CNAC. COM., sala F, 28/06/2011 - Jager Buro S.R.L Y Vistos: 1. Apeló la sindicatura, la providencia copiada en fs. 8, mantenida en fs. 13, que le impuso un llamado de atención y además el pago correspondiente a la nueva publicación de edictos dispuesta en los autos principales. El memorial de agravios corre en fs. 9/12. 2. La fiscal ante esta Cámara, en fs. 21/22 consideró que en tanto el "llamado de atención" no configura una sanción, debe declararse mal concedido el recurso. USO OFICIAL 3.a. El art. 255, ley 24522, establece las sanciones que pueden imponerse al síndico, esto es, la remoción, el apercibimiento y la multa, las cuales son cuestionables mediante recurso de apelación. Mas, en tanto el mero "llamado de atención" no es una sanción, no es susceptible de recurso de apelación (Rivera; Roitman; Vítolo, "Ley de Concursos y Quiebras", t. IV, p. 604; C. Nac. Com., sala B, "Greco Hnos. S.A s/quiebra. Incidente posesión de inmueble", del 6/11/1986). En este sentido, ha sido dicho que es apelable el auto que impone un llamado de atención a la sindicatura cuando el a quo dispone, además, la notificación a la Cámara de tal medida (C. Nac. Com., sala E, 13/2/1985, LL 1985-B-306). En el sub examine, se advierte que el magistrado de grado ordenó la anotación del llamado de atención en el registro pertinente llevado en Secretaría Privada, antecedente que, en consecuencia, podrá ser tomado en cuenta a los fines de aplicar, eventualmente, una sanción ulterior. Es en este especial marco, en que esta sala atenderá al recurso introducido. 3.b. Como pauta orientadora, debemos partir de la premisa que el deber de responsabilidad del síndico es correlativo a la función que se le asigna, la que debe ser cumplida con eficiencia y conforme a los fines para los que fue creada. Su incumplimiento, entonces, apareja la aplicación de sanciones que deberán ajustarse a diversos factores, tales como los antecedentes del caso, la actuación del funcionario, su conducta, la gravedad del hecho imputado, la razonabilidad en la aplicación de la sanción, en la que debe encontrarse subsumida la regla de gradualidad y proporcionalidad (conf. C. Nac. Com., sala B, 6/3/1995, "Zadicoff s/quiebra", LL 1995-D-566; íd., 23/3/1994, "Canale, Rodolfo s/quiebra", dict. Fiscal 60884; sala C, 30/11/1995, "Tex-tail S.R.L s/incidente", dict. Fiscal 74055; íd., 31/8/1999, "Crawford Keen y Cía. s/quiebra", del 20/2/1992; esta sala, 4/6/2010, "Egamedi S.A (ex Biz Makers S.A) s/quiebra. Incidente de apelación (art. 250, CPCCN)"; íd., 22/6/2010, "Perez, José L. s/concurso preventivo. Incidente de remoción"; entre otros). En el sub lite se impuso al funcionario un llamado de atención -con nota en Secretaría Privada- dada la demora en la aceptación del cargo que le fuera conferido; véase que ello ocurrió el 15/2/2011 -ver fs. 5-, cuando la designación data del 2/12/2010, y habiendo sido "notificado" mediante fax -ver fs. 7- el mismo día. Ello sentado, entiende este tribunal necesario señalar liminarmente que, la obligación que pesa sobre el síndico de acceder a la aceptación de la designación es de aquellas que imperativamente le impone la ley y que, además por las implicancias que acarrea, necesariamente conlleva una extrema diligencia por parte del funcionario, mientras que la que recae sobre el tribunal es la de notificarlo, también diligentemente, de ese nombramiento. La forma de llevar a cabo dicho anoticiamiento se rige por las disposiciones de la ley de la materia y en, subsidio, por el Código de Procedimientos (arts. 273 y 275, LCQ). Desde esta óptica es que se agravia el apelante habida cuenta la instrumentación de la notificación dispuesta por la magistrada. Ciertamente es relevante destacar el importante papel de la informática en los distintos aspectos de la vida moderna y en la que el derecho no está ajeno a esa realidad, reflejando su impacto en todas sus ramas. Sin embargo, en materia de notificaciones, los medios para comunicar ciertos actos del proceso están regulados, en algunos casos, en la ley concursal. y ante la ausencia de una normativa completa sobre las formas, se aplican complementariamente las normas procesales locales en tanto sean compatibles con la rapidez y economía del trámite concursal (art. 278, LCQ). Es decir, ni la ley concursal ni el Código ritual prevé específicamente notificaciones y otros actos procesales por vía informática. Aun en estas condiciones una parte de la doctrina se inclina por admitir notificaciones por tales medios, con algunos condicionantes (Alegría, Héctor, "Informática y concursos (primeras ideas para un temario)", CyQ 2010-C-770; Sosa, Toribio E., "Medios informáticos y el proceso que viene. Validez probatoria y eficacia procesal", LLBA 1999-649; del mismo autor: "Dos códigos procesales en uno (o la reingeniería judicial del proceso a través de su `inmunización' contra las nulidades procesales)", JA 1999-III-822; Maurino, Alberto L., "Notificaciones procesales", 2ª ed., Ed. Astrea, Buenos Aires, 2000, p. 158, donde se refiere a la notificación telefónica y por fax y a un trabajo de Labrada, Pelayo A., "Diez claves para la celeridad procesal sin reformas legislativas", Ed. Pergamino, edición del autor, 1998; véase, también del mismo autor, "Las notificaciones electrónicas en la justicia argentina", disponible en www.gestionjudicial.net; Gozaini, Osvaldo, "Código Procesal Civil y Comercial de la Nación", t. I, Ed. La Ley, Buenos Aires, USO OFICIAL 2002, p. 359). Cabría reflexionar, entonces, en la necesidad de analizar si podrían incorporarse normativamente reglas que admitan la comunicación por vía informática en la legislación concursal. Sin embargo, aun esta carencia actual no impide que, además de cumplirse las formalidades que en cada caso prescribe la LCQ y, subsidiaria y complementariamente el Código de Procedimientos, de todas maneras, puedan adoptarse en la práctica ciertas aperturas hacia esos modos de comunicación (Alegría, Héctor , "Informática y concursos", CyQ abril de Abril). Máxime teniendo en cuenta que ya se han ido incorporando algunas de esas modificaciones (v.gr., presentación de los informes previstos en la LCQ 35 y 39 mediante el "Instructivo para la publicación de informes concursales y otros documentos relacionados al trámite de juicios universales", que forma parte del Reglamento para la Justicia en lo Comercial de la Capital Federal, puesto en vigencia con carácter definitivo a partir del 1/11/2008 para la totalidad de los juzgados. También se prevé que el presidente del tribunal podrá ampliar la obligatoriedad de descarga a otros documentos que podrán ser calificados como relevantes y en ese sentido se ha dispuesto el libramiento de oficios vía intranet entre los juzgados; consulta de saldos en BCBA; informes en los Registros de la Propiedad Inmueble y Automotor, etcétera). En esta inteligencia, entonces, si bien es plausible la decisión avanzada que, en este punto, ha adoptado la jueza de grado, lo cierto es que ante la ausencia de reglamentación específica, la notificación instrumentada debió serlo, a todo evento, o bien de modo complementario o en última instancia, previo anoticiamiento en la forma convencional -cédula de notificación- a efectos de que a partir de esa comunicación, el funcionario estuviere en conocimiento del criterio adoptado por ese juzgado en particular. Es más, esa parecería haber sido la inteligencia en la redacción del último párrafo de la resolución copiada a fs. 4 donde expresamente se dispuso: "Hágasele saber al síndico que las comunicaciones a dicho funcionario se efectuarán mediante fax o por e mail por Secretaría y se tendrán por cumplidas en el día de su envío, debiendo a tal fin informar el número de fax y su dirección de e mail al tribunal en el momento de aceptar el cargo". Colígese entonces que si el funcionario debía informar esos datos al aceptar el cargo, la notificación previa debía efectuarse mediante el envío de la cédula pertinente. Derívase de ello que el llamado de atención a asentar en Secretaría Privada debe ser dejado sin efecto. 3.c. En lo tocante al reintegro de la suma que habría insumido la nueva publicación de edictos y que se impuso a su cargo, no cabe en esta instancia disponer reintegro alguno dadas las particularidades del trámite falencial, el cual refleja la carencia de recursos económicos al menos hasta la liquidación del activo de la quebrada. Con lo cual no cabe sino tener presente dicha erogación para la etapa de una eventual distribución de fondos y en los términos del art. 240, LCQ. Por ello, se resuelve: Admitir, con el alcance que surge de los considerandos que preceden, el recurso de apelación interpuesto por el síndico Gustavo A. Milio. Notifíquese y a la fiscal de Cámara en su despacho. Fecho, devuélvase a la anterior instancia.- Rafael F. Barreiro.- Juan M. Ojea Quintana.- Alejandra N. Tevez. (Prosec.: Silvina D. M. Vanoli).