INTERVENCIÓN DE STANISLAW TILLICH, PRESIDENTE DEL BUNDESRAT ALEMÁN DURANTE SU VISITA AL PLENO DE LA CÁMARA DE SENADORES El Sr. Stanislaw Tillich, Presidente del Bundesrat Alemán(Interpretación): Muy estimado señor Presidente de la Mesa Principal, Senador Escudero Morales; muy estimada Senadora Blanca Alcalá Ruiz; muy estimados miembros de la Mesa Principal del Senado; muy estimados Coordinadores de Grupos Parlamentarios; Fernando Herrera; muy estimado Presidente de la Junta de Coordinación del Grupo Parlamentario del PRI, señor Emilio Gamboa Patrón; del Senador Miguel Barbosa Huerta, Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrático; muy estimado señor Senador Carlos Alberto Puente Salas, Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México; muy estimado señor Senador Manuel Bartlett Díaz, Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo: Agradezco muy profundamente esta invitación a este honorable Recinto. Alexander von Humboldt, el gran investigador trotamundos, muy emocionado por esta región, en algún momento dijo: “Si un solo lugar de este maravilloso mundo se pudiera calificar de paraíso, tendría que ser México”. Alexander von Humboldt fue una persona que había viajado mucho y lo podía evaluar muy bien. Me da mucho gusto por consiguiente estar hoy aquí y tener la oportunidad de hablarles desde el Bundesrat en Alemania al Senado de México. Me da un especial gusto estar hoy aquí y junto con ustedes, como ya dije, buscar ese diálogo en mi calidad de Presidente del Bundesrat quisiera relatarles, contarles un poco acerca del federalismo en Alemania. El federalismo en Alemania tiene una muy larga tradición: se remonta hasta el medioevo. Después de la Segunda Guerra Mundial, con la que Alemania provocó un sufrimiento inconmensurable sobre el mundo, las fuerzas aliadas querían muy conscientemente posibilitar un nuevo comienzo descentralizado, porque habían sido muy devastadoras las experiencias en el Estado totalmente centralizado de los nacional-socialistas. Con la fundación de la República Federal de Alemania, los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia apostaban por una estructura federalista que limite el poder centralista. También los miembros del Consejo Parlamentario encargado de la elaboración de una nueva Constitución, lo que se cometió en un Bundesrat la Constitución Alemana, después de la guerra ponían de relieve para el nuevo orden de Alemania que en el futuro, la responsabilidad y el poder se tenía que dividir en un nuevo estado federal, no solamente con una división de poderes entre los órganos constitucionales, sino también entre la Federación, los Estados Federados y los Municipios. Lo siguiente de momento era el Federalismo. El resultado, el día de hoy, después de la reunificación de Alemania en 1990 es un estado federal con 16 estados federados. Ustedes, muy estimados señoras y señores Senadores, saben, al igual que yo, que un reparto del poder, un reparto de las competencias, las atribuciones entre el nivel federal y los estados federados, no siempre es tarea fácil, hay muchas rivalidades, por lo general avanzamos por el mismo camino hacia adelante, pero en ocasiones tenemos que constatar no todos van en el mismo momento hacia la misma dirección, y no tienen por qué hacerlo tampoco. Sin embargo, el federalismo es una de las grandes fortalezas de nuestro país, porque representa estabilidad e identidad, sobre todo en tiempos de rápidas transformaciones. Estas no son palabras mías, son las palabras de nuestra señora Canciller federal, la doctora Ángela Merkel, que como Jefa de Gobierno Federal no siempre la tiene fácil con nosotros los Länder, los estados federados. Le doy la razón a la señora Merkel, tal vez precisamente dentro de esa variedad esté la verdadera oportunidad para conseguir una estabilidad y tal vez precisamente ese federalismo que, a pesar de toda la rivalidad, nos obliga a cooperar realmente. Estas dos nociones describen muy bien estos dos polos entre los que estamos en nuestro federalismo: la rivalidad, la competencia y la cooperación; a la vez constituye una carga y una oportunidad. Quisiera explicarles brevemente por qué es así. Tenemos entonces una competencia, una rivalidad deseada entre los diferentes niveles, las atribuciones para los diferentes campos políticos están repartidas, algunas están en la Federación, como por ejemplo, la política exterior. Otras son competencia legislativa exclusiva de los estados federados, como por ejemplo la educación, pero también la seguridad interior. Esto así está muy bien. Solamente así la política se puede diseñar cerca del ser humano, solamente así se puede lograr crear leyes y condiciones marco, que los seres humanos necesitan y que fomenten la comunidad. Muy bien, hasta aquí. Pero también hay áreas políticas en las cuales la Federación y los estados, por buenas razones, tienen una responsabilidad compartida, comparten esas atribuciones con una así llamada “legislación competida o concurrida”. Son sobre todo leyes que repercutan financieramente en la Federación y los estados y obviamente son muchas. Es importante en ese contexto que la rivalidad no se convierta en disputa, si al final la pregunta es: ¿quién pagará qué? Lo estamos viendo actualmente en Alemania, por ejemplo en el ejemplo del enorme desafío de los muchos refugiados que están llegando, ¿quién les da refugio a esos refugiados? ¿Quién paga por su integración cuando se les concede asilo? Pero también aquí la Federación y los estados federados tienen que cooperar. La cooperación mediante esa legislación concurrente también significa más. Cada ley del Bundestag alemán, de la primera Cámara del Parlamento Federal, tiene que pasar por el Bundesrat, no pocas de esas leyes federales necesitan la confirmación, o sea la aprobación explícita por el Bundesrat. En el Bundesrat están representados los representantes de los gobiernos estatales, y ellos aportan la experiencia de los estados in situ. De esa manera el Bundesrat garantiza que los estados federados sean escuchados en leyes para toda Alemania y que se tomen en cuenta sus ideas y visiones. Otra misión de la Constitución es que en toda Alemania haya una paridad en las condiciones de vida, para garantizarlo existe el instrumento de la así llamada compensación financiera entre los estados federados, eso es necesario para poder compensar la diferente fuerza económica y fiscal de los diferentes estados federados. Esta compensación financiera estatal significa concretamente que los estados federados más ricos en Alemania asumen más cargas financieras que los estados federados más pobres. Este sistema desde 1969 ha dado muy buenos frutos, actualmente se trata de reorganizar esa compensación y las relaciones financieras entre los estados federados y el nivel federal. Bueno, se lo imaginarán, algunos dicen: “No queremos pagar más. Otros dicen: “Pero nos hace falta”. Ahora la pregunta es, cómo esta compensación financiera puede ser más justa, una clave está en la Federación, porque los estados federados coinciden al 16 a cero y esto es muy poco frecuente en Alemania. Los otros estados federados consideramos que la Federación si nos asigna más atribuciones, también nos tiene que compartir más de sus ingresos fiscales. Todos los estados federados coincidimos en que esta compensación tiene que mantenerse como una solidaridad federal viva y vivida, y esa solidaridad federal entre los diferentes estados federados y entre los estados y la federación es la condición básica para que cada nivel pueda asumir sus tareas y atribuciones. Garantiza que las personas en cualquier parte del país estén a gusto, que encuentren trabajo y que puedan mantener a sus familias, garantiza que las personas puedan crear una identidad regional y que puedan vivir bien en sus regiones, que les pueda ser una verdadera patria, y por ejemplo, que puedan mandar a sus hijos a la escuela en caminos seguros. Ya lo dije, la educación y la policía en Alemania son atribuciones de los estados federados. Como yo también soy primer Ministro del Estado libre de Sajonia, me llena de gran orgullo que Sajonia sea tan buena en la educación en Alemania, eso es bueno para las familias y para sus hijos, es una ventaja competitiva para el emplazamiento del estado libre de Sajonia, y también de eso se trata esa competitividad de los estados federados, se trata de recalcar e intensificar las fortalezas regionales y las peculiaridades de cada estado, lo que se aplica a la economía también se aplica a los estados, la competencia estimula el negocio. Estoy convencido de que esa competencia entre los estados federados de Alemania es algo positivo. Alemania y Sajonia hoy son mi patria, no siempre fue así, seguramente saben, muy estimadas señoras y señores Senadores, que Alemania después de la Segunda Guerra Mundial, durante más de 40 años estuvo dividida en dos países. El hecho de que hoy ya no sea así, el hecho de que Sajonia vuelva a ser un estado federado se lo agradecemos a la reunificación alemana. Yo crecí en la parte oriente de Alemania, en la ex RDA en un estado de organización autoritaria y centralista. En 1951 la RDA eliminó los estados federados porque temían mucho las identidades regionales, pero eso no tuvo éxito. Muchos se seguían sintiendo como sajones, como turingios o con su identidad de Brandeburgo. Hasta 1990, Sajonia nuevamente se está encaminando hacia uno de los lugares industriales tradicionalmente más fuertes de Alemania hacia un excelente paisaje de investigación y ciencia, y ya llegamos desde hace mucho a un equilibrio presupuestario. La competencia aviva de los negocios y la cooperación garantiza la compensación necesaria. Estos son los dos polos en los que estamos en nuestro federalismo y tal vez también sea el éxito, el secreto de su éxito. A veces puede ser pesado y lento, pero también las quiebras que uno encuentra en su camino pueden servir a construir algo bonito. Eso por lo menos lo decía el escritor sajón “Erich Hesnar”. Muy estimados señoras y señores: Me complace muy extraordinariamente que después de esta sesión, pueda viajar a uno de sus estados federados, a Querétaro. Ya siendo mucha curiosidad de tener una conversación con el gobernador y de poder conocer una parte del federalismo mexicano y de la convivencia federalista, para el federalismo no es la única conexión entre Alemania y México, mi visita también es una contribución al Año Dual entre Alemania y México, que pretende forjar, crear una alianza para el futuro. Eso es lo que yo deseo para la futura cooperación entre Alemania y México, una alianza de dos estados federales fuertes. Muchas gracias por su atención. (Aplausos)