Ventajas del gas natural El incremento en la demanda mundial de gas natural como combustible está relacionado con las ventajas que ofrece: éstas superan a los costes o perjuicios de extracción, generación, distribución y consumo. En el caso de España, la desregulación del sector ha estimulado su demanda y, por consiguiente, ha provocado el aumento de su consumo. Sobre todo, de su consumo doméstico, pues el consumo industrial no ha variado su demanda. Según la tipificación clásica, las ventajas de gas natural suelen describirse en función a sus ventajas generales, operacionales y medioambientales. Ventajas generales • • • • El gas natural tiene un precio de mercado muy competitivo. Cuenta con muchas ventajas operacionales con respecto al resto de combustibles. Su combustión es más limpia que los demás combustibles fósiles. Por ello, facilita el cumplimiento de la legislación medioambiental. Permite explorar nuevos yacimientos. Ello se debe a que como su combustión es relativamente limpia las restricciones medioambientales que prohibían explorar nuevos yacimientos se levantan. Ventajas operacionales Hacen referencia a todos aquellos procesos y operaciones necesarias para el consumo doméstico e industrial del gas natural. Las ventajas operacionales son: • • • • • • Tiene un mayor y mejor rendimiento en la combustión. No provoca corrosión en las instalaciones que se utilizan. El producto final es de mayor calidad. Por ejemplo, utilizándola como calefacción produce mucho más calor con menor energía y coste. No se necesita ningún sistema de almacenaje del combustible. Los gaseoductos son más seguros. Los nuevos gaseoductos reducen la pérdida de combustible debido al desarrollo de la tecnología de los sistemas de canalización. Combustión controlable. Es decir, no se necesita personal cualificado ni especializado para supervisar la combustión del gas. Ventajas Medioambientales La principal ventaja medioambiental es que no emite gases contaminantes a la atmósfera. Ello quiere decir que no se necesita tecnología para reducir los gases contaminantes por la combustión. Por lo que eso supone un coste menos para la empresa y un coste menos para el consumidor. Además, la cantidad de CO2 que se emite a la atmósfera provocada por la combustión del gas es mínimo y no supera lo establecido por las leyes medioambientales.