v2006 Resumen de Malformaciones congénitas Una malformación congénita puede definirse como una alteración en un mecanismo del desarrollo (o varios), o como la ausencia de algún mecanismo del desarrollo embrionario que va a alterar la formación de algún órgano, alguna estructura o algún segmento corporal y que está presente en el momento del nacimiento (esto último es el concepto de algo congénito). Debe diferenciarse de otros dos conceptos con los que suele confundirse: • Enfermedad fetal hace referencia a la presencia de alteraciones que no afectan el desarrollo del embrión y que se asemejan a cuadros compatibles con una enfermedad de la vida adulta; ejemplos de esto son la eritroblastosis fetal o enfermedad hemolítica del recién nacido, el SIDA congénito. • Deformidad plástica es un concepto que se refiere a alteraciones en la forma o posición de distintos segmentos corporales y que pudieron haber sido ocasionadas por compresión de dicho segmento corporal contra estructuras óseas de la madre o por permanecer el embrión demasiado tiempo en una misma posición dentro del vientre materno. Las malformaciones congénitas reconocen dos orígenes posibles: • Malformaciones congénitas de origen genético (estudiadas en Genética) • Malformaciones congénitas de origen ambiental Nos referiremos ahora a estas últimas. Su causa es un agente ambiental que es capaz de producir una falla o una supresión en uno o varios mecanismos del desarrollo embrionario. A todo agente ambiental con esa capacidad se lo denomina agente teratogénico. El efecto de un agente teratogénico depende de dos factores: • La intensidad de acción del agente, si es una droga, de la cantidad de la misma; si es un virus, de la agresividad de la infección viral; si son radiaciones, de la cantidad a la que ha sido expuesto el embrión. • El momento del embarazo en el que actúa el agente; en las primeras semanas, puede llegar a causar la muerte del embrión y el consecuente aborto; en el resto del primer trimestre, puede llegar a producir malformaciones congénitas severas; en el segundo trimestre, disminuye el riesgo de que las malformaciones sean tan graves, ya que el embrión ha avanzado considerablemente en su desarrollo y, por último, en el tercer trimestre, el riesgo es mínimo, lo cual no quiere decir que haya seguridad absoluta de que nada va a ocurrir. Los agentes teratogénicos se pueden clasificar en diferentes categorías: • Químicos • Físicos • Biológicos • Nutricionales Agentes químicos: muchas drogas de uso terapéutico son capaces de producir teratogenicidad, por lo que el médico debe ser extremadamente cuidadoso a la hora de prescribir una medicación a una mujer embarazada. Los fármacos teratogénicos incluyen una larga lista de agentes que exceden el objetivo de este tema y que se verán con más detalle en la materia Farmacología. Las drogas de uso adictivo son teratogénicas, casi en su totalidad y suelen causar graves defectos en el sistema nervioso. El alcohol es otro agente teratogénico a tener en cuenta, con efectos en el desarrollo del sistema nervioso y en el desarrollo del embrión en general, ya que muy comúnmente origina Retardo del Crecimiento Intrauterino (RCIU), lo que también se conoce como bajo peso al nacer. La nicotina (tabaco) es también causante de teratogenicidad, sobre todo afectando el sistema nervioso y como causal importante de RCIU. Agentes físicos: las radiaciones ionizantes (nucleares) y los rayos X constituyen agentes teratogénicos de alta efectividad y con los que se debe ser muy cuidadosos, sobre todo en el acto médico de indicar una radiografía a una paciente embarazada. Pueden producir roturas cromosómicas, microcefalia, fisuras del paladar, trastornos esqueléticos. Agentes biológicos: existen numerosos agentes biológicos, tales como virus, bacterias y parásitos, capaces de causar teratogenicidad: Citomegalovirus: ocasiona microcefalia, retardo mental y hepatoesplenomegalia. Rubéola: existe una tríada característica que acompaña a la rubéola congénita: ceguera congénita (por cataratas o por glaucoma), sordera congénita (generalmente por destrucció n del órgano de Corti) y cardiopatías congénitas (siendo las CIA las más frecuentes); pero aparte de esta tríada, el bebé con rubéola congénita puede padecer retardo mental, RCIU, microcefalia. Virus de la inmunodeficiencia humana (HIV): si bien causa enfermedad fetal (como se dijo más arriba), en algunas ocasiones produce microcefalia, labio leporino y alteraciones craneales y/o faciales. Toxoplasma gondii: este parásito es capaz de producir microcefalia, hidrocefalia y microftalmía. Sífilis: las malformaciones asociadas a la sífilis congénita incluyen defectos óseos (tibia en sable, nariz en silla de montar), alteraciones dentarias y defectos en el sistema nervioso. Agentes nutricionales: son por igual teratogénicos tanto el déficit de elementos en la alimentación, como ciertos excesos. Existe cierta relación entre el déficit de ácido fólico (vitamina B9) y la aparición de disrafias. El déficit de yodo puede ocasionar alteraciones en el funcionamiento de la tiroides fetal que originan cretinismo. El exceso de glucosa que se observa en madres diabéticas puede originar fetos macrosómicos, defectos cardíacos y en sistema nervioso.