En blanco - Superintendencia de Sociedades

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220-17589 del 30 de Marzo de 2007
Ref: Liquidación voluntaria de sociedades.
Me refiero a su escrito remitido a esta Superintendencia vía e-mail, radicado con el número 2007-01-028038, mediante el
cual consulta aspectos relacionados con el proceso de liquidación voluntaria de una sociedad, tales como requisitos para
iniciarlo, cómo proceder ante la insuficiencia de activos sociales para cubrir los pasivos de la compañía y además, pregunta
cuál es el procedimiento para entrar en un proceso de liquidación por quiebra.
Teniendo en cuenta que su consulta hace relación a dos tipos diferentes de procedimientos para la liquidación de sociedades
comerciales, a saber, de una parte, la liquidación voluntaria y, de otra, la liquidación obligatoria (que reemplazó el trámite
de quiebra a partir de la vigencia del Decreto 350 de 1989), procedo a dar respuesta a su consulta, en primer lugar, en lo
que se refiere a la liquidación voluntaria, para exponer lo concerniente a su consulta sobre el proceso de liquidación
obligatoria, al final de este oficio.
LIQUIDACIÓN VOLUNTARIA:
En primer lugar, le comunico que la liquidación voluntaria de una sociedad del tipo de las limitadas se inicia con ocasión de
la disolución de la misma, cuyas causales se encuentran determinadas por los artículos 218 y 370 del Código de Comercio.
Salvo la disolución resultante de las causales a que aluden los numerales 1° y 7° del mencionado artículo 218, ésta debe
ser adoptada por los asociados, dando cumplimiento a las formalidades exigidas para las reformas del contrato social.
Sobre el particular, le trascribo apartes del Oficio 220-019506 del 17 de abril de 2006, proferido por esta oficina, que se
refiere a las causales de disolución:
“ … Así, es pertinente remitirse al artículo 220 del código citado, tomando en consideración el conjunto normativo del que
hace parte, para advertir cómo el mismo se halla consagrado en el Libro 2º del Código de Comercio, Titulo 1º, Capítulo IX,
que contiene las disposiciones generales sobre “ Disolución de la Sociedad” , la primera de las cuales (articulo 218) enuncia
en ocho numerales los supuestos que constituyen las causales de disolución comunes a todas las sociedades comerciales,
comprendiendo el último, las causales de disolución propias de cada uno de los tipos societarios que el Código regula (art.
319-Colectivas; art 333, en concordancia con el 342 y 351-Comanditarias; art 356 y 370-de Responsabilidad Limitada; y,
art 457-Anónimas). La siguiente disposición (artículo 219) precisa los términos y condiciones en que tiene operancia la
disolución proveniente de los supuestos en particular contemplados en los numerales 1º, 6º, y 7º, permitiendo apreciar que
existe una clara diferenciación legal entre los supuestos determinantes de la disolución, según que surtan efectos o no de
manera inmediata.
A continuación de las disposiciones citadas, el artículo 220 ibidem reza:
“ Cuando la disolución provenga de causales distintas de las indicadas en el artículo anterior, los asociados deberán declarar
disuelta la sociedad por ocurrencia de la causal respectiva y darán cumplimiento a las formalidades exigidas para las
reformas del contrato social.
No obstante, los asociados podrán evitar la disolución de la sociedad adoptando las modificaciones que sean del caso, según
la causal ocurrida y observando las reglas prescritas para las reformas del contrato, siempre que el acuerdo se formalice
dentro de los seis meses siguientes a la ocurrencia de la causal.”
De su lectura se desprende claramente la voluntad del legislador expresada en los dos aspectos que la norma regula: En
efecto, el inciso primero determina que a excepción de los supuestos de disolución a que el artículo 219 hace referencia (el
vencimiento del término de duración; la decisión de los asociados; la quiebra (hoy liquidación obligatoria) de la sociedad o,
la decisión de autoridad competente, los demás sean de carácter general o especial no operan per se, sino que requieren la
concurrencia tanto de la causa legitima que da lugar a la disolución, así como el reconocimiento por parte de la asamblea o
junta de socios, o en su defecto por la autoridad administrativa o judicial (art. 221), y adicionalmente, el cumplimiento de
los requisitos previstos para las reformas, esto es escritura pública y registro mercantil… ”
Ahora, una vez disuelta una sociedad y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 222 del Código de Comercio, se
procederá de inmediato a su liquidación. En consecuencia, no podrá iniciar nuevas operaciones en desarrollo de su objeto
social y conservará su capacidad jurídica únicamente para los actos necesarios a su inmediata liquidación.
Para mayor ilustración en relación con los pasos a surtirse una vez disuelta la sociedad, a continuación, trascribo apartes del
Oficio 220-054169 del 5 de octubre de 2006:
“ …Liquidación del patrimonio social.
El procedimiento liquidatorio está contenido en los artículos 225 y siguientes del Código de Comercio, éste trámite es
obligatorio y debe cumplirse por cualquier sociedad que se encuentre disuelta. Para tal efecto, procederá en primer término
a informar a los acreedores sociales, por medio de un aviso que deberá publicarse en un periódico que circule regularmente
en el lugar del domicilio social, el que deberá fijarse en lugar visible de las oficinas y establecimientos de comercio de la
sociedad, tal y como lo dispone el artículo 232 ibídem.
Dentro del mes siguiente a la fecha en que la sociedad quede disuelta, el liquidador debe elaborar un estado financiero de
inventario suscrito por un contador público cuando el liquidador no tenga tal condición, el que deberá incluir una relación
pormenorizada de los distintos activos sociales, de todas las obligaciones de la sociedad con la especificación de la prelación
u orden legal de su pago, e inclusive de las que solo puedan afectar eventualmente su patrimonio, como las condicionales o
litigiosas, las fianzas, los avales, etc..
Artículo 243 del Código de Comercio: “ Cuando se trate de sociedades por cuotas o partes de interés y sean insuficientes
los activos para atender al pago del pasivo externo de la sociedad, los liquidadores deberán recaudar de los socios el faltante,
si la responsabilidad de los mismos es ilimitada, o la parte faltante que quepa dentro de los límites de la responsabilidad de
los asociados, en caso contrario.
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