CELEBRACIÓN COMUNITARIA Meditación de una jornada en el desierto Preparación: Llevar arena y objetos para altar, que representen el desierto, como cactus, plantas pequeñas, semillas secas, una carpa... Actividad: 1) Sentarse en el suelo, frente al altar, separados unos de otros, y ponerse en espíritu de oración. PARTICIPA EN LA LITURGIA Penetra el simbolismo de la Cuaresma Primer Domingo 1 CUARENTA DIAS DE PREPARACIÒN ESPIRITUAL Durante la cuaresma notarás cambios en los adornos del templo, los símbolos y la misa. Se busca un mayor recogimiento y austeridad. Extiende esta actitud de recogimiento y austeridad a tu vida diaria: En cuaresma ¿Qué actividad puedes dejar para dedicar más tiempo a Dios? ¿qué puedes dejar de usar y/o hacer como signo de austeridad y fortaleza para superar lo que te separa de Jesús y de misión? 2) Facilitar la siguiente meditación, haciendo pausa en los puntos suspensivos. Cierren sus ojos e imagínense que están en el desierto... Es de día y el sol calienta fuertemente... Se están asando del calor... la sed es terrible y sienten que se deshidratan... ¿Qué desean...? ¿Quién puede dárselos...? ¿Qué dirían al recibirlo....? Siguen en el desierto... han caminado y caminado... están agotados y perdidos... La noche cae y el viento les hiela los huesos... empiezan a titiritar... ¿Qué anhelan...? ¿Qué necesitan hacer para calentarse...? Han pasado cinco días... con calor ardiente en el día y viento helado en la noche... ¿Cómo se sienten? ¿Cuáles serían las tentaciones más fuertes? ¿Cómo las vencerían? 3) En grupos de tres. Compartir alguna ocasión en que se sintieron en un desierto de amor, de (in)justicia, de (no)paz. ¿Qué deseaban? ¿Cómo salieron de esa situación? ¿Están ahora pasando por una situación de desierto? ¿Qué anhelan? Terminar haciendo una oración unos por otros El tiempo de Cuaresma empieza el miércoles de Ceniza y termina el Jueves Santo, antes de la misa de la Cena del Señor. Tiempo para recordar la entrega de Jesús por nosotros, convertirnos y renovar nuestra opción por Jesús y el Reino de Dios Tomado y reformado de “Diálogos Semanales con Jesús” José A. Medina y Carmen M Cervantes. Ed. Verbo Divino 1 PREPÁRATE A DIALOGAR CON JESÚS La Cuaresma nos recuerda los 40 días que el pueblo judío pasó en el desierto antes de llegar a la tierra prometida y los días que Jesús pasó en el desierto, preparándose para su misión. ¿Para qué has tenido tú qué prepararte? Todo gran acontecimiento necesita mucha preparación y Jesús te invita hoy a prepararte durante los próximos cuarenta días para celebrar con él su resurrección. Abre tu corazón para que tu reflexión y oración te acerquen más a Jesús. ENTRA EN ORACIÓN Oración ante las tentaciones Jesús, Tú que venciste la tentación de usar tu poder para obtener beneficios personales, ¡Ayúdame a poner mi confianza en Dios y a usar mi poder para hacer el bien! Jesús, Tú que resististe al triunfalismo y realizaste tu obra de salvación con actos de amor y misericordia, ¡Fortaléceme para ser un humilde instrumento de tu amor! de comida. Describe cómo Dios se manifestó en esa situación de dolor, liberándolos y termina..... NO TENTARÁS AL SEÑOR TU DIOS Leer Lucas 4,1-13 ¿Qué mantuvo firme a Jesús frente a las tentaciones? Hemos escuchado antes este relato. Jesús se fue al desierto a prepararse para su misión orando y ayunando, Pero el abogado del mal (diablo), quiso apartarlo de su misión con varias tentaciones. Jesús las venció todas y le contestó con frases del A.T. para indicarle que su fortaleza venía de la Palabra de Dios. Cuando lo tentó para usar su poder mágicamente para saciar su hambre, Jesús el contestó que la Palabra de Dios nutre y sostiene ante las pruebas de la vida. Cuando lo tentó con la ambición y las recompensas de la fama y el poder político y económico, le respondió que él sólo adoraría a Dios. Cuando lo tentó llevándole a Jerusalén y le ofreció salvarlo de la muerte, Jesús le mandó que no lo tentara más. ENRIQUECE TU FE Y VIDA 1. Una definición sencilla de conversión puede ser: girar, dar un giro a nuestra vida. 2. Para poder girar es necesario un eje sobre el cual realizar el giro. De lo contrario, daremos movimientos deslizantes que básicamente nos dejan peor de cómo estábamos; o no giramos, sino que nos vamos desparramando como plastilina, como una masa que no puede recuperar su forma, queda fofa y a la deriva, se expande, pero sin rumbo, ni horizonte. Aquí no hay conversión que valga, sino una desesperante disolución en el océano de la vida, el consumo, las neurosis y demás marejadas de nuestro tiempo global. Jesús, Tú que te negaste a adorar al demonio para alcanzar prestigio y poder social, ¡Evita que caiga en el orgullo y el egoísmo, que me impiden hacer el bien y luchar por la justicia! CONOCE LA PALABRA DE DIOS Leer Deuteronomio 26, 4,1-10 ¿Cómo resumes en qué creían los judíos? Este texto se conoce como el “credo histórico de los judíos”. Contiene la fe básica del judío. Fue redactado por gente del pueblo que quería compartir las maravillas que Dios había hecho en su vida. Empieza con unos orígenes humildes: “Mi padre era un arameo errante...” Narra sus sufrimientos cuando emigraron a Egipto en busca Academia). Grotesco, ridículo, eso es lo que conseguimos cuando pretendemos cambiarnos a nosotros mismos. Actitudes forzadas, no interiorizadas, que terminan por desaparecer, o lo que es peor todavía, por enquistarse. Y entonces se convierten en un problema para nosotros y para los demás. 3. Sin duda que es necesario un “yo” sano, armado, capaz de llorar ante lo sublime y de gozar de los placeres de la vida. Lo que siempre se ha entendido como una persona normal. Pero si el eje somos nosotros mismos entonces no hay giro, sólo contorsionismo (movimiento anómalo del cuerpo, que origina una actitud forzada y a veces grotesca, dice el diccionario de la 4. La cuaresma nos recuerda que el eje es el Dios de Jesús. Y así, sí es posible girar, porque está fuera de nosotros. Y no es nuestro empeño el que nos cambia, sino su llamada la que nos conmueve, y nos hace virar nuestro rumbo. No son nuestros méritos, sino la confianza que genera su presencia, lo que puede hacer que nos convirtamos. En esta cuaresma hay invitaciones imperiosas para girarnos. En primer lugar, de nuestro narcisismo agotador. Dios nos llama a escuchar los gemidos de un mundo sufriente para que nos volvamos y nos detengamos: a auxiliar, a compartir. Se nos invita, también, a girarnos hacia el silencio: sobran palabras, mensajes, correos electrónicos, voces... nos llama al desierto. Para encontrarse con nosotros cara a cara. Se nos invita, una vez más, a girar del consumo, para generar misericordia. No para gastar con prudencia, sino para compartir, para dar, para vaciarnos. Se nos invita, también, a girar de la sospecha a la confianza. No podemos ver fantasmas por todas partes, sólo lo negativo, siempre segundas intenciones. Jesús camina sobre las aguas, y no es un fantasma, para recordarnos que la creación está preñada de su presencia. El reino de Dios está entre nosotros, y no podemos reconocerlo si no lo miramos con los mismos ojos de confianza y misericordia de Dios. (José Ignacio García Jiménez s.j)