D E CO R ACI ÓN ESTANCIA VIK En homenaje a A ocho kilómetros de José Ignacio se encuentra este exclusivo hotel boutique de lujo. Alexander Vik, empresario noruego, quiso destinar sus tierras para construir una estancia que le rindiera un homenaje a Uruguay. Su arquitecto, Marcelo Daglio, trabajó con una veintena de artistas y artesanos para levantar este surrealista lugar donde escultura, pintura, fotografía, escritura y artesanía se integran al proyecto, ensalzando la tradición y cultura de este país. ¿Q ué prefiere? Dormir en una pieza con coloridos frescos pompeyanos pintados por el reconocido artista uruguayo Carlos Musso, soñar en el dormitorio-instalación qué creó Marcelo Legrand o en la habitación llena de angelitos que cuelgan, obra de la artista Lacy Duarte… Si no le gusta ninguna de ellas, hay otra decena de piezas más y entrar a cada una es meterse a un cuadro distinto, al mundo que 12 artistas compusieron durante meses especialmente para la Estancia Vik. Su dueño, el noruego Alexander Vik, se enamoró de Uruguay y quiso ensalzar la identidad uruguaya construyendo este surrealista espacio donde arte, artesanía, tecnología y arquitectura se dan cita en un terreno de mil 400 hectáreas de pampa, laguna, estero y mar. No escatimó en el más mínimo detalle para llevar a cabo su idea. Los mejores artistas y artesanos de Uruguay trabajaron para darle forma a este Sofía Arnaboldi C. / Fotos: Gonzalo Romero 56 CASAS CASAS 57 Esta colorida habitación es obra del artista uruguayo Carlos Musso, quien pintó frescos pompeyanos con pintura acrílica al óleo sobre madera. 58 CASAS CASAS 59 En cada uno de los baños domina un material distinto; sin embargo, la comodidad y amplitud son una constante. 60 CASAS CASAS 61 Esta capilla, que emula a un horno de barro, se abre y se cierra como un tríptico y fue proyectada por Carlos Musso. La escultura de mármol de Carrara, las piedras semipreciosas que se exhiben en los muros y el lienzo de casi 300 metros cuadrados que cubre el cielo, generan uno de los ambientes más impresionantes de la estancia. proyecto junto al arquitecto Marcelo Daglio. Este hotel es una modernizada reinterpretación de la tradicional estancia uruguaya con techos de chapa, galerías y patios interiores. La ambientación de los salones está inspirada en la tradición del campo: el comedor reproduce una bóveda colonial cuyos ladrillos están puestos uno sobre otros sin material de mortero entre ellos, el fogón emula el galpón de los gauchos, el “gameroom” está basado en la casa con techados de Quincha... El paisaje, esa mezcla entre campo y mar, se incorpora en todos los ambientes a través de las vistas. El obligado deambular exterior, para moverse entre los diferentes salones, también contribuye a que uno se empape –en todo momento– de la pampa uruguaya. Al centro del proyecto se encuentra el living, que se conecta con los cuatro patios interiores. Este magnífico salón es el corazón de la estancia, donde la integración entre arte, tradición y lugar se refleja en cada detalle. El cielo de este espacio es una enorme pintura de casi 300 metros cuadrados que, emulan- CASAS 63 El “gameroom”, con su techo de totora y maderas rústicas, está inspirado en el quincho uruguayo. Las paredes norte y sur están tomadas por las esculturas en madera del artista José María Pelayo y un fino trabajo de mampostería conforma la chimenea. Una clara muestra de la conjunción entre tradición, arte y artesanía. do al “Google Earth”, grafica Uruguay. Bajo ésta, una imponente escultura de mármol de Carrara, del reconocido artista Clever Lara, se apodera del lugar y dialoga con las colosales chimeneas de piedra a ambos extremos del salón y la increíble naturaleza de las piedras semipreciosas que cuelgan en forma bruta de los muros. Este primer encuentro con el interior de la estancia es una guía de lo que uno seguirá descubriendo: espacios austeros y finos, donde el único exceso es el arte. Las sorpresas se extienden más allá de los muros de la estancia. Caminando por los alrededores, acompañados de vacas, cabras y ovejas que deambulan libremente, se llega a un bosque de árboles autóctonos donde se esconde una capilla que se abre como un tríptico, una genial propuesta del artista Carlos Musso. Un poco más al norte se levanta un puente de madera, el más largo de Uruguay con 100 metros de extensión, construido para no alterar el pantanoso terreno que cruza. El tema ecológico es también parte importante de este lugar, donde energía geotérmica y eólica, paneles solares y un sistema inteligente de optimización de recursos hacen que el impacto ambiental sea mínimo. Desde que abrió sus puertas en diciembre de 2008, gente de todas partes del mundo ha disfrutado de la Estancia Vik y sus deliciosos asados, comida orgánica, spa y entorno; del grato y familiar ambiente, y de sus bien merecidas siete estrellas. 64 CASAS CASAS 65