuncia el Para Suprema de Corte la no mora perfeccionamiento lograr eludirlo se cualquier evita del actuación por su silencio requiere que sola en medie el un progreso efectivo del procedimiento, dentro de los plazos fijados normativamente o de aquéllos que sean más razonables en función de la etapas por las que aquél debe transitar para arribar a la resolución y no una actividad inconducente, que no basta para superar el estado inerte de las tramitaciones (conf. doctr. causa B. 58.544, "Nicora", sent. del 29-VI-2005; B. 57.873, "M. de M., C", sent. del 31-X-2007). 2. Me permito reiterar aquí que la técnica del silencio aparece en nuestro país para contrarrestar los supuestos de inactividad formal de la Administración en un procedimiento, cuando ésta, simplemente, deja sin contestar una petición; y por ende, ha tenido desde su nacimiento la finalidad de posibilitar el acceso al proceso aunque la Administración no haya dictado un acto expreso (Muñoz, "Silencio de la administración y plazo de caducidad", Ed. Astrea, Bs. As., 1982). En tal orden de ideas comparto la tesis que sostiene que el fundamento del silencio como expresión de voluntad consiste en evitar el estado de indefensión en que quedaría el particular frente a la inactividad formal de la Administración, ya que éste se encontraría imposibilitado de recurrir (Zubiaur, contra Carlos, un no "Algunas accionar carente consideraciones de contenido respecto del silencio positivo de la Administración", "El Derecho", 143325; Lima, Fernando J. y Sama, Miguel A., "El principio in dubio pro actione y la interpretación del instituto del silencio administrativo en un ajustado fallo de la Corte", "El Derecho", 154-477). Por ello, juzgo que la figura del silencio negativo se conecta directamente con la garantía constitucional del acceso a la justicia (Diez Sánchez, Juan J., "El procedimiento administrativo común y la doctrina constitucional", Ed. Civitas, pág. 283, Madrid, 1992). En tal sentido y como lo sostuve en anteriores pronunciamientos (causas B. 55.392, "Rusconi", sent. del 4VII-1995; B. 54.239, "González", sent. del 28-III-1995, entre otras) soy de la opinión que debe rechazarse toda hermenéutica que limite el acceso a la justicia y cierre el camino a la jurisdicción (art. 15, Const. prov.), por tratarse de una garantía que se erige en uno de los pilares básicos del estado de derecho. Estimo que una interpretación contraria significaría imponerle al impugnante un "rigorismo ritual" que se traduciría en un cercenamiento de la garantía consagrada en le art. 18 de la Constitución nacional, en cuanto requiere que no se prive a nadie arbitrariamente de la adecuada y oportuna tutela de los derechos que pudieren asistirle, sino por medio de un proceso conducido en legal forma y que concluya con el dictado de una sentencia fundada (Fallos 268:266; 295:906; 299:421, entre otros). Estoy de acuerdo con que la existencia de las formas y su severidad hacen al orden, a la previsibilidad y a la seguridad jurídica; no obstante ello, cuando ese rigor excede el marco de razonabilidad y frustra el sentido de justicia en la relación jurídica, las normas procesales deben ser armonizadas con las fondales para alcanzar la correcta composición del objeto litigioso (causa B. 51.837, "Empresa Ingeniero Gustavo Serafín Marín", sent. del 2-VI1998). 3. Habiendo transcurrido "más de diez años" desde la presentación Municipalidad de del reclamo Florencio hasta Varela la fecha haya sin acreditado que la haber cumplido con su obligación de expedirse, no cabe sino el rechazo de la excepción (art. 15, Constitución provincial; doctr. de causas B. 59.559, "Álvarez Sabas", sent. del 27VII-2005; B. 63.808, "Sastre", sent. del 9-V-2007; B. 59.316, "De Grazia", sent. del 21-V-2008, entre otras). c) Como anticipara en el inicio del capítulo, el modo como propongo sea votada esta cuestión, torna inoficioso abordar el tratamiento de la defensa vinculada con la extemporaneidad de la demanda. Ello por cuanto es doctrina de esta Suprema Corte que ni en el anterior régimen procesal aplicable a las causas contencioso administrativas -ley 2961- ni en el actualmente vigente ley 12.008 -texto según ley 13.101-, se ha previsto que la admisibilidad de la demanda deducida en caso de silencio de la administración se halle sujeta a algún plazo (arts. 7 y 13, ley 2961; 16 y 18, ley 12.008 -texto según ley 13.101-). Refiriéndose al que consagraba el art. 13 de la ley 2961, el tribunal decidió en forma reiterada que no regía en el caso de la acción contencioso administrativa "por retardación" (doctr. causas B. 54.951, sent. del 28III-1995 en "Acuerdos y Sentencias", 1995-I-561 y B. 62.308, sent. del 3-XII-2003, entre muchas otras). La norma hoy vigente para reglar esta situación se limita a señalar que, cumplidos los recaudos allí establecidos, "se presumirá la existencia de una resolución denegatoria o adversa para el interesado y quedará expedita la instancia judicial" (art. 16.1 y 2, ley 12.008 -texto según ley 13.101-) y la que establece el plazo de caducidad para deducir la pretensión (art. 18, ley 12.008 -texto según ley 13.101-) claramente se refiere a la de anulación, la de restablecimiento intereses tutelados y o la reconocimiento de cese de de una derechos vía o rehecho administrativa, sin que pueda inferirse de la enunciación que luego efectúa acerca de cómo debe computarse el término, que el legislador haya pretendido extenderlo al supuesto de silencio en el cual, en rigor, no se impugna ningún acto (conf. causa B. 63.055, "Dueñas", res. del 30VI-2004; B. 65.706, "Barrón", res. del 26-IX-2007). Por tales razones, el reparo formal opuesto sobre la base de la extemporaneidad de la demanda también debe ser desestimado. V. Por lo expuesto, juzgo que corresponde rechazar la oposición a la admisibilidad de la pretensión opuesta por la demandada, y consecuentemente, abordar el tratamiento de la cuestión de fondo debatida. Costas por su orden (arts. 17, ley 2961; 78 inc. 3°, ley 12.008 -texto según ley 13.101-). Voto por la negativa. Los señores jueces doctores Pettigiani, Negri, Kogan, Soria y de Lázzari, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Hitters, votaron la primera cuestión también por la negativa. A la segunda cuestión planteada el señor Juez doctor Hitters dijo: I. a) Señala la parte actora en su escrito de inicio que se dedica a la venta y alquiler de baños químicos destinados a distintas eventualidades y que además provee el transporte, servicio de desagote, limpieza y reposición de productos químicos. Afirma que por solicitud de la Municipalidad de Florencio Varela dio en locación a ésta doce unidades sanitarias con sus respectivos servicios de mantenimiento y transporte, por el período comprendido entre el 16-VII-1998 y el 17-XII-1998. Agrega que al vencer los plazos establecidos emitió las facturas correspondientes, aclarando que entregó los originales a la comuna, reteniendo copias de toda la documentación. Individualiza los instrumentos con los números 1003, 1024, 1049, 1070, 1071, 1120, 1121, 0142, las que suman un total de $ 4.607,68. Manifiesta que el 24-IX-1999 intimó a la Municipalidad, mediante una carta documento, al pago de los créditos reclamados y que el organismo estatal le respondió el 20-II-2000 solicitándole mayor documentación, aunque sin negar la existencia de la deuda. Expresa que cumplió con el requerimiento y adjuntó las constancias pedidas, pero que aún así -en una actitud que califica de mala fe contractual- el municipio no pagó los servicios adeudados, pese a que las facturas se recibieron de conformidad y no fueron objetadas oportunamente. Considera que frente a esta situación la comuna se encuentra en mora con sus compromisos, razón por la cual se ve obligada a iniciar este proceso judicial. b) Al readecuar la demanda reiteró sucintamente el relato de los hechos, encuadrando jurídicamente su pretensión en lo prescripto por los arts. 208, 209 y 218 y concordantes del Código de Comercio y arts. 974, 1623 y 1627 del Código Civil (fs. 312/313). II. a) Al contestar la acción la Municipalidad de Florencio Varela sostiene que en realidad nunca se presentaron los originales de las facturas reclamadas, por lo que no consta ninguna presentación al cobro de esos créditos. También aduce que las facturas deberían contar con el sello y firma del funcionario municipal que debe autorizarlas, pero que en los documentos que invoca la parte actora no lo están. Desconoce la deuda, la prestación de los servicios y sostiene que la interesada debió probar a qué oficina brindó las prestaciones y en virtud de qué contrato se realizó, lo que no consta en autos. Cita el art. 241 de la Ley Orgánica de las Municipalidades y argumenta que el funcionario municipal conoce perfectamente cómo deben intervenirse las facturas. También refiere la investigación desplegada en el expediente 4037-10.229-A/99, Contaduría, ni la del Secretaría de que resultó Compras, que ni contaban la con información acerca de los créditos que peticiona la parte actora, de todo lo cual deduce que el trámite de cobro fue realizado de manera incorrecta. Invoca el art. 140 del Reglamento de Contabilidad municipal y sintetiza que nunca se reconoció la deuda que la parte actora le atribuye, porque la misma no consta registrada en los organismos correspondientes, como son la Contaduría municipal y el área de compras. b) En su presentación de fs. 316/321, niega la existencia de accionante, razón operaciones- relación contractual por la cual registros de los no alguna constan créditos que con la -entre sus reclama en autos. III. administrativo De las constancias 4037-10.229-A/99, del acumulado expediente a la causa, surgen los siguientes elementos útiles para decidir: a. El 24-IX-1999, Astilleros Neptuno S.C.A. envió una carta documento a la Municipalidad de Florencio Varela intimándola $4.607,68 al más pago, dentro intereses, del plazo de actualizaciones, diez días honorarios de y gastos en concepto de locación de 12 unidades sanitarias y 54 servicios de mantenimiento, desagote, limpieza y reposición de productos químicos, más el transporte, por el período comprendido entre el 16-VII-1998 y el 17-XII-1998. Todo ello según las facturas 142, 1121, 1120, 1071, 1070, 1049, 1024 y 1003 recibidas -según aduce- con anterioridad (fs. 186). b. La Contaduría municipal informó en octubre de 1999 que sólo se registraba, a favor de la interesada, la orden de pago 223, correspondiente a la factura 1071, por un importe de $ 217,80. Respecto de las demás, manifestó que no existían antecedentes (fs. 188). c. El 26-X-1999 la aquí actora acompañó una copia de las facturas reclamadas junto con 20 remitos por servicios de desagote, limpieza y repuestos químicos, más el transporte (fs. 191/220). d. El 1-XI-1999 la Contaduría observó las facturas 1024 y 1070 por estar enmendadas (fs. 221). e. El 29-XI-1999 la Secretaría de Desarrollo Social informó que las firmas registradas en las facturas correspondían al personal de la Secretaría de Coordinación de Políticas Sociales. También reconoció haberse recibido en su área la factura 1071, aclarando que ya se encontraba abonada (fs. 223). f. La Secretaría de Economía y Producción sugirió el 30-XI-1999 iniciar una actuación presumarial para deslindar responsabilidades, individualizar a los receptores de los documentos y responder la carta enviada por la interesada (fs. 224). g. El Intendente municipal ordenó, el 6-XII-1999, la instrucción del sumario pertinente (fs. 224 vta.). h. El 18-IV-2000 la aquí actora envió una copia del presupuesto junio de 1998, 9806061 remitido con cotización la a la del Municipalidad alquiler de en dos unidades químicas, a razón de US$ 550 más IVA por mes, disponibles todos los sábados desde junio a diciembre de 1998 (fs. 230/231). i. El Departamento de Sumarios informó el 9-I2001 que en el expte. 102/99 se había identificado a los receptores de algunos remitos y facturas -sin mencionarlospero que no se había individualizado a los responsables (fs. 232 vta.). j. La Dirección de Dictámenes opinó el 16-II-2001 que la documentación acreditar el gasto, recolectada en los era términos insuficiente del art. para 140 del reglamento de contabilidad (fs. 233). k. La Contaduría municipal observó el gasto que se reclama en marzo de 2001, por no contar con antecedentes válidos que lo respaldaran (fs. 234). l. manifestó el La Dirección 19-III-2001 de que la Compras factura y Suministros 1071 se había liquidado el 23-XI-1998, por orden de compra 46.638/98 (fs. 236). m. La Dirección de Dictámenes aconsejó el 22-VI2001 que se reservara el expediente, hasta tanto el Tribunal de Cuentas se expidiera en una consulta que se le había formulado, por un caso similar (fs. 240). IV. La cuestión a decidir se encuentra circunscripta a determinar si la firma Astilleros Neptuno S.C.A. tiene derecho a percibir la suma de dinero que reclama a la Municipalidad de Florencio Varela ($ 4.607,68), en base a una locación de doce (12) unidades sanitarias y los servicios de mantenimiento, desagote, limpieza y reposición de productos químicos, con más el transporte de las unidades y equipos de limpieza, que afirma habría regido en el período 16-VII-1998 al 17-XII-1998. V. Anticipo mi opinión adversa al acogimiento de la pretensión. a) Como lo señalara al dar mi parecer en la causa B. 57.593, "Steciow", sent. del 9-V-2007, de acuerdo a una consolidada doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación la validez administrativos formalidades pertinentes se eficacia supedita exigidas en contratación y cuanto (Fallos por a la de al contratos cumplimiento las de disposiciones forma 308:618; los y las legales procedimientos 316:382; 323:1515 de "Más Consultores"; sent. del 1-VI-2000; 323:3924; "Magnarelli", sent. del 10-IV-2003). En razón del carácter administrativo del acuerdo que la accionante químicos y desagote, limpieza, dice servicios celebrado (locación complementarios reposición de de baños [mantenimiento, productos químicos, transporte]), el caso debe ser juzgado con arreglo a los principios y reglas propios del derecho público, para lo cual debe acudirse a las normas sobre contrataciones que regían en la Municipalidad de Florencio Varela. Dichas normas son las contenidas en los arts. 193 inc. 7° de la Constitución provincial; 151 a 156 de la Ley Orgánica de las Municipalidades; 31 y 156 y sigs. del reglamento de Contabilidad y disposiciones de administración para las Municipalidades de la Provincia de Buenos Aires, Acuerdo del Tribunal de Cuentas de fecha 23X-1991. La aludida normativa establece como principio los procedimientos de licitación -pública o privada- o concurso de precios, para la selección del contratista (art. 151, L.O.M.), estableciendo como excepción la posibilidad de contratar directamente (art. 156, L.O.M.). b) La accionante no ha invocado, ni probado, la observancia de estas disposiciones, ni tan siquiera la existencia de una actuación administrativa donde se hubiera decidido contratar directamente los servicios que alega haber prestado. Se limita a afirmar la existencia de un contrato de locación de servicios (arts. 1623 y 1627), con cita del art. 974 del Código Civil, según el cual "Cuando por este Código, o por las leyes especiales no se designe forma para algún acto jurídico, los interesados pueden usar de las formas que juzgaren convenientes". Conforme lo ha sostenido este Tribunal la sujeción de la Administración al principio de legalidad impone a sus órganos y entidades un obrar consistente con el ordenamiento jurídico (doctrina causas B. 66.693, "Recovering", sent. del 6-VII-2005 y sus citas; B. 65.288, "Pasturienzi", sent. del 21-V-2008; B. 57.692, "Gamma", sent. del 5-V-2010), principio que importa el cumplimiento de las disposiciones reglamentarias que encauzan los procedimientos de selección del contratista estatal, las modalidades de contratación y, en suma, la ejecución del gasto público. De allí que se haya supeditado la validez de los contratos requisitos públicos exigidos al por cumplimento las estricto disposiciones de los vigentes en cuanto a la forma y procedimientos de contratación. En sentido concordante el alto Tribunal federal, reiteradamente existencia ha de señalado un que contrato "... la prueba administrativo de se la halla íntimamente vinculada con la forma en que dicho contrato queda legalmente perfeccionado. Cuando la legislación aplicable exige una forma específica para su conclusión, dicha forma debe ser respetada pues se trata de un requisito esencial de su existencia. Esta condición, que se impone ante las modalidades propias del derecho administrativo, concuerda con el principio general también vigente en derecho privado en cuanto establece que los contratos que tengan una forma determinada por las leyes no se juzgarán prescripta Fallos probados (conf. 323:1515; arts. si 975 323:1841; 329:809; 332:1651). no y estuvieren 1191 323:3924; del en Código 324:3019; la forma Civil y 326:1280; En consecuencia, tal como lo anticipara, la pretensión no puede prosperar, puesto que no es posible admitir la existencia de una obligación que derivaría de un supuesto habría contrato sido con que, las de haber sido formalidades celebrado, establecidas no lo por el derecho administrativo local para su formación. c) posible Finalmente analizar la cabe advertir procedencia que de no la resulta pretensión condenatoria desde los principios del enriquecimiento sin causa, toda vez que -a diferencia de lo acontecido en el ya citado precedente B. 57.593, "Steciow", sent. del 9-V-2007en el presente la actora fundó su demanda de "cobro de pesos" en el supuesto incumplimiento contractual y no en la institución citada, por lo que avanzar de tal modo importaría una grave violación del principio de congruencia (conf. C.S.J.N., Fallos 323:3924; 329:5976). VI. Por las razones expuestas, entiendo que la pretensión debe ser desestimada. Voto por la negativa. Costas por su orden (art. 17, C.P.C.A., ley 2961 en función del art. 78.3, C.P.C.A., ley 12.008 -texto según ley 13.101-). A la segunda cuestión planteada, el señor Juez doctor Pettigiani dijo: I. En su escrito inicial, señala la parte actora que se dedica a la venta y alquiler de baños químicos destinados a distintas eventualidades y que además provee el transporte, servicio de desagote, limpieza y reposición de productos químicos. Continúa diciendo que por solicitud de la Municipalidad de Florencio Varela, dio en locación a ésta doce unidades sanitarias con sus respectivos servicios de mantenimiento y transporte, por el período comprendido plazos establecidos entre el 16-VII-1998 y el 17-XII-1998. Agrega que al vencer los emitió las facturas correspondientes y aclara que entregó los originales a la comuna, reteniendo copias de toda la documentación. Individualiza los instrumentos con los números 142, 1120, 1121, 1070, 1071, 1049, 1024 y 1003, las que suman un total de $ 4.607,68. Manifiesta que el 24-IX-1999 intimó a la Municipalidad, mediante una carta documento, al pago de los créditos reclamados y que el organismo estatal le respondió el 20-II-2000 solicitándole mayor documentación, aunque sin negar la existencia de la deuda. Expresa que cumplió con el requerimiento y adjuntó las constancias pedidas, pero que aún así -en una actitud que califica de mala fe contractual- el municipio no pagó los servicios adeudados, pese a que las facturas se recibieron de conformidad y no fueron objetadas oportunamente. Considera que frente a esta situación la comuna se encuentra en mora con sus compromisos, razón por la cual se ve obligada a iniciar este proceso judicial. II. En su oportunidad, la Municipalidad sostiene que en realidad nunca se presentaron los originales de las facturas reclamadas, por lo que no consta ninguna presentación al cobro de esos créditos. También aduce que las facturas deberían contar con el sello y firma del funcionario municipal que debe autorizarlas, pero que los documentos que invoca la parte actora no lo están. Desconoce la deuda y la prestación de los servicios y sostiene que la interesada debió probar a qué oficina brindó las prestaciones y en virtud de qué contrato se realizó, lo que no consta en autos. Cita el art. 241 de la Ley Orgánica de Municipalidades y argumenta que el funcionario municipal conoce perfectamente cómo deben intervenirse las facturas. También refiere la investigación desplegada en el expediente 4037-10.229-A/99, Contaduría ni la del Secretaría de que resultó Compras que ni contaban la con información acerca de los créditos que peticiona la parte actora, de todo lo cual deduce que el trámite de cobro fue realizado de manera incorrecta. Invoca más adelante el art. 140 del reglamento de contabilidad municipal y sintetiza que nunca se reconoció la deuda que la parte actora le atribuye, porque la misma no consta registrada en los organismos correspondientes, como son la Contaduría municipal y el área de compras. En su presentación de fs. 316/321, niega la existencia de contratación alguna con la accionante, razón por la cual no constan -entre sus operaciones- registros de los créditos que reclama en autos. III. administrativo De las constancias 4037-10.229-A/99, del acumulado expediente a la causa, surgen los siguientes elementos útiles para decidir: a. El 24-IX-1999, Astilleros Neptuno S.C.A. envió una carta documento a la Municipalidad de Florencio Varela intimándola al pago, dentro del plazo de diez días, de $ 4.607,68 más intereses, actualizaciones, honorarios y gastos en concepto de locación de 12 unidades sanitarias y 54 servicios de mantenimiento, desagote, limpieza y reposición de productos químicos, más el transporte, por el período comprendido entre el 16-VII-1998 y el 17-XII-1998. Todo ello según las facturas 142, 1121, 1120, 1071, 1070, 1049, 1024 y 1003 recibidas -según aduce- con anterioridad (fs. 186). b. La Contaduría municipal informó en octubre de 1999 que sólo se registraba, a favor de la interesada, la orden de pago 223, correspondiente a la factura 1071, por un importe de $ 217,80. Respecto de las demás, manifestó que no existían antecedentes (fs. 188). c. El 26-X-1999 la aquí actora acompañó una copia de las facturas reclamadas junto con 20 remitos por servicios de desagote, limpieza y repuestos químicos, más el transporte (fs. 191/220). d. El 1-XI-1999 la Contaduría observó las facturas 1024 y 1070 por estar enmendadas (fs. 221). e. El 29-XI-1999 la Secretaría de Desarrollo Social informó que las firmas registradas en las facturas correspondían al personal de la Secretaría de Coordinación de Políticas Sociales. También reconoció haberse recibido en su área la factura 1071, aclarando que ya se encontraba abonada (fs. 223). f. La Secretaría de Economía y Producción sugirió el 30-XI-1999 deslindar iniciar una responsabilidades, actuación presumarial individualizar a para los receptores de los documentos y responder la carta enviada por la interesada (fs. 224). g. El Intendente municipal ordenó, el 6-XII-1999, la instrucción del sumario pertinente (fs. 224 vta.). h. El 18-IV-2000 la aquí actora envió una copia del presupuesto junio de 1998, 9806061 remitido con cotización la a la Municipalidad del alquiler de en dos unidades químicas, a razón de US$ 550 más IVA por mes, disponibles todos los sábados desde junio a diciembre de 1998 (fs. 230/231). i. El Departamento de Sumarios informó el 9-I2001 que en el expte. 102/99 se había identificado a los receptores de algunos remitos y facturas -sin mencionarlospero que no se había individualizado a los responsables (fs. 232 vta.). j. La Dirección de Dictámenes opinó el 16-II-2001 que la documentación acreditar el gasto, recolectada en los era términos insuficiente del art. para 140 del reglamento de contabilidad (fs. 233). k. La Contaduría municipal observó el gasto que se reclama en marzo de 2001, por no contar con antecedentes válidos que lo respaldaran (fs. 234). l. manifestó el La Dirección 19-III-2001 de que la Compras factura y Suministros 1071 se había liquidado el 23-XI-1998, por orden de compra 46.638/98 (fs. 236). m. La Dirección de Dictámenes aconsejó el 22-VI2001 que se reservara el expediente, hasta tanto el Tribunal de Cuentas se expidiera en una consulta que se le había formulado, por un caso similar (fs. 240). Además resulta relevante la copia de la orden de compra 46.639 librada el 5-VIII-1998 a nombre del Astilleros Neptuno S.C.A., acompañada por la parte actora junto con el escrito de demanda. Por ella se solicitó la prestación del servicio de limpieza de baños químicos hasta un importe de un mil pesos, con destino a la Dirección de Protocolo y Ceremonial de la Municipalidad imputaron a la de Florencio partida Varela. Los gastos 1.1.2.1.1.02.14.03.01 se "gastos generales varios" y las condiciones de pago se fijaron en sesenta días (fs. 66). IV. La cuestión a decidir consiste en determinar si Astilleros Neptuno S.C.A. tiene un crédito a su favor, contra la Municipalidad de Florencio Varela. A la luz de los antecedentes reseñados cabe destacar, en primer lugar y para delimitar correctamente la litis, que en el caso de autos se reclama el cumplimiento de dos obligaciones con distinta causa: por un lado, el pago del alquiler de unidades sanitarias y por el otro el pago del servicio de limpieza, desagote y provisión de productos químicos. Esta última tiene por antecedente la orden de compra 46.639 del 5-VIII-1998, mientras que la invocada locación no cuenta con respaldo contractual alguno. Sin embargo, ambas prestaciones fueron facturadas en forma conjunta en la mayoría de los documentos presentados al cobro (v. fs. 373/380). V. Frente a tal estado de situación, me adelanto a señalar que la demanda habrá de prosperar sólo parcialmente. a. En primer lugar abordaré la pretensión de pago correspondiente a la alegada locación de unidades sanitarias, señalando que tal como se han planteado las posiciones de ambas partes, la accionante pretende que le sea reconocida y abonada por "legítimo abono". En tal sentido tiene dicho el tribunal que ante la falta de formalización de la contratación y como etapa ineludible y previa al reconocimiento de cualquier tipo de derecho pecuniario frente a la Administración comunal, es menester haber realizado una tramitación idónea para acreditar la efectiva prestación del o los servicios cuyo pago se reclama. En particular, resulta de toda necesidad que surja de la actividad probatoria cumplida, la comprobación de la recepción por la Administración comunal de los servicios que la empresa litigante dice haber prestado por encargo de aquélla (conf. causa B. 63.951, "T.C. Haedo S.R.L.", sent. del 3-XII-2008). A ese respecto, también debe tenerse en cuenta que el apartamiento del principio de legalidad justifica, como contrapartida, una mayor estrictez a la hora de admitir reclamos basados en la realización de prestaciones efectuadas al margen de los procedimientos reglados de la contratación administrativa, de modo de no trocar en regla aquello que, por excepción, para consumados al esencia, evitar margen debe la de ser un temperamento convalidación la de juridicidad, de hechos normalmente asociados a prácticas contrarias a un elemental criterio de transparencia en el manejo de los asuntos públicos (doctr. causas B. 66.693, "Recovering", sent. del 6-VII-2005; B. 65.288, "Pasturienzi", sent. del 21-V-2008, entre otras). Sin desplegada embargo, por la de interesada la no actividad surge probatoria ni mínimamente probada la prestación de los servicios invocados, por lo que esta parcela del reclamo no puede prosperar. En efecto, en las facturas 142, 1120, 1070, 1049, 1024 y 1003 se incluyó la provisión de dos unidades químicas portátiles (las que sumarían doce en total), pero de los remitos acompañados no se desprende que hayan sido realmente enviadas al municipio (fs. 363/372). Sólo en el presupuesto 9806061 confeccionado en junio de 1998 están mencionados estos elementos, pero semejante documento no es hábil para demostrar la efectiva recepción de los mismos. Sólo indica, a todo evento, la existencia de negociaciones o consultas previas, lo que no es suficiente para demostrar la existencia de la conducta posterior alegada. El testimonio de Jorge Alfredo Juich (fs. 175/176) tampoco arroja luz alguna sobre el punto. Aparte del valor meramente indiciario de su exposición por su carácter de empleado de la parte actora, sólo se limitó a exponer que se habían proporcionado baños químicos a la Municipalidad, pero sin brindar razón de sus dichos ni precisar la fecha o circunstancias en que el suministro se produjo. La declaración de Aurelio García (fs. 177), si bien es más concreta y podría funcionar como presunción a favor de la prestación del servicio, por cuanto manifestó que "llevó dos baños a la Municipalidad de Florencio Varela", tampoco aporta mayor detalle acerca de la fecha en que esa actividad fue realizada, ni cuántas veces fue hecha -nótese que la empresa demandante facturó en seis oportunidades la provisión de dos unidades sanitarias-. En el expediente administrativo 4037-10.299-A- 1999 acumulado a la causa, tampoco se aportó documentación que permita arribar a una solución diferente; y respecto de la prueba pericial (fs. 260/261), considero que el mero asiento contable de que existen facturas pendientes de pago no sirve para acreditar la real prestación de los servicios que pretenden cobrarse. De modo tal que, a la luz de la prueba rendida, considero que la invocada locación de baños químicos no se encuentra suficientemente presupuesto ineludible probada, para la lo cual procedencia era del un pago pretendido. b. En lo sucesivo me referiré a la prestación de limpieza, desagote y provisión de productos químicos, adelantando en forma preliminar que el pago de las facturas 142, 1120, 1070, 1049, 1024 y 1003 no puede reconocerse, en tanto en ellas se incluyen el anterior rubro ya declarado improcedente -provisión de unidades sanitarias- lo que las transforma en documentos inhábiles para el cobro. Ello sentado, también cabe despejar la controversia en torno de la factura 1071, por haber sido reconocida expresamente por la parte demandada reconocimiento de deuda surge en el expediente administrativo. Ese tanto del informe de la Contaduría de fs. 188, en el que se hizo saber que existía orden de pago 223 por $ 217,80 a favor de la demandante en autos; como del informe de fs. 223 de la Secretaría de Desarrollo Social, el de la Dirección de Compras de fs. 236 y el de la Subsecretaría de Desarrollo Social de fs. 237. Por otra parte, de la prueba producida en autos no surge que esa aceptación haya estado fundada en error alguno y del dictamen de fs. 409 se desprende que aún no fue cancelada. Frente a las circunstancias apuntadas, la municipalidad accionada no puede válidamente desconocer en esta instancia ese crédito toda vez que, como tiene dicho esta Corte, de consuno con la doctrina de los propios actos cuadra desestimar la pretensión contradictoria con la conducta pasada de la accionada, jurídicamente relevante y plenamente eficaz, con arreglo al principio general de buena fe (conf. causas B. 56.249, "Rico", sent. del 25-X2000; B. 60.898, "Fiscal de Estado", sent. del 18-II-2004; B. 60.323, "Ascensores Servas S.A.", sent. del 23-II-2005; B. 56.694, "Tissot", sent. del 18-V-2005; B. 61.325, $ 217,80 "M.E.", sent. del 26-VIII-2009, entre otras). Por lo correspondiente al tanto, el referido crédito de documento sí deberá ser abonado. Subsiste factura 1121. Por aún la ella controversia se pretende respecto el cobro de de la dos servicios de desagote, limpieza y repuestos de productos químicos correspondientes al remito 71.885, más el transporte, por un total de $ 72,60. El documento fue suscripto por Fernando Androniuk, sin fecha de recepción (v. fs. 374). La demandada sostiene que la factura no está conformada en debida forma, puesto que no tiene el sello y firma del funcionario municipal que debe autorizarlas, ni tampoco cuenta con el sello de la oficina que recibió la prestación. También niega que los servicios hayan sido realmente prestados (fs. 126 vta./127). Respecto de la aptitud del documento presentado para el cobro, el decreto ley orgánico de municipalidades (6769/1958) regula la competencia de la oficina de compras y específicamente los artículos 198 y 199 prevén la actuación en materia de suministros. El primero establece que "[e]l jefe de la oficina de compras, con asesoramiento de las tendrá reparticiones a su cargo técnicas y bajo en los su casos necesarios, responsabilidad, el diligenciamiento de los suministros que deban efectuarse a la municipalidad con arreglo a las normas establecidas para la adquisición directa, el concurso de precios y las licitaciones públicas y privadas" y el segundo dispone que "[e]s obligación del jefe de compras comprobar y certificar la efectiva recepción de los artículos adquiridos por la municipalidad. Será personalmente responsable de los perjuicios que se produzcan a consecuencia de los ingresos que certifique sin estar fundado en la verdad de los hechos. El intendente lo podrá autorizar, cuando el volumen del trabajo lo justifique, a delegar dicha tarea en otros funcionarios, quienes asumirán establecida precedentemente". la misma responsabilidad Es reseñadas, decir, es que de competencia acuerdo del jefe con las de normas compras el diligenciamiento de los suministros y la certificación de la efectiva recepción de los servicios. De la prueba producida en autos surge que el jefe de compras, al momento en que se verificaron los hechos materia de esta litis, era Hugo Oscar Hoffman (fs. 66, 225 vta., 236) y que Fernando Androniuk -receptor de la factura citada- si bien era empleado municipal, no pudo determinarse qué puesto ocupaba, ni mucho menos que se le hubiera atribuido expresamente la función de certificar la prestación de los servicios y conformar las facturas presentadas al cobro (v. fs. 223, 232 vta., 260 vta.). Más aún, el responsable de tales trámites -jefe de compras- solicitó el 19-III-2001, que se realizaran "las averiguaciones necesarias entre el personal encargado de contratar dichos servicios, a fin de saber si fueron recibidas las facturas reclamadas y dónde fueron giradas a los efectos de su liquidación" (fs. 236), lo cual demuestra su ignorancia respecto de la factura que se intentaba cobrar. Para más, la factura 1121 no está debidamente intervenida con el sello de la Municipalidad ni cuenta con fecha de recepción alguna, por lo cual estimo que no se trata de un título apto para que proceda su pago. En virtud de las circunstancias expuestas, resulta aplicable la doctrina de esta Corte que señala que las omisiones probatorias del actor limitan los alcances de la decisión final del tribunal, dado que en el ámbito del proceso administrativo el interesado debe aportar los elementos de convicción que permitan tener por acreditada la circunstancia que invoca, en tanto no actúa en simple instancia recursiva, debiendo entonces respectiva (conf. sino en cumplir art. proceso con 375, la C.P.C.C.; de conocimiento, carga probatoria doctr. causas B. 61.339, "José Antonio Piazza Construcciones", sent. del 23III-2002; B. 57.668, "Cruces S.A.", sent. del 4-VII-2007; B. 65.288, "Pasturienzi", sent. del 21-V-2008; B. 63.951, "T.C. Haedo S.R.L.", sent. del 3-XII-1998, entre otras), lo que no ha sucedido en la especie. c. Sentado lo anterior cabe abordar el planteo referido a los intereses, aunque circunscripto a la factura 1071. La parte actora solicitó, en la demanda presentada ante el fuero civil y comercial, la aplicación de la tasa activa por ser la "receptada por el fuero" (fs. 75). La demandada se opuso y sostuvo que debían calcularse, en caso de corresponder, de acuerdo con la tasa pasiva del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Citó jurisprudencia. Con posterioridad, al readecuar las posiciones al proceso contencioso administrativo, nada se agregó (v. fs. 312/313, 315/321). Recientemente al votar en el ámbito casatorio, la causa L. 94.446, "Ginossi", sent. del 29-X-2009, tuve oportunidad de abordar nuevamente la temática relativa a la fijación del tipo de tasa de interés a aplicar en los términos del art. 622 del Código Civil, a efectos de la liquidación de las deudas derivadas de obligaciones como las reclamadas en el sub lite, cuando ni las partes, ni la legislación especial prevén una alícuota determinada. La mayoría del Tribunal que integro decidió ratificar, como doctrina legal, la postura según la cual la tasa que aplicaba a partir del 1° de abril de 1991, es la que paga el Banco de la Provincia de Buenos Aires en sus operaciones de depósito a 30 días (tasa pasiva). 2. Así las cosas, ubicado en el ámbito de la competencia originaria de esta Suprema Corte y ante la necesidad de resolver la cuestión de autos -y ahora repito, como juzgador prístino- he de plegarme, en el caso aquí juzgado y según las circunstancias particulares de este expediente, a la doctrina legal favorable a la tasa pasiva. Por todo lo expuesto, considero que en el sub lite corresponde -tal cual señalé- aplicar la tasa pasiva desde la fecha del inicio del reclamo administrativo, es decir, desde el 24-IX-1999 hasta el día del efectivo pago (v. fs. 186), en atención a que la factura impaga no tiene fecha de recepción (fs. 376). VI. En síntesis, soy de la opinión que deberá hacerse lugar parcialmente a la demanda, condenando a la Municipalidad Astilleros factura de Florencio Neptuno 1071- en S.C.A. Varela de concepto $ al pago 217,80 de a favor -importe servicios de de de la desagote, limpieza y repuestos químicos, más el transporte del equipo de limpieza. A dicha cantidad se le adicionarán intereses, computados según la tasa pasiva del Banco de la Provincia de Buenos Aires en sus operaciones de descuento a treinta días, desde el 24-IX-1999 -fecha en la que se inició el reclamo (arts. administrativo7 y 10, ley hasta el 23.928, día del texto efectivo según ley pago 25.561 -coincidente en ambas redacciones en sus contenidos-; 622, Código Civil y 5, ley 25.561). La suma que resulte de la liquidación a practicarse, deberá ser abonada dentro de los sesenta días de quedar firme la resolución que la apruebe (arts. 163 y 215, Constitución provincial). Costas por su orden (arts. 17, ley 2961; 78 inc. 3°, ley 12.008 -texto según ley 13.101-). Con el alcance indicado, voto por la afirmativa. A la segunda cuestión planteada, el señor Juez doctor Negri dijo: I. Adhiero a la relación de antecedentes, desarrollo argumental y solución propiciada por mi colega, doctor Pettigiani, en los puntos I, II, III, IV, V -aps. a) y b) y VI de su exposición. II. accionante En cuanto tendiente a a la la pretensión aplicación de de la firma intereses de acuerdo a la tasa que establezca el Banco Provincia en su cartera activa, no advierto en la especie circunstancias que conduzcan a variar el tradicional criterio de esta Suprema Corte respecto a que los intereses por el período posterior al 1 de abril de 1991 deben ser liquidados a la tasa que fije el Banco de la Provincia de Buenos Aires para sus depósitos a treinta días -tasa pasiva- (conf. doctr. causas Ac. 49.439, "Cardozo", sent. del 3-VIII-1993; Ac. 53.734, "Fisco de la Provincia", sent. del 23-VIII-1993; B. 60.749, "Lenzi", sent. del 13-III-2002 y Ac. 88.502, "Latessa", sent. del 31-VIII-2005, entre otros). Cabe destacar que la aludida doctrina legal ha sido mantenida pese al abandono de la paridad cambiaria producida a partir de la sanción de la ley 25.561, habiendo sido ratificada recientemente por esta Corte al fallar la causa L. 94.446, "Ginossi" (sent. del 21-X-2009) y posteriores. Tal como lo señalé en este último precedente, el interés moratorio es el que se paga por el incumplimiento de la obligación dineraria. Es, en realidad, la reparación por mora prevista por el codificador para el caso de incumplimiento de ese tipo de obligaciones (excluidas del ámbito de aplicación de los arts. 519 a 522 del Código Civil referidos a los daños e intereses en las obligaciones que no tienen por objeto sumas de dinero -Título III de la Parte Primera de la Sección Primera del Libro Segundo del Código Civil- y por tanto ajenas al sistema general de los daños de ese Código). En ese marco, soy de la opinión que la tasa pasiva continúa abasteciendo de modo razonable la finalidad reparatoria contenida en la norma del art. 622 del Código Civil. Con tales alcances, doy mi voto también por la afirmativa. Costas por su orden (arts. 17, ley 2961; 78 inc. 3, ley 12.008, texto según ley 13.101). La señora Jueza doctora Kogan, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Pettigiani, votó la segunda cuestión también por la afirmativa. A la segunda cuestión planteada, el señor Juez doctor Soria dijo: Adhiero al voto del doctor Hitters. Simplemente he de adunar, como factor que apuntala el rechazo de la demanda en la especie, que a diferencia de otros casos ventilados ante este Tribunal, aquí no se ha invocado que las actividades que se dicen cumplidas por la empresa reclamante deban serle reconocidas como "legítimo abono" o "aprobado de gastos", o con fundamento en el principio del enriquecimiento sin causa. A más de tratarse de modalidades que ciertamente justifican seguirse en asuntos verdaderamente excepcionales (doctr. causas B. 57.652, "Gamma Producciones Artísticas y Publicitarias", sent. de 5-V-2010; B. 64.068, "Investigaciones Médicas S.A., sent. de 24-V-2011) su acogimiento en juicio presupone la identificación adecuada de los extremos pertinentes al incoarse la demanda, desde que sería impropio trocar en regla lo que debe ser una específica y documentada excepción. Debe haber, pues, la articulación de un planteo expreso en tal sentido (C.S.J.N., doct. Fallos 310:2278, cons. 10° in fine). Sí, como acontece en autos, ello no se verifica, pues se está en presencia de una demanda por cobro de pesos únicamente fundada en el alegado incumplimiento contractual de la comuna, una solución contraria, que variase oficiosamente la estrategia procesal del reclamante, desbordaría los confines de la litis, con afectación del principio de congruencia (doct. 323:3924, cons. 10; causa B. 57.593, "Steciow", sent. de 9-V-2007 y B. 63.370, "Estudio de Profesionales en Ciencias Económicas", sent. de 29-X-2008). Voto por la negativa. A la segunda cuestión planteada el señor Juez doctor de Lázzari dijo: Adhiero al voto del doctor Pettigiani. Con relación a la tasa de interés, en las causas L. 94.446, "Ginossi" del 21-X-2009 y C. 101.774, "Ponce" del 21-X-2009, recientemente esta Suprema Corte, por mayoría, ha determinado la aplicación de la tasa pasiva, reiterando su doctrina anterior. No he suscripto esa posición, por las razones vertidas en el voto en minoría obrante en dichos autos, que por razones de economía y celeridad doy por reproducidas aquí. Sin embargo, en el caso concreto de autos, ubicado en el ámbito de la competencia originaria de esta Suprema Corte y ante la necesidad de resolver la cuestión de autos, no encuentro en la demanda (fs. 50) motivaciones suficientes para sostener la aplicación de la tasa activa, no incorporando a la causa elementos idóneos ni circunstancias especiales en tal sentido, de suerte que no se revela entidad jurídica suficiente para apartarme del criterio enunciado. Con el alcance indicado doy mi voto por la afirmativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se rechaza la excepción de incompetencia deducida por la accionada y, por mayoría, se hace lugar parcialmente a la demanda, condenando a la Municipalidad de Florencio Varela al pago a favor de Astilleros Neptuno S.C.A. de $ 217,80 -importe de la factura 1071- en concepto de servicios de desagote, limpieza y repuestos químicos, más el transporte del equipo de limpieza. Asimismo, por mayoría de fundamentos concordantes se condena a la Municipalidad a adicionar, a la cantidad mencionada en el párrafo anterior, los intereses computados según la tasa que pague el Banco de la Provincia de Buenos Aires por los depósitos a treinta días, desde el 24-IX-1999 -fecha en la que se inició el reclamo administrativo- hasta su efectivo pago (arts. 7 y 10, ley 23.928, texto según ley 25.561 -coincidente en ambas redacciones en sus contenidos; 622, Código Civil y 5, ley 25.561). La sesenta días sentencia de quedar deberá firme cumplirse (arts. 163 dentro y 215, de los Const. prov.). Costas por su orden (arts. 17, ley 2961; 78 inc. 3°, ley 12.008 -texto según ley 13.101-). Difiérase la regulación de honorarios para la oportunidad en que se encuentre firme la liquidación (art. 54, dec. ley 8904/1977). Regístrese y notifíquese. EDUARDO JULIO PETTIGIANI EDUARDO NESTOR DE LAZZARI DANIEL FERNANDO SORIA HILDA KOGAN HECTOR NEGRI JUAN CARLOS HITTERS JUAN JOSE MARTIARENA Secretario