MARK ROTHKO (Biografía) Mark Rothko nació en 1903, en la ciudad rusa de Dvinsk y su verdadero nombre era Markus Rothkowitz. En 1910 su padre emigró a Estados Unidos y tres años más tarde acudió el resto de la familia y se establecieron en Portland, Oregon. Rothko fue un destacado estudiante y gracias a una beca logró entrar en la Universidad de Yale en 1921; abandonó sus estudios en 1923 y, tras pasar por una academia de dibujo, se matriculó en una academia de teatro. En su opinión fue allí donde tuvo su primer contacto verdadero con el mundo del color y el dibujo. MARK ROTHKO Verde sobre morado, 1961 Técnica mixta sobre lienzo. 258 x 229 cm Museo Thyssen-Bornemisza En 1925 se inscribió en la New School of Design de Nueva York; en este primer momento su pintura era de tipo figurativo y de pincelada suelta que seguía la línea cezanniana. Se rodeó de un círculo de amigos pintores, músicos y poetas con los que organizó en 1933 una exposición colectiva; también ese año celebró su primera exposición individual. A lo largo de los años treinta y cuarenta formó parte de diversos grupos artísticos de carácter reivindicativo en materia de arte que ponían de manifiesto su necesidad de cambio y experimentación. Uno de ellos fue el grupo The Ten (1935), donde también figuraban Adolph Gottlieb e Ilya Bolotowsky. En la década de 1930 su pintura estaba dominada por temas urbanos y el metro era su escenario predilecto. Rothko fue profesor de dibujo en varias academias y escuelas y de 1936 datan sus primeros textos sobre el desarrollo de la creatividad de los niños y la relación entre arte moderno y arte infantil. Especial importancia en su carrera tuvo la exposición Cubismo y Arte abstracto, y Arte fantástico, Dada y Surrealismo, organizadas en 1937 por el Museo de Arte Moderno de Nueva York, pues tanto la temática como la manera de pintar le cambiaron a partir de la siguiente década. Su pintura se llenó de símbolos y desarrolló un lenguaje próximo al surrealismo que triunfaba en aquellos años (Joan Mirò, André Masson, por ejemplo). En 1938 obtuvo la nacionalidad norteamericana y desde 1940 firmó sus cuadros como Mark Rothko. El éxito y el reconocimiento fueron continuos en la carrera de Rothko. En 1944 se vinculó con la galería de Peggy Guggenheim Art of this Century y la crítica empezó a calificarle de “abstracccionista mitomórfico”. A partir del verano de 1946 abandonó el vocabulario simbólicobiomórfico e inició una etapa de “cuadros de transición”, que él mismo denominó “multiformes”. Se trataba de una pintura muy diluida que al ser aplicada al lienzo se escurría y dejaba la mancha de su caída; con estas obras se encaminaba hacia la abstracción total: abandonaba toda referencia figurativa en favor del color y las composiciones bi- y tricromáticas dominaron su producción a partir de 1949. En este momento también realizó gran número de acuarelas en las que repetía la manera de los grandes lienzos. Una muestra más del cambio que estaba experimentando su pintura fue que cambió los títulos descriptivos por números. En 1959 realizó un viaje por Italia que le resultó revelador y desde finales de ese año se comprueba que su paleta de colores se fue oscureciendo, hasta llegar a su cota máxima en 1967 cuando inició la serie “cuadros de forma negra”. En 1968, debido a graves problemas de salud y por prescripción médica, dejó de pintar obras de gran formato y retomó el papel como soporte. En sus últimas obras recuperó el ocre, los blancos, grises y gamas rosáceas. Enfermo y psíquicamente derrumbado, Rothko se suicidó el 25 de febrero de 1970. Además de las numerosas exposiciones individuales que las más destacadas instituciones artísticas y museos organizaron de Rothko, hay que recordar los tres importantes encargos que realizó en la última década de su vida. Se trata de los murales Four Seasons para el edificio Seagram de Nueva York (1958-1959); los paneles para el hall de la Universidad de Harvard (1961) y las obras de gran formato para la capilla de la Universidad católica de Houston (19641967). Este conjunto se inauguró el 27 de febrero de 1971, con el nombre de Capilla Rothko, justo un año después de que el pintor pusiera fin a sus días. Rothko es considerado uno de los máximos representantes del expresionismo abstracto de la Escuela de Nueva York, aunque él mismo rechazaba tal denominación.